sábado, 17 de noviembre de 2018

EL 18 DE JULIO DE 1936 EN EL ACORAZADO "JAIME I", OTRA VERSIÓN MÁS.




Lo que reproduzco a continuación es una carta manuscrita (1), sin fecha (2)), enviada al PCE en Moscú, la remite José Conde Galiñanes, Cabo de Artillería destinado en el acorazado "Jaime I" en julio de 1936. En ella nos describe como se conservó el buque para la República, así como algunos datos de interés sobre su periplo durante la guerra y las posibles causas de la explosión que se produjo en el acorazado en 1937.


Acorazado "Jaime I" en Cartagena

Moscú
Camaradas del Partido

Queridos Camaradas.
Camarada Pinedo.

Ya recibí tu carta fecha del 1º de este en donde me dices que perdone por la tardanza de la contestación, y además me dices que habéis leído mi carta con interés, y que consideráis que os escriba mis memorias, primero me extraña que el camarada Balaguer no me conteste. 
Pues como este mes el día 20 hace 30 años del levantamiento del fascismo en España, escribo mis memorias con respecto al acorazado "Jaime I" y como Auxiliar de Artillería ascendido en la guerra, antes Cabo de Artillería. 
Como yo soy uno de los supervivientes de este (3) y con 30 años de cárcel que Franco nos dio, quiero explicaros algo de esto y como tomamos el barco. El día 15 de julio de 1936 llegamos a Santander por orden del Gobierno para acompañar al Presidente de la República, que iba a descansar a esta ciudad, y el día 17 llegó un general y un capitán de navío para relevar al comandante que teníamos (4), que por cierto era un verdadero fascista que fue llamado a Madrid por el hermano para dar el golpe en el Ministerio, pero les salió el tiro por la culata, los dos fueron detenidos en Madrid a tiempo. El 18 los camaradas radiotelegrafistas, se han portado como valientes camaradas, nos comunican que en Marruecos los fascistas se levantaron en contra de la República, y a sus jefes no les han dicho nada. 
El capitán de corbeta de este barco, secretario de Falange, mando que se saliera pronto a la mar con rumbo al puerto de Vigo, para hacer allí carbón y poner rumbo a Cádiz inmediatamente; por la mar nos reunimos unos 15 camaradas cabos para quedar de acuerdo y tomar el barco en nuestras manos el día 20 a las 12 del día, hora de la comida. Llegamos a Vigo el 18 por la noche, y toda la noche estuvimos haciendo carbón para por la mañana salir con rumbo a Cádiz, por la mañana del 20 salimos para Cádiz y nosotros sin perder tiempo fuimos al pañol de las pistolas, cogiendo al jefe del mismo y amenazándole de muerte, quedando vigilado por un camarada sin salir de su sitio, en ese momento nos reunimos para repartir las pistolas a los camaradas de confianza y dándoles instrucciones de que puestos teníamos que cubrir para la toma del barco, y organizar a los mejores marineros de confianza para en el momento oportuno coger las armas en la mano contra los jefes y oficiales fascistas. En este día a las 12 en punto del día, hora de la comida, cogimos prisioneros a 13 oficiales y tres jefes que estaban comiendo, entonces se pegó un tiro de señal, para que la marinería ya instruida fueran a coger las armas a los sitios correspondientes, y marchar al puente para detener a los que allí estuviesen, allí estaban este capitán falangista y 4 oficiales más. En ese momento yo estaba en el puente con dos camaradas para dispararlos a boca jarro pero era muy difícil porque ellos se escondían, entonces el camarada cabo Julian Fernández y 10 marineros fueron hacia el puente para que se rindieran y en ese momento el falangista disparó su pistola e hirió de muerte al cabo Julian Fernández (5), y poniendo otros una ametralladora a popa se disparó al puente hiriéndolos de muerte y así se rindieron y el barco quedó en nuestras manos. Todo esto fue bien estudiado, para que no hubiera equívocos, porque era la vida o la muerte, en ese momento comunicamos por radio a Madrid que el acorazado "Jaime I" era de la República, siendo contestados con vivas a la República y ordenándonos que nos reuniéramos con la Escuadra, que estaba en Tánger. 
Cuando navegábamos rumbo a Tánger fuimos bombardeados por la aviación fascista. Cuando llegamos al puerto de Tánger nuestra Escuadra nos recibió con música y dando vivas al "Jaime I". 
El día 21 salimos para Málaga, al día siguiente bombardeamos el peñón de Ceuta, con su gran cañón, y a un cañón que estaba en el puerto de Algeciras, destrozándolos por completo con los proyectiles del "Jaime I". 
Después fuimos a bombardear Melilla, la estación de radio y los cuarteles generales. Con la mala situación en Palma de Mallorca nos enviaron allí para ayudar en la evacuación de nuestras tropas, bombardeando las posiciones fascistas, y cuando terminamos la evacuación marchamos con ellos para Barcelona. Allí se encontraban cuatro o cinco acorazados de Alemania, Francia, Italia e Inglaterra. En el poco tiempo que estuvimos allí, con mi ojos he visto una manifestación de 200-300 personas, llevando muchas banderas menos la republicana, los extranjeros que allí estaban veían todo eso. 
Después nos mandaron para Málaga, y un día a las 6 de la mañana apareció un avión nuestro pero con fascistas, y nos tiró unas bombas que estropearon la proa del barco, en donde desaparecieron dos camaradas, teniendo que ir rápidamente para Cartagena a reparar las averías. Terminadas las reparaciones el Gobierno de Indalecio nos mandó para el Norte con toda la Escuadra, dejando el mar Mediterráneo sin ninguna vigilancia salvo dos pequeños destructores, después pasó lo que pasó, esto fue un gran sabotaje que nos hicieron los socialistas y el comisario Bruno Alonso. 
En el Norte estuvimos bombardeando los puertos y las posiciones fascistas de San Sebastian. Allí se encontraba el submarino C-3, su comandante dio la orden de llevar para Cartagena la pólvora negra que se encontraba en el barco llamado "Sil", tenían que acompañar a este barco gente militar en donde me mandaron a mi con 5 marineros con orden de ir navegando a 80 millas de la costa y disfrazar al barco de inglés. El comandante del submarino me llamó a mi y al capitán del "Sil" y nos dijo: 
La escuadra fascista está en el Mediterráneo, así que ustedes ya lo saben, si por la mar se encuentran con esa escuadra no se entreguen, antes se hunde el barco. Tres días y tres noches no dormí, estando en el puente junto al capitán, que yo no me fiaba de nadie aunque íbamos acompañados por el submarino C-3. Así llegamos a Cartagena sin novedad, yo y mis marinos fuimos para el Arsenal a esperar que llegase la Escuadra del norte.  
Estando yo paseando por la calle central de Cartagena me encontré allí sentando a un militar fascista tomando café, entonces sin perder tiempo me fui al comité central del partido y me dieron dos personas armadas y lo metieron en la cárcel. 
Dos días después llegó la Escuadra fondeando fuera del muelle por orden del Gobierno, la gente protestaba pero era inútil, porque esto propiciaba que los submarinos alemanes o italianos nos lanzaran torpedos y nos hundieran y así pasó, a la mañana siguiente se sintió una explosión, había sido un torpedo que destrozó al crucero "Miguel de Cervantes", después nos mandaron adentro d la bahía.  
Cuando los fascistas tomaron Málaga mandaron al "Jaime I" para Almería, resguardada de los fascistas, al principio de 1937. Dolores vino al barco, hablándonos con respecto a disciplina hasta la liquidación del fascismo. En abril de este año la aviación alemana no nos dejaba tranquilos, querían hundirnos porque el Jaime les estorbaba, un día nos cayeron tres bombas y tuvimos grandes averías y muertos, a la siguiente noche, acompañados de la Flota marchamos para Cartagena  a reparar averías. Durante la reparación un cabo eléctrico llamado Ginés (6), pagado por los fascistas, bajó a los pañoles con una bomba igual que un reloj de muñeca, programando la explosión para 15 minutos, el tiempo de ir él a la ciudad, y a las 3 de la tarde el Jaime voló, no todo, parte de él, con unas 300 personas muertas o quemadas (7). En este día me tocó a mi de guardia en el puente para resguardo de los aviones fascistas, todo lo que vi allí era terrible, volaban cabezas, tripas, piernas. Había miedo de que volase Cartagena con nuestros proyectiles, tuvimos que inundar el barco abriendo las válvulas del agua y así se hundió en el puerto de Cartagena.  

