Dos pequeños pesqueros vascos protagonizan esta historia. Trece marinos, dos oficiales del ejército vasco y un polizón cruzan el Atlántico en busca de la libertad que el recién instaurado régimen franquista les negaba en España. Parten hacia el exilio. Transcribo a continuación un resumen de las vicisitudes de esta travesía de 34 días, publicadas por Sebastian Cabot en Webmar .
EL “BIGARRENA” Y EL “DONIBANE”
El domingo 6 de agosto de 1939 dos pequeños pesqueros, “Donibane” y “Bigarrena”, salen de la barra del rió Adour a las seis y media de la tarde, del muelle Des Allées Marines del puerto de Bayona.
Son dos pequeñas embarcaciones con casco de madera, cuadernas metálicas y provistas de motor Diesel de 50 HP. Sus características: eslora 14 metros; manga 3,50 metros y un metro de calado.
Tripulación del “DONIBANE”
- Pedro Ruiz de Loizaga, capitán. (1)
- León Aguirregomezcorta.
- Mosé Bedialauneta.
- Pedro de Bernedo.
- Silvestre de Isasti.
- Francisco Valdivieso.
- Fernando de Echegoyen y
- Ramón Coscorrotza.
Tripulación del “BIGARRENA”
- José María de Burgaña, capitán. (2)
- Antonio López Altonaga.
- Emilio de la Hoz.
- Cosme de Goitiz.
- José de Zabaleta,
- Ricardo de Azpirichaga y
- Joseba de Arriandiaga
Todos ellos marinos excepto Azpiritxaga y Echegoyen, oficiales del ejercito vasco hechos prisioneros y canjeados.
Este es un pequeño resumen del diario de navegación:
6 de agosto de 1939
Aprovisionados y listos los dos pesqueros saliendo a las 18,00 por la ría con bandera francesa. Al pasar frente a Brise Lames izamos la bandera venezolana al tope del trinquete y la de Euzkadi a proa, saliendo así por la barra del Adour a las 18.60 horas.
A bordo del “Bigarrena”, cuando ya estábamos en el mar, ha surgido de la bodega un individuo, que ha debido de estar oculto después de embarcar sin nuestro conocimiento en los momentos de confusión de la despedida. Dice llamarse Miguel Marina Barrero, natural de Bilbao, de 24 años. Al no haber modo de desembarcarle, continúa viaje con nosotros.
El 16 de agosto en Dakar
A las siete de la mañana, hora local, recibimos la visita de las autoridades marítimas y sanitarias, mostrándoles la patente de sanidad y demás documentación que obraban en nuestro poder. Expuesto a las autoridades el objeto de nuestra escala en el puerto, de aprovisionarnos al completo de agua, víveres y combustible.
Viernes 1 de septiembre de 1939. Singladura 11.
Dakar-Venezuela.
Por las estaciones alemanas, en sus emisiones radiadas para Centro y Sudamérica, nos enteramos que el ejército alemán, habiéndose recibido orden de oponerse a las “violencia polacas”, había comenzado a actuar encontrándose ya las fuerzas bastantes adentradas en territorio polaco. Poco después recibimos por vez primera la radio de La Habana y de ella escuchamos la confirmación del comienzo de la guerra polaco-alemana.
Lunes 4 de septiembre de 1939.
Con la emoción que es de suponer, captamos de madrugada la noticia de declaración de guerra a Alemania por parte de Inglaterra y Francia. Pescamos albacoras de 4 a 5 kgs.
Martes 5 de septiembre de 1939. Singladura 15.
José María Burgaña Capitán del "Bigarrena" |
Navegamos con viento duro, racheado del ENE y maretón del mismo. Al amanecer arrecian los chubascos acompañados de fuerte viento…Una de las rachas toma la vela del revés y la abate, rompiendo el palo; conseguimos repararlo provisionalmente como para sostener la vela.
Por la tarde cerrados en agua bajo chubascos continuos. Pescamos dos albacoras de 60 y 100 kilogramos de peso. Hacia el anochecer cede el viento y comienza el cielo a despejar. En uno de los claros avistamos los montes de Tobago por la amura de estribor.
