Una vez dignificada la sepultura del Teniente Coronel Maquinista Benito Sacaluga, de cuyo acto he informado en la publicación anterior, he de denunciar públicamente un hecho constatado que añade aún más crueldad e ignominia, si cabe, a las actuaciones represoras del régimen franquista.
En los trabajos de sustitución de la lápida que cubría la tumba común de los 51 republicanos allí sepultados anónimamente, una vez retirada ésta, pudo comprobarse que en el reverso de la misma existe una inscripción relativa a una mujer de 24 años, fallecida y sepultada en 1937; por respeto a su memoria no voy a dar a conocer sus datos personales.
Después de consultar personalmente el libro de registro del cementerio salen a la luz datos que despejan la incertidumbre y las versiones existentes sobre la tristemente célebre Parcela X, como se la denomina en la práctica totalidad de lo publicado a lo largo de todos estos años.
En realidad los cuerpos de los 51 republicanos fusilados en Cartagena inmediatamente después de la toma de la ciudad a finales de marzo de 1939, fueron sepultados en tumbas individuales dentro de un conjunto de 10 filas de 6 sepulturas cada una. Este conjunto estaba situado en la Parcela nº 10 del cementerio, sistema numérico utilizado para identificación de las parcelas, entonces expresado en números romanos, de ahí la confusión de X con 10.
Concretamente la inhumación de mi Abuelo está registrada a las 11 horas - una hora después de su muerte y sin que su mujer y sus nueve hijos pudieran darle el último beso - del día 29 de abril de 1939 y registrada en la Fila 1 sepultura nº 2 de la Parcela 10. A la misma hora está registrada la del Fogonero Juan Escobar en la Fila nº1, sepultura nº 1 de la misma parcela.
Fue en esta parcela 10 donde se fueron depositando los cuerpos de los fusilados, en orden correlativo con la fecha de su fusilamiento y hasta la Fila 9, Sepultura nº 3, existiendo constancia de sus datos personales en las sepulturas y en los libros de registro, allí permanecieron hasta 1949, fecha en la que por "necesidades" del cementerio fueron desenterrados todos ellos y trasladados al lugar que ocupan actualmente y desde entonces sumidos en el anonimato.
Derivado de la doble inscripción de la lápida de esta última fosa común únicamente caben dos hipótesis :
A.- Robaron la lápida de otra sepultura grabando en su reverso la nueva inscripción.
B.- Vertieron los restos exhumados de las sepulturas de la parcela 10 en la tumba de la persona cuyos datos figuraban ocultos en la lápida y ahora sacados a la luz.
En cualquier caso la profanación es evidente y va más allá de los más bajos comportamientos del ser humano, si es que así se les puede denominar a los autores de esta macabra operación.
En estos momentos se están llevando a cabo averiguaciones sobre los libros registro oficiales y originales del Cementerio, ya que los que nos enseñaron eran fotocopias de los mismos, al objeto de documentar lo anteriormente relatado y unirlo a las fotografías tomadas de la primera inscripción de la lápida,.
A continuación os dejo una fotografía de la lápida que durante 60 años ha cubierto los restos de los republicanos allí trasladados desde la Parcela 10, con la inscripción dictada por los franquistas :
"RESTOS DE LOS FALLECIDOS POR CONSECUENCIAS DE LA ULTIMA GUERRA"
AÑOS 1939 A 1945
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Benito Sacaluga