En vista de que yo me quedé sin barco, pedí a las autoridades de Cartagena que me dieran destino en cualquier barco para ayudar a la República, y el día 10 de mayo de 1937 (8) me mandaron con siete marineros más al barco de pasajeros "Juan Sebastian Elcano" (9), que marchaba para la Unión Soviética a cargar armas y otros productos, poniéndole 2 cañones antiaéreos y 4 ametralladoras contra la aviación fascista, el día 11 por la noche salimos con rumbo a Odessa llegando el día 18 a puerto. Cuando el barco estaba cargado, a principio de junio y queríamos salir con rumbo a España recibimos un telegrama de Moscú en el que se nos decía que no podíamos salir porque en los Dardanelos nos esperaban submarinos italianos y alemanes, y así quedamos en Odessa hasta la terminación de la guerra. 
Esto ha sido un heroísmo, no solo del barco, también de las gentes que estábamos en él, la historia de este barco mucha gente no la conoce. 
Saludos comunistas.

José Conde Galiñanes. (10)




(1) Fuente: Archivo Histórico del Partido Comunista de España. 

(2) Según el 2º párrafo de la carta la fecha de la misma ha de situarse aproximadamente en el año 1966.

(3) Acorazado "Jaime I"

(4) Julio Iglesias Abeleira, sustituido por el capitán de navío Joaquín García del Valle.