A las 18.30, poco antes de cerrar la noche, aparece, por la amura de babor un barco petrolero que navega sin luces rumbo al E. Nosotros encendemos las nuestras reglamentarias y a poco comienza el referido barco a maniobrar de manera extraña; parece que nos teme y trata de alejarse poniendo proa al Sur, dándonos más tarde popa y huyendo hacia el SW perdiéndose en la noche con todas las luces apagadas.
Miércoles 6 de septiembre de 1939. Singladura 16.
A las 07.00 horas, ante las bocas del Dragou, gobernamos al S75W con objeto de aterrar y seguir luego la costa Norte de la península de Paria. Hacia las 17.00 horas comunicamos con un velero que resulta ser guardacostas venezolano. Nos ofrecen víveres, que no necesitamos, y a nuestra vez le entregamos la albacora de 60 kilogramos pescada la víspera. A las 18.30 fondeamos sin novedad en la bahía de Río Caribe (Estado Sucre. Venezuela), en la que entramos portando pabellón vasco. Admitidos a libre plática, saltamos los dos capitanes a tierra y redactamos un telegrama dirigido a Caracas dando cuenta de que entraremos en La Guaira, el viernes 8 al mediodía. A las 22.45 horas levamos anclas y salimos a la mar. Tiempo encalmado y mar llana.
Jueves 7 de septiembre de 1939. Singladura 17.
Tiempo encalmado y mar llana a 04.15 horas demora el morro de Chacopata al S/v a 1 ½ millas. Pasamos por el canal comprendido entre la isla Coche y los islotes de la banda de tierra. A las 07.55 doblamos la punta Araya a ½ millas y a las 10.05, portando el pabellón vasco, atracamos en Cumana, siendo admitidos a libre plática. En Cumana nos aprovisionamos de agua y a las 12.05 largamos amarras saliendo para La Guaira. Izamos velas para aprovechar la brisa favorable que ha entablado y gobernamos al N85Wv en demanda de quedar libres de la punta Codera. Arriamos aparejos y sacamos una docena de doradas de 2 a 3 kilos.
Viernes 8 de septiembre de 1939. Singladura 18.
Amanece con viento en calma y mar llana; vamos corriendo la costa a poca distancia y a máquina moderada, para no adelantarnos a la hora prevista de llegada. A 11.45 doblamos la boya de entrada del puerto de La Guaira (Estado Vargas. Venezuela), portando ambos barcos pabellón vasco a popa. A 12.00 fondeamos en lugar designado por el práctico, siendo poco más tarde admitidos a libre plática y dando con ello feliz término a la singladura y al viaje.
Como nota pintoresca de esta última parte de la travesía, al igual que nos ocurrió con el petrolero, que al vernos realizó una extraña maniobra alejándose de nosotros, nos sucedió lo mismo con algunos otros barcos. Son conocidas las precauciones adoptadas por todos los mercantes, especialmente ingleses y franceses, con motivo de la declaración de la guerra con Alemania. Nuestras pequeñas embarcaciones en el horizonte, daban la impresión del lomo de los submarinos y esta semejanza es la que determinó que los barcos señalados al vernos tomaran rumbo contrario a la dirección que seguían.
En Venezuela hemos sido cordialmente recibidos. Se ha constituido una sociedad con el título de “Pesquerías Vascas del Caribe” de la que es presidente el antiguo empleado del Banco de Vizcaya y alto funcionario de Hacienda del Gobierno Vasco, D. Juan de Olazabal, e inmediatamente las dos pequeñas lanchas de seis toneladas, se dedican activamente a la pesca, mientras se estudian otros proyectos de mayor envergadura.
***************
(1) PEDRO RUIZ DE LOIZAGA URIGOITIA (Guernica, 1906- Bilbao,1992)
Capitán de la Marina Mercante. Al estallar la guerra estaba embarcado en un pesquero. En diciembre de 1936 fue nombrado capitán del bou armado "Iparreko-Izarra" con el que realizó servicios de vigilancia costera y alguno de protección a mercantes.
