miércoles, 23 de febrero de 2011

EL GALATEA




El ocho de mayo de 1926 se emite Real Orden telegráfica disponiendo que :


"El maquinista oficial de segunda don Benito Sacaluga Rodriguez sea pasaportado desde África para Cartagena con objeto de embarcar interinamente en el moto velero "Galatea".

Imagino que Sacaluga acataría esta orden de muy buena gana pues salía de un territorio en guerra para embarcar en uno de los buques escuela de la Armada Española. De momento no poseo información sobre su estancia a bordo, no obstante merece la pena recordar al "Galatea", más aún cuando nuestros políticos lo han borrado del mapa de la Armada.

Circulan varias versiones, tanto de sus orígenes,  como de sus singladuras y destino final, todas ellas guardan puntos de extrema coincidencia, puntos éstos que he tenido en cuenta en el momento de realizar esta pequeña reseña resumen del buque.



Ficha técnica original
Astilleros Anderson Ridgers Bay Yard de Glasglow
Clase :  Mercante - Fragata de 3 palos
Botadura : 3 de diciembre de 1896
Desplazamiento : 2.500 Tn.
Eslora : 74,87 metros
Manga: 11,85 metros
Calado : 5,80 metros
Propulsión : 2.800 m2 de velamen

Transformaciones efectuadas en 1920
Astilleros : Génova
Motores: Dos motores diesel marca Ansaldo
de 450 CV 
Propulsión: 2 Hélices de 3 palas
Instalación eléctrica general
Velocidad a motor: Max.: 8 nudos.

Transformaciones efectuadas en 1922
Astilleros Echevarrieta y Larrinaga de Cádiz
Clase : Buque Escuela
Aparejo : Se añade un botalón para una vela cangreja
Casco: Puente de mando a proa del trinquete
Prolongación de la toldilla hasta la base 
del mástil para alojar a los
botes salvavidas
Lastre: Centeno en la sobrequilla para bajar la 
línea de flotación
Alojamientos para los guardiamarinas
Armamento : 4 cañones de 6"
para salvas de ordenanza.

Historia :

Se construyó (1896)con el nombre de "Glenlee", por encargo de la naviera Archibald Sterling & Co.Ltd, para realizar transporte de grano desde Inglaterra a Nueva Zelanda y Australia.

1898.- Vendido a la Dundee Islamont Dailing Ship Co.Ltd, se le asignó el nombre de "Islamount".

1905.- Lo adquiere Richard Thomas&Co de Liverpool, siendo requisado en 1918 por la Royal Navy durante la primera guerra mundial.

1919.-.Realiza su último viaje bajo bandera británica. Es adquirido por la genovesa Stella,Sicietá Italiana di Navegaziones, destinado a labores mercantes en el Mediterráneo con el nombre de "Clarastella".

1922.- Adquirido en 650.000 pesetas por el gobierno de España para ser destinado a Buque-Escuela. En su haber: 5.000 días de mar, 4 viajes de circunnavegación y 16 travesías del Cabo de Hornos. Se rebautiza como "Galatea".

1925.- Inicia en la Armada sus viajes de instrucción.

1928.- Es sustituido por el "Juan Sebastian de Elcano" para la formación de oficiales. Se cambian los motores por otros de 800 CV y es asignado a la Escuela de Aprendices Marineros Especialistas, como buque-escuela de maniobra.

1936.- El 18 de julio, estando en la mar con 49 guardiamarinas y 160 marineros se dirige a Ferrol, quedando bajo el mando franquista.

1946.- El 3 de octubre a causa de una borrasca a la altura de las Azores, queda totalmente desarbolado, navegando con una escora de 42º logra llegar a Santa Cruz de Tenerife, donde es reparado.

1954.-Alcanzado por un huracán, cerca de Nueva York, pierde 7 de sus velas y resultan heridos  numerosos miembros de la tripulación.

1959.- Realiza su último viaje como buque-escuela.

1960.-Queda amarrado en el Arsenal de Ferrol como pontón-escuela de maniobra.

1969.-Causa baja en la Armada después de :

73 años de servicio en total
47 años de servicio en la Armada Española

SU FINAL :

Amarrado sin vigilancia, van desapareciendo del buque los componentes de mayor valor y al mismo tiempo más fáciles de sustraer : portillos de bronce, adornos, motones, cabilleros, etc...

Después de singulares avatares y propósitos para su destino final, se aprueba la idea de que sea remozado y trasladado a Sevilla para servir de centro de comunicaciones de la Expo 92, amarrado junto a la Torre del Oro, y posteriormente servir como Museo Naval junto al Palacio de San Telmo. A finales de 1985, en condiciones deplorables es trasladado a Sevilla, una vez allí se desestima el destino proyectado a causa de lo costoso de la rehabilitación a efectuar.