(5) En la dotación del barco en esa fecha figura el Cabo de Marinería Julian Fernández Diego y consta como herido en la toma del barco, falleciendo poco después, estando ya el barco en Tánger. (Intervención Central del Ministerio de Marina y Aire de la República.Archivo Alvaro de Bazán. Datos sobre el fallecimiento: Victoria Fernández Díaz )

(6) Se refiere a Gines Gonzalez Picazo, Cabo Electricista con destino en el "Jaime I" en esa fecha, según consta en la Intervención Central del Ministerio de Marina y Aire de la República. (Archivo Alvaro de Bazán). Benavides, en su libro "La Escuadra la mandan los Cabos", también atribuye a este cabo la autoria o participación directa en la explosión, de él dice:  Figuraba en la dotación un cabo electricista, de las promociones hechas por Ángel Cervera, tipo meloso, de un catolicismo infrahumano. Pertenecía a la Orden de la Misericordia. Tenía manos de usurero de sacristía y manejaba los alambres como si fueran cuerdas de su propio cuerpo. El cabo electricista tampoco se encontraba a bordo el 17 de junio de 1937.

(7) Mucho se ha escrito y especulado sobre los motivos que provocaron la explosión que se produjo en el "Jaime I" el 17 de junio de 1937, mientras se encontraba atracado en el puerto de Cartagena. Son varios los testimonios de otros supervivientes y testigos, entre ellos el del Comisario General de la Flota, D. Bruno Alonso. Existen varias versiones e hipótesis de lo sucedido, entre las que destaco el trabajo llevado a cabo por el historiador Pedro Mª Egea Bruno, de título "Contribución al estudio de la Flota Republicana durante la Guerra Civil: La voladura del acorazado Jaime I en el puerto de Cartagena", publicado en Mugertana, núm:93 (1996).  En este otro enlace: "La explosión del Jaime según Benavides" se aportan datos que apuntan a que dicha explosión fue un acto de sabotaje.

(8)) Existe un lapsus o error del autor en esta fecha, toda vez que la explosión en el "Jaime I" se produjo en junio de 1937, y José Conde, según consta en los Archivos, se encontraba a bordo del acorazado.

Vapor "Juan Sebastian Elcano"
Imagen:EcuRed
(9) El 18 de julio de 1936, el trasatlántico "Juan Sebastián Elcano" de la Compañía Trasatlántica, (no confundir con el Buque Escuela del mismo nombre),  se encontraba en San Juan de Puerto Rico. De allí zarpó en viaje a Santo Domingo, La Guaira y Puerto Cabello y después de recalar de nuevo en San Juan, hizo viaje directo a Barcelona, a donde arribó el 15 de agosto.  A su llegada fue requisado por el Gobierno de la República para el alojamiento de refugiados, situación en la que permaneció hasta el mes de octubre. Ante la necesidad que tenía el Gobierno de la República de disponer de barcos de capacidad y velocidad para asegurar el suministro de armamento y municiones, a partir del 15 de enero de 1937 el trasatlántico español comenzó a viajar a Odessa, puerto principal de la URSS en el Mar Negro. (Fuente : EcuRed).

(10) Destinado en el "Jaime I". Cabo de Artillería en 1936, asciende a Auxiliar de Artillería  a finales de 1937, según consta en la Intervención Central del Ministerio de Marina y Aire de la República. (Archivo Alvaro de Bazán)


Benito Sacaluga



ENLACE DE INTERÉS







miércoles, 14 de noviembre de 2018

LA OPERACIÓN "ÚRSULA" Y EL ATAQUE NAZI AL SUBMARINO REPUBLICANO "C-3"








El U-34 nazi.
(1) El 20 de noviembre de 1936 largaron amarras de su muelle en Kiel (Alemania)) dos unidades de la 2ª Flotilla de Submarinos. En este caso los submarinos U-33 y U-34 no salían a la mar para dirigirse a realizar rutinarios ejercicios en sus zonas del Báltico, sino para llevar a cabo una misión secreta en aguas españolas.

Ambos submarinos habían sido entregados a la Marina alemana pocas semanas atrás, el 25 de julio y el 12 de septiembre, bajo el mando de los Kapitänleutnant (KL) Junker y Sobe, respectivamente. Encontrándose ambas unidades todavía en su fase de adiestramiento -mediados de noviembre-, recibieron la orden del OKM (Mando Superior de la Marina alemana en Berlín) de pertrecharse para una misión especial. De todas formas lo comandantes iniciales fueron relevados. El mando del U-33 fue entregado al KL Freiwald, mientras el KL Grosse tomada el mando del U-34. Una vez aprovisionados convenientemente, incluidos 11 torpedos y ochenta proyectiles para el cañón de cubierta, ambos comandantes dieron la novedad de listos para salir a la mar el 20 de noviembre.

En España, tras el comienzo de la guerra civil (2), la mayor parte de la Flota había quedado en manos del Gobierno republicano. La Marina republicana disponía de los 12 submarinos de la marina española. Desde su base en Cartagena estas unidades operaban en su mayoría contra el transporte de tropas y avituallamiento de los nacionales (2) desde los puertos marroquíes a la península. Para intentar equilibrar esta desproporción de fuerzas el OKM en Berlín comisionó al U-33 y al U-34 en apoyo de las fuerzas nacionales. En opinión del Estado Mayor de la marina alemana se conseguían dos fines con esta operación. Además de buscar seguridad de las unidades de superficie alemanas que evacuaban personal de los puertos españoles (3), se intentaba recabar experiencias sobre el empleo de estos nuevos tipos de submarinos en misiones a gran distancia de su base.