Tras la caída de Bilbao pasó a Santoña y luego a Santander, una vez incorporado el buque a las Fuerzas Navales del Cantábrico. Al perderse Santander marchó a Gijón, de donde salió en septiembre rumbo a Le Verdon. Regresó a la zona republicana e ingresó en Carabineros de Mar como capitán. Se le dio el mando del motovelero "Margarita Taberner" que hacía el enlace entre Levante y Cataluña.
Al acabar la guerra se refugió en Francia. Junto con el capitán Burgaña marchó a Venezuela en dos pequeños pesqueros "Donibane" y "Bigarrena", con otros marinos vascos y continuó allí trabajando en el mar, hasta su vuelta a España.
(2) JOSÉ MARIA BURGAÑA BELAUSTEGI (Motrico, 1905- Caracas,1987)
Capitán de la Marina Mercante. La guerra le sorprendió en aguas de Irlanda al mando de las parejas "Domayo" y "Mourisca", con las que luego organizaría el núcleo de los Servicios Marítimos de las Milicias Vascas.
En octubre entró en la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi como secretario de la Jefatura y en febrero pasó a ser delegado de Marina en Portugalete, encargándose de organizar las labores de rastreo de minas. Sus cuatro hermanos, Luís, Cesáreo, Ignacio e Hilario, sirvieron con él en la Marina vasca.
Al caer Bilbao se refugió en Francia y de allí marchó en 1939 a Venezuela al frente de dos pequeños pesqueros construidos en Bayona, "Donibane" y "Bigarrena", tripulados por personal de la antigua marina de Euzkadi.
En Venezuela se afincó definitivamente y trabajó como marino y profesor de náutica. Fue además colaborador de varias publicaciones. Dejó escrito un curioso libro, El Vasco, Pueblo Singular (Editorial Sucre, Caracas, 1978). Falleció en Caracas en 1987.
Capitán de la Marina Mercante. Al estallar la guerra estaba embarcado en un pesquero. En diciembre de 1936 fue nombrado capitán del bou armado "Iparreko-Izarra" con el que realizó servicios de vigilancia costera y alguno de protección a mercantes.
Tras la caída de Bilbao pasó a Santoña y luego a Santander, una vez incorporado el buque a las Fuerzas Navales del Cantábrico. Al perderse Santander marchó a Gijón, de donde salió en septiembre rumbo a Le Verdon. Regresó a la zona republicana e ingresó en Carabineros de Mar como capitán. Se le dio el mando del motovelero "Margarita Taberner" que hacía el enlace entre Levante y Cataluña.
Al acabar la guerra se refugió en Francia. Junto con el capitán Burgaña marchó a Venezuela en dos pequeños pesqueros "Donibane" y "Bigarrena", con otros marinos vascos y continuó allí trabajando en el mar, hasta su vuelta a España.
(2) JOSÉ MARIA BURGAÑA BELAUSTEGI (Motrico, 1905- Caracas,1987)
Capitán de la Marina Mercante. La guerra le sorprendió en aguas de Irlanda al mando de las parejas "Domayo" y "Mourisca", con las que luego organizaría el núcleo de los Servicios Marítimos de las Milicias Vascas.
En octubre entró en la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi como secretario de la Jefatura y en febrero pasó a ser delegado de Marina en Portugalete, encargándose de organizar las labores de rastreo de minas. Sus cuatro hermanos, Luís, Cesáreo, Ignacio e Hilario, sirvieron con él en la Marina vasca.
Al caer Bilbao se refugió en Francia y de allí marchó en 1939 a Venezuela al frente de dos pequeños pesqueros construidos en Bayona, "Donibane" y "Bigarrena", tripulados por personal de la antigua marina de Euzkadi.
En Venezuela se afincó definitivamente y trabajó como marino y profesor de náutica. Fue además colaborador de varias publicaciones. Dejó escrito un curioso libro, El Vasco, Pueblo Singular (Editorial Sucre, Caracas, 1978). Falleció en Caracas en 1987.