Abandonado en la dársena del Guadalquivir, junto al Puente del V Centenario, sufre dos incendios, se convierte en refugio de mendigos y es expoliado por coleccionistas y chatarreros, con la consecuencia de su hundimiento al ser  robadas las válvulas de cobre de los machos del fondo.

La Armada lo reflotó y quedó amarrado en el Muelle del Cemento a la espera de desguace, desguace que, felizmente, nunca llegó, principalmente por problemas de índole administrativo.

En 1992 durante su subasta para desguace, es adquirido para el Ayuntamiento de Glasglow, ciudad donde fue construido, en segunda subasta, para desguace, pagándose por suscripción popular  8 millones de pesetas.

Remolcado desde España a Greenock (UK)

La Sociedad de Salvamento de Londres, inspecciona el buque y extiende un certificado autorizando su remolque hasta el puerto de Greenock, traslado que se efectúa entre los días 1 y 9 de junio de 1993, con una tripulación compuesta por tres voluntarios. En Greenock se procedió a su limpieza y pintura original del casco, siendo nuevamente remolcado hasta Glasglow y rebautizado con su nombre original, "Glenlee", en presencia del alcalde de la ciudad y del cónsul de España (?).

Entrando en la dársena


En 1997 se enviaron desde el Arsenal de La Carraca y desde Sevilla , el juego completo de mástiles y vergas originales. En ese mismo año (1997) se procede a la colocación de la cubierta, a imitación de la original, empleándose para ello más de 1000 metros cuadrados de maderas africanas.


Aspecto de la cubierta

El mascarón de proa original fue retenido por España , negándose ésta en varias ocasiones a su entrega a Glasglow, actualmente permanece expuesto en A Graña (Ferrol). A la vista de la negativa Glasglow encargó una réplica exacta por la que desembolsó 12.000 euros. Otros objetos de valor originarios del "Galatea" se conservan en el Museo Naval de Ferrol y en el Museo Marítimo de Barcelona, el como llegaron estos objetos a sus actuales dueños entiendo que está en la mente de todos.


Después de un gasto de más de 2 millones de libras esterlinas, financiado por organismos oficiales británicos y el Ayuntamiento de Glasglow, se consigue la restauración total del buque a su estado de botadura, tal y como se aprecia en las fotos que siguen, una maravilla de navío que, como tantas otras cosas, los políticos españoles han despreciado llevados por su inconmensurable ignorancia y falta de respeto a la historia.

En fase de terminación de los trabajos de restauración.







Listo para zarpar



Detalle del mascarón de proa (réplica)


Atracado en Glasglow

Si vuelvo a viajar a Inglaterra, juro que visitaré al viejo "Glenlee", intentaré imaginarme como fue cuando enarbolaba bandera española, intentaré que nadie sepa que soy español, me sentiría muy avergonzado delante de nuestro perdido "Galatea" , Buque Escuela de la Armada Española.




Benito Sacaluga.



ACUSAR FALSAMENTE O MORIR



No voy ha descubrir ahora las "irregularidades" de los consejos de guerra franquistas, especialmente una vez terminada la guerra, ya se ha tratado en entrada anteriores. La existencia de testigos que firmaban declaraciones falsas para imputar delitos a determinados procesados, se producían, principalmente, a causa de varios motivos :

  • Obligatoriedad por ley de denunciar a todo aquel que pudiera ser tachado de contrario al régimen, bajo pena de ser detenido y acusado de colaborador.
  • Intereses personales para conseguir subirse al carro de los vencedores.
  • Venganzas personales, revanchismo y ajustes de cuentas.
  • Coacciones que podían derivar en tremendas palizas o incluso la muerte en caso de negativa a colaborar, de negativa a firmar declaraciones falsas, dictadas por el aparato represor.
De este último motivo, quiero aportar información sobre dos casos ocurridos en Cartagena en los que los protagonistas tenían vinculación con la Armada. El texto está recogido de una publicación reciente de Memoria Histórica de Cartagena.


Cartagena 22/02/2011

Magdalena vivía en Barrio de Peral, en el número dos de la Calle de Santa Teresa. No podía imaginar, en los primeros tiempos de su noviazgo con Florencio, ese chico de Los Dolores, que su familia pudiera tener ninguna lejana relación con sus vecinos. Pero conforme fueron tomando confianza, con el paso del tiempo, él le contó que su padre, Pedro Cerezuela Navarro, había sido fusilado después de la guerra. Nada tenía esto de extraño; en una ciudad como Cartagena, en la que más de un sesenta y cinco por ciento de la población había sido víctima de una cruel represión, era normal la cotidiana relación con hijos, hermanos, nietos o sobrinos de personas que habían sido fusiladas o se encontraban en prisión.
Lo que sí podía considerarse una casualidad era que su novio le comentara que su padre había sido detenido junto con alguien de su barrio, un practicante llamado Enrique Martínez Ros. – “¡Claro! ¡El de la Homeopatía!” – exclamó su madre cuando se lo comentó.