La operación había recibido el nombre-código de "Úrsula". A efectos de tráfico-radio, los dos submarinos recibieron distintivos de enmascaramiento correspondientes a mercantes de nacionalidad sueca e inglesa. A partir de su salida a la mar el U-33 se identificaría como "Poseidón" y el U-34 como "Tritón". Ambos submarinos alcanzaron rápidamente el mar del Norte a través del canal de Kiel. En la noche del 27 al 28 de noviembre los KT Freiwalad y Grosse pasaron el estrecho de Gibraltar, internándose en el sector de las aguas costeras españolas asignadas a la Marina británica por la Comisión Internacional..

En las primeras horas de la mañana del 1 de diciembre de 1936 el KL Grosse lanzó un torpedo contra un destructor republicano que entraba en Cartagena, fallando el blanco. A lo largo del día se divisaron algunos mercantes bajo pabellón soviético, escoltados por tres destructores. Aunque el U-34 llegó a alcanzar la posición de lanzamiento, el convoy entró en puerto antes de poder ser atacado.

No marcharon las cosas mucho mejor para el U-33, que operaba a la altura de Málaga. El KL Freiwald  divisó un convoy que navegaba en dirección a Almería , encontrándose demasiado lejos para poder interceptarlo. Debemos destacar el importante papel que jugaron las instrucciones verbales que ambos comandantes habían recibido en Berlín para el desarrollo de la operación, para asegurarse de que no se hundiría ninguna unidad que navegase bajo pabellón francés o inglés, las acciones se llevarían a cabo solamente dentro de las tres millas de las aguas españolas y, además, solo contra buques de guerra o mercantes bajo bandera republicana o soviética. Asimismo los ataques se realizarían de forma que las acciones no pudiesen ser observadas.

El 9 de diciembre los U-33 y U-34 recibieron por radio la orden de regresar a su base a los tres días, ya que no se podía garantizar la operación de aprovisionamiento encubierto prevista en un principio. En los días siguientes la mar se encontraba despejada, sin que ningún posible blanco se cruzase con la derrota de los submarinos. Sin embargo, el último día llegó el éxito para la Operación Úrsula por parte del U-34. Precisamente cuando se disponía a abandonar su zona de operaciones, a mediodía del 12 de diciembre, el KL Grosse pudo atacar a un submarino republicano de la clase "C" a la altura del puerto de Málaga. El blanco se encontraba parado en superficie. Aunque el destructor británico "Acasta" patrullaba en las inmediaciones, el Kl Grosse se decidió por un ataque con torpedos. Disparados a las 14.19, uno de los cuatro torpedos impactó en el blanco, produciendo el inmediato hundimiento del submarino. Tres hombres de la dotación que se encontraban en cubierta sobrevivieron, siendo rescatados por el buque hospital "Ártabro" y llevados a puerto.

El blanco hundido por el U-34 fue el submarino republicano "C-3", bajo el mando del teniente de navío Antonio Arbona Pastor.

Se ha especulado mucho en algunas publicaciones sobre la posibilidad de que la pérdida del "C-3" se debiera al ataque con torpedos por parte de un submarino italiano. Podemos desmentir categóricamente dicha versión en base al conocimiento actual de los resultados obtenidos con la Operación Úrsula. Los dos submarinos alemanes volvieron al Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar sin ser detectados. Para encubrir sus acciones en aguas españolas recibieron órdenes directas  del OKM para falsear los cuadernos de bitácora. Los rumbos y zonas de operaciones registradas no se ajustaron a la realidad. Las maniobras de inmersión se llevaron a cabo sin buques o aviones a la vista, pasando el Canal de la Mancha durante la noche. Finalmente en las órdenes recibidas para su regreso se especificaba que ambas unidades debían llegar juntas a la esclusa de Brunsbüttel (4), donde les esperaba el jefe de la Fuerza Submarina (FdU) para recibir las primeras impresiones.

Con el regreso final de los U-33 y U-34 se conseguiría el primer éxito del planeamiento y conducción de una misión con dos submarinos alemanes en un posible frente lejano. Antes de la llegada a su base las dotaciones fueron estrictamente adoctrinadas para mantener un silencio absoluto sobre la operación. Asimismo, en la tarde de su llegada a puerto, los dos comandantes tomaron el expreso nocturno hacia Berlín, donde elevaron personalmente su informe al OKM.

Un año más tarde todos los documentos, crónica e informe archivados sobre la Operación Úrsula fueron destruidos. Sin embargo, quedaron fragmentos de algunos apuntes personales del entonces comandante de la Fuerzas de Reconocimiento, contralmirante Boehm, quien más tarde, llego a ser el almirante de la Flota. Estos escasos apuntes sobrevivieron a las turbulencias de los últimos días de guerra, y a ellos debemos agradecer la posibilidad de esclarecer la misteriosa operación que causó el hundimiento del submarino español "C-3". También se conocen los hechos posteriores acaecidos a los dos submarinos alemanes.

