jueves, 29 de agosto de 2013

LA BATALLA DE CARTAGENA DE INDIAS

Ahora que el tema del Peñón de Gibraltar vuelve a estar de actualidad, no viene mal recordar, aunque sea de forma informal y poco didáctica, la derrota más importante que sufrió la Marina Inglesa en su historia y que esta  fue precisamente contra el Imperio español en 1741, en la batalla de Cartagena de Indias, durante el transcurso de la popularmente denominada Guerra de la Oreja de Jenkins. Una hazaña española que a pesar de su enorme importancia ha estado y está poco difundida


Fragata  San Felipe
Durante el primer tercio del siglo XVIII el contrabando procedente de las posesiones españolas en América con destino a Inglaterra estaba en su punto álgido. Corsarios ingleses y españoles vivian un permanente enfrentamiento en las agua del Mar Caribe. Inglaterra tenia como objetivo poner pie en las posesiones españolas de ultramar y mientras tanto lo conseguían no estaban dispuestos aceptar las condiciones españolas ni los acuerdos comerciales para el tráfico mercante desde América. España abortaba con rapidez cualquier intento de ocupación inglesa de sus territorios, pero el contrabando era un problema cada vez más acuciante para las arcas españolas, problema al que había que añadir las capturas de barcos mercantes españoles por parte de los corsarios ingleses. Los incidentes entre las dos naciones eran constantes aunque siempre con balance favorable a los españoles. Un escenario tan conflictivo no tardaría en desembocar en un enfrentamiento serio, un enfrentamiento por cierto muy deseado por los ingleses para poder dar por cumplida su ambición de dominio sobre el Virreinato de Nueva Granada, principal productor de oro e integrado por lo que hoy son Colombia, Ecuador, Panamá, Venezuela, además de vastas regiones de Perú, Brasil, Costa Rica y Nicaragua, prácticamente todo el tercio norte de América del Sur.

En uno de los enfrentamientos se dieron circunstancias pintorescas para que Inglaterra justificase la deseada guerra con España. En 1738 en las aguas de la península de Florida, el guardacostas español Isabela tuvo la ocasión de apresar a Robert Jenkins, un capitán contrabandista británico. Julio León Fandiño, capitán del guardacostas español, en un alarde de "españolismo" le cortó a Jenkins una oreja, con la oreja en el suelo León Fandiño le dice al contrabandista ingles: "Ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve". El contrabandista viendo que salvaba la vida a cambio de una oreja, la recogió, la guardó en un frasco con alcohol de alumbrado y puso rumbo a Inglaterra. 

El semidesorejado Jenkins a su llegada a Inglaterra poco tardó en personarse en el Parlamento con la oreja en el frasco y en la memoria la amenaza del capitán español a su rey. A los británicos les vino la oreja de Jenkins y la amenaza al rey Jorge II como anillo al dedo en su afán de enfrentamiento con España.

Un mes más tarde de la comparecencia del semidesorejado Jenkins en el Parlamento, una flota de seis buques ingleses al mando del almirante Edward Vernon ocupa la desguarnecida plaza de Portobelo, en Panamá. Tras esta fácil conquista la Armada británica y el Parlamento consideran oportuno lanzar el ataque contra la ciudad española más importante del Caribe, Cartagena de Indias, la actual Colombia.

Para ello el almirante Vernon reúne una la flota más grande conocida desde el inicio de los tiempos y solo superada hasta hoy por la que doscientos años después durante la IIGM participó en el desembarco de Normandía. En total 186 navíos con más de 2.000 cañones y casi 30.000 hombres, procediendo a fondear en las costas de Cartagena el 13 de marzo de 1741. Inmediatamente comienza a bombardear las fortalezas donde están emplazadas las baterías costeras españolas ininterrumpidamente día y noche durante dos largas semanas y finalmente sus barcos entran en la bahía mientras las fuerzas españolas que quedan con vida se refugian en la fortaleza de San Felipe de Barajas. Para el almirante inglés ya estaba todo hecho, hasta llegó a enviar un correo a Inglaterra comunicando la victoria absoluta. Se equivocaba.

Al frente de la defensa de Cartagena de Indias estaba un marino español y ese marino, además de español y para desgracia de Vernon era ni más ni menos que el vasco Blas de Lezo, que a pesar de que inicialmente contaba escasamente con 3.500 hombres y una pequeña flota de seis barcos: el Galicia, el San Carlos, el San Felipe, el África, el Dragón y el Conquistador, le amargó al ingles su pretendida victoria.

Vernón ordenó el bombardeo del castillo de San Felipe donde se habían refugiado para resistir los 600 soldados españoles que quedaban vivos y Blas de Lezo, que no ceden ni un ápice. Los ingleses intentan rodear el castillo y atacar por su retaguardia para lo cual necesitan adentrarse en la selva donde cientos de ingleses enferman a causa de la malaria. Los que consiguen llegar a las puertas de la fortaleza, perfectamente pertrechados, se ven detenidos por los hombres de Lezo, solo armados con sables, espadas y lanzas. Más de 1.500 soldados ingleses mueren en las puertas de la fortaleza a manos de los españoles.


Cuantas veces atacaron la fortaleza fueron rechazados. De nada le sirvió al almirante ingles construir escalas para superar los muros del castillo, Blas de Lezo ya había tenido tiempo para construir fosos alrededor de toda la muralla y las escalas resultaron cortas. Mientras que los ingleses comprobaban en su ataque la inutilidad de su estrategia, los españoles les frieron a tiros desde los alto y hasta que los pocos que quedaron huyeron como alma que lleva el diablo perseguidos por los españoles, muy empeñados en rematar la faena.

Con todos los ingleses ya de nuevo en sus barcos y a salvo de los soldados españoles, Vernon siguió bombardeando Cartagena por espacio de un mes, hasta que se quedó sin provisiones. Ni el mismo se creía la humillante derrota que acabada de sufrir. Cuando finalmente puso rumbo a la colonia inglesa de Jamaica lo hacia con cinco naves menos, ya que al no tener suficiente tripulación las prendió fuego en la bahía de Cartagena. Tardaron poco en llegar a Jamaica, más que a causa de los vientos favorables gracias a que en los barcos no viajaban los cerca de 1.500 cañones que reventaron en Cartagena de tantos tiros que pegaron. También en su barcos viajaban 20.000 hombres disponibles menos entre muertos, heridos y enfermos. De nota lo de Vernon. Cuentan las malas lenguas que cuando Vernon volvió a navegar por esas aguas modificaba la ruta habitual para no tener que pasar cerca de Cartagena de Indias.

Mientras que Vernon era derrotado por los españoles, en Inglaterra nada más recibir el apresurado correo comunicando la irreal victoria la alegría era desbordante, hasta se acuñaron monedas conmemorativas con Blas de Lezo arrodillado ante Vernon. Cuando finalmente se supo lo sucedido era tal la vergüenza de Jorge II que prohibió que la derrota se divulgase.



Gracias a Blas de Lezo y a los 600 españoles que combatieron a su lado contra 30.000 soldados ingleses, el imperio español en Ámerica pudo prolongarse otros setenta años más sin prácticamente ningún problema.

Quien sabe lo que hubiera pasado en Trafalgar si la flota francesa se hubiera reconvertido meses antes en esplendidos bateaux mouches del Sena y Napoleón hubiera nombrado a Villeneuve jefe de la flota turística de Paris. Quizás si en Trafalgar hubiera habido solo barcos y marinos españoles el resultado habría sido muy diferente. Quizás Nelsón habría corrido suerte parecida a la de Vernon.



Enlace recomendado: http://www.labatalladecartagenadeindias.com/




miércoles, 28 de agosto de 2013

FRANCO, TRATANTE DE ESCLAVOS

La esclavitud, es una forma particular de relaciones de producción. 
La esclavitud fue internacionalmente prohibida en 1926 y su práctica está considerada desde entonces como un crimen contra la humanidad. 

Desde la muerte del dictador se han venido haciendo públicas las actuaciones represivas que, primero el ejército golpista durante la guerra y posteriormente el régimen franquista, condujeron a la muerte de cientos de miles de españoles, aún hoy en día y según datos del gobierno se desconoce el paradero de más de 30.000 personas.

Sin embargo no se ha tratado con la magnitud que el caso requiere la explotación que el régimen llevó a cabo con cientos de miles de prisioneros republicanos, que sin lugar a dudas reúne todos los ingredientes necesarios para ser calificada formalmente de esclavitud. Una explotación del hombre que en la historia moderna solo encuentra reflejo en la llevada a cabo por el régimen nazi. En Alemania y Austria hace tiempo que se denunció ante la opinión pública la maquinaria que procuró la esclavitud de miles de trabajadores al servicio del estado. En España, tanto los medios de comunicación como los textos educativos vienen pasando de largo sobre la infernal situación de esclavitud a que Franco sometió a sus prisioneros, tanto militares, participantes directos en la guerra, como a civiles partidarios de la República más o menos significados, desde abril de 1931, e incluso sobre aquellos que estaban presos esperando juicio.

Un régimen esclavista en el que tanto en su diseño como en su puesta en práctica y desarrollo, la Iglesia Católica desempeñó un papel muy significado.
"Ya a finales de 1938, a la vista de los favorables pronósticos de victoria y a la ingente cantidad de presos que se preveía, se creó el Patronato de Redención de Penas por el Trabajo, en principio para los presos políticos y militares y que en 1944 también comenzó a aplicarse a presos por delitos comunes. 
Máximo Cuervo Radigales, primer director general de prisiones en el inicio de las posguerra y el Padre Pérez del Pulgar, hacen posible su desarrollo y a la cabeza del ministerio de Justicia, Esteban Bilbao, un carlista, para dar confianza sobre la confesionalidad del aparato."(1)
También, como no, los empresarios vinculados al régimen se beneficiaron de esta esclavitud:
"Económicamente se trataba de utilizar esa masa de un cuarto de millon de encarcelados en la inmediata posguerra para la realización de obras de infraestructura estatales pero donde también estuviera presente la empresa privada, para darle un bocado a la tarta carcelaria. Empresas privadas muy conocidas construyen su enorme fortuna con el sudor de los presos. Grandes complejos siderometalúrgicos  empresas inmobiliarias o mineras, entre otras muy variopintas." (1)
"Los prisioneros de Franco, privados, ademas de su libertad, de los más elementales derechos civiles, despojados de sus pertenencias y propiedades, hacinados en recintos inmundos, arrancados de su tierra y sus familias, sucios y hambrientos, condenados a penas por delitos imposibles en la mayoría de los casos, sin imputación alguna en otros, muchos de los cientos de miles de prisioneros de guerra republicanos fueron reducidos tras la guerra a la esclavitud, esto es, a la explotación de su fuerza laboral en beneficio de los vencedores, ora del Nuevo Estado, de las empresas privadas afectas o de la Iglesia, siendo esta la que organizaría ideológicamente ese sistema de explotación que, abarcando todas las modalidades de trabajos forzados, recibiría el nombre de Redención de Penas por el Trabajo, y que le permitiría ir ocupando áreas de influencia y de poder en el régimen de Franco." (2)
Para evitar que la aplicación de las leyes represoras franquistas, pudieran afectar a los afectos al régimen por coincidencia de tipificación de los delitos, Franco expide y firma lo que puede considerarse como la impunidad criminal para todos sus seguidores militares o civiles desde la proclamación de la República en 1931 y hasta el inicio de la guerra en 1936, decreto que también viene a significar el indulto a los encausados por actividades antirepublicanas en el mismo periodo:
Decreto Ley de 23 de septiembre de 1939

