El desenlace de las denominadas Jornadas de Mayo (1937) trae añadido como consecuencia el encarcelamiento de grupos de anarquistas integrados en varios colectivos. En el mes de julio siguiente la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Federación Anarquista Ibérica (FAI) reclaman en Cartagena la liberación de sus compañeros prisioneros:
Jefe de la Base Naval de Cartagena, Jefe Superior de Policía. Autoridades todas de la España leal: Libertad, Libertad para nuestros presos. La hora lo requiere. Que no forme el Pueblo de vosotros la misma opinión que de Franco o de un Cardenal Segura.
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¡SANTA LIBERTAD!
Artículo publicado en “Agenda Nueva”. Órgano de la Federación Comarcal de Sindicatos Únicos, Cartagena, 21 de julio de 1937.
Se ha cumplido el primer aniversario del cruento y criminal alzamiento fascista. El pasado año, tal día como hoy, un pueblo noble y trabajador, cual es el madrileño (que a estas horas derrocha valor por toneladas) rompiendo las tradiciones que abarcan las palabras JURIDICIDAD, LEGALISMO, CÓDIGO PENAL y demás zarandajas, abría las puertas de la Cárcel Modelo y del resto de las prisiones madrileñas, liberando a sus hermanos de las taras que una sociedad burguesa y capitalista con el beneplácito de un Gobierno titulado Republicano, quería imprimir perennemente en sus inmaculados titulo de ciudadanos libres. Los ladrones, los asesinos y los estafadores, en aquella época andaban sueltos y bien considerados. En las cárceles no habla más que personas decentes.
De esos hombres liberados por el Pueblo, muchos, muchísimos murieron con las armas en la mano peleando frente al Fascio. Y su última palabra antes de caer para siempre era un grito de ¡LIBERTAD¡ grito pronunciado de forma salvaje, feroz, pero que a pesar de su intenso dramatismo, se convertía paradójicamente en una bella melodía, en un delicioso poema.
Otros, hoy día, son caudillos de nuestro glorioso Ejército Popular y miembros destacados del mismo. Su valor quintaesenciado, su deseo vehementísimo de exterminar a los opresores de las libertades de la humanidad, les ha cubierto de gloria y conducido al pináculo de la fama.
Un año; año sangriento, año odiado, año maldito en lo que abarca de cruento y feroz. Año próspero, año fecundo, año ubérrimo y germinador por lo que respecta a conquistas y avances revolucionarios. Pero siempre hay un "pero" en la vida. El de este momento, está representado por 1os muchísimos detenidos que nuevamente se encuentran privados de libertad en aquellos recintos que tan generosa y justicieramente abrió de par en par el pueblo, con su certero instinto, que es sin duda la suprema Ley.
En Cartagena muy especialmente, compañeros nuestros, hombres libres, por motivos más o menos fútiles, muy alejadas por cierto de la intensidad del drama que vivimos, se hallan encerrados en prisiones militares. Arsenal, etc.
Nosotros, los componentes de la CNT/FAI, que no estamos acostumbrados a suplicar, ni rogar, ni siquiera a pedir más que aquello qué entendemos justo estimamos que la mejor forma de celebrar este primer aniversario de la lucha por las libertades humanas, es liberar a todos los que privados de este don tan preciado, sean compañeros o no, se hallan aislados de la gran familia proletaria. Las cárceles para los fascistas que por desgracia aún quedan en Cartagena, y que son precisamente los mayores enemigos de las libertades públicas. Nuestros compañeros, libres, con nosotros, ayudando a conquistar la España oprimida por los clérigos y degenerados.
Jueves Santo, los cumpleaños de las personas exreales, los aniversarios de la implantación de regímenes republicanos, servían en los anteriores "estados sociales" para promulgar amnistías más o menos amplias. Celebremos, pues, nosotros este año de lucha liberando a los que son sangre de nuestra sangre, compendio de nuestro espíritu, motivo de nuestra vida. Que no vayan, precisamente los tiranos, a ser nuestros maestros de liberalismo.
Jefe de la Base Naval de Cartagena, Jefe Superior de Policía. Autoridades todas de la España leal: Libertad, Libertad para nuestros presos. La hora lo requiere. Que no forme el Pueblo de vosotros la misma opinión que de Franco o de un Cardenal Segura.
¡Libertad¡ ¡LIBERTAD AMPLIA! Que el grito de abajo las cadenas sea una realidad en esta fecha.
Que las compañeras, las hijas y las madres de los detenidos, no tengan en un día como hoy, que derramar ni una lágrima viendo a los suyos a través de rejas.
¡SANTA LIBERTAD!
L. B.
N. de la Redacción: Este artículo del compañero L. B. debió haber sido publicado el día 18. La falta de espacio nos lo impidió. Hoy lo hacemos porque, desgraciadamente, no ha perdido actualidad ya que continúan presos auténticos antifascistas y revolucionarios.
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