El U-33 cayó ante el enemigo el 12 de febrero de 1941. El submarino, bajo el mando del KL von Dresky, fue hundido por el dragaminas británico "Gleaner" en el Firth of Clyde, durante un ataque con cargas de profundidad. Veinticinco miembros de su dotación se fueron al fondo dl mar con su submarino.

El U-34, bajo el mando dl teniente de navío Aust, se hundió el 5 de agosto de 1943 tras colisionar con el buque de apoyo de submarinos "Lech". Cuatro hombres de su dotación encontraron la muerte en el accidente. El submarino fue reflotado el 29 de agosto, siendo dado de baja dos semanas después.

De los comandantes que tomaron parte en la Operación Úrsula solamente sobrevivió a la guerra el capitán de navío Freiwald. Su último mando fue el U-181, que fue entregado a la Marina japonesa el 8 de mayo de 1945, bajo cuya bandera navegó como el I-501. El capitán de corbeta Grosse recibió el mando del U-53, cayendo con su submarino el 23 d febrero de 1940 al oeste de las islas Orcadas, tras un ataque con cargas de profundidad por parte del destructor británico "Gurkha".



(1) Del libro "U-boote in Duell", de Harald Bendert. Extracto traducido al español por el capitán de navío Luis Delgado Bañón. Publicado en Revista de Historia Naval, Nº 67. 1999.


(2) Nota del Blog: Es habitual que los historiadores y cronistas denominen Guerra Civil al conflicto armado que se inició en España en julio de 1936, a raíz del alzamiento en armas de parte del Ejército contra el,legítimo Gobierno de la República. En la actualidad, aunque muy lentamente, dicho conflicto empieza a ser denominado como Guerra de España por no pocos investigadores e historiadores, principalmente a causa de que se trató de una guerra en la que participaron activamente potencias extranjeras, tales como Alemania e Italia actuando en apoyo de los sublevados, mientras la Unión Soviética hacía lo propio en favor de los ejércitos gubernamentales, todas ellas movidas por sus particulares intereses. 

También es habitual que para referirse al ejercito sublevado se utilice el término "ejercito nacional". Un término totalmente, digamos que, inapropiado, toda vez que la Nación española estaba únicamente representada por el Gobierno de la II República desde 1931, y así era reconocida internacionalmente. 

(3) Esta afirmación sobre la existencia de barcos mercantes nazis evacuando personal de puertos españoles, (en 1936), debe tratarse de un vano intento de "blanquear" el motivo de la operación, o como mucho debe de referirse a ciudadanos alemanes. En mi opinión, y según los datos de los que dispongo, no había mercantes, ni barcos de pasaje alemanes en el Mediterráneo realizando labores de evacuación, por tanto cabe descartar la afirmación de Bendert (o del traductor) de que la Operación Úrsula tenía como uno de sus cometidos proteger buques mercantes alemanes dedicados a la evacuación de personas desde puertos españoles.

(4) Esclusa de entrada a orillas del Elba para tomar el canal de Kiel en dirección noroeste.


Benito Sacaluga.


Enlace de interés, con lista de la tripulación del "C-3"


miércoles, 7 de noviembre de 2018

EL SUBMARINO REPUBLICANO "C-5" , OTRO HUNDIMIENTO SIN ACLARAR




El C-5 cargando torpedos
Imagen:cuartopoder
Málaga 25 de agosto de 1936, siete días después del alzamiento militar, allí se encuentra el submarino republicano "C-5", lleva en Málaga un par de días, desde que bajo el mando del contramaestre Jacinto Núñez, recibiera órdenes de partir de Cartagena. La situación, con el levantamiento militar tan reciente, es aún de confusión y sobre todo de desconfianza hacia los oficiales y mandos del Cuerpo General que se encuentran destinados en la Flota. En este contexto, el "C-5" no cuenta con comandante, tampoco con segundo ni oficial de derrota.

El citado día 25 embarca en el submarino, como comandante del mismo, el capitán de corbeta José María de Lara y Dorda, procedente del "C-1". El Comité de a bordo sería el encargado de vigilar a De Lara en evitación de alguna maniobra que pusiera al submarino en manos fascistas, o incluso que provocara su hundimiento. Esta era la tónica normal en todos los buques de la Flota y especialmente en los submarinos. Con el comandante De Lara a bordo el buque recibe órdenes de partir esa misma noche con rumbo a Tánger.

Capitán de corbeta
José María de Lara y Dorda

(Imagen: batiburrillosubmarino)

Las tropas sublevadas vigilan desde tierra las aguas del Estrecho, por la noche se ayudan de potentes reflectores. Ante esta situación se decide hacer la travesía en inmersión. El comandante se opone, alegando la existencia de fuertes corrientes atlánticas que podrían hacer perder el rumbo al buque y recomienda navegar en superficie. El Comité se opone frontalmente y se decide navegar en inmersión. Acto seguido, y según versión del cabo Ramón Cayuelas Robles, destinado en el "C-5":
"...en la cámara se reúnen el comandante, José María de Lara, el capitán mercante Avelino Bernadal, el jefe de máquinas, Eusebio Fernández, el contramaestre, Jacinto Núñez y José Porto, jefe del Comité de a bordo"
Como ya se ha dicho antes, el "C-5" no cuenta con oficial de derrota y por tanto el rumbo es calculado y fijado por De Lara. Hecho lo anterior el comandante se retira a su camarote, quedando a cargo del submarino Avelino Bernadal y Jacinto Núñez.

