lunes, 13 de diciembre de 2010

EL ESCENARIO DEL ASESINATO





El 27 de abril de 1939 se hace firme la sentencia a muerte del Tte. Coronel Maquinista Benito Sacaluga Rodriguez por el delito de ser fiel a la República Española y no adherirse a los militares sublevados, en el lenguaje de éstos "Rebelión Militar".


Para : Buques y Dependencias.Asunto : Asistencia a un acto de ejecución.
Referencia :Radios 4886 y 4887 del Estado Mayor de la Armada de 27-abril-1939, 
Texto :
1.- Mañana sábado a las 10,00 horas, serán pasados por las armas, en lugar donde se encuentren los depósitos de carbón del Arsenal, el Comandante Maquinista D.Benito Sacaluga Rodriguez y el Cabo de fogoneros Juan Escobar Rodriguez. 

2.- Asistirán al Acto : 

A/ Una compañía de Infantería de Marina con armas y Banda de Música. 

B/ Una sección de 20 hombres de cada buque o dependencia, a ser posible con armas y al mando de un Oficial o Auxiliar. 

C/ Toda la Maestranza del Arsenal, formada al mando de quien designe el Almirante Jefe del mismo. 

3.- Terminada la ejecución las fuerzas desfilarán dando la voz de "VIVA ESPAÑA" al pasar ante los cadáveres. 

4.- El conjunto de las fuerzas lo mandará el Comandante de Infantería de Marina D.Francisco Galinsoga, el que se pondrá a las órdenes del Excmo.Sr.Almirante Jefe del Arsenal, para recibir instrucciones sobre los detalles del Acto. 

5.- El piquete para la ejecución lo solicitarán directamente los Sres Jueces del Sr.Coronel Jefe del Regimiento de Infantería de Marina. 

6.- Traje-lanilla la marinería, de campaña Infantería de Marina, y chaqueta y guantes color avellana Jefes, Oficiales y Auxiliares. 

7.- Lo que de orden de S.E. se comunica para general conocimiento. 

Dios guarde a V... muchos años.


El C. de N. Jefe del Estado Mayor
Rafael de Heras.





Las instrucciones anteriores fueron recibidas previamente, directamente del Cuartel General de Franco.

Se trataba del primer fusilamiento de militares republicanos efectuado en Cartagena por sentencia de Consejo de Guerra. Según mis cálculos el personal militar obligado a asistir al asesinato pudo superar fácilmente las 500 o 600 personas, todas ellas desfilaron ante los cadáveres una vez que se les dio el tiro de gracia en la cabeza, todas ellas marcharon marcialmente al ritmo de la banda de música, todas ellas profirieron el grito de "Viva España" a escasos metros de los asesinados.


Acabada la representación, el Jefe del estado Mayor envió un cable a Franco dando cuenta del éxito del estreno.


Quiero recordar que a la familia no se le comunicó nada absolutamente sobre la ejecución. Tuvieron conocimiento a través de el hijo menor de 11 años cuando fue al Arsenal, como todos los días, a llevar a su padre la comida. Como  ya informé en entradas anteriores. La familia dignificó su sepultura en la Parcela X del Cementerio de Los Remedios en Cartagena, abonando los gastos pertinentes.El miedo a las represalias queda reflejado en el texto del recordatorio de su muerte "falleció".

Diez años después los franquistas profanaron la sepultura y trasladaron los restos a una fosa común con 50 cadáveres de republicanos más.



No es casual la elección del Muelle del Carbón para consumar el asesinato, recordemos que a Benito Sacaluga se le imputó en el sumario la muerte de dos presos por realizar labores de carboneo estando el Jaime I en Almería, acusación por la que finalmente no fue condenado.


A partir de esta ejecución, los fusilamientos se llevaron a cabo en el Campo de Deportes del Arsenal y en las tapias del Cementerio de Los Remedios.



Estado actual del Campo de Deportes del Arsenal
(Imagen cortesía de Floren Dimas)

El asesinato, desde el punto de vista del delito, fue con premeditación, alevosía, escarnio, propaganda y autocomplacencia, se publicó en los diarios de Cartagena, como si de la victoria en una batalla se tratase.

La profanación de su sepultura y de la de los otros 50 republicanos solo pude explicarse desde el odio y el miedo a la verdad de los asesinos franquistas.


La Ley de Amnistía promulgada por el gobierno carece de fuerza, de sentido, es una burda farsa para evitar, entre otras muchas cosas, que los nombres y apellidos de los verdugos y sus secuaces salgan a la luz, que se hagan públicos, que se les imputen los delitos que han cometido, luego si quieren, que los amnistíen.


No se puede , ni se debe, borrar la memoria de los hombres, de los pueblos, de la sociedad. 

Las generaciones que siguieron a la guerra deben conocer la verdadera historia y la historia no es posible sin el nombre de sus protagonistas.

Dejemos la hipocresía a un lado, ahora somos libres para gritar nuestra verdad, ni debemos ni podemos olvidar, ni debemos ni podemos perdonar. 





Benito Sacaluga