Se entenderán no delictivos los hechos que hubiesen sido objeto de procedimiento criminal por haberse calificado como constitutivos de cualesquiera de los delitos contra la Constitución, contra el orden público, infracción de leyes de tenencia de armas y explosivos, homicidios, lesiones, daños, amenazas y coacciones y de cuantos con los mismos guarden conexión, ejecutados desde el 14 de abril de 1931 hasta el 18 de julio de 1936, por personas de las que conste de modo cierto su ideología con el Movimiento Nacional y siempre que aquellos hechos por su motivación político-social pudieran estimarse como protesta contra el sentido antipatriótico de las organizaciones y gobierno que por su conducta justificaron el Alzamiento.
El régimen utilizaba principalmente dos leyes para que sus campos de esclavos estuviesen siempre rebosantes, una la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo y otra aún más demoledora: la Ley de Responsabilidades Políticas, cuyos texto eran de aplicación con carácter retroactivo al año 1934.

En el preámbulo de la Ley de Responsabilidades Políticas se justifica su necesidad, existencia y finalidad:
"Es necesario liquidar las culpas contraídas por quienes contribuyeron con actos u omisiones graves a forjar la subversión roja, a mantenerla viva durante más de dos años y a entorpecer el triunfo, providencial e históricamente ineludible, del Movimiento Nacional"
Detallo a continuación la relación de delitos calificados como graves por la citada ley:

  • Haber sido condenado por la autoridad militar
  • Haber desempeñado cargos directivos en partidos u organizaciones puestas fuera de la ley o haber ostentado la representación de los mismos en las instituciones.
  • Pertenecer como afiliado a los partidos ilegalizados
  • Ser nombrado para cargo público por el Gobierno del Frente Popular
  • Haber convocado las elecciones de 1936, formar parte del Gobierno, ser candidato, apoderado o interventor de alguno de los partidos del Frente Popular
  • Ser diputado en las Cortes de 1936 por partidos del Frente Popular
  • Ser masón
  • Formar parte de los Tribunales Populares
  • Excitar a cometer cualquiera de los actos anteriores en los medios de comunicación.
  • Fomentar la situación anárquica en que se encontraba España y que ha hecho indispensable el Movimiento Nacional
  • Oponerse de manera activa al Alzamiento
  • Permanecer, tras el 18 de julio de 1936, en el extranjero más de dos meses sin justificar su estancia y no regresar a España.
  • Cambiar la nacionalidad española por la extranjera
  • Aceptar misiones del Gobierno en el extranjero
  • Ser directivos de empresas que ayudaran económicamente al Frente Popular.
Muchos de los presos esclavizados fueron finalmente ejecutados, otros murieron a causa de las enfermedades contraídas, del agotamiento o de las prácticas que al igual que en los campos de exterminio nazis se practicaban por esas fechas. El irrepetible humorista Miguel Gila estuvo "alojado" en el Campo de Prisioneros de Valsequillo y relató lo siguiente:
"Llegó un teniente de Infantería acompañado de dos oficiales alemanes y un médico también alemán. Querían probar, nos dijeron, una vacuna contra el tifus y pidieron voluntarios para la prueba, con la promesa de darnos doble ración de comida. Con aquel temperamento mío de entonces no lo dudé un momento, fui el primero en dar un paso al frente, conmigo algunos más. Nos pusieron una inyección en el vientre, una aguja curva que parecía un gancho de los que usan en las pollerías para colgar los pollos, tal como nos habían prometido nos dieron pan y comida abundante, que compartí con algunos de mis compañeros, con los más débiles, Los oficiales y el médico alemán dejaron pasar unas horas para ver que efecto causaba la inyección, La cosa no fue grave, unos cuantos pequeños granos en la piel que picaban endemoniadamente, tal vez algo de fiebre y nada más".(2)
La alimentación de los esclavos era escasisima, lo justo para no desfallecer, como ejemplo la ración diaria de Valsequillo consistía en una onza de chocolate, dos sardinas en aceite y dos higos secos. eso es lo que recibían por once horas de trabajo con pico y pala.

El benevolente y salvador Caudillo, católico ferviente y elegido por la providencia para la salvación de España, no podía ser ajeno a las necesidades de estos dóciles esclavos y a las de su familias. Haciendo gala de una generosidad solo comparable con su amor a Cristo, ordenó que a sus prisioneros se les pagase por los trabajos que realizaban, la Iglesia se deshizo en alabanzas hacia su magnanimidad para con los rojos infieles. Así cada trabajador forzado recibía la cantidad de dos pesetas diarias, de las que 1,50 le eran descontadas para su manutención, entregándosele los 50 céntimos diarios restantes al terminar la semana. En caso de estar casado por la Iglesia la esposa recibía dos pesetas más, y por cada hijo menor de quince años que viviera con la madre, y siempre que estuviera bautizado, otra peseta. El salario normal de la época rondaba las 14 pesetas diarias.

Pero ni el régimen se conformaba con esta esclavitud para cubrir sus necesidades, ni la Iglesia para la reconstrucción de sus templos y la construcciones de millones de cruces, símbolos religiosos y lápidas conmemorativas que pasaron a formar parte de todas las iglesias españolas. Los esclavos representaban una fuente de ingresos importante al ser cedida a los empresarios y obteniendo un jugoso beneficio económico por ello. Así, el Articulo 6º del decreto fundacional de la redención de Penas establecía el reparto del botín:
"Se entenderán perfectamente las peticiones de obreros reclusos para obras del Estado, de las Diputaciones y los Ayuntamientos. Los patronos de obras particulares en las que trabajen reclusos pagarán a la Jefatura del Servicio Nacional de Prisiones el salario integro que según las bases de trabajo que rijan en la localidad correspondería pagar a los trabajadores reclusos si se tratase de obreros libres, y este Organismo, después de abonar el subsidio a quien diere lugar, en su caso a las familias de los trabajadores reclusos hasta el limite establecido, ingresará el remanente en la Hacienda a beneficio del Estado."(2)
Según lo anterior una media de 10 pesetas al día por cada preso iba a parar a las arcas franquistas. Esta cantidad diaria multiplicada por los cientos de miles de presos que estaban esclavizados resultaba una suma de dinero extraordinaria, aún cuando no todos trabajasen para los empresarios. La práctica totalidad de los empresarios amasaron enormes fortunas, muchos de ellos aún hoy tienen colgados sus logotipos en los principales edificios de las ciudades más importantes de España.

Son innumerables las obras en las que intervinieron los esclavos de Franco, pero ninguna tan ofensiva, costosa e inútil como el Valle de los Caídos. En su construcción intervinieron 20.000 presos españoles durante los 20 años que duró su construcción. El proyecto suponía más de 1.086 millones de pesetas, una cifra astronómica para aquellos tiempos. Según afirmó Diego Mendez, su arquitecto:
"El arrasamiento de la nación y la guerra mundial no favorecen la empresa, de gran envergadura, que se inicia en una serranía sin núcleo de población" (2)
Pero claro, uno de los problemas que podían presentarse para su ejecución estaba resuelto de antemano: la mano de obra podía extraerse, abundante y barata, de las cárceles. 

Las empresas San Román (filial de Agromán), Molán y Banús, las tres más importantes de las 65 que intervinieron en la construcción, iban a beneficiarse de esa masa productiva esclava durante el primer decenio de ejecución de las obras. Además estas empresas incumplían lo establecido y pagaban sueldos muy bajos, entre la mitad y un tercio inferiores al de los obreros libres, en torno a las diez pesetas por penado y día, quedándose el Estado con el grueso de esa cantidad, 9,50 pesetas en el caso de presos solteros.(2)

Ningún gobierno español habido en España, desde la muerte del dictador y hasta hoy, ha resuelto la afrenta que para muchos españoles significa la existencia del Valle de los Caídos, que en realidad solo es un monumento erigido por y para Franco y en cuya construcción se vulneró la relación completa de los derechos humanos.

Benito Sacaluga




Fuente: Los Esclavos de Franco. Autor: Rafael Torres. Ediciones Anaya. ISBN: 84-207-4391-7
(1) Prólogó del libro por Mirta Nuñez Díaz-Balart
(2) Los Esclavos de Franco, transcripción literal.

martes, 27 de agosto de 2013

¿NACIONALISTAS O GOLPISTAS?

Autor: Vicenç Navarro (*)

Ha sido práctica común en la historiografía dominante en España, tanto en la época dictatorial como en el periodo democrático, referirse a la Guerra Civil como un conflicto entre las dos Españas, la España nacional por un lado, y la España republicana por el otro, presentando tal conflicto como parte de un conflicto internacional en el que Hitler y Mussolini apoyaron a las tropas “nacionales” y la Unión Soviética apoyó a las tropas republicanas, considerándose tales apoyos como semejantes en cuanto a cantidad y calidad de material bélico. Esta versión de la Guerra Civil se complementa con otra que atribuye la derrota del bando republicano a las divisiones internas del Gobierno Republicano, instrumentalizado éste por el Partido Comunista, que decian era un mero agente de transmisión de Stalin.