Cabo Ramón Cayuelas Robles
(Imagen:batiburrillosubmarino)


En su versión de lo sucedido, el cabo Cayuelas nos dice:
"Sobre las dos de la madrugada, un tremendo golpe nos tiró de las literas. El susto fue tremendo también, el submarino se quedó frenado bruscamente y el comandante acudió a la cámara de mando y puso a toda la dotación en zafarrancho de combate. La popa giraba de un lado al otro sin que avanzase el buque. Al principio se pensó en que habíamos tocado con el casco de algún barco hundido en el Estrecho, pero por el periscopio pronto supimos que estábamos varados de proa en una playa de la costa de África, más o menos frente a Tarifa".
La ciudad de Tarifa (Cádiz) se encontraba ya en esas fechas en manos de la tropas sublevadas. El 18 de julio de 1936 la legalidad republicana quedó interrumpida ante la rebelión de las tropas franquistas. Desde el primer momento de la sublevación Tarifa cayó sin dificultad en manos del ejercito rebelde. El mismo 18 de julio desembarcaron en la ciudad tropas sublevadas procedentes de África. Concretamente una bandera de la Legión en dos faluchos, “el Pitucas” y “Nuestra Señora del Pilar”, facilitados por el Consorcio Nacional Almadrabero. Al frente de estas tropas entraron dos destacados miembros de la derecha local, los señores Mora Figueroa y Romero Abreu, además de Martínez Toledo, Juan Avenza, etc. La toma efectiva, y definitiva, de la ciudad se produce el 24 de julio, día en que entran en la ciudad tropas de regulares y marroquíes. 

La situación en Tarifa era conocida por todos, también por el comandante del "C-5". Varar el submarino en sus costas era una excelente operación para que quedase, junto con su tripulación, en manos sublevadas. Toda la dotación del submarino acusó a de Lara de haber trazado el rumbo con esa intención.

Ante la situación en que se encuentra el buque es urgente recuperar su movilidad. El cabo Cayuelas nos relata:
"Nos pusimos manos a la obra inmediatamente para recuperar el submarino, trasvasando combustible a los tanques de popa y aligerando los lastres, pero sin resultado positivo. La proa seguía clavada en la arena. Pensábamos que después de todo había sido una suerte que fuese precisamente arena y no roca, pues en este caso el golpe tan brusco nos habría producido una vía de agua y allí nos hubiésemos quedado, para siempre.
El comandante, José María de Lara, aconsejó calma y pidió que se esperase hasta el amanecer porque la subida de la marea nos ayudaría bastante, pero el Sr. Porto se puso furioso ante lo que sospechaba una maniobra del comandante, porque el esperar suponía que se haría de día en plena zona enemiga. Finalmente y a pesar de habernos desprendido de una buena parte del combustible, hasta que no subió la marea, la proa no se despegó del fondo. Con las primeras horas de la mañana nos alejamos protegidos por una espesa niebla".
Ya con capacidad de navegar el "C-5" se dirige al destino ordenado, Tánger, a donde arriba en las primeras horas del día 26, pero no acaban aquí las incompresibles peripecias y actuaciones del "C-5" al mando de José María de Lara. Ese mismo día, saliendo de Tánger rumbo a Bilbao, embistió con su proa al submarino republicano "C-1", que tuvo que regresar a Cartagena a reparar. El 2 de septiembre de 1936 avistó al crucero "Almirante Cervera" en las inmediaciones del cabo Peñas, retrasando el lanzamiento de los torpedos. A finales de octubre de 1936, lanzó cuatro torpedos al acorazado sublevado "España", que navegaba desprevenido, fallando todos pese a la excepcional situación, lo que sólo se explica por una manipulación previa en los giróscopos. Con este historial, es evidente que el comandante del C-5 despertaba algo más que sospechas. 

Las situaciones extraordinarias siguen a bordo del "C-5". Una noche de mediados de octubre, en la que el buque se hallaba fondeado en la base de Portugalete, una cuadrilla de individuos armados sorprendieron a los marineros de guardia, los desarmaron, les dijeron que se largaran y se apoderaron de él. Eran gudaris que actuaban como agentes del gobierno vasco. El Estado Mayor republicano gestionó el desalojo con las autoridades vascas y el asunto se resolvió sin estridencias. El jefe de guardia, que era el cabo Cayuelas, fue sometido a un Consejo de Guerra, pero se salvó de la pena máxima gracias a la intervención del jefe del Comité de a bordo, José Porto, quedando Cayuelas relevado, en tierra y sin destino.

