Cartel de Arturo Ballester (1) |
El 22 de febrero de 1937 sale a la luz el primer número de la revista semanal “La Armada”, una iniciativa del Comisario General de la Flota, D.Bruno Alonso. En esa misma fecha se inaugura en Cartagena el Hogar del Marino, un centro de reunión para los marinos francos de servicio.
En su número 43, de fecha 18 de diciembre de 1937, se incluye en primera página un texto del Jefe de la Flota Republicana, el CC D.Luis Gonzalez de Ubieta. En dicho texto se pone de manifiesto el talante republicano de D. Luis, lejos de ordenar y eliminar derechos solicita colaboración y sacrificio... y da ejemplo. El artículo lleva por título “Nuestro ejemplo ante todo” y dice así:
En todas partes ocurren diariamente una serie de incidentes, que la prensa local suele recoger en unas secciones especiales. No valdría la pena comentar estos, sino fuera porque en ocasiones toma parte en ellos personal de la Armada y ocurren en poblaciones lo suficientemente alejadas de Cartagena para que a este personal, si pertenece a buques que estén en ese puerto, le sea imposible regresar a tiempo, caso de una salida al mar imprevista.
Es indudable que las dotaciones de la Flota, al igual que los que luchan en tierra y en el aire, son dignas de las máximas consideraciones por parte de todos. Mucho más, desde luego, que la innumerable cantidad de emboscados que viven en la retaguardia gozando de todo, criticándolo todo y esperando que la guerra se la ganen otros para seguir disfrutando a perpetuidad de la situación que, con gran laboriosidad y constancia se han preparado, mientras los otros luchaban.
Pero para que estos derechos, para que esta satisfacción interior, sean justos, para que a nadie le remuerda la conciencia el día de mañana y también para la debida igualdad entre todos los tripulantes de la Flota, se impone, por razones morales, ya que no para evitarse el perder el buque a la salida a la mar, caso desgraciadamente frecuente, dormir a bordo.
Parece lógico que pernocten en sus casas solamente los francos de la localidad, siempre que no pierdan su calidad de tales, por irse a vivir a sitios más alejados, para librarse de los bombardeos. Es cierto que la inmensa mayoría lo hacen para evitar a sus familiares—mujeres y niños—peligros innecesarios, cosa perfectamente legitima; pero como dicen que en este mundo no basta con ser bueno, sino que hay que parecerlo, vamos a parecerlo durmiendo todos a bordo, y corriendo los mismos peligros.
De lo contrario, nadie podrá evitar que lo confundan con esos pobres de espíritu que, con tal de seguir viviendo, se pasan las horas en los refugios, sin preocuparles que la vida que les espere sea un cúmulo de miserias y vejaciones.
LUIS G. D E UBIETA
Jefe de la Flota Republicana
Benito Sacaluga
(1) Arturo Ballester 1892-1981. Nació en Valencia y estudió en la Escuela de Artes y Oficios, al comenzar la guerra se dedicó casi al completo al diseño de carteles propagandísticos para la República sobre todo con destino a la CNT-FAI, (Imagen superior y referencia: solerdos.blogspot.com.es/