martes, 20 de julio de 2021

LOS DRAGAMINAS VASCOS

 


Octubre de 1936.-  Para el rastreo de minas, la Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi selecciona unos cuantos pesqueros, tipo pareja de arrastre, que recibieron el nombre de «dragaminas» o «barreminas». Inicialmente su número fue reducido, no más de 6 se dedicaban a esta labor en enero de 1937, pero las necesidades impuestas por los sucesivos minados de Bilbao obligaron a incrementar su número hasta llegar a 24 en mayo de 1937. Al principio estas embarcaciones conservaron sus nombres originales, pero en mayo les fueron suprimidos, asignándoles los numerales D-1 a D-24. En general eran barcos de entre 30 y 110 toneladas, que podían navegar a velocidades de 8 a 10 nudos y llevaban entre 8 y 12 tripulantes. 


En labores auxiliares de apoyo a los dragaminas y vigilancia nocturna se utilizaron 6 pesqueros de bajura, que la Marina Auxiliar clasificó como «lanchas motoras auxiliares» o «laguntzailles». A comienzos de mayo sus nombres fueron sustituidos por los numerales L-1 a L-6. Sus dimensiones eran más reducidas, de 12 a 35 toneladas, 8 a 10 nudos de velocidad y de 4 a 10 tripulantes. Ni los dragaminas, ni las lanchas iban armados.

Estos barcos hundieron o hicieron estallar 355 artefactos submarinos colocados por los sublevados. Ningún barco mercante o de guerra sufrió, en esa zona, percances por una mina, aunque uno de los dragaminas, el “Mari Toya”, se perdió el 18 de enero de 1937 por explosión de minas mientras realizaban su trabajo. De los restantes, el “Eduardito” fue hundido por la aviación italiana en Portugalete (13-6-1937) junto con el “Julia”, en el mismo ataque quedó inservible el “Salvadora”. En el citado ataque aéreo italiano, de entre las lanchas auxiliares la L-2 quedó inservible.

Tras la ocupación de Bilbao por la fuerzas sublevadas, los pesqueros-dragaminas y lanchas que quedaban operativos se trasladaron, primero a Santander y luego, en agosto del 37, a puertos franceses, al final de la guerra fueron recuperados por sus armadores.

La relación de estos barcos y lanchas es la siguiente:


DRAGAMINAS

Mary Toya

Jaimin

Rafael Cantos

Maria Angeles (D-1)

Julito (D-2)

Domayo/Napartarra (D-3)

Mourisca/Arabarra (D-4)

Gure Artiza (D-5)

Gure Izarra (D-6) 

Alque (D-7)

Alción (D-8)

Nuevo Constante (D-9)

Constante Barreiro (D-10)

Arco (D-11)

Iris (D-12)

Motriko (D-13)

Ondarroa (D-14)

Eduardito (D-15)

Anthon Mari (D-16)

Marcos (D-17)

Delfina (D-18)

Ibai-Ederra (D-19)

Salvadora (D-20)

Nazareno (D-21)

Aralarko Mikel Deuna (D-22)

Eugenio (D-23)

Julia (D-24)


LANCHAS AUXILIARES

Nazareno nº 1 (L-1)

Angel de la Guarda (L-2)

Josuren Ama (L-3)

Nazareno nº 9 (L-4)

San Isidro (L-5)

San Ignacio de Loyola (L-6)


Además los citados anteriormente, también formaron parte de la Marina Auxiliar varios buques auxiliares, canoas automóviles, yates y lanchas rápidas. Unos se utilizaron para el servicio de prácticos o el enlace marítimo entre Bilbao y Bayona y otros actuaron en colaboración con los dragaminas o en diversas tareas portuarias.


Fuentes;

  • La Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi. Guipozkoakultura
  • M.Alpert





domingo, 18 de julio de 2021

EL 18 DE JULIO DE 1965, LA DICTADURA FRANQUISTA Y EL CRUCERO “MIGUEL DE CERVANTES”

 


Corría el año 1965, habían transcurrido 26 años desde el fin de la Guerra de España, los mismos que la dictadura franquista era dueña y señora de las vidas y libertades de los españoles.

El diario ABC publica el 18 de julio de 1965, aniversario de la sublevación militar de 1936, una noticia en su página 60, que pone de manifiesto la constante manipulación de la historia que el régimen franquista llevó a cabo desde el mismo momento de la sublevación militar contra la II República Española.

El artículo, literalmente, dice así:


EL CASCO DEL “MIGUEL DE CERVANTES”, SUBASTADO

En 31.680.000 pesetas ha sido adjudicado, en subasta pública, el casco del crucero “Miguel de Cervantes” (a flote en el puerto de Cartagena, para su desguace), a don Joaquín Balsalobre Pedreño, vecino de Cartagena. El tipo de subasta era de pesetas 22.666.657,80. Acudieron ocho licitadores.