El 31 de diciembre de 1936, pasadas las siete de la tarde, el submarino salió del puerto de Bilbao para realizar una misión. Apenas 24 horas después, unos pescadores avistaron una gran mancha de aceite cuando regresaban a puerto, a unas once millas al norte de Ribadesella (Asturias). Hacía horas que la señal del C-5 había desaparecido. Algunos restos confirmaban que la mancha pertenecía al buque y que el submarino había sido hundido. 

La incógnita sobre lo que ocurrió con el hundimiento del C-5 sigue abierta. Hay conjeturas diversas que van desde el autohundimiento provocado por el comandante, aprovechando el despiste, o quizá la celebración de fin de año a bordo, hasta un ataque del "Cervera". Otros apuntan a la explosión de una carga de profundidad.  En todo caso, el cabo Cayuelas dejó escrito en un libro (1), que de no haber sido porque el comandante De Lara era simpatizante de los sublevados, el "C5" habría mandado al "España" y al "Cervera" al fondo marino. Según publica la web batiburrillo submarino, 
"...oficialmente y así consta en el expediente de rehabilitación del comandante, este tenía planes para apoderarse del submarino, para ejecutarlos disponía de una pistola, dinamita y una botella de amoniaco, además existe una declaración en la que se cuenta como el comandante Lara dijo que si no conseguía hacerse con la nave la hundiría y moriría con toda la tripulación". El capitán de corbeta Lara consta como muerto en campaña por la causa nacional".
La viuda de De Lara obtuvo la pensión de guerra de las autoridades franquistas.

Por desgracia, oficiales del Cuerpo General como José María de Lara abundaban en la Flota Republicana, y con mandos así se hacía muy difícil ganar una guerra. Tal y como dicen varios de mis amigos, habría sido preferible que la Flota hubiese quedado totalmente en manos de los oficiales, mandos y cabos, de demostrada lealtad al gobierno de la República, pero eso era decisión de Indalecio Prieto, ministro de Marina, y todos sabemos que Prieto no hizo más que equivocarse desde que asumió esa cartera en septiembre de 1936 y hasta que Negrín le destituyó en abril de 1938.

(1) LISTA DE LOS 40 DESAPARECIDOS EN EL SUBMARINO 'C-5' 

  • Capitán de corbeta José María Lara y Dorda
  • Capitán de la Marina Mercante Florentino Lacalle Quijano
  • Capitán de la Marina Mercante Avelino Bernadal
  • Segundo Maquinista Eusebio Fernández Vázquez
  • Tercer Maquinista Mariano Sánchez Velasco
  • Tercer Maquinista Diego Martínez Otón
  • Tercer Maquinista Mario Montenegro Vieites
  • Auxiliar 2º Naval Jacinto Núñez Núñez
  • Auxiliar 1º Elect. y Torpedos Miguel Ruiz Vazquez
  • Auxiliar 2º Elect. y Torpedos Mariano Marcos Cuesta
  • Auxiliar 2º Elect. y Torpedos Genaro Pérez Dopico
  • Auxiliar 2º Radio José Porto Vigo
  • Auxiliar 2º Máquinas Luis Orcajadas Sánchez
  • Auxiliar 2º Máquinas Donato García Valverde
  • Cabo Radio Joaquín Suárez Suárez
  • Cabo Electricidad Bartolomé Hernández Salazar
  • Cabo Electricidad Emilio Domínguez Pérez
  • Cabo Electricidad Antonio Linares Torromé
  • Cabo Electricidad José López Solano
  • Cabo de Marinería Ramón Gayol García
  • Cabo de Marinería Francisco Crespo Rivera
  • Cabo de Marinería Mariano Gómez Martínez
  • Cabo de Artillería Andrés Soto Rosauro
  • Marinero Cocinero José Izaguirre
  • Marinero de 1ª Ángel Pérez Piñero
  • Marinero de 1ª Pablo Florit Cervera
  • Marinero de 2ª Enrique Martín Portugués
  • Marinero de 2ª José Franco Sánchez
  • Marinero de 2ª Sebastián Asensio Méndez
  • Marinero de 2ª José Madrid Madrid
  • Marinero de 2ª Francisco Blanco
  • Marinero de 2ª Juan Leal Plaza
  • Marinero de 2ª José Costa Ferrer
  • Marinero de 2ª Antonio Moreno Buendía
  • Marinero Panadero Antonio Tadeo Roldán
  • Cabo Fogonero José Valera Martínez
  • Cabo Fogonero José navarro Linares
  • Fogonero Preferente Pedro Castejón García
  • Fogonero Preferente Juan Antonio Asensio Parra
  • Fogonero Preferente Diego Vera Valero


Benito Sacaluga.




Fuentes consultadas:

(1) Submarinos republicanos en la guerra civil española. Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo y José Ignacio González-Aller Hierro. Pgs.: 244 y 245.

La Guerra Civil en Tarifa. Juan Navarro Cortecejo. Aljaranda. Pag. 29.

Galicia Ártabra. Enrique Barrera Beitia. ¿Qué pasó con el C-5? (04-09-2017)

"El enigma del C-5, una jaula de grillos". Luis Díez. cuartopoder. (07-11-2018)

Web de batiburrillo submarino (06/03/2015)


 Lecturas recomendadas:

"Relatos inéditos de los submarinos republicanos de la guerra civil española C-5 y C-2". Ramón Cayuelas Robles.