La Guerra Civil, sin embargo, fue un alzamiento de militares profesionales del Ejército, que invadió el sur de España mandando tropas extranjeras: la Legión Extranjera y las tropas marroquíes. Como bien ha escrito la historiadora británica Helen Graham (en su excelente libro Breve Historia de la Guerra Civil), la Guerra Civil vio la paradoja de ser una supuesta “Cruzada en defensa de la civilización cristiana” llevada a cabo por tropas mercenarias islamistas, por cierto, conocidas por su enorme brutalidad, y lideradas por el mariscal Mohamed Mezian que acaba de ser homenajeado en Marruecos por el Embajador del Gobierno español con asistencia de altos mandos del ejército español. Es más, estas tropas fueron equipadas con material alemán e italiano, contando con el apoyo de 75.420 soldados italianos pertenecientes a destacamentos fascistas italianos que gozaron de plena autonomía, sin obedecer las órdenes de los líderes militares españoles. Además de estas tropas extranjeras, los asesores nazis alemanes fueron los que definieron la estrategia aérea del bando golpista, realizando los bombardeos que incluyeron ataques sistemáticos a la población civil, no sólo de Guernica, sino de 26 otras ciudades españolas, incluyendo gran parte de las ciudades de Cataluña, bombardeos que tuvieron como objetivo desmoralizar a la ciudadanía que vivía en tales centros urbanos. En estos bombardeos jugaron un papel clave los espías fascistas en el lado republicano, incluyendo personas de derechas tan conocidas como Josep Pla (que tiene monumentos en varias partes de Catalunya). El lado golpista no tuvo nunca escasez de equipamiento militar y ello como consecuencia del apoyo conocido y público de la Alemania Nazi y de la Italia fascista a los golpistas españoles. Nunca antes un gobierno español había sido tan dependiente de los intereses y fuerzas extranjeras como lo fue el bando golpista. Llamar a este bando, el bando nacional, identificado con la defensa de la nación española, tal como los golpistas se autodefinieron, es ignorar que su victoria se debía a fuerzas extranjeras sin las cuales el golpe militar hubiera sido una nota a pie de página en la historia de España, como lo fueron otros alzamientos militares anteriores.

Fue precisamente la gran resistencia popular a este alzamiento lo que explica que, a pesar de la enorme ayuda nazi y fascista italiana a los golpistas, éstos no ganaron hasta tres años después de iniciarse el golpe. La República tuvo muy poca ayuda militar. El infame pacto de No Intervención se debía –tal como señaló Winston Churchill- a que las clases dominantes de Gran Bretaña y Francia antepusieron sus intereses de clase (temerosos del contagio que una República española progresista pudiera haber tenido en las clases populares de sus propios países) a sus intereses nacionales y geopolíticos, que les habrían tenido que movilizar para interrumpir la expansión del nazismo y del fascismo en Europa. En realidad, los únicos países que ayudaron a España fueron México y la Unión Soviética, ayuda que fue enormemente dificultada por el comportamiento del gobierno francés que no colaboró en su mayoría en el tráfico de armas a la España republicana. La única ayuda extranjera vino a través de las Brigadas Internacionales, cuyo efectivo en batalla nunca alcanzó más de 12.000 soldados, aun cuando el número de brigadistas extranjeros a lo largo de todo el período fue de alrededor de 30.000. Por otra parte, las tensiones dentro del lado republicano no fueron la causa, sino el síntoma de la falta de apoyo internacional. Algún cronista de tales desacuerdos, como George Orwell, exageraron el papel del Partido Comunista, atribuyéndole una influencia de la que tal partido carecía. Orwell, que como indica Helen Graham no conocía ni el catalán ni el castellano, atribuyó erróneamente a los comunistas el deseo legítimo de la Generalitat de Catalunya de recuperar (durante los famosos sucesos de Mayo) el control de la situación que había perdido inmediatamente después del golpe militar del 18 de julio.

El enorme desequilibrio de equipamiento militar fue lo que dio la victoria a los golpistas, los cuales eran plenamente conscientes de que tenían a la mayoría de la población en contra, tal como reconoció el golpista General Queipo de Llano (hoy enterrado con todos los honores en la Iglesia de la Macarena en Sevilla, ciudad en la que sus tropas asesinaron a 36.422 ciudadanos) en su defensa de lo que él llamaba el “terror saludable” necesario –según él- para imponer su mandato. Este terror de los golpistas continuó después de su victoria con el asesinato de 192.684 personas (ejecutadas o asesinadas entre abril de 1936 y junio de 1944 en cárceles o campos de concentración, según cifras del propio Ministerio de Justicia de aquel régimen, además de 30.000 que todavía hoy permanecen desaparecidos. La mayoría de estas víctimas del fascismo no han sido ni homenajeadas ni reconocidas durante el período democrático, habiendo retrasado el gobierno socialista español tal homenaje por temor a antagonizar a los herederos de los golpistas.


(*) Vicenç Navarro es Catedrático de Ciencias Políticas de la Universitat Pompeu Fabra

sábado, 24 de agosto de 2013

EL ARMA SECRETA DEL EJÉRCITO POPULAR REPUBLICANO

Autor: Floren Dimas (*)

La masa movilizada por el ejército rebelde en su avance eran -masivamente- obreros e hijos de obreros, especialmente a partir de finales de 1938 con la paulatina ocupación de amplias zonas republicanas demográficamente pobladas. La motivación de los soldados en las filas franquistas estaba basada en una disciplina represiva brutal, de la que se encargaban no solo los oficiales profesionales, si no el cuerpo de oficiales "provisionales", muy motivados por un estrellato sobrevenido que muchas veces les resultó suicida. 

La propaganda republicana, exaltaba valores muy comprensibles y cercanos a la gente corriente, trabajadora. No hablaban tanto de la Patria, del Imperio, de la Cruzada, de la Religión, del español mitad Monje, mitad Soldado; se ceñía más a los valores presentes a flor de piel en la masa social, tanto del combatiente del EPR como de la retaguardia y eso lo percibimos muy bien a través de la cartelería del lado gubernamental: trabajo, derechos, cultura, bienestar, comida y paz.. A lo largo de las entrevistas realizadas a veteranos excombatientes del EPR, se me ha transmitido la importancia de esta moral, si no de victoria, sí de resistencia. Una resistencia que entrañaba a veces características numantinas (léase heroísmo, sacrificio por una causa superior). 

Posiblemente los conceptos que armaron a los combatientes del EPR eran muy elementales. Para un país arrasado sociológicamente por una explotación de siglos, con su consecuencia de hambrunas, guerras coloniales, miseria cultural y de la otra, humillación, opresión religiosa de las conciencias..., luchar contra el fascismo era luchar intuitivamente por el derecho a vivir algún día en un país en libertad. Porque la LIBERTAD era entendida, no como un ejercicio intelectual de teorizar banalmente, si no vivir en un país en donde todos trabajasen, comiesen, disfrutasen, tuviesen acceso a la cultura, a los medios de producción, al respecto individual y colectivo, a sentirse, en definitiva, ciudadanos libres de un país libre. 

Los soldados del EPR, con una amplia masa de analfabetos en sus filas, en vías de redención, sabían lo que era la necesidad extrema; habían conocido lo que es vivir sin esperanza alguna de poder invertir el orden de las cosas en beneficio de las clases trabajadoras. Pero, al fin, habían vivido aquel 14 de abril de 1931 y habían visto brillar en su existencia gris, la luz de ilusión; por primea vez en la Historia de España, el cambio era posible. ¡¡Y todo este anhelo colectivo saltó hecho pedazos el 18 de Julio de 1936!!. El sentimiento más común entre la gente común en la mayor parte de España, fue de rabia contra los sublevados, salvo en zonas tradicionalmente ultraconservadoras y nacional católicas como parte de Castilla, Álava o Navarra-La Rioja, que fueron la excepción.

Los combatientes republicanos lo sabían muy bien: no habían leído a los grandes teóricos de izquierdas, pero ya habían escuchado poesías de altura, habían asistido a la primera representación teatral, sus hijos habían podido ir a una escuela regida por maestros entregados a su misión, habían tenido en sus manos libros que podían leer y comprender, habían visto que era posible reducir el caciquismo, al oscurantismo de una Iglesia medieval..., la Casa del Pueblo había sustituido a la Sacristía en su formación como ciudadanos y como personas. Y pese a las derrotas, al hambre, al sentimiento de abatimiento, siempre terminaba superponiéndose una fuerza colectiva, por encima de las deserciones puntuales y de la acción de los derrotistas y emboscados de la quinta columna. Fue, a mi juicio, un conjunto de valores morales -muy primarios en su concepción si se quiere- el "arma secreta" que permitió al EPR hacer frente a una inmensa maquinaria guerrera como fue el ejército nazifrancofascista, durante mil días de lucha desigual. El "genio" militar del invicto "caudillo" nunca hubiese podido vencer al EPR en igualdad de condiciones logísticas. La superioridad que permitió su victoria no fue precisamente la ruda concepción de Franco del arte de la guerra, indiscutiblemente inferior a la de Rojo, si no a su apabullante superioridad de medios y un contexto internacional favorable.

La mayor parte de los testimonios recogidos que narran el desmoronamiento a final de marzo de 1939, se parecen unos a otros como dos gotas de agua: sensación de incredulidad. La mayoría de los combatientes del EPR, no podían creerse que se había llegado al final de la forma ruín en que se produjo; pese a que todos presentían la hecatombe, el conjunto de los combatientes, tanto del sector de Casado, como el que se mantuvo fiel al gobierno republicano, se vio sorprendido por el hundimiento de los frentes sin pegar un tiro. El sentimiento generalizado según cuentan todos era que, pese a todo y vista la ausencia de confianza  en la benevolencia de los vencedores, se resistiría hasta el final, hasta agotar totalmente todos los recursos. Y no fue así. La traición de Casado precipitó la apocalipsis.

Todavía, cuando relatando emocionados al entrevistador aquellas vivencias, afloran en los veteranos, frescas y vibrantes, aquellas mismas convicciones que les movieron a no rendirse al fascismo sin luchar. Esa fue su "arma secreta"

Floren Dimas



(*) Floren Dimas Balsalobre es oficial del Ejército del Aire en la reserva e investigador histórico de la represión franquista y memorialista. Es igualmente delegado de AGE para la Región de Murcia.


jueves, 22 de agosto de 2013

LA INCOMPETENCIA DE LA ARMADA FRANQUISTA.




El destructor republicano "José Luis Diez", a causa de su permanencia por meses inactivo en el puerto de Santurce, fue obsequiado con el mote de "Pepe el del Puerto", también su tripulación no en pocas ocasiones ha sido calificada de incompetente y entreguista, pero poco o ningún énfasis se ha puesto en el relato completo de su actividad durante la guerra civil y aunque ya en publicaciones anteriores he tratado sobre este tema, aprovechando  que acabo de recibir un documento relacionado con este destructor voy a hacer un pequeño resumen de su participación en la guerra civil.

Destructor José Luis Díez

El "José Luis Díez" fue uno de los doce buques que Prieto envío al Cantábrico en septiembre de 1936, cuando en octubre los buques regresaron al Mediterráneo el DZ permaneció en el puerto de Santurce, prácticamente sin realizar ninguna misión. En marzo de 1937 junto con unos bous vascos escoltaba al mercante "Galdames" procedente de Bayona y con destino Bilbao. El convoy es atacado por el crucero "Canarias" al que solo plantan combate los bous vascos, el "José Luis Diez" huye hasta el puerto de Burdeos, donde su comandante sabotea las turbinas y posteriormente deserta junto con cuatro de sus oficiales. La tripulación el buque vuelve a llevarlo a puerto vasco, donde el 31 de mayo de 1937 es incautado por la Marina de Guerra Auxiliar de Esukadi y parte de su tripulación sustituida por hombres de confianza.