El practicante había vivido, y lo seguía haciendo su familia, en el número ocho de su misma calle, y todos los vecinos conocían perfectamente los sucesos relacionados con su muerte.  No llegó a ser condenado a muerte, como lo fue el que, de haber vivido, se habría convertido en su suegro. Enrique Martínez había muerto a consecuencia de los golpes recibidos en un interrogatorio al que fue sometido por el S.I.P. Su cadáver fue arrojado al mar para aparecer tres días más tarde en la costa de Mazarrón.
Ese relato lo había oído muchas veces en su infancia. Recuerda perfectamente cuando apareció la esquela en el periódico y su madre dijo: “¡Qué valor ha tenido doña Pepa! ¡Qué valor!”. Se refería a que la viuda mandó publicar una esquela en la que, debajo del nombre, hizo figurar “cuyo cadáver fue hallado el día 28 de Mayo del corriente asesinado en la playa de Mazarrón” y realmente era necesario tener mucho valor para hacer constar ese texto en una esquela en el año 1939.
Nadie supo en el barrio por qué lo asesinaron. Tampoco su novio sabía por qué su padre había sido fusilado.

Su suegra le habló de la gran amistad existente entre su marido y el practicante, a pesar de la diferencia de edad existente entre ellos. Florencio, el padre de Pedro Cerezuela, maestro del ramo de Artillería retirado, había sido una persona muy estimada durante el tiempo en que estuvo trabajando en el Arsenal, época en la que Enrique Martínez lo conoció, y de cuya laboriosidad y sentido de la responsabilidad guardaba muy buen recuerdo. Al coincidir en el mismo buque con el hijo, y reconocer en él los mismos rasgos de formalidad, responsabilidad y eficiencia que en su padre, se sintió inmediatamente movido por un gran afecto hacia él. Por eso, durante todo el tiempo que navegaron en el Lepanto, siempre que se encontraban libres de servicio, marchaban juntos a todas partes.
Isidora, que así se llamaba su suegra, le dijo que en una de las visitas a su marido cuando se hallaba en prisión, éste le contó que al principio de la guerra, en un atraque del buque, bajaron los dos a tierra con la intención de comprar juguetes, él, para Florencio, su único hijo, el practicante, para sus dos pequeñas, Pepita y Carmelina. Esa tarde se cruzaron con un vehículo en el que llevaban a unos prisioneros y los que lo conducían los invitaron a ir con ellos. Se imaginaron que esos hombres iban con destino al paredón y se negaron a subir. Según le dijo su marido, alguien había dicho que sí los acompañaron, pero no era cierto. Pedro fue fusilado el 14 de febrero de 1940.

Ahora, tantos años después, la familia conoce algunos detalles de lo ocurrido. Ahora han podido, por fin, leer el resumen de la sentencia y conocer que fue declarado culpable de haber presenciado el fusilamiento de los oficiales del Lepanto. Ahora han podido, por fin, leer la denuncia que contra él presentó Pedro Tárraga, el barbero del barco. Ahora han podido, al fin, saber que según los informes del S.I.P. era considerado como persona de derechas y que, siendo hombre reservado y poco comunicativo, nunca hizo ninguna manifestación en ningún sentido.

Lo que no saben es por qué fue declarado culpable de haber presenciado unos hechos en los que nunca estuvo presente. Tampoco saben por qué fue acusado de ello, qué motivo pudo inducir a nadie a declarar que se encontraba en un lugar en el que nunca estuvo.

Pedro Cerezuela fue sacado un día de su celda para ser llevado a declarar. Volvió con múltiples heridas, abatido, humillado… “¿Qué ha pasado?” – le preguntó Enrique Martínez – “Que he tenido que firmar lo que me han dicho, porque si no… me mataban” – respondió – “Pues a mí me tendrán que matar” – Dijo Enrique Martínez – “Me tendrán que matar antes que firmar esa infamia”.
Enrique Martínez Godínez murió el 25 de mayo de 1939, víctima de una paliza, por negarse a firmar una declaración falsa.

Pedro Cerezuela Navarro escapó a la muerte en el interrogatorio, pero no lo hizo ante el pelotón de fusilamiento el 14 de febrero de 1940, declarado culpable de ser testigo de unos hechos que no presenció.

Enrique Martinez Godinez

Pedro Cerezuela Navarro



Benito Sacaluga