"Submarinos republicanos en la guerra civil española" 2ª Edición año 2003. Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo y José Ignacio González-Aller Hierro. 







domingo, 4 de noviembre de 2018

LA REPÚBLICA RECOMPENSA A LOS MARINOS QUE HUNDIERON AL "BALEARES"


Placa Laureada de Madrid
La II República española mantuvo siempre un marcado carácter antimilitarista, de ahí que el pueblo mantuviera cierta indiferencia sobre los actos militares, también sobre las distinciones, condecoraciones y recompensas otorgadas a los militares, aunque hubo excepciones.

El combate de Cabo de Palos, (5 marzo de 1938), supuso el hundimiento del crucero sublevado "Baleares". Con la victoria en este combate crecieron las esperanzas republicanas sobre un resultado favorable de la guerra en el mar.

El Gobierno de la República no dudó en conceder condecoraciones a los marinos republicanos que intervinieron en el combate. La Placa Laureada de Madrid le fue impuesta al comandante de la escuadra, Luis González de Ubieta, el Distintivo de Madrid fue para las dotaciones y los buques.

En octubre de 1936 el Ejercito leal a la República incorporaba nuevos uniformes y distintivos, así el denominado Ejército Popular se hacia con una nueva y particular imagen. Por supuesto el cambio afectó de lleno a las condecoraciones. Se crearon nuevas condecoraciones, a saber:


  • Placa Laureada de Madrid, la más importante, de valor similar a la Laureada de San Fernando.
  • La medalla de las Brigadas Internacionales
  • Medalla de la Libertad
  • Medalla de Sufrimientos por la Patria
  • Medalla del Deber
  • Medalla del Valor
  • Placa del Valor
  • Distintivo de Madrid
  • Distintivo del Valor, estas dos últimas como recompensas colectivas.


Placa Laureada de Madrid


La Placa Laureada de Madrid, así denominada por considerarse a Madrid la capital mundial del antifascismo, concedida a González de Ubieta, había sido creada por Decreto el 5 de marzo de 1937, estaba pensada para premiar hechos extraordinariamente heroicos o de capacidad militar, y presenta ciertas peculiaridades que la hacen distinta del resto de recompensas.

El diseño oficial de la Placa mostraba una corona de laurel esmaltada en verde, sobre la que reposaba una estrella de cinco puntas rematada en rojo en cuyo centro había un medallón donde se puede ver un perfil ideal de la República y la inscripción "LA REPÚBLICA A SUS HÉROES", este medallón, así como el lazo de la corona de laurel, debían presentarse en bronce viejo.

Solo tres militares republicanos recibieron esta recompensa: el general José Miaja Menant (concedida el 12 de junio de 1937 por la defensa de Madrid), el general Vicente Rojo Lluch (concedida el 10 de enero de 1938 por la conquista de Teruel) y, finalmente, el capitán de corbeta Luis González de Ubieta (concedida el 16 de marzo de 1938 por el hundimiento del "Baleares".

Distintivo de Madrid


La existencia de gratificaciones colectivas permitió extender el agradecimiento a todos los participantes en el combate, ya que se trataba del éxito de una escuadra y no solo de un hombre. Así, buques y hombres recibieron el Distintivo de Madrid, recompensa que junto con el Distintivo del Valor había sido creada por Decreto el 23 de enero de 1938. 

El Distintivo de Madrid estaba equiparado en cuanto a méritos a la Placa Laureada de Madrid, hasta el punto de pasar a regirse según su Reglamento. Este distintivo lo ostentaban las banderas o enseñas de las unidades recompensables, aunque también existió un distintivo personal, que podía lucirse, bordado en seda verde, en la manga izquierda de la camisa. El diseño había de ser el mismo que el de la Placa Laureada de Madrid. Además, la bandera de la unidad (en este caso buque) ostentaría el mismo Distintivo en triple tamaño, amén de una corbata con los colores nacionales y dos pequeños distintivos bordados en sus puntas.

Para la ocasión que nos ocupa se creó otro diseño, detallado en una Circular de la Subsecretaría de Marina de agosto de 1938, (DO nº 196). Esta versión del distintivo refleja con meridiana claridad la misma esencia de la distinción, es decir el mito de la ciudad de Madrid como emblema de la lucha por la República española; de hecho, el diseño se corresponde totalmente con el escudo de la Villa de Madrid, bordado en oro y plata. Este modelo de distintivo aparece presentado en dos modalidades. La primera debía bordarse sobre un gallardete; en este caso los laureles se bordaban en verde, para que destacara sobre el amarillo de la enseña nacional. El otro modelo era para el uniforme. Ambos son idénticos y presentan bajo el escudo de Madrid la inscripción "6-3-1938" bordada en rojo.







Extractado de "Recompensas republicanas por el hundimiento del Baleares" Revista de Historia Naval. Nº: 59 (1997). D.Enrique García Domingo. Licenciado en Historia.