El 15 de junio de 1937 con su nuevo comandante el teniente de navío Evaristo López y junto con el destructor "Ciscar" se dirige desde Bilbao a Francia con refugiados, al regreso fondea en el puerto de Santander. Al caer Santander pone rumbo al puerto de Gijón. Cuando Gijón cae se dirige al puerto inglés de Falmouth, lugar donde desertan el comandante, el jefe de máquinas y varios oficiales. Los marinos que quedan a bordo ponen rumbo al puerto francés de El Havre donde proceden a reparar averías. El alférez de navío Juan Castro toma el mando del buque. Una vez reparado recibe ordenes de dirigirse a Cartagena.

Para llegar a Cartagena era necesario romper en solitario el bloqueo naval del Estrecho de Gibraltar. Para aumentar las escasas posibilidades de romper el bloqueo se "disfraza" para hacerse pasar por un destructor de la Royal Navy, muy similares a los españoles de la clase Churruca. Los servicios de espionaje alemanes alertan del intento a la flota sublevada, la cual sitúa en el Estrecho a tres cruceros (entre ellos el "Canarias"), tres destructores y un cañonero que esperan su llegada y lo atacan en bloque sin conseguir hundirlo.

Averiado de importancia logra refugiarse en el puerto de Gibraltar. Después de un fallido intento de volver a Cartagena ya en el mes de diciembre, donde es atacado nuevamente, acaba embarrancando. Los ingleses apresan a la tripulación y los ingresan en prisión, quince días después son transportados hasta Almería. Antes de acabar la guerra, el 25 de marzo de 1939, los ingleses entregan el destructor a los franquistas, siguió operativo hasta 1965.

Torres de proa del crucero Canarias

La tan publicitada experiencia, disciplina, formación para la guerra, etc...que de sus marinos hacían gala los sublevados, contraponiendola con las por ellos calificadas desastrosas tripulaciones republicanas quedó completamente en entredicho. Siete buques sublevados no fueron capaces de hundir a un destructor republicano y además en una zona marítima tan favorable para ello como lo eran las aguas del Estrecho de Gibraltar. Capitanes y tenientes de navío de "gran alcurnia" no pudieron acabar con un simple destructor comandado por un joven alférez de navío. A pesar de la espectacular potencia de fuego de los cruceros sublevados no consiguieron hundir ni apresar al destructor republicano.



Nada más conocerse por la Flota el desenlace del combate y la situación del barco en Gibraltar, se pensó que las autoridades inglesas colaborarían en la reparación de las averías, nada más lejos de lo que realmente sucedió, ya que los ingleses del Peñón le prohibieron la entrada a su Arsenal y además le dieron de plazo menos de un mes para que la tripulación del destructor, por sus propios y exclusivos medios, efectuase las reparaciones necesarias, plazo que en caso de no cumplirse se procedería al embargo del buque.

No obstante el sonoro fracaso la marina sublevada se apresuró a modificar el resultado de tan desigual combate, utilizando sus medios de propaganda atribuyendo al "Canarias" una "victoria" sin hacer mención a que en la operación participaban seis barcos más de su flota:


Estando el destructor reparándose en Gibraltar, Benito Sacaluga, Tte.Coronel Maquinista y Jefe de los Servicios de Inspección de Maquinas de la Flota, publica en La Armada el siguiente artículo:

UN EPISODIO MÁS


Después de más de dos años de guerra, contra los traidores primero y contra los invasores después, vamos perdiendo la capacidad de maravillarnos por la sucesión de hechos heroicos de los ejércitos de mar, tierra y aire cuyos componentes son el alcaloide del heroísmo popular, el desinteresado, ya que nunca puede ser heroísmo el que se paga. Se empezó por el Cuartel de la Montaña, Atarazanas, Madrid, Santa María de la Cabeza, Guadalajara, Jarama, Brunete, Belchite, Teruel, Cabo de Palos, Levante, Paso del Ebro, Extremadura, etc, cada uno de estos episodios sucesivos nos han ido maravillando más, y sin olvidar nunca los anteriores, han ido agrandando nuestra admiración y la extranjera, y eso sin considerar los innumerables episodios aislados y anónimos, que muchas veces son los que facilitan el episodio global que nos ilusiona y nos hace vibrar de entusiasmo. 
El último de esta interminable serie y aunque a primera vista no se le de gran importancia es el paso del José Luis Diez por el Estrecho de Gibraltar. Es menester ser un verdadero ignorante para no suponer lo difícil, casi imposible, que representa para un buque que navega en solitario cruzar dicho estrecho sabiendo que para impedirlo los “competentísimos” marinos nacionalistas e italo-germanos (de algún modo hay que llamarlos) pondrían en juego todas “sus” fuerzas navales, las baterías costeras por ambas bandas del Estrecho, proyectores, bous, lanchas y aviación. 
A toda la dotación le corresponde por igual la gratitud de su pueblo. Al mando militar por su pericia, al político por mantener en unión del primero la moral de todos, los mandos técnicos por mantener los servicios en su mayor eficacia y en general a la dotación completa por su entusiasmo, heroísmo y verdadera ofrenda de sus vidas, pues ninguno de los que salieron con el barco de El Havre desconocía a donde iban ni los peligros a los que se iban a enfrentar. 
No salieron a un combate sino sencillamente a “forzar la entrada en una cárcel para inmediatamente forzar su salida”. Tenían en contra el 99% de las probabilidades, todos lo sabían y sabiéndolo salieron de puerto, entraron el Estrecho y salieron de él. ¿Con averías? Si con algunas averías. ¿Con victimas? Si también hubo victimas. Mayor timbre de gloria. De no haber habido victimas ni sufrir el buque averías de ninguna clase a estas horas estarían entre nosotros, pero ya estarán y pronto. 
No podemos juzgar la magnitud heroica del episodio, la consideramos infinita, como también consideramos en las misma medida el ridículo tan espantoso que han hecho los mercaderes y los compradores de la España invadida y todo ello en las mismas narices de Mister Chamberlain, ridículo que reflejándose en los cristales de sus gafas será visto en el mundo entero. 
Así luchan los marinos del pueblo. Esa es la verdadera España.
No cabe duda de que lo que hizo la tripulación del "José Luis Díez" representó un acto de disciplina y entrega total hacia sus mandos, hacia el Gobierno. Cuando fueron atacados por unas fuerzas tan superiores en número y potencia de fuego bien pudieron pensar en rendir el barco, si lo hubieran hecho a nadie le habría extrañado, menos aún teniendo en cuenta la historia del destructor, pero lejos de rendirse combatieron como pudieron y consiguieron llevarlo a puerto neutral. Ni se hundió, ni pasó a manos fascistas. Cierto es que "gracias" a los ingleses el destructor no pudo ya prestar ningún servicio a la República, pero también es cierto que lo que sucedió el 26 de agosto de 1938 en las aguas del Estrecho fue un retrato fiel de la incapacidad en combate de los marinos sublevados.




Benito Sacaluga




lunes, 19 de agosto de 2013

ACORAZADO JAIME I


A causa del conflicto de España con Estados Unidos relacionado con la isla de Cuba, que dio lugar a la guerra entre estos dos países, la Armada Española perdió en combate dos flotas completas, una en la batalla de Cavite y otra en la de Santiago de Cuba. En el año en que tuvo lugar el conflicto,1898, la Armada española estaba considerada como una de las cuatro primeras potencia navales del mundo e integrada en su mayoria por buques construidos a raíz de las iniciativas de tres ministros de Marina, el almirante Pavía (1881), el vicealmirante Antequera (1884) y el vicealmirante Berenguer (1885) siendo este último el responsable del Plan de Creación de Escuadra en el año 1887.

El plan de Berenguer contemplaba la construcción en un periodo de diez años de las siguientes unidades navales:

  • 17        Cruceros
  • 16        Cañoneros Torpederos
  • 138      Torpederos
  • 12        Cañoneros
  • 1          Transporte

Un año más tarde Berenguer decreta la nueva organización y distribución de las unidades navales, junto con la adaptación de las ya obsoletas fragatas "Vitoria" y "Numancia", el "Reina Cristina" y el "Reina Mercedes" y que se refleja en los siguientes artículos del Decreto :

Art.3.- La Escuadra se organizará en tres divisiones, compuesta cada una de los siguientes buques de combate :


Primera División: Con Base en Cádiz.

La compondrán los buques de Primera clase "Emperador Carlos V", de 9.000 toneladas, los cruceros de 7.000 toneladas "Princesa de Asturias" e "Infanta María Teresa" y el"Reina Regente" de 5.000. 
Segunda División: Con Base en Ferrol.
La compondrán un buque de 9.000 toneladas que ha de construirse, los cruceros de 7.000 "Cardenal Cisneros" y "Oquendo" y el "Alfonso XIII" de 5.000.
Auxiliares: dos cruceros de tercera clase, dos cañoneros torpederos y tres torpederos.

Tercera División: Con Base en Cartagena.
La compondrán los buques de Primera clase Pelayo de 9.000 toneladas, los cruceros de 7.000 "Cataluña" y "Vizcaya" y el "Lepanto" de 5.000.
Auxiliares: dos cruceros de tercera clase, dos cañoneros torpederos y tres torpederos.


Art.5.- Las fragatas "Vitoria" y "Numancia", de 7.200 toneladas, sufrirán las modernizaciones necesarias reforzando el sistema de sus máquinas para aumentar su velocidad, a fin de ponerlas en condiciones de prestar servicio como buques de combate, en armonia con lo dispuesto en el presente Decreto.


Art.6.- En tiempo oportuno y para utilizar una parte del material existente, que por su falta de condiciones es incapaz para la guerra moderna, formaran parte de la Escuadra, habilitandose como transportes los buques siguientes: "Reina Cristina", transporte para mil soldados de infantería; "Reina Mercedes" para caballería de Ejercito y municiones de guerra; "Alfonso XII" como arsenal flotante, depósito de material de escuadra y torpedos.

En 1907 y para recuperar las perdidas del desastre de 1898 Antonio Maura nombre ministro de Marina al capitán de navío José Fernández Niño y le encarga la redacción de un plan de reforma naval el cual es finalmente aprobado como proyecto de ley en 1908. La dotación del plan era en un principio de 200 millones de pesetas. Las unidades que la ley contemplaba construir eran tres acorazados, tres destructores y varios buques de menor entidad.
El Gobierno saca a concurso publico la construcción de los buques resultando adjudicataria del mismo la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN), una empresa gobernada por el Marqués de Comillas y el Conde de Zubiri en asociación con las compañas británicas Vickers, Armstrong y John Brown & Co. El contrato de adjudicación contemplaba la cesión a SECN por parte del Estado de la gestión de las zonas industriales de los arsenales de Ferrol, La Carraca (Cádiz) y Cartagena.