El acto se celebró con las formalidades de rigor, a las diez de la mañana de hoy, ante la Junta de concursos y subastas de la dirección de Material del Ministerio de Marina, en el edificio de la Plaza de Colón, donde estuvo la Casa de la Moneda. Presidió la mesa el teniente coronel de Intendencia de la Armada don Ramón González Tablas.

El crucero “Miguel de Cervantes” fue construido en en los Astilleros de El Ferrol. Desplazaba a plena carga 7.475 toneladas; su eslora máxima es de 176,62 metros; la manga, 16,61; el calado, 5,03, y su potencia, 82.000 s.hp, con una velocidad de 34 nudos y autonomía de 5.000 millas, a 15 nudos.

Fue la primera unidad de nuestra Marina de Guerra que llevó el nombre del autor del Quijote. Era gemelo del “Almirante Cervera”, cuyo casco también será subastado para desguace, y del “Príncipe Alfonso”, que luego fue llamado “Libertad”, y después “Galicia”.

En julio de 1936 el “Miguel de Cervantes” quedó en poder de los rojos, quienes asesinaron a la oficialidad. En diciembre de aquel año fue torpedeado por un submarino nacional cuando estaba anclado en Escombreras, y ya no volvió a actuar hasta el término de la guerra, en que salió de Cartagena, con otros buques, para refugiarse en Bizerta.

Reparado de los daños sufridos, participó, representando a la Armada, en el desfile de Unidades Navales celebrado en aguas de Spithead para conmemorar la coronación de la Reina Isabel de Inglaterra. En 1949 el “Miguel de Cervantes” llevó a Lisboa al Jefe del Estado.


Lo anterior es lo publicado en ABC, los "rojos" a los que despectivamente se aluden en el artículo eran en realidad marinos españoles leales a la República y a su legítimo Gobierno. Lo cierto es que el 18 de julio de 1936 el “Miguel de Cervantes” se encontraba en Ferrol, en dique seco, y logró salir ese mismo día a las 20.00 horas, con la sublevación de la Base ya en marcha, a pesar de las demoras provocadas intencionadamente por su comandante, el capitán de navío Antonio Moreno de Guerra, y los oficiales a bordo, que ya en alta mar y dirigidos por el capitán de corbeta Felipe Pinto Gómez planeaban unir el buque a los sublevados, para lo cual se armaron, reforzaron guardia y establecieron el silencio de radio. A pesar de todo ello, la tripulación se hizo con el crucero al día siguiente, el 19 de julio, a la altura de Lisboa, apresando a la oficialidad rebelde. Al mando del Auxiliar 2º Naval Manuel Rodríguez Esplugues puso rumbo a Tánger, puerto al que llegó el día 20, incorporándose así a las unidades navales leales que allí se encontraban.

Integrado en la Flota Republicana, y desde su llegada a Tánger, participó de forma muy activa en el control de las aguas del Estrecho, llevando a cabos misiones de bombardeo sobre puntos estratégicos de las plazas ocupadas por los sublevados; La Línea, Ceuta, Melilla, Algeciras, Deva…, además de numerosas patrullas de control y protección a mercantes en el Cantábrico y posteriormente en las costas argelinas.

Efectivamente, el 22 de noviembre de 1936, no en diciembre de 1936 como indica ABC, fue torpedeado por un submarino estando fondeado frente a Cartagena, pero no fue un “submarino nacional” como indica el ABC, sino un submarino pirata italiano adentrado sin autorización en las aguas jurisdiccionales españolas, el “Torricelli”.

Los desperfectos exigían reparación en dique seco, dándose la circunstancia de que el existente en Cartagena era pequeño para las dimensiones del crucero y tuvo que ser alargado,  lo que motivo que el tiempo de reparación se demorase hasta finales de 1938, fecha en la que volvió a prestar servicio en varias misiones, hasta que en el mes de marzo de 1939 partió de Cartagena, sin rumbo cierto, con el grueso de la Flota, quedando a la expectativa de lo que sucediese a raiz de la sublevación en Cartagena, con la Base, el Arsenal, los cuarteles y las baterías de costa en poder de los seguidores de Segismundo Casado y sus secuaces, todos ellos convertidos en traidores a la República.


El "Miguel de Cervantes" en Bizerta (Túnez)
Marzo de 1939

Tras la guerra, la Armada franquista lo reparó y modernizó en Ferrol, tardó casi siete años en entrar de nuevo en servicio (1945). Estuvo operativo hasta 1959, año en el que quedó inmovilizado en Cartagena, haciendo las funciones de buque insignia de la Agrupación Naval de Instrucción.  


Benito Sacaluga.


Fuentes consultadas:

  • ABC
  • todoavante