lunes, 13 de diciembre de 2021

MARINOS REPUBLICANOS EN LA UNIÓN MILITAR REPUBLICANA ANTIFASCISTA (UMRA)


Ante la actividad de Unión Militar Española (UME), una parte de los militares españoles que se oponen a sus postulados y objetivos fundan en 1934 la Unión Militar Republicana Antifascista (UMRA), una asociación clandestina impulsada por el coronel Eleuterio Díaz-Tendero Merchán, cuyos objetivos no eran otros que defender la República como forma de Estado y contrarrestar en el seno del ejército la influencia de la derecha más reaccionaria y conservadora que representaba la UME.



Eleuterio Díaz-Tendero Merchán

Las elecciones generales de noviembre de 1933 habían dado el triunfo al Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, que forma Gobierno con el apoyo en el Congreso de la derecha católica de la CEDA de Gil Robles y el Partido Agrario. Más tarde, en octubre de 1934 la CEDA entra a formar parte activa en el seno del Gobierno, oscureciendo aún más lo que se dio en llamar "Bienio Negro" (Noviembre 1933- Febrero 1936).

En diciembre de 1933 se crea Unión Militar Española (UME), la impulsan grupos de militares descontentos con la reformas militares de Azaña, y, sin el menor reparo, defensores del fracasado Golpe de Estado del General Sanjurjo (1932). Es más, desde sus filas llegaba a acusarse a cierta parte del Ejército de ser antiespañol. Ya se podía leer en sus proclamas alusiones explicitas en contra de la masonería, el comunismo, la anti-patria, la ruina de la familia cristiana, los nacionalismos regionales, etc. En alusión a la sofocada revolución de octubre de 1934 llegaron a manifestar: 

"¡Ya veis españoles, como no se fusila a ningún culpable auténtico de crimen contra la Patria! Ni a Pérez Farrás, ni a Largo, ni a Prieto, ni a Azaña..."

En octubre de 1935, como parte del  memorando secreto entregado a Mussolini por el líder de Renovación Española, Antonio Goicoechea, en la reunión que mantuvieron en Roma el 11 de octubre de 1935, y en cuya redacción había intervenido la UME, se puede leer:

"La U.M.E. acepta el statu quo presente y toda posible evolución hacia la derecha, pero con la consigna de intervenir violentamente en el momento en que la política oscile hacia la izquierda facilitando la participación en el poder de algunos de los partidos coaligados en la revolución de Octubre"

Para que seguir, solo añadir que la UME participó activamente en el Golpe de Estado de julio de 1936 y que todos su afiliados combatieron gustosos en las filas franquistas durante la Guerra de España.

Desde la UMRA, el teniente coronel de Ingenieros Ernesto Carratalá Cernuda, redactó un Manifiesto: 

"A todos los compañeros antifascistas, sin distinción de ideas políticas", basándose en que "Cada militar, cualquiera que sea el partido al que pertenezca, debe trabajar en el seno de una organización militar, como defensor de la República en peligro, contra el fascismo amenazante".

Como resultado se consiguió la inclusión de la Unión Militar Antifascista, de iniciativa comunista y la Unión Militar Republicana, de iniciativa socialista, dentro de la UMRA.

Tras el triunfo en las urnas del Frente Popular (febrero de 1936), al menos dos miembros de UMRA fueron asesinados a manos de pistoleros ultraderechistas; el primero fue el capitán de Ingenieros Carlos Faraudo, asesinado el 8 de mayo de 1936 en plena calle, a causa de un disparo por la espalda, se dirigía a su domicilio en compañía de su mujer. Su nombre aparecía en una lista, supuestamente confeccionada por la UME, de militares republicanos socialistas que debían ser asesinados. El otro fue el teniente José del Castillo Sáenz de Tejada, también figuraba en la lista citada; el 12 de julio de 1936, mientras caminaba hacia su puesto en el cuartel, cuatro pistoleros de extrema derecha le disparan causando su muerte. En los dos casos se sospechó que los autores de los asesinatos pudieron ser miembros de la UME. Seis días después del asesinato de José del Castillo daba comienzo la Guerra de España.


Carlos Faraudo


José del Castillo


Ni que decir tiene que todos los miembros de la UMRA se mantuvieron en julio de 1936 leales a la República, combatiendo entusiastamente contra los sublevados. Como suele ser habitual, podemos encontrar en archivos y publicaciones los nombres de algunos de los miembros de la UMRA, pero no es así si nos centramos en suboficiales y clases subalternas. Los datos de los que pertenecieron a esta Asociación son muy escasos, es más, uno de sus cofundadores, el coronel Eleuterio Díaz-Tendero Merchán, desde su exilio en Toulouse tras la caída de Cataluña, se aseguró de destruir el fichero de la UMRA. Finalmente Díaz-Tendero, acabó sus días en un horno crematorio del Campo de Exterminio de Dachau (Baviera), fue el 13 de febrero de 1945, unas semanas antes de la liberación del campo por las fuerzas aliadas.

Por supuesto no faltaron miembros de la UMRA en la Armada leal, algunos de ellos citados ya en este Blog por su participación en la guerra. La historiadora Victoria Fernández Díaz, recoge en su Tesis Doctoral, "Aproximación al exilio republicano a través del exilio de los marinos de la Armada tras la guerra de España" (2021), los nombres de algunos de los marinos leales a la República pertenecientes a la UMRA.


(1) Exilio en Francia. Maquis en Francia y España, Grupos Urbanos Madrid. Condena a muerte condonada por cadena perpetua.

(2) Exilio en Francia. Maquis. Mauthausen. Superviviente. Falleció en Francia

(3) Exilio en Francia. Maquis. Fallece en Casablanca en 1948

Han pasado ya casi 88 años desde que un grupo de militares fundasen la Asociación Militar Republicana Antifascista, el resultado de la guerra y la dictadura acabó con los nobles objetivos que pretendían. En las postrimerías del Franquismo (1974) vio la luz otra asociación clandestina de militares, la Unión Militar Democrática (UMD) claramente antifranquista y dispuesta a llevar al seno de las Fuerzas Armadas una serie de reformas dirigidas a la democratización de las mismas. 

En el verano de 1975, meses antes de la muerte del dictador, se calcula que los militares identificados con la UMD podrían ascender a unos 300/400, además de otro tantos colaboradores. Cifras aproximadas ya que, por razones obvias, muchos de los comprometidos mantenían el anonimato por miedo a las represalias, un temor que siguió existiendo aún después de la muerte de Franco. En ese mismo verano se llevó a cabo la detención de varios de los líderes de la UMD, nueve de ellos fueron juzgados (8/3/1976) en los cuarteles de Hoyo de Manzanares (Madrid), fueron condenados a un total de 43 años de cárcel y, en el caso de siete de ellos, a la pena accesoria de expulsión del Ejército. En los días siguientes al juicio siguieron los registros y detenciones en diversas provincias con el objeto de paralizar y amedrentar a los militares comprometidos y a los que hubieran tenido la tentación de comprometerse. Dos años más tarde, en junio de 1977 la UME se auto-disuelve en base a que la recién estrenada democracia haría realidad sus objetivos.  Está claro que no fue así. 

Con la subida al trono de España de Juan Carlos I fueron amnistiados y en 1987 se autorizó su reingreso en las Fuerzas Armadas, tres de ellos en la escala activa y los otros seis en la reserva transitoria, pero el reconocimiento de su aportación a la llegada de la democracia tardó mucho en producirse. Tuvo lugar en 2009, 22 años después, mediante una declaración institucional, publicada en el Boletín Oficial del Estado (293/05/12/2009) y en el Boletín Oficial de la Defensa, en la que se reconocía esta participación y se hacía referencia a la persecución de que fueron objeto jefes, oficiales y suboficiales de la UMD, de forma judicial y extrajudicial.

Es de justicia poner de manifiesto que los sacrificios personales y profesionales asumidos por los militares de la Unión Militar Democrática (UMD), que arriesgaron su carrera y promoción profesional e incluso su libertad personal, son prueba manifiesta de su patriotismo, su alta conciencia democrática y su inquietud por contribuir a mejorar las Fuerzas Armadas, en el marco de la convivencia entre todos los españoles. El compromiso de los miembros de la UMD contribuyó a hacer visible la voluntad de un número significativo de oficiales de las Fuerzas Armadas que propiciaron y apoyaron la transición a un régimen democrático y constitucional.

Hoy en día, a finales de 2021, la democracia aún no ha llegado plenamente a nuestras Fuerzas Armadas, tampoco se ha conseguido desterrar de ellas un franquismo más que latente y alentado por la extrema derecha política. El reconocimiento debido hacia los militares que permanecieron leales a la República durante la Guerra de España ha sido olvidado por todos los Gobiernos habidos en España desde el fin de la dictadura y hasta nuestro días, y ello a pesar de lo establecido en la Ley 52/2007. 

Al igual que vieron la luz la UMRA y la UME, y prácticamente por los mismos motivos, hoy en día la  Asociación por la Memoria Militar Democrática (AMMD), nacida en 2018, toma el relevo, una asociación por ellos mismos definida como:

Un movimiento de militares demócratas, antifranquistas y antifascistas, que surge del Manifiesto contra el franquismo en las Fuerzas Armadas y tiene como objetivo erradicar las ideologías de carácter totalitario y antidemocrático de entre los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil.

Entre sus objetivos destaca la defensa de la dignidad de las víctimas del fascismo, la recuperación de la memoria y el reconocimiento de aquellas personas, especialmente miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, que se opusieron a la sublevación militar contra el gobierno legítimo y legal de la II República.

 



Los objetivos de la AMMD son ambiciosos a la vez que necesarios, en su web se puede acceder a todos ellos. Entre estos objetivos: expulsar a los franquistas de las Fuerzas Armadas, eliminar los símbolos franquistas de todas las instalaciones militares y, como no, dignificar la Memoria de todos aquellos militares que se mantuvieron leales al Gobierno de la II República y la de aquellos que fueron represaliados por la dictadura. 

Desde aquí, les deseo el mayor de los éxitos, todos los demócratas lo necesitamos. Estemos atentos a sus mensajes.


Benito Sacaluga.


jueves, 9 de diciembre de 2021

MOTONAVE "VILLA DE MADRID"

 

Perteneciente a la Cia. Trasmediterránea, Un buque mixto de pasaje-carga,  construido por Frd. Krupp Germania wf. A.G. Kiel (Alemania), comienza a prestar servicio en enero de 1932. Tenía un desplazamiento a plena carga de 9.161 Tons. 127,64 m de eslora total, manga máxima 17,05 m, puntal 8,11 m. calado 6,30m. Disponía de 2 motores Diesel Krupp, de 4 tiempos, simple efecto, 9 cilindros de 600 mm de diámetro y 1.050 mm de carrera, con inyección neumática y uno de los cilindros actuando de compresor, fabricados por Frd. Krupp Germania wf. A.G. Los tanques de gas-oil tenían capacidad para 724 Tons,



El día 30 de enero de 1932 emprendió su viaje inaugural desde Barcelona con destino a Cádiz y Canarias, alternando en la expedición semanal desde Barcelona al archipiélago canario con el buque "Ciudad de Sevilla"

El día 17 de julio de 1936, el buque "Villa de Madrid", al mando del capitán Francisco Mugartegui, zarpó del puerto de Santa Cruz de Tenerife, con destino a Las Palmas de Gran Canaria, Cádiz y Barcelona. Su capitán recibió el siguiente comunicado de la Compañía:

"Absténgase de hacer escala en Cádiz, Ceuta, Melilla y puertos del Protectorado, continuando viaje a Barcelona".

En cumplimiento de esta orden, arribó al puerto de Barcelona a las 14 horas del día 23 de julio, quedando en zona republicana. fue confiscado y puesto a disposición de las autoridades. Sirvió de enlace rápido con Marsella, conduciendo contingentes de voluntarios de las Brigadas Internacionales y material de guerra para la República. En su permanencia en el puerto de Barcelona, fue usado como buque-prisión.

A principios de 1939, Barcelona sufría constantes bombardeos por parte de la aviación facciosa, especialmente la zona del puerto. El “Villa de Madrid” se encontraba atracado por el costado de babor en el muelle de España, y con la proa apuntando al interior de la Dársena del Comercio (Paramento Este), cuando en uno de esos ataques aéreos recibió varios impactos de bombas sobre su cubierta, destrozando las dos bodegas de proa y una de popa. También en su costado exterior recibió metralla que le ocasionó varias vías de agua. Poco a poco, fue escorando a estribor a causa de la entrada de agua hasta clavarse en el fango a diez metros de profundidad. 



Acabada la guerra fue reflotado y reparado, los trabajos corrieron a cargo de la Comisión de la Armada para Salvamento de Buques, en su publicación sobre la actividad desarrollada, nos resume lo llevado a cabo para la recuperación del "Villa de Madrid"

(1) "Mientras el pantoque de estribor estaba clavado en el fango, a 10 metros de profundidad bajo la superficie, el de babor quedaba fuera del agua, ejerciendo enorme presión contra el paramento del muelle. La escora del buque hacía imposible andar por la cubierta. Era necesario descolgarse a lo largo de cabos, por lo que la preparación del salvamento fue muy pesada.

Se empleo por primera vez en este trabajo el montaje de bombas en bateas flotantes, que se introducían por las escotillas. La gran ventaja de esta instalación quedó patente. En un buque de tanto puntal, es necesario enmendar varias veces las bombas para que lleguen a achicar hasta el fondo, y por otra parte, al irse adrizando el casco, y cambiar de inclinación, hay que modificar también la posición de las bombas para que trabajen siempre en buenas condiciones de engrase. Estos cambios de ubicación son extraordinariamente pesados y alargan notablemente el salvamento. Con bateas flotantes, la bomba queda siempre a la misma distancia del agua y no se inclina con el buque.

Se evitó que el buque diera la vuelta, amarrándolo a bloques previamente construidos en el muelle. Los ramales de cable de sujeción, equilibraban sus tensiones, por estar montados sobre poleas.

Con un coste de 190.000,00 pesetas se recuperó esta hermosa motonave, que vale 13 millones".

 


1.- Estado antes del inicio de los trabajos.  2.- El buque adrizando.3.- Cables de retención. 4.- Bombas instaladas en las bateas.


Una vez reparado, inició su primer viaje el 2 de agosto de 1940, con destino Buenos Aires (Argentina). Fue reformado en 1959 y siguió prestando servicio hasta 1979, año en el que fue desguazado.


De nuevo a flote.

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Fuente e imágenes: trasmeships.es: 

(1) Documento facilitado, por José Manuel Rodríguez Crespo.

martes, 7 de diciembre de 2021

SEMANARIO "LA ARMADA"

 


Cabecera del nº 1

Era un semanario de la guerra civil española (1936 -1939). Aparece con el subtítulo “Órgano de los Marinos de la República”, el 27 de febrero de 1937. Su director es el diputado socialista por Santander Bruno Alonso González (1887 -1977), una de las personalidades más destacadas de la izquierda cántabra, quien había sido nombrado por el ministro de Marina, Indalecio Prieto, el 29 de diciembre de 1936, Comisario General de la Flota Republicana, cuya principal base y puerto fue Cartagena, una de las ciudades que sufrirá más bombardeos por parte de la aviación sublevada, italiana y alemana. 

En su saludo -firmado por Alonso como El Comisario Político -, dirá que el periódico no representará “grupos, partidos ni banderías”, sino la “lucha antifascista”, como portavoz de la “unidad y disciplina” de la escuadra de guerra republicana. En la misma primera página de su primera entrega, el almirante jefe de la Flota en ese momento, Miguel Buiza Fernández -Palacios (1898 -1963), se referirá a Alonso como “el Comisario Director” del periódico. 

Sus entregas comenzaron siendo de cuatro páginas, compuestas a cinco columnas, usando dos tintas, y empleando la roja para la cabecera, dibujada por Samper, que en su primera entrega aparece sin el artículo, sólo Armada. También usa la tinta roja para los principales titulares de la primera y última páginas. Su consigna más destacada es: “Por la cultura y la libertad. Por la moral y la disciplina. Por el Gobierno legítimo. Por la República española. Por la lucha a muerte contra el fascismo”. 

Su redacción y administración estuvo al principio en el Hogar del Marino, establecido en el número 19 -21 de la cartagenera calle Mayor, que ese mismo día 27 de febrero de 1937 fue inaugurado. En septiembre de 1937, la redacción pasará a estar ubicada en la sede de la jefatura de la Base Naval, en el número 7 de la Muralla del Mar. Será una publicación ilustrada con fotografías, humor gráfico y algunos dibujos; y en sus primeras entregas indica que estaba estampada en la Imprenta Casa Garnero. También usará distinto papel de prensa para su impresión en algunos de sus números. Su “línea argumental e ideológica” fue la difusión de “las consignas del Comisariado Político, de unidad por encima de la lucha de partidos, así como de elevación de la moral de la Flota”, tal como señala Mínguez de las Heras en su trabajo sobre “La prensa cartagenera en la guerra civil (2000)”. Para Julián Sanz Hoya (2005), la actuación de Alonso estuvo “encaminada a elevar la moral de los marinos a través de una activa propaganda”, cuya principal consigna fue “conseguir la unidad de acción por encima de partidos y tendencias”. Agrega que, en esa actividad, chocó especialmente con cenetistas y comunistas. Gómez Vizcaíno (1996) ha analizado el restablecimiento y normalización de la disciplina -"como pilar básico de la organización militar" - en la labor de Alonso y del semanario, así como algunas de las fisuras que se suscitaron. 

En la primavera de 1938 modifica el subtítulo, sumando que es “Órgano del Comisariado de la Flota (que debe considerarse como editor) a “portavoz de los Marinos de la República”; y el 23 de julio de ese año (número 74), inicia una segunda época, dejando de usar la tinta roja. Desde el número 77, de 13 de agosto de 1938, aumenta a ocho páginas, siendo compuestas a cuatro columnas; y desde el 87, de 22 de octubre de ese año, a diez. Incluirá como “suplemento”, impreso por Garnero, el discurso del presidente de la República, Manuel Azaña, el 18 de julio de 1938, en Barcelona. Además de editoriales, artículos y alocuciones, tendrá algunas secciones, como una dedicada al propio Hogar del Marino; otra bajo el epígrafe Silueta, firmada por Arevir; y, a veces, otra de Deportes, firmada por Liniesmen. 


Bruno Alonso, Comisario General de la Flota


También publica artículos de política internacional, especialmente europea, y, en su segunda época, reportajes sobre los buques de la Armada republicana, para los que usa el epígrafe “Visitas a nuestros barcos”. También crea la sección Vida de la Flota. Tendrá una Sección técnica, y serán asesores técnicos del periódico los jefes de la flota y de la base. Así mismo, escriben en sus páginas los comisarios políticos de los navíos, unidades y otros destacamentos militares. Así, Alejandro Rodríguez Seguí, comisario político del crucero Miguel de Cervantes, es el autor de un Cuaderno de bitácora. 

Reproduce textos publicados en “periódicos murales” de los buques. Publica un folletón bajo el título La expedición de los Dardanelos, firmado por M.M. Bajo sus textos aparecerán, entre otras, las firmas de Pedro Garfias (comisario delegado de guerra del Batallón Villafranca), Crescenciano Bilbao (comisario político de la BNP), Ramón García Herrera, José Herrera Peter, Rafael Díez Paz, Salvador Targa Sans, José Mondragón Rubio, S. Martínez Dasi, J. Gregori Martínez, N. Furió y Cabanes, J. Vidal Requena, Manuel de la Loma, Eduardo Zamacois, Luis Araquistáin, Salvador Martínez, Antonio Rivera, Antonio Romero, Antonio Manresa, Félix Guerrero, José Fucal, Salvador Ros, Eugenio Sierra, Juan Oyarzabal, Francisco Mosqueira, Gildo Santos, M. Palma, T. Vázquez o Granda. A veces sólo aparecen iniciales (M.M.C., A.R., R.C. o J.K.), y en otras, seudónimos (Spartaco, Juan Sintierra, Boni, Jota o X.X.). Antonio Segado Arenas publica un poema dedicado a Federico García Lorca. También aparecerá la firma de Luis G. de Ubieta, cuando es jefe de la Flota. Algún dibujo es firmado por Iván El número 92, correspondiente al 26 de noviembre de 1938, es el último en la colección (incompleta) de la Biblioteca Nacional de España. Existen otras colecciones, también incompletas, tanto en el Servicio Histórico Militar como en la Hemeroteca Municipal de Madrid. En esta se encuentra el número 105, del 25 de febrero de 1939. 

Se conoce también el recorte de una última alocución de Alonso, de cuatro de marzo, en el Archivo General de la Guerra Civil. Probablemente, no siguió publicándose más, pues Bruno Alonso, que también había sido, desde julio de 1937 a febrero de 1938, comisario de la Base Naval, zarpó al exilio con la Flota Republicana cuando esta abandonó Cartagena, el cinco de marzo de 1939, rumbo al norte de África, al tiempo que se producía el “golpe” del coronel Casado, siendo la base operativa de la escuadra de guerra republicana uno de los “últimos objetivos militares” a los que se refirió el general Francisco Franco en su último parte de guerra, el 1 de abril de 1939. 

El denominado Comisariado de la Base Naval también editó en Cartagena, cuando Bruno Alonso fue titular del mismo, el semanario Metralla, desde el 25 de octubre de 1937 al 31 de enero de 1938. 

Referencias bibliográficas, además de las citadas, son las obras memoriales que el propio Bruno Alonso publicó en México, reeditadas en España, con estudios preliminares; los trabajos de Pedro María Egea Bruno, Juan Martínez Leal, Manuel Martínez Pastor y Luis Romero, sobre la guerra civil en Cartagena; los trabajos sobre el exilio cántabro (Soldevilla Oria: 1998) y de los marinos republicanos (Fernández Díaz: 2009 y Bouzekri: 2012), y sobre la propia Flota republicana (Cervera Pery: 1978, Alpert: 2008 y Frank: 2009), entre otras. Desde 2002, existe en Santander la Fundación Bruno Alonso.


Fuente: Biblioteca Digital Hispánica


lunes, 22 de noviembre de 2021

LA MEMORIA Y LA LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO

 

 LA MEMORIA Y LA LEY DEL MINIMO ESFUERZO

 Declaración de la Asociación por la Memoria Militar Democrática (AMMD)

          


Desde el pasado día 3 de noviembre, organizada por la Fundación Pablo Iglesias y subvencionada por el Ministerio de Defensa, se acoge en el “Archivo Movimiento Obrero” de Alcalá de Henares (Madrid), una exposición que lleva el título “LOS LEALES 30 militares de la Republica”.

Aunque parezca una obviedad, se deben recordar como ”Leales” a aquellos militares que en Julio de 1936 permanecieron fieles a su promesa de lealtad a la República y a su Gobierno,  no participando en la sublevación, o bien “pasándose” a las filas republicanos durante la contienda. Consideraremos como “No Leales” o directamente “Rebeldes o sublevados” a aquellos miembros de las Fuerzas Armadas que se sumaron a la sublevación contra el Estado español, o bien se pasaron al bando rebelde durante el transcurso de la guerra. Huyamos de las tan recurridas como inaceptables equidistancias a la hora de hablar de los Ejércitos y la Armada leales y sublevados,  una  equidistancia que llevamos soportando desde el fin de la dictadura.

Cuenta la exposición citada con la colaboración, o al menos eso se dice en el díptico de propaganda, del Ministerio de Cultura, el de Defensa, Centros Documentales y varios Archivos. Como comisario de la exposición está Gutrnaro Gómez Bravo, titular del departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, Director del grupo de Investigación de la Guerra Civil y el Franquismo y autor de varios e interesantes libros.

Ignoramos los motivos que habrán llevado a Gómez Bravo a reducir a 30 el número de militares significados que permanecieron leales al Gobierno de la República desde el inicio de la sublevación militar del 36, origen de la mal llamada Guerra Civil Española. En cualquier caso las 30 reseñas no llegan ni al 4% del total de jefes y oficiales destacados del Ejército de Tierra, Aire y Armada que mantuvieron su juramento de fidelidad a la República Española.

El propio Ministerio de Defensa editó en el año 2015 el libro “Hombres de Armas de la República”, del Comandante Juan Barba Lagomazzini, el prólogo corre a cargo del General de brigada del Ejército de Tierra José Luis Coberna Caride. El libro, a lo largo de su más de 700 páginas, recoge las biografías resumidas de cerca de 900 jefes y oficiales de distintas armas que combatieron de forma significada en defensa de la libertad desde 1936 hasta 1939, algunos de ellos lo siguieron haciendo luchando contra nazis y fascistas durante la IIGM. Por supuesto, y por motivos perfectamente comprensibles e inevitables muchos otros no figuran en el libro de Juan Barba.

Si importantes son las ausencias, no lo es menos, en sentido negativo, incluir en el listado  de leales al Coronel Segismundo Casado instigador y protagonista del golpe de estado contra el Gobierno de Juan Negrín en marzo de 1939, en aras de una paz negociada con Francisco Franco. Además de no obtener nada de Franco, las maniobras de Casado propiciaron la división en el Ejército y la sublevación de la Base Naval de Cartagena, mientras tanto Franco se frotaba las manos. Finalmente, Casado marchó a Francia, país en donde permaneció hasta 1961, año en el que regresa a España, siendo sometido a Consejo de Guerra y absuelto por los franquistas.

Saludamos la intención de los organizadores de la exposición,  pero su  incomprensible simplicidad en nada ayuda a desterrar la idea, extendida en el seno de nuestra suciedad, de que  todos  los militares apoyaron la sublevación de 1936. No, no fue así, un elevadísimo porcentaje de militares de carrera mantuvieron su promesa de lealtad a la Republica, aun a costa de sus vidas, o de largos años de cárcel, o de un interminable exilio, cumplieron con su deber, tal y como voluntariamente prometieron todos los Generales en situación de actividad n reserva y todos los Jefes, Oficiales y asimilados que no estaban retirados o separados del servicio, según lo establecido en el Decreto 113 del 24 de abiil de 1931:

"Prometo por mi honor servir bien y fielmente a la República, obedecer sus leyes y defenderla con las armas", texto que en lo referente a la Armada quedó así: "Prometo ser fiel a la Nación, leal al Gobierno de la República y obedecer y respetar y no abandonar a los que me manden"

Reducir el número de leales dignos de mención a tan solo 30 poco ayuda, más bien perjudica, obstaculiza la necesidad de que la verdad se imponga. Esperamos que más pronto que tarde tanto todos los "Leales" como los "Rebeldes", junto con el detalle verídico y objetivo de su comportamiento, figuren en los libros de Historia que circulen por los Institutos y Universidades, y desde ya en las Academias Militares, como ejemplo de lealtad de unos y de deshonor y traición de otros.

Deploramos también que se haya perdido la ocasión para manifestar con rotundidad, desde el Ministerio de Defensa, que el rechazo al franquismo por los miembros de las Fuerzas Armadas en modo alguno cuestiona la debida neutralidad política de los militares y que la utilización espuria de este argumento para acallar a sus críticos coloca a un régimen nacido de la deslealtad de una parte de sus mandos como una opción política válida.

Terminar aclarando que el díptico de la exposición presenta un error muy difícil de justificar. Se inlcuye la imagen de un barco de guerra, el pie de foto nos indica que es el acorazado "España", cuendo en realidad se trata del crucero "Libertad", buque insignia de la Flota Republicana. El acorazado "España", en dique en Ferrol, cayó en los primeros momentos en manos de los golpistas, pese a la resistencia de la tripulación frente a dos regimientos sublevados, uno de Artillería u y otro de Infantería de Marina.


Madrid,22 de noviembre de 2021.

Asociación por la Memoria Militar Democrática.






lunes, 25 de octubre de 2021

TIERRA A LOS MUERTOS EN EL ACORAZADO "JAIME I"



La lectura de lo que sigue me provoca una amarga sensación, una rabia incontenible al ver como los mandos de la Base, el Arsenal de Cartagena y a la postre el Ministerio de Marina dieron tan deshonrosa sepultura a los marinos fallecidos en el acorazado “Jaime I” aquel fatídico 17 de junio de 1937. Una vergüenza sin paliativos.

Del libro “Acorazado Jaime I: El Potemkin español” de Manuel Gantes García, miembro de la dotación del acorazado. (Págs.: 130, 131 y 132)



En la imagen la zona del puente del acorazado tras el sabotaje
en el puerto de Cartagena


… A la mañana siguiente al traslado de los ataúdes al cementerio asistí a otra asamblea, en la cual también hubo leva de personal. Una vez concluida ésta y antes de romperse la formación, un Auxiliar del Cuerpo de Buzos me ordenó que saliera de las filas y me puso a su lado. A continuación mandó salir a diez marineros más que se unieron a mí y todos juntos subimos a una camioneta que nos esperaba. Antes de arrancar los vehículos, el buzo explicó el cometido que llevábamos y que era ir al cementerio a enterrar a los muertos del “Jaime I”. Por mi parte asentí a lo que me decía e íntimamente le agradecí que me hubiera escogido para aquella misión como deferencia hacia el buque en el cual había sido tripulante. Rápidamente el coche se puso en marcha, y una vez pasado el control de  la puerta este tomo la dirección de la necrópolis de Santa Lucía.

Cuando llegamos al sagrado recinto ya nos esperaban dos sepultureros que nos explicaron lo que teníamos que hacer y que consistía en cavar una gran fosa para enterrar a los que habían quedado insepultos el día anterior. Provistos de las herramientas necesarias, comenzamos a trabajar con la decisión de acabar con aquella tarea lo más pronto posible. A todo esto el calor ya se hacía sentir y el hedor de los cadáveres apestaba el aire. A golpes de azadón deshacíamos las sepulturas existentes, cuyos materiales apartábamos para las veredas. Pronto empecé a sudar y me despojé de la camisa quedando con el pecho al aire. A medida que avanzábamos en aquel trabajo tan macabro iban surgiendo entre nosotros diversos restos humanos, que a juzgar por lo intactos que estaban calculamos que habían sido enterrados hacía poco tiempo.

No había pasado la mañana cuando empecé a sentir el síndrome de los cementerios. El polvo seco que respiraba me secaba la boca y me daba asco pensar que estaba trabajando detritos humanos. Llegamos al mediodía con un sol abrasador. Hambrientos y bañados en sudor dimos fin a la primera parte de nuestro trabajo quedando la tumba preparada para ser ocupada. Dada la hora que era, y al ver que nadie apareció para relevarnos, nuestro jefe se mostraba inquieto y nervioso por no disponer de comida para la gente. Como quiera que viera en nosotros malas caras por esta contrariedad, rápidamente tomo una decisión, diciéndonos que estuviéramos tranquilos pues iba a un lugar cercano en busca de alimento.

Después de descansar un poco bajo una sombra me entró una impaciencia que no pude contener, por lo que, y con objeto de distraer el hambre me dediqué a leer las inscripciones de las tumbas….El tiempo pasaba, el hambre nos acuciaba y no veíamos la solución por ninguna parte. El buzo que nos mandaba tardaba mucho en regresar y esto nos parecía mala señal. Algunos de mis compañeros protestaban abiertamente y los que mostrábamos más serenidad en el fondo estábamos hondamente soliviantados. Aquella situación era en sobremanera desagradable y la atribuíamos a una falta de dirección eficaz. En aquellos momentos, en plena juventud y sin comer, el hambre era muy mala consejera. Y esto hacía que algunos exaltados se asociaran con los fantasmas de las sublevaciones, que aún no se habían extinguido del todo.

Los sepultureros habían marchado. Después de mucho esperar, al fin vimos venir a nuestro jefe cargado con una cuna tomatera que, por el peso que aparentaba, daba la sensación de que traía comida en abundancia. Ya una vez junto a nosotros, comenzamos a repartir el contenido del cesto, y vimos con sorpresa que solo había una docena de peras que por cierto eran muy duras y pequeñas. Pero como el hambre era mucha, nadie comentó nada y en silencio devoramos la fruta.

Reanudamos el trabajo. Como el sol ya estaba muy bajo, el jefe nos metía prisa y al distribuir a la gente me mandó para la fosa con el cometido de estibar los ataúdes. A todo esto, a pesar de que trabajaba con mucha voluntad, pronto me vi y no me deseé con la encomienda que me había dado. Dada la profundidad del hoyo, en el momento de recoger los féretros que nos echaban de arriba, estos quedaban tan verticales que la sangre chorreaba sobre los que estábamos abajo. Y aquellos se me hacía muy repelente. De todas maneras, esta contrariedad la soportaba con paciencia, porque, al fin y al cabo, yo me sentía muy honrado, por ser el único tripulante del acorazado que había dado sepultura a sus compañeros.

La noche se echaba encima. Apurando lo más posible, echamos las últimas paletadas de tierra en la fosa y dimos por concluida nuestra misión. Una vez recogidas las herramientas, nos acercamos a la caseta de enterradores, los cuales con un balde nos arrojaron por el cuerpo un líquido desinfectante. Sin pérdida de tiempo, porque la oscuridad ya era total, rápidamente subimos a la camioneta y emprendimos eL regreso al Arsenal. Durante el camino de vuelta, me sentía como vacío e insensible por la experiencia de haber hecho de enterrador. Cuando llegamos al cuartel ya todo era silencio. Nos dieron algo para cenar y a continuación nos fuimos a dormir.


 


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martes, 19 de octubre de 2021

LA PROSTITUCIÓN FUERA DE LA LEY

 


Según el recién celebrado 40ª Congreso Federal del PSOE, parece que se van a impulsar leyes en contra de la prostitución.


Cartel de Dario Carmona para la Inspección General de Sanidad Militar de la República Española. Publicado en la web vice, vía Biblioteca del Pavello de la República/Universitat de Barcelona.


Hace casi 85 años el Gobierno del Frente Popular ya declaró fuera de la Ley la práctica de la prostitución. La ley de profilaxis 12.331 fue sancionada el 17 de diciembre de 1936 y promulgada el 30 de diciembre de ese mismo año. Entre sus disposiciones incluía cerrar todos los burdeles. Sobre este tema, en marzo de 1937, en plena Guerra de España, en el Semanario La Armada, Órgano Oficial de los Marinos de la República, se publica lo siguiente:

Por mucho que hablemos, por mucho que escribamos, por mucho que ocupe nuestra atención el problema que superficialmente quiero tratar, no habremos hecho nada de más en favor de una epidemia, una verdadera plaga que se ha cebado en nosotros con un encarnizamiento que hace pensar en un deliberado propósito de restarnos energías cuando más las necesitamos, cuando todas son pocas.

A nadie se le oculta los estragos que el venéreo viene haciendo con vertiginosidad inusitada en los combatientes de mar y tierra. Parece como si algún enemigo nuestro prodigara este mal. Que la metralla ejerza su efecto destructor, difícilmente se podrá evitar; pero que el venéreo roa poco a poco nuestra existencia, es matarla, que si no se puede extirpar totalmente, al menos reducir a su más simple expresión; basta con que nos lo propongamos.

Hay un decreto del Gobierno, dado con anterioridad al movimiento, que declara a la prostitución fuera de la Ley. En algunas capitales, desde hace pocos días, se ha empezado a poner en práctica, este saludable deseo del Gobierno, expresado en forma de ley con anterioridad a la traición fachista. Ningún sitio más necesitado del cumplimiento de esta orden ministerial que Cartagena; todas las consideraciones que hagamos a este respecto, huelgan. Y yo, desde las columnas de nuestro semanario, pregunto a las autoridades de Cartagena, que ¿hasta cuándo va a durar aquí el que se consienta ese impune comercio que envilece al que lo explota y envenena al que lo mantiene?

Nuestro Comisario Político se ha ocupado de esto. Piensa él, con sobrada razón, que esta medida no acabará de raíz con el mal; pero convengamos todos, que de nada serviría la buena voluntad de los hombres que día tras día luchan por aminorar los terribles efectos de esta plaga, sino se empieza por cerrar los cubiles donde se engendra.

GRANDA



domingo, 17 de octubre de 2021

LA MEDALLA DEL DEBER PARA LA DOTACIÓN DEL PETROLERO "ELCANO"

 


Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional
 Disposiciones de Marina
 Barcelona, 12 de noviembre de 1938.

 


 

Subsecretaría.

Vista la propuesta formulada al efecto, y de conformidad con la Junta de Recompensas de la Subsecretaría de Marina, este Ministerio ha resuelto conceder la Medalla del Deber al personal que a continuación se relaciona y que formó parte, en el mes de julio de 1937, de la dotación del buque tanque petrolero «Elcano», que realizó en aquel mes un servicio de transporte de combustible líquido en circunstancias especiales.

Asimismo, se dispone que dicha concesión se haga extensiva a todo el personal que, no figurando en la relación, hubiera tomado parte en el servicio de referencia, debiendo remitirse por los interesados o por las autoridades de las que éstos dependan en la actualidad, la oportuna justificación de dicho extremo al Negociado de Recompensas de la Subsecretaría de Marina.

Alfonso Játiva

 

Relación que se cita:

Capitán de corbeta R. N. 

Dámaso E. Menéndez Fernández

Daniel Álvarez Rubiera

Capitán maquinista 

Manuel Rivero Fuentes

Alférez de navío 

José Troyano de los Ríos.

Oficial segundo naval  

Juan Muíños Clavijo

Teniente maquinista 

Rafael Vicaría Juan.

Vicente Gallo del Villar.

Auxiliar de torpedos 

Juan Brian

Auxiliar Alumno de Artillería 

Manuel Álvarez Gil

 Juan Ibáñez García

Crescencio Sintes Pons

Valentín Pérez Picos.

José López Lamelas.

Auxiliar Alumno Radiotelegrafist

José García Chueca.

Pedro Liarte Pérez

Cabo de Fogoneros

Antonio Sixto Sixto

Pedro Rodríguez Santamaría

Rodrigo Piñeiro Torres

Fogonero preferente 

José Teruel Hernández. 

José Cabana Silvar

Antonio Manteiga Fresedo.

Marinero 

Hilario Ruibal.

Angel Bastos

 Aurelio Alonso

Segundo Eguía

José Barroso

José Galego

Marcelino González

Manuel Martínez

Benigno Vázquez

 Fermín Corona

Ezequiel Damalia

Casimiro Barros

José Crujeiras Mariño

Mayordomo 

José Fernández Vázquez

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El petrolero "Elcano, siendo remolcado al puerto
de El Musel.(Gijón)
Imagen: De los Océanos, los libros y la cultura naval (Editada)




viernes, 8 de octubre de 2021

TENEMOS ESPERANZA Y FE EN QUE NO HABRÁ CARIDAD

   


Benito Sacaluga Rodríguez, Tte. Coronel Maquinista, en el semanario “La Armada”, Cartagena 9 de octubre de 1937.


Con la creación de la Escuela Naval Popular, el ingreso en los distintos cuerpos de la Marina creemos que se sujetará a novísimos moldes, y no cabe dudar que los individuos que los integren tendrán la competencia y amor profesional que una Marina eficiente, y además republicana, requiere.

Tenemos esperanza en que los que pretendan ingresar y dedicarse a cualquiera de sus especialidades lo sea por verdadera vocación y tengan aptitud para su estudio, primero, y para su práctica después, Estas aptitud y vocación son de todo punto indispensables para que los individuos sean competentes, las cuales tienen que descubrirlas, durante su preparación preliminar, los profesores.

 

Fotografía actual del Asilo de la Rambla (Cartagena). 

En este edificio se ubicó la Escuela Naval Popular tras su paso 

por la Escuela y Base de Submarinos

 

Tenemos fe en que no habrá «caridad» para nombrar a los profesores y director de la Escuela. Estos deben ser los que tengan condiciones para ello, y no los que sencillamente quieran serlo. Además, deben estar bien retribuidos. Estos nombramientos son, a nuestro parecer, lo más esencial y delicado por ser el punto inicial, el primer paso enorme, que hay que dar para la consecución de lo que todos esperamos.

Hay que desterrar de un modo absoluto hasta el recuerdo de que en España existía una Escuela Naval Militar y otras Escuelas y Academias especiales. Las normas que en ellas se seguían contribuyeron en gran parte a que se produjeran la traición, como también muchos de los inconvenientes y obstáculos con que tropezamos hoy para vencerlos.

No sería posible admitir que la Nueva Escuela fuera ni la más remota parodia de lo que ocurría antes. De ser así la Escuela Popular, no sería Popular, pues seguiría siendo un terreno vedado para la inmensa mayoría de los ciudadanos. Continuaría siendo un «comedero» familiar debido a que sólo ingresarían los parientes de los directivos de cada Cuerpo, volviéndose a formar en cada uno de ellos dinastías familiares. No puede ni debe seguirse la norma de que los que ingresen sean seres privilegiados que sin tener vocación ni aptitud para ello, se encuentren con una carrera «brillante», pagada por el Estado, que la hagan en «casa» con una rigidez ridícula por no ser más que aparente, y que en realidad estén perfectamente mimados y pagados sin más dualidad y entusiasmo que por «salir a oficial» para dejar de «estudiar» y empezar a gozar de los privilegios que en todos los órdenes tenían, sin importarles absolutamente nada el encontrarse, al finalizar la carrera, completamente limpios de los conocimientos más elementales de la profesión.

Esto es, a grandes rasgos, lo que pasaba antes, como también ocurría en los demás Cuerpos Auxiliares, «patentados» o no, en los que muchos de los que ingresaban en ellos tampoco tenían vocación ni demostraban aptitud; lo hacían en el Cuerpo que tenían más «facilidades» para ello con objeto de resolver exclusivamente el problema de los garbanzos. No les interesaba una u otra especialidad, sólo pretendían el asalto a la Santa Nómina. Para tales individuos las oposiciones de su ingreso eran siempre reñidísimas entre sus familiares y las personas influyentes o componentes del Tribunal de exámenes. Eso si, una vez ingresados se dedicaban al estudio constante del escalafón. Para ello no existía más obligación ni deber que la que tenía el Estado de pagarles puntual y mensualmente.

Esta fauna, de la que aún quedan ejemplares, no debe, en manera alguna, tener ambiente para su desarrollo en la Nueva Escuela. Tenemos mucha fe en que no ocurrirá. La Nueva Escuela debe y tiene que ser un tamiz por el que no podrá pasar el Favoritismo en ninguno de sus múltiples aspectos. Tenemos esperanza y fe en que no habrá «caridad» para que tal cosa ocurra; pues ese es el único modo de que se revelen muchas inteligencias que hasta hoy se venían malogrando.

El plan de estudios que se adopte, y el nombramiento del Director y cuadro de profesores será para nosotros un anticipo de q u e la Nueva Escuela responderá a nuestras esperanzas y que éstas se conviertan en realidades.

 El artículo está firmado con el seudónimo BESARO


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El 21 de noviembre de 1938, trece meses después de la publicación del artículo anterior, el Tte. Coronel Maquinista Benito Sacaluga Rodriguez ingresó cono Subdirector y Jefe de Estudios en la Escuela Naval Popular.




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miércoles, 29 de septiembre de 2021

FLOTA GUBERNAMENTAL VERSUS FLOTA SUBLEVADA (I) LAS UNIDADES NAVALES


Inicio aquí una serie de publicaciones sobre lo que según mi opinión fueron las causas de la falta de efectividad de la Flota Republicana durante la Guerra de España.


LAS UNIDADES NAVALES


En contra de las previsiones de los golpista sublevados la práctica totalidad de los buques de la Armada quedaron en poder del Gobierno de la República, ello fue posible gracias a la intervención de las dotaciones de los buques desbaratando la intención de sus mandos de unir los buques a la sublevación.

En poder de los sublevados quedaron un total de 23 unidades navales, repartidas entre las aguas de Gibraltar, Canarias y Ferrol, a saber 4 cañoneros, 5 guardacostas, 2 cruceros 1 acorazado, 1 destructor y 3 torpederos. De ellos 5 estaban en reparación y 1, el acorazado "España" en servicio reducido. No obstante tenían en fase final de construcción 6 unidades, entre las que cabe destacar por su enorme importancia a los cruceros "Canarias" y Baleares", completaban el total en construcción 4 minadores.

Una vez incorporadas las unidades en construcción, la flota rebelde queda reflejada en el cuadro siguiente (clic para ampliar):




El Gobierno conservó bajo su mando 43 unidades navales: 1 acorazado, 3 cruceros, 16 destructores (5 de ellos en última fase de construcción), 1 cañonero, 6 torpederos, 4 guardacostas y 12 submarinos, según detalle en el siguiente cuadro (clic para ampliar):



De entre los sublevados, el crucero "República" (1923), posteriormente denominado "Navarra", se encontraba en primera situación (en fase de reparaciones y sin el armamento completo) no pudiendo incorporarse al servicio activo hasta julio de 1938. En ambas flotas, los guardacostas y torpederos tenían limitadas sus capacidades de actuación a las patrullas de vigilancia cerca de la costa.

Según los cuadros anteriores la superioridad de la flota gubernamental era más que evidente, lo que permitió que al inicio de la guerra dominase las aguas del Estrecho y del Mediterráneo, sin embargo los buques sublevados dominaban las aguas del Cantábrico aún antes de entrar en servicio los dos cruceros en construcción.

A lo largo de la guerra la superioridad naval no respondió a los resultados que en principio se esperaban como lógicos, fueron varios los factores que impidieron la hegemonía naval gubernamental aunque ninguno de ellos achacable al comportamiento general de las dotaciones de los buques.

Bases navales, comités de a bordo, falta de mandos, escasez de suministros, sabotajes, traiciones, participación de la marina de guerra italiana, decisiones equivocadas del Ministerio de Marina y Estados Mayores, etc., fueron los actores responsables de la falta de efectividad de la Flota republicana a pesar de su mayor capacidad de combate ante los buques sublevados. 

En esta entrada quedan reflejadas las unidades navales de ambas flotas al inicio de la guerra, en próximas publicaciones iré exponiendo los factores que impidieron la efectivad esperada de la Flota gubernamental, una falta de efectividad que, sin duda, influyó de manera decisiva en el resultado de la guerra.


Benito Sacaluga



                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

viernes, 20 de agosto de 2021

ANTONIO ARBONA PASTOR, ALFÉREZ DE NAVÍO

 


Antonio Arbona Pastor nace el 5 de septiembre de 1906, en Sóller (Mallorca), en el seno de una familia de marinos. En 1925 ingresa en la Escuela Naval. El 20 de agosto de 1930 ya es Alférez de navío.




De ideas falangistas, aunque bien relacionado en los círculos socialistas y anarquistas de Sóller. No obstante, en el estallido de la sublevación de julio de 1936 se mantuvo leal a la República, esta decisión motivó que el sublevado capitán de corbeta Fernández de Bobadilla le dirigiese las siguientes palabras por no adherirse a la sublevación:

“…Arbona, tú que presumías de falangista no te has unido a nosotros por cobarde. Asco me da dirigirme a ti. Si lo hago es para que toda la dotación conozca que eres un cobarde, y lo mismo que has sido cobarde una vez lo serás mil veces…”

El 18 de julio de 1936, se encontraba en Cartagena, a bordo del submarino ”C-3”, proveniente del “B-5”. El submarino recibe orden de zarpar, su comandante, el capitán de corbeta Javier de Salas Pinto se encuentra en Madrid, razón por la que toma el mando el Segundo comandante, teniente de navío Rafael Vinegra González, el resto de la oficialidad la conforman los alféreces de navío Luís Jaudénes Junco y Antonio Arbona Pastor.

A la vista de sus antecedentes y comportamiento, la dotación del submarino detiene a la oficialidad y la encierra bajo vigilancia en la camareta del comandante. Tras reunirse el recién formado Comité del buque, se considera probada la lealtad a la República de Antonio Arbona, siendo liberado y elegido comandante del submarino. El 21 de julio, el Jefe de la Flotilla de Submarinos, ratifica en su cargo a Antonio Arbona.

Al mando del “C-3”, Arbona parte hacia el Cantábrico el 15 de agosto, junto con el “C-6”.  Ya en ruta, el “C-3” debe regresar a Cartagena por averías, partiendo hacia el Norte de nuevo en misión 10 días después, junto al “C-4” y el “C-5” en busca del acorazado “España” y el crucero “Almirante Cervera”. El viaje fue aprovechado para transportar a Bilbao armamento, portátil y municiones.  Días más tarde se les uniría el “C-6”.

El 12 de agosto de 1936 mientras patrullaba frente a las costas de Málaga,  el “C-3” fue avistado, torpedeado y hundido por el submarino alemán “U-34”, que actuaba en el marco de la “Operación Úrsula”. Antonio Arbona Pastor encuentra la muerte junto a buena parte de la tripulación, estaba a punto de cumplir 30 años. (Pueden encontrar detalles sobre la Operación Úrsula y el hundimiento del “C-3” en los enlaces que se incluyen al final de esta página).



La viuda de Antonio Arbona, Carmen Ana Salicrup, madre de dos hijas pequeñas, acabada la guerra solicitó una pensión de viudedad, el régimen franquista se la denegó. Tras la caída del franquismo se le reconocieron los derechos a la viuda de Arbona, concediéndosele una pensión como viuda de guerra a cobrar de forma retroactiva, calculada en base a todos los haberes económicos que hubiera recibido desde la fecha del fallecimiento de su marido. Carmen Ana Salicrup falleció en Soller a la edad de 85 años.


Fuente consultada: Todoavante



Enlaces citados anteriormente











lunes, 9 de agosto de 2021

SUBMARINO “C-2”, TRIPULACIÓN EN MARZO DE 1938 (BREST-FRANCIA)

 






El "C-2" se encuentra en el puerto de Brest (Francia) desde septiembre de 1937, efectuando reparaciones junto con el "C-4". A mediados de marzo ambos submarinos ya se encuentran en situación operativa. Se hace necesario recomponer la dotaciones, y en este sentido el capitán de corbeta Pedro Prado Mendizabal envía a Fernando Navarro Capdevila, primer jefe de la Flota tras el estallido de la guerra y entonces Agregado Naval de la Embajada de España en París, un listado con las dotaciones que pasarán a prestar servicio en ambos sumergibles. La relativa al "C-2" es la siguiente:


1. Comandante, capitán de corbeta Severino Moreno. Identidad verdadera: kapitan leitenant Nikolái P. Eguipko (soviético)

2. Capitán de corbeta, Esteban Hernandorena Zubiaga

3. Capitán de corbeta, Antonio Comellas

4. Capitán maquinista, Antonio García Alcaráz

5. Teniente de navío, Ramón Valdés. Identidad verdadera: interprete ruso Vokshin

6. Criptógrafo, Carlos Rodríguez Asprón

7. Teniente maquinista, Celestino Ros Martínez

8. Teniente maquinista, Arsenio Pérez Fuentes

9. Teniente maquinista, Manuel Rodríguez Villas

10. Teniente maquinista, Francisco Torregrosa Cayuela

11. Torpedista electricista, Gaspar Guerrero García

12. Torpedista, Diego Pallarés García

13. Electricista, Antonio Garrido Caparrós

14. Electricista, Pedro Guevara Solano

15. Auxiliar de máquinas, José Ataz Caravaca

16. Auxiliar de máquinas, Emilio Veiga Barreiro

17. Auxiliar de radio, Nicanor Sanz Roldán

18. Auxiliar de radio, Bernardo Massanet Durán

19. Auxiliar de radio, Manuel Sellés Pérez

20. Auxiliar electricista torpedos, Marcelino Cartamil Dopico

21. Auxiliar electricista torpedos, Pedro Alifa Galvache

22. Auxiliar electricista torpedos, Manuel Gómez Ferrer

23. Auxiliar electricista torpedos, José Velasco

24. Auxiliar de artillería, Juan Gordillo Villor

25. Auxiliar de artillería, José Álvarez Uberuaga

26. Auxiliar naval, José María García

27. Auxiliar naval, Manuel Melenchón Carrasco

28. Cabo sanidad, Pedro Huertas Ruiz

29. Cabo fogonero, Ramón Herrera Escalante

30. Cabo fogonero, Manuel Patiño Caamaño

31. Cabo fogonero, Ángel Cobelo Conde

32. Cabo fogonero, José María Amado

33. Cabo fogonero, Aquilino Otero Menduiña

34. Cabo fogonero, Fernando Santacruz Ortíz