Cuatro años mas tarde, en 1912, se bota el acorazado "Alfonso XIII", y se inicia la construcción del acorazado "Jaime I". El 21 de septiembre de 1914 el "Jaime I" es botado en Ferrol. En 1922 se  inicia la construcción de los cruceros de la clase Cervera, los destructores de la clase Churruca y los submarinos Clase B. En 1926 durante la dictadura de Primo de Rivera se inicia la construcción de los cruceros "Canarias" y "Baleares", tres destructores de la clase Churruca y seis submarinos Clase C. En 1929 se inicia la construcción de otros siete destructores de la clase Churruca.

El Jaime I

Fue el último acorazado construido (clase España) de los tres aprobados en la ley de 1908, le precedieron el "España" y el "Alfonso XIII".

Botado en 1914 en plena I Guerra Mundial no pudo ser entregado a la Armada hasta 1921 a causa de los retrasos provocados por la guerra en el suministro de su artillería.

Disponía de una eslora de 139,90 metros, prácticamente 40 metros más que los destructores de la clase Churruca. Su manga era de 24 metros frente a los 10 metros escasos de los destructores. Estas dimensiones junto con su diseño le otorgaban un desplazamiento de 16  toneladas, diez veces más que la de los destructores.

Dada su condición de acorazado disponía de un blindaje de acero cuyo grosor estaba comprendido entre los 23 y los 5 centímetros, dependiendo de la vulnerabilidad de las partes del buque, el mayor grosor (23 cms.) se encontraba recubriendo su franja media y disminuyendo desde el centro hacia proa y popa.

Estaba provisto de 12 calderas Yarrow alimentadas con carbón que suministraban vapor a las cuatro turbinas encargadas de mover las cuatro hélices de que disponía, consiguiendo una potencia máxima de 20.000 caballos y permitiéndole alcanzar una velocidad máxima cercana a los 20 nudos. Los depósitos de carbón tenían capacidad para 1.900 toneladas de carbón, sus depósitos de aceite podían albergar hasta 20 toneladas. Veintiséis Maquinistas de diversas categorías, ciento cuarenta fogoneros y dieciséis operarios mecánicos eran los encargados de sus maquinas.

Su armamento principal lo constituían 28 cañones ingleses Vickers, ocho en cubierta, diez en el costado de babor y otros diez en el de estribor, dispuestos estos últimos de forma semejante a la utilizada en los antiguos navíos de línea.

Los cañones de cubierta se integraban en cuatro torres, una a proa, otra a popa y las dos restantes en el centro, a ambos lados de la línea de crujía. Las piezas eran de 305/50 (305 mm de diámetro interno del tubo y 15,25 metros (305x50/1000) de tubo desde la boca de carga del proyectil hasta la boca de descarga) idéntico al que poseen algunas piezas de las baterías costeras, solo superado por los 381/45 y superior al que disponían las piezas principales del "Canarias" de “solo” 203mm.

El peso de cada torre superaba las 130 toneladas. Los cañones eran capaces de lanzar cada minuto un proyectil de 386 kilos a una distancia superior a los 20 kilómetros.
Las piezas de los costados eran de calibre 101/50. Además de la piezas citadas el "Jaime I" disponía de dos cañones antiaéreos de 47 mm, dos ametralladoras de gran calibre, y dos piezas de desembarco de 70 mm.

La dotación total  estándar del acorazado estaba compuesta principalmente por:

  • Un capitán de navío
  • Un capitán de fragata
  • Dos capitanes de corbeta
  • Diez tenientes de navío
  • Nueve alféreces de navío
  • Dos médicos
  • Un contador de navío
  • Un capellán
  • Un comandante de máquinas
  • Dos oficiales maquinistas
  • Diez contramaestres
  • Once condestables
  • Cuatro maestres de marinería
  • Ocho maestres de artillería
  • Un radiotelegrafista
  • Veinticuatro maquinistas
  • Dieciséis mecánicos
  • Dos practicantes
  • Dos maestros carpinteros
  • Dos maestros armeros
  • Un maestro buzo
  • Un maestro panadero
  • Cuatro ajustadores de artillería
  • Cuatro torpedistas electricistas
  • Dos escribientes
  • Veinticuatro cabos de marinería
  • Trescientos cinco marineros de diversas categorías
  • Sesenta y cuatro cabos de artillería
  • Dos cabos telegrafistas
  • Dos cabos electricistas
  • Dos cabos armeros
  • Un sastre
  • Un zapatero
  • Dos barberos
  • Tres panaderos
  • Dos despenseros
  • Cuatro cornetas
  • Dos tambores
  • Un cocinero
  • Veintiún cabos fogoneros
  • Ciento diecinueve fogoneros

Su primera acción de guerra tuvo lugar en 1924 durante la guerra con Marruecos, posteriormente en 1925 participó en el Desembarco de Alhucemas. Nueve años más tarde, en 1934, participó en los bombardeos efectuados durante la Revolución de Asturias.

El 18 de julio de 1936 el acorazado se hallaba fondeado en Santander, desde allí recibió la orden del Gobierno de dirigirse a aguas del Estrecho de Gibraltar,  a mitad de la travesía sus oficiales intentaron desviarse de la ruta para poner el acorazado en manos de los sublevados, la tripulación lo impide enfrentándose con los oficiales desleales, en el combate abordo mueren varios oficiales rebeldes y marineros partidarios del Gobierno. La tripulación se hace con el mando del buque, detiene a los oficiales y pone rumbo al Mediterráneo.

Participa en los bombardeos de posiciones enemigas en La Línea y el norte de África. En agosto de 1936  y durante su intervención en el desembarco de Mallorca es alcanzado por una bomba de aviación y obligado a retirarse a Málaga para ser reparado. Desde Málaga parte con once buques más rumbo al Cantábrico siguiendo las fatídicas órdenes de Indalecio Prieto, ministro de Marina y Aire. A la vuelta al Mediterráneo forma parte de los buques que bombardean Algeciras después de que el Canarias hundiera al destructor "Almirante Ferrándiz". En mayo de 1937, en el puerto de Almería, es bombardeado por aviones italianos, averiado de importancia tiene que dirigirse a Cartagena para ser reparado. Un mes después de llegar a Cartagena se produce una explosión en una de sus torres y el acorazado queda definitivamente fuera de servicio. Sobre las causas de la explosión aún hoy en día coexisten diferentes versiones que van desde la imprudencia hasta el sabotaje.

Cuando comenzó la guerra civil el "Jaime I" era el único acorazado en condiciones de combate, su gemelo el España (ex Alfonso XIII) se salvó del desguace pero finalmente se hundió en el Cantábrico en abril de 1937 después de impactar con una mina durante un ataque de la aviación republicana.

Pasados los primeros meses desde la sublevación y después de una reorganización de la estructura de mando y la influencia comunista, el Jaime I se convirtió en  potenciador destacado de la defensa de la libertad. A bordo se empezó a editar el diario Amanecer, conteniendo partes de guerra, noticias y consignas, además de resúmenes de discursos de destacados lideres políticos. Colaboraban en Amanecer miembros de la dotación del buque (el Tte.coronel Maquinista Benito Sacaluga publicó varios artículos, uno de ellos fue utilizado como prueba de cargo en su Consejo de Guerra), también participaba con regularidad la dotación del crucero "Libertad" y el Comisario de la Flota D. Bruno Alonso.

La voladura.- (1)

El 17 de junio de 1937 pasadas las 3 de la tarde el Comisario de la Flota D. Bruno Alonso se encontraba a bordo del crucero Libertad, siendo testigo ocular de lo sucedido y que relata así:

El Jaime I después de las explosiones
“Acabábamos de llegar a nuestro camarote en el crucero Libertad cuando una explosión terrible impresionó nuestro espíritu, penetrando una ráfaga de fuego por el portillo abierto. Era la primera explosión del Jaime I que se hallaba a 200 metros de distancia. Me apresuré a salir a cubierta y desde allí, presencié la repetición de unas 40 explosiones de pólvora y proyectiles que arrojaban al aire trozos de hierro y cuerpos humanos.....”

El número aproximado de muertos fue de 300 y más de 100 los heridos, entre ellos marineros en formación de prácticas de artillería y obreros de la Constructora Naval. Gracias a que un maquinista acertó a abrir las válvulas de inundación se impidió que la multiplicación de las  explosiones alcanzara al resto de la Escuadra antes de que estos maniobraran para alejarse del acorazado.

Después de la voladura solo quedaba enterrar a las victimas, se les dio sepultura el día 18 con los debidos honores. En un principio se pensó en la posibilidad de reflotar el acorazado, llegándose a abrir suscripciones populares para recaudar fondos, al final no fue posible y se desguazó una vez terminada la guerra. De forma inmediata se procedió al cese de Valentín Fuertes,  Jefe de la Base, ninguno de los mandos del acorazado fue molestado.

Para esclarecer lo sucedido se procedió a la apertura de un sumario, el cual quedó a cargo de D. Ricardo Calderón, magistrado de la Sala Sexta del Tribunal Supremo, las pruebas periciales se encargaron al Director de la Constructora, D. Esteban Calderón. Las primeras investigaciones apuntaron que durante la mañana se estuvo extrayendo munición de las torres 1 y 4, no habiéndose operado en la número 3, lugar del accidente, al estar averiado el montacargas a consecuencia del ataque sufrido en Almería, conservándose en esa torre gran numero de proyectiles del 30,5, antiaéreos con espoleta y cartuchos de muy fácil explosión.

Dos hipótesis se contemplaron, una la del sabotaje basada en el quintacolumnismo, propiciado por las rehabilitaciones de personal, y otra la de imprudencia temeraria. En nuestros días Cerezo y Fernández Bastarreche han incluido la posibilidad del desencadenamiento fortuito, aunque sin argumentos consistentes.

En los años 90 se tuvo acceso a la documentación de las indagaciones que se encomendaron a los cuerpos de Seguridad y que recoge los testimonios de jefes y supervivientes, informes oficiales de los que se desprenden las siguientes conclusiones:

El primer dato a destacar es la diferencia de opinión entre superiores y clases sobre la consideración de lo sucedido:
 “... existe una disparidad de criterios respecto al origen por parte del personal de marinería y personal de la oficialidad, solidarizándose los primeros en la idea de que ha sido producida la explosión por una mano criminal que ha atentado contra las personas y los intereses del Estado…En contraposición a ello la oficialidad opina que ha sido una imprudencia temeraria...Unos y otros rechazan la posibilidad de una “contingencia aleatoria.”

En el sentido indicado se expresó el comandante del buque, Francisco Benavente y García de la Vega que se encontraba en Madrid cuando se produjo el percance:
 “...No sabe a que atribuir, exactamente, lo ocurrido, siendo su impresión la de que alguna imprudencia, cometida por alguien que se introdujera subrepticiamente en el pañol haya sido el origen del suceso. Descarta la teoría de la temperatura excesiva, ya que al ser tomada, sobre las 14 horas aproximadamente, se ordenó fueran puestos en marcha los termo-tanques para refrigerar los pañoles, lo cual se hizo, estando funcionando cuando ocurrió el siniestro...”. Esta última suposición es por supuesto acertada, máxime teniendo en cuenta que el compartimiento número dos, lindante con la zona afectada, resistió cuando se alcanzaron centenares de grados.

El segundo comandante, José Morales, profundizaba en la misma línea eliminando otra “eventualidad; 
“... a consecuencia del bombardeo de Almería fue rota la cubierta primera en las inmediaciones de la torre número 3, estando colocados sobre la segunda cubierta sacos terreros, los cuales se mojaban constantemente para evitar posible riesgo de incendio al trabajar en sus inmediaciones con sopletes los obreros de la Constructora, estimando imposible que alguna chispa desprendida pudiera introducirse y pegar fuego en el pañol...”

Al desecharse cualquier tipo de imprevisto, incluido el mal estado de las pólvoras, tomaban cuerpo las dos alternativas mencionadas, sabotaje o accidente. En opinión de los que sustanciaban la causa ambas gozaban de entera viabilidad alegando la atmósfera que prevalecía a bordo : 
“...por otro lado se aprecia una inobservancia casi absoluta de lo reglamentado para el estado de guerra, lo cual, da lugar a que pueda ser cometido cualquier acto de sabotaje como cualquier imprudencia, ya que al no estar custodiada debidamente una parte tan vital e importante, cual son las torres y pañoles, facilita la acción criminal o imprudente”
Sendas explicaciones se daban la mano al ser el buque frecuentado tránsito de  obreros y alumnos en prácticas, que gozaban además de una completa movilidad. Alcanzar la santabárbara no ofrecía una gran dificultad, pues aunque 
“... los pañoles, según ordenes, debían estar constantemente cerrados y las llaves en situación de permanencia en puerto en una caja destinada al efecto (...) dado a como está montado el servicio si es fácil el que alguien por el interior de la torre pueda bajar a los pañoles y maniobrar...”
El argumento de la impremeditación será interesadamente remarcado por Manuel Gómez, oficial de cargo de artillería y principal sospechoso: 
“... al ser preguntado por los comisionados de la investigación demostró una prisa grande evacuando el informe de forma precipitada, manifestando que con ocasión de tener que estar constantemente en plan de combate, cuando estaban en Almería, lo cual llevaba anejo el que durmieran, comieran e hicieran su vida dentro de las torres y pañoles los sirvientes de los mismos, casi afirma que el primer día se hacía lo reglamentado cual era no fumar en los pañoles los sirvientes de los mismos, pero que consideraba que durante días sucesivos y conforme se iba adquiriendo confianza en el lugar de la permanencia, los sirvientes de los pañoles fumaban, quizás al principio con precaución, pero al ver que no ocurría nada, es su opinión que llegaron a fumar con total tranquilidad y confianza, admitiendo la hipótesis de que el accidente fuera producido bien por estar alguno o algunos de los alumnos en prácticas en dicho buque o personal de la Constructora, fumando e indebidamente manipulando en las jarras de pólvora fácilmente, pues en los momentos actuales, debido a las circunstancias, las frisas de dichas jarras estaban aflojadas y sin esfuerzo alguno podrían abrirse...”

También se valoró la experiencia de los que allí realizaban su aprendizaje, que operaban con los sacos de pólvora, concurriendo quien indicó 
“...que dada la oscuridad de dichos pañoles, por averías en la instalación producidas en el bombardeo de Almería, encendieran alguna luz cuya llama se pusiese en contacto con alguna materia inflamable produciendo la explosión...” 
Es cierto que aquel mismo día se impartió enseñanza, pero fue en la torre número dos, sin olvidar que los aspirantes iban acompañados de profesores y especialistas.

Para la tripulación lo acontecido dejaba pocos resquicios a la duda, así se desprende de la denuncia vertida contra el precitado Manuel Gómez: 
“... es elemento de dudosa garantía y estaba vigilado, narrando un hecho sucedido al oficial de cargo cual es: que por el Alférez de navío D. Federico Vidal se le dijo al referido oficial de cargo que al hacer la descarga del material, debía descargarse primeramente la pólvora, por ser lo más peligroso y después los proyectiles, contestándole que como oficial de cargo hacia lo que estimaba más conveniente. Que sobre las doce y media, aproximadamente, del día de hechos, lo vio salir en traje de gala, saltando a tierra, ignorando las causas de dicha marcha...”
 Benavides extraerá consecuencias, culpando directamente al comandante Francisco Benavente, uno de los aprovechables : 
“...alcohólico, zaragatero y fascista. Fue este quien , en complicidad con el ramo de Artillería naval ordenó desalojar los pañoles de proyectiles con preferencia a los de pólvoras, prologo del sabotaje que ocasionó la explosión de los últimos y la destrucción del acorazado...”
Identificará igualmente al autor material: 
“... un cabo electricista de  las promociones hechas por Ángel Cervera, tipo meloso, de un catolicismo infrahumano...Actuará movido por el deseo de venganza, ya que la expeditiva Guardia Roja había acabado con la vida de su hermano". 
al parecer concluida la guerra, recibirá como premio la Laureada de San Fernando.

Las consideraciones expuestas son asumidas por el Comité Comarcal de Cartagena : 
“...No es cierto tampoco que la perdida del Acorazado Jaime I fuera como resultado de las imprecauciones de los marinos que fumaban en las cercanías de los pañoles de pólvora. Es verdad que la disciplina era débil en el Jaime I, pero su perdida se debió a un sabotaje, del cual tuvimos noticias que se preparaba e informamos de ello al Comité Central del Partido...”
Rodríguez Sierra lo conceptuará como el lógico desenlace de la política entreguista del Ministro Prieto: 

“...Hoy se sabe que la voladura fue planeada y llevada a la práctica en combinación de los elementos fascistas de la Flota protegidos de Prieto con los agentes del General Franco pasados a nuestro campo y embarcados en ella con el beneplácito de Prieto...”
Las causas del siniestro nunca fueron oficialmente esclarecidas. A la vista de lo expuesto podemos intuir las razones. Si la CNT deseaba ocultar sus censurables desatinos, el PSOE no estimará oportuno desentrañar unos sucesos que apuntaban cuando menos en una dirección tan sectaria como errónea en la política naval seguida por el titular de la cartera.

En el actual estado de la investigación histórica son limitados los riesgos planteados para establecer la certeza absoluta de lo ocurrido. En cualquier caso la mediación prietista – que en aras de una  supuesta eficacia revitalizó en Cuerpo General y destruyó las organizaciones de clase – debió ser la verdadera etiología : un sabotaje, si no realizado directamente, si propiciado al relajarse intencionadamente la disciplina por unos cuadros – con las salvedades de rigor – nada proclives a la causa republicana. ¿Qué habría sido preferible : carecer de mandos o tenerlos desafectos?


Benito Sacaluga



(1) Extractado de "Contribución al estudio de la Flota Republicana durante la Guerra civil: La voladura del acorazado Jaime I en el puerto de Cartagena." Autor: Pedro M. Egea Bruno.



jueves, 15 de agosto de 2013

CORONEL CASADO: CRONOLOGÍA Y CONSECUENCIAS DE UNA TRAICIÓN.

El quince de marzo de 1939 tropas alemanas y húngaras atraviesan la frontera de Checoeslovaquia con 200.000 soldados integrados en tres cuerpos de ejército. Desde España empieza a tomar más fuerza que nunca la esperanza de que la ayuda internacional a la República se materialice de forma rápida. La II Guerra Mundial solo tardaría seis meses en estallar y la intervención internacional en España sería inevitable. El golpe de estado que el coronel Casado lleva a cabo solo nueve días antes de la invasión de Checoeslovaquia provoca que la victoria franquista se materialice con gran rapidez. El uno de abril las tropas sublevadas toman posesión de los últimos reductos republicanos y se declara el fin de la guerra. La única oportunidad que le quedaba a España para ganar la guerra se pierde gracias a Casado y a los que le apoyaron, entre ellos todos los partidos políticos incluidos anarquistas y sindicatos obreros, el único que se mantiene fiel a la legalidad constitucional y al Gobierno es el Partido Comunista.

Ese mismo quince de marzo se publican en diarios franceses y españoles unas declaraciones del coronel Casado, aún expectante ante un cambio de opinión de Franco en sus exigencias de incondicionalidad como respuesta a sus primeras proposiciones de rendición. Una respuesta favorable de Franco a una rendición negociada que nunca llegó. Casado y los suyos no consiguieron ni la paz ni su salvación personal. Casado y los suyos lo único que hicieron fue entregarle a Franco la victoria en bandeja de plata.


Declaraciones a la prensa efectuadas por el coronel Casado el 15 de marzo de 1939


París.- Comentando la toma del poder por el Consejo Nacional de Defensa, el coronel Casado  ha manifestado a los periodistas: 

“Los militares no deben inmiscuirse en la dirección política del país cuando el Gobierno representa al pueblo, pero cuando ya no le representa sería traicionar al pueblo dejarle obrar. Cuando el presidente de la República no volvió a España todo el mundo comprendió que el Gobierno no disfrutaba ya de la legitimidad constitucional y además el Gobierno estaba totalmente desacreditado en el país. Después de la dimisión de Azaña la única autoridad en el país en estado de guerra estaba representada en los Jefes supremos del Ejército. Ahí reside la legalidad. El pueblo no quiere que haya represalias; que todos los hijos de España puedan vivir dentro de la concordia que desean todos los españoles. Naturalmente haremos todo para facilitar la evacuación de los que se estimen comprometidos. Si el enemigo no acepta condición alguna, si obedeciendo a las consignas de Berlín quiere ejercer la represión, continuaremos la guerra. Ya conocen ustedes las proposiciones del Consejo nacional para obtener una paz digna, pero el Ejército permanece dispuesto para adoptar cualquier decisión que sea necesaria. Sin embargo esperamos que lleguemos a una liquidación de la guerra”.

Interrogado acerca del movimiento sedicioso, declaró que:
"Se adoptarían medidas contra el partido y los afiliados comunistas".

Madrid.- El coronel Casado ha hecho entre otras las siguientes manifestaciones a los periodistas extranjeros:

“Nadie mejor que ustedes conocen lo sucedido en Madrid durante la semana última, un Gobierno que se desplaza por su impopularidad y un Consejo de Defensa que recoge el poder abandonado en la calle para llevar a cabo los fines expuestos en el manifiesto hecho público en el momento de su constitución. El Consejo Nacional de Defensa surgió ante la ilegitimidad y el desprestigio fuera y dentro de España del Gobierno del doctor Negrín. Una ves desaparecidos los poderes moderador y legislativo del Estado, la única autoridad legal por lo tanto, reside en aquella que el mando militar recibió por la declaración del estado de guerra”.

Preguntado por el enemigo, el coronel Casado respondió que
"...ya hace algún tiempo se aguarda y que mientras no se hayan logrado las finalidades esenciales perseguidas por el Consejo Nacional de Defensa, el ejército republicano sabrá oponerse con gallardía a cualquier intento de los invasores. Es sabido por todo el mundo que no es nuestro propósito continuar la lucha, sino logar una paz honrosa y dar así cumplimiento a los anhelos del pueblo que aspira a que no haya represalias y a mantener la integridad de la soberanía nacional, haciendo posible así la convivencia de todos los españoles  y facilitar la salida de España a todos los que lo deseen".

A otra pregunta contestó:
“Hace tiempo que los elementos comunistas preparaban el golpe que han realizado ahora, pero en tres días se preparó el contragolpe que lo ha frustrado plenamente, porque cuando el pueblo  lo quiere son muchas las posibilidades que se encuentran por parte de todos”

Terminó manifestando que 
"Los Tribunales permanentes militares habían comenzado sus actuaciones para juzgar a los que intervinieron en la fracasada intentona comunista".


Parece claro que cualquiera que lea estas declaraciones y desconozca lo realmente sucedido se formará de Casado una imagen de salvador del pueblo español y pertinaz defensor de España ante las hordas comunistas, prácticamente el mismo discurso y la misma imagen que Franco acuñó sobre su persona. 

En definitiva dos militares golpistas movidos por su "entrega" a España y a los españoles, garantes de la paz y la concordia, casi nada.

Para que la interpretación del golpe y las declaraciones de Casado sean más fáciles de valorar vamos a tener en cuenta la cronología de los acontecimientos:



17/05/1937: Negrin es nombrado Presidente del Consejo de Ministros. La campaña del Norte está en su fase media. En octubre el ejercito republicano es derrotado en este frente.

11/05/1937: El presidente de la República Manuel Azaña encarga al socialista Julián Besteiro, que iba a acudir a Londres con ocasión de la coronación del rey Jorge VI, que pida al gobierno británico la mediación en la guerra de España

21/12/1937: Se inicia la batalla de Teruel

22/02/1938: El ejército republicano es derrotado y Teruel vuelve a estar en manos franquistas

15/04/1938: Tras la victoria en el frente de Aragón las tropas franquistas llegan a Vinaroz (Castellón) dividiendo en dos la zona aún republicana.

15/03/1938; Se establecen dos corrientes en el seno republicano, representadas por las denominaciones informales de “partido de la resistencia” seguidores de las teorías de Negrín y formado por el Partido Comunista y un sector del PSOE y el “partido por la paz” encabezado por Manuel Azaña, Izquierda Republicana, Unión Republicana y una parte importante del PSOE liderada por Indalecio Prieto.

06/04/1938: En contra de Azaña, Negrín destituye a Indalecio Prieto como ministro de Defensa y le expulsa del Gobierno. Negrin asume personalmente la cartera de Defensa. En días posteriores a su toma de posesión como ministro de Defensa declara :

"Yo estoy tan seguro de mi causa, de mí, que las derrotas militares no las creo nunca decisivas. Yo me batiré en Barcelona, me batiré en Figueras. En tanto que yo luche, no seré vencido".

15/04/1938: Julian Besteiro se pone en contacto con la quinta columna de Madrid y a través de ella con el gobierno de Franco en Burgos.

24/07/1938: Se inicia la ofensiva republicana que deriva en la Batalla del Ebro.

29/07/1938:  Azaña se entrevista en secreto con el representante británico en Barcelona John Lech para que propusiera a su gobierno un plan de paz. Tanto Negrín como Franco tuvieron conocimiento  inmediato de esta entrevista "secreta". 

29/09/1938: Se firman los acuerdos de Munich entre Gran Bretaña y Francia, por un lado, y Alemania e Italia por otro, acuerdos por los cuales Checoeslovaquia es entregada a Hitler. 

02/11/1938: Inglaterra autoriza a Mussolini a intervenir formal y directamente con sus ejércitos al lado de Franco.

05/11/1938: El coronel Casado se reune en Madrid con Juan Negrín y con el general José Miaja, jefe de los Ejércitos de la región Centro-Sur y solicita que retire del Gobierno a los comunistas para después empezar conversaciones sobre una paz negociada. Negrin se niega en redondo.

15/11/1938: Julian Besteiro ante la comisión Ejecutiva del PSOE manifiesta :
"la guerra ha estado inspirada, dirigida y fomentada por los comunistas"…. "si la guerra se ganara, España sería comunista".

16/11/1938: El Ejército del Frente Popular es derrotado en la Batalla del Ebro.

23/12/1938: El ejercito sublevado inicia la campaña de Cataluña.

26/01/1939: Las tropas de Franco entran en Barcelona sin resistencia.

27/01/1939: Casado comienza a tener contactos con la quinta columna de Madrid, manifestándoles sus intenciones de derribar a Negrín.

30/01/1939: La quintacolumna de Madrid le entrega a Casado un pliego con las concesiones de Franco si la República se rinde :
...Para los jefes y oficiales que depongan voluntariamente las armas, sin ser culpables de la muerte de sus compañeros, ni responsables de otros crímenes, aparte de la gracia de la vida, la benevolencia será tanto mayor cuanto más significados y eficientes sean los servicios que en estos últimos momentos prestan a la causa de España o haya sido menor su intervención y malicia en la guerra.

Los que rinda las armas evitando sacrificios estériles y no sean reos de asesinatos y otros crímenes graves podrán obtener un salvoconducto que les pongan fuera de nuestro territorio, gozando entre tanto de plena seguridad personal...

Ni el mero servicio en el campo rojo, ni el haber militado simplemente como afiliado en campos políticos extraños al Movimiento Nacional serán motivos de responsabilidad criminal.
02/02/1939; Casado se reúne con generales Miaja, Matallana y Menéndez a los que les expone su decisión de sublevarse contra el gobierno de Negrín.

04/02/1939: Azaña inicia su huida a Francia.

05/02/1939: Franco reconsidera sus concesiones y hace entrega de una nueva misiva:
"Tenéis la guerra totalmente perdida. Es criminal toda prolongación de la resistencia. La España Nacional exige la rendición incondicional del ejército rojo"
06/02/1939: Azaña y su familia se instalan provisionalmente en Collonges-sous-Salève (Francia)

09/02/1939: Casado se reúne con el teniente coronel Cipriano Mera y le explica sus intenciones. Mera se une al golpe.

12/02/1939: Negrin recibe un telegrama del general Vicente Rojo, militar de su absoluta confianza, en el que le reprocha su política de no rendición y le presenta su dimisión como Jefe del Estado Mayor.

18/02/1939: Negrin conmina a Azaña para que regrese a España y le envía un comunicado a Francia:

El gobierno, unánime, reitera la imprescindible necesidad de que el presidente [de la República] se traslade a esta zona [Centro-Sur] por los siguientes razones:

Primera. Mientras exista un Gobierno debe estar en territorio español el Jefe del Estado, máxime en circunstancias presentes, ya que no hay ningún motivo de orden material o de seguridad que lo impida.

Segunda. La labor de Gobierno se encuentra entorpecida por la ausencia del presidente, pues hay disposiciones que sólo violentando la ley pueden darse por Orden Ministerial...

Tercera. Al país se le daría la sensación de un abandono por parte de la Suprema Magistratura de la nación...

Cuarta. En el orden internacional no pueden ocultarse los peligros de su presencia en el extranjero como son el riesgo de que se declare indeseable su estancia mientras ejerza suprema magistratura; (...) debilitación de la propia autoridad del gobierno por creerse no existe tal Gobierno mientras Jefe Estado esté fuera territorio nacional...

Quinta. Existe el peligro de un reconocimiento de Franco por ciertos países a causa de la ausencia del presidente...

Sexta. Las gestiones que realiza el Gobierno para poner fin a la situación actual se encuentran dificultadas por el mismo motivo.

Séptima. En un último término invoco al patriotismo y sentido de responsabilidad del presidente quien estoy seguro pensará conmigo que las más altas jerarquías estamos obligados en estos momentos a imponer con nuestro ejemplo la serenidad necesaria e impedir que el fin de esta contienda tenga un desenlace trágico y bochornoso.
25/02/1939: Azaña contesta a Negrin reiterándole su postura de no volver a España y afirmando que Francia y Gran Bretaña no iban a reconocer a Franco por su ausencia de España sino porque "hemos perdido la guerra".
Francia y Gran Bretaña reconocen como legítimo al Gobierno de Franco y suprimen las relaciones diplomáticas con el Gobierno de la República.

28/02/1939: Azaña dimite oficialmente como Presidente de la Republica, su sustitución se efectúa según la Constitución y la presidencia recae en el presidente de las Cortes, Diego Martínez Barrio.(En contra de lo que Casado dice, en España hay un gobierno legitimo).

02/03/1939: El mariscal Petain es nombrado embajador de Francia en Burgos.

04/03/1939: Cartagena y su Base Naval se sublevan contra el Gobierno

05/03/1939: Casado, aún con esperanzas de una paz negociada que le salve, comienza su golpe en Madrid, justificándolo ante la opinión publica como la respuesta a un supuesto complot comunista para hacerse con el poder una de cuyas "pruebas" serían los nombramientos que habría hecho el presidente Negrín de militares comunistas para que ocuparan la cúpula del Ejército Popular de la República. Estas justificaciones eran totalmente falsas según se demostró más tarde a partir de los diarios oficiales del Ministerio de Defensa del 3 y 4 de marzo de 1939 custodiados en el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores. La Flota Republicana parte de Cartagena rumbo a África en busca del exilio.

06/03/1939: Todos los partidos políticos y organizaciones del Frente Popular, excepto el Partido Comunista de España hicieron públicos en Madrid manifiestos y declaraciones en los que prestaban su apoyo al golpe, tal como habían pactado semanas antes. Asimismo quedó constituido oficialmente el Consejo Nacional de Defensa presidido por el general José Miaja aunque los dos hombres fuertes del mismo eran el propio Casado que se reservó para sí mismo la Consejería de Defensa y Julián Besteiro que ocupó la de Estado.

La Flota está camino de Africa, Negrin envía el siguiente radiograma a Buiza:

"Ministro de Defensa Nacional a jefe Flota: Dominada situación creada en Cartagena dispongan que Flota se reintegre a su base"

cuando se emite el radiograma la 206.ª Brigada Mixta ya se había apoderado del centro de Cartagena e iniciaba el ataque al Parque de Artillería y al Arsenal.  El almirante Buiza ordena el regreso a Cartagena, los casadistas con el Jefe del Estado Mayor a la cabeza se niegan y la Flota pone rumbo a Argel. Las autoridades francesas ordenan a Buiza que ponga rumbo a Bizerta en el Protectorado francés de Túnez.

07/03/1939: El PCE junto con la 8ª División organiza en Madrid la resistencia a  los casadistas dando comienzo a lo que vino en denominarse “la pequeña guerra civil de Madrid”.

La 206ª Brigada Mixta recupera Cartagena y la Base Naval.

La Flota llega a Bizerta y fondea en su bahía, donde permanece hasta que es entregada a la Armada franquista.

09/03/1939: El IV Cuerpo de Ejercito de Cipriano Mera llega a Madrid y se enfrenta con la 8ª División republicana.

11/03/1939: Las tropas leales al Gobierno son obligadas a retroceder, saliendo de Madrid por su zona norte, hacia Fuencarral y El Pardo.

12/03/1939: Se alcanza un acuerdo para poner fin a los combates en el que se garantizan la ausencia de represalias, el intercambio de prisioneros y el mantenimiento de los mandos en sus puestos. Casado no respetó este pacto y tomó numerosas represalias justificando estas atribuyendo a los militares leales al Gobierno crímenes que luego se demostró no habían cometido. Se procede al fusilamiento de Luis Barceló Jefe del I Cuerpo de Ejercito acusado de rebelión por no haberse adherido al golpe. Este mismo día Casado comunica al gobierno de Burgos a través de la quinta columna, que él mismo y el general Matallana querían acudir a la capital de la "España Nacional" para negociar los términos de la paz partiendo de las llamadas "Concesiones del Generalísmo" que los agentes franquistas le habían entregado a Casado un mes antes de que éste diera el golpe de estado.

13/03/1939: El diario casadista El Heraldo de Madrid publica :
¿cuál era el fin primordial -en apariencia al menos- del eje Roma-Berlín? Extirpar la planta comunista del suelo europeo. ¿Qué motivo han invocado Italia y Alemania para su intervención en la guerra de España? Impedir la aclimatación de esa planta en nuestra tierra. Ahora bien: la República española se ha adelantado por sí misma, sin auxilio alguno a este afán. ¿Cómo, pues, podrán, en lo sucesivo, justificar las potencias totalitarias en [sic] una lucha que a nosotros solamente afecta? No leguemos a los que han de suceder a la nuestra, tan atormentada, el solo recuerdo de nuestra gran tragedia. Pongamos a ésta el epílogo de una paz española...

16/03/1939: Petain establece en San Sebastian la sede de la embajada francesa.

18/03/1939: Besteiro se dirige por radio a los españoles en los siguientes términos:

Julian Besteiro


....la necesidad de sofocar el pasado levantamiento comunista y los cuidados conducentes a prevenir la repetición de semejantes contingencias no ha hecho olvidar un momento al Consejo Nacional de Defensa, lo que constituye su misión y la verdadera razón de su existencia. (...) Es además nuestro deseo tener a la opinión debidamente informada del proceso de nuestra actuación para el logro de esa anhelada finalidad. En prueba de ello queremos poner en vuestro conocimiento los términos exactos de la comunicación que el Consejo de Defensa dirige al Gobierno Nacionalista (...) ese comunicado dice así: "Consejo Nacional de Defensa a Gobierno Nacionalista.- Ha llegado el momento de que este Consejo Nacional de Defensa se dedique por completo a su misión fundamental y, en consecuencia, se dirige a ese Gobierno para hacerle presente que estamos dispuestos a llevar a efecto negociaciones que nos aseguren una paz honrosa y que al mismo tiempo puedan evitar estériles efusiones de sangre. Esperamos su decisión"

19/03/1939: Franco contesta a Casado enviando una nota en la que decía que no estaba dispuesto a que acudieran a Burgos los mandos superiores enemigos  y además le recordaba a Casado que "sólo aceptaba la rendición sin condiciones".

25/03/1939

26/03/1939: Después de varias reuniones, conversaciones, intercambio de propuestas, etc… Franco desecha las negociaciones y como "contestación final" a Casado decide iniciar la ofensiva definitiva en todos los frentes.

28/03/1939: Madrid se rinde.

29/03/1939: Caen Valencia y Alicante.

31/03/1939: Caen Murcia y Cartagena.

01/04/1939: Fin de la guerra.

A partir de aquí cada uno puede sacar sus propias conclusiones sobre lo que significó el golpe de Casado, (el segundo en tres años llevado a cabo por los militares contra la República) lo que es cierto y probado es que el golpe acabó con las últimas esperanzas de ganar la guerra y que la represión franquista se llevó a cabo sin restricciones, nada de paz y concordia, nada de paz honrosa.

A continuación dejo unas breves notas publicadas por los historiadores Angel Viñas y Fernando Hernandez sobre el golpe de Casado :

"Las razones de la insurrección casadista están claras. Ante todo, la creencia de que al ofrecer en almoneda la cabeza de Negrín y el poder comunista a Franco, éste podría mostrar condescendencia. Pero hubiese bastado con leer aquel monumento a la monstruosidad jurídica que fue la Ley de Responsabilidades Políticas... para darse cuenta de qué forma se manifestaría la proverbial "magnimidad" del Caudillo. Ni siquiera avezados luchadores como los libertarios [que se aliaron con Casado] alcanzaron a comprender que lo que se les venía encima no tenía paralelo con lo que ellos, y la izquierda en general, habían experimentado en etapas anteriores"

"En cualquier caso es sobre Casado, y no Negrín, en quien debe caer la responsabilidad histórica de haber inducido la desintegración de la resistencia republicana de forma tal que dejó estancados a millares y millares de combatientes. Cómo se hubiera configurado su evacuación de haberse podido avanzar en los planes negrinistas será siempre especulativo. No cabe duda, sin embargo, de que la realidad fue la más amarga y desastrosa posible y la mejor que Franco jamás hubiera podido desear".

En definitiva y en mi modesta y simple opinión lo que llevaron a cabo Casado y sus seguidores fue una traición a la República basada en demonizar a los comunistas, gran objetivo de Franco, para conseguir una solución a sus situaciones personales una vez que veían la guerra perdida.

El Ejército del Frente Popular aún contaba con más de 200.000 hombres, aviación, artillería y la Flota prácticamente intacta. Los nazis invadieron Polonia el uno de septiembre de 1939, el 3 de septiembre, el Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá. Es lógico pensar que si la guerra en España se hubiera prolongado seis meses más los aliados europeos habrían intervenido de forma decisiva contra Franco, no ya para defender a la República Española sino para defender a Europa de la invasión nazi, del fascismo, labor esta en la que España era pionera desde 1936.

Según todo lo anterior parece lícito reconocer que el Partido Comunista de España, junto con una pequeña facción de PSOE, se quedaron solos en la defensa de España contra el fascismo. Según se ha podido comprobar posteriormente a través de documentos desclasificados no existía ningún plan o proyecto de Stalin para sovietizar España, tal como afirmaban los seguidores de Casado y especialmente el PSOE a través de Besteiro. Tampoco conviene olvidar que fue Rusia el único país que a nivel estatal prestó de forma continuada ayuda material a la República.(1)

LOS FINALES

  • Manuel Azaña falleció en Montauban ( Francia) el tres de noviembre de 1940. En diciembre de 1939 Franco le aplicó su Ley de Responsabilidades Políticas procediéndose al embargo de todos sus bienes (incautados por Falange Española, previamente) y una multa de cien millones de pesetas.
  • Segismundo Casado se exilió a Marsella, residió luego en Gran Bretaña, Venezuela y Colombia. En 1961 regresa a España donde es sometido a Consejo de Guerra y absuelto. Fallece en Madrid en 1968.
  • Julian Besteiro permaneció en España, es sometido a Consejo de Guerra y condenado a 30 años de prisión. En 1940 muere en la prisión de Carmona (Sevilla).
  • Juan Negrín se exilia a Francia, de allí pasa a Londres, luego a Méjico. Regresa al Reino Unido y posteriormente pasa a residir en Paris donde fallece en 1956 con 64 años. En 1946 fue expulsado de PSOE. En el año 2008 es rehabilitado por el PSOE en su 37º Congreso Federal Socialista, Alfonso Guerra calificó la devolución póstuma del carnet del partido a Negrin como:
"Un acto de reparación de una injusticia. El PSOE se equivocó".
 Según el historiador Angel Viñas:
"pocos son los políticos republicanos que hayan sido tan vilipendiados, injuriados, difamados, ennegrecidos y distorsionados como Juan Negrín"




(1) Al hilo de la ayuda rusa mucho se ha hablado de su elevado coste económico, pero nada o muy poco se ha dicho sobre el coste de la ayuda que Franco recibió de Alemania e Italia, una ayuda que acabada la guerra representaba una cantidad desorbitante. A Italia hubo que pagarle más de 7.000 millones de liras... y se estuvo pagando hasta 1967. Hitler fue mas exigente y ya en 1938 instaló en España 17 compañías mineras principalmente en Galicia, cuya explotación, mayoritariamente de wolframio, disfrutaba en exclusiva sin tener que pagar ni un solo marco por el material que extraía con mano de obra de presos republicanos, el valor del material se consideraba como pago de la deuda. Un wolframio que era destinado a sus industrias militares.

Hasta tal punto era demandado el wolframio (segundo material más duro después del diamante y con el punto de fusión más alto de todos los metales conocidos 3.400 ºC) por las industrias de guerra, aviación, maquinaria pesada y de iluminación que su precio pasó de 7.000 pesetas la tonelada en 1941 hasta las 335.000 pesetas en 1944, un material que era vital para los nazis tal y como lo aseguró en 1943 el embajador alemán en España :
“El wolframio es para nosotros prácticamente lo que la sangre para el hombre”. 
Además y entre otras concesiones de Franco, Alemania utilizaba España como ruta de comercio desde Latinoamerica de diamantes industriales y otras materias primas.  Un informe gubernamental que se preparó para Franco decía: "Los alemanes consideran a España como una colonia suya". Terminada la II Guerra Mundial Franco aprovechó para dar unilateralmente por saldada la deuda con Hitler.


Fuentes: Cartagena Nueva, Angel Viñas, Michael Alpert, Julio Arostegui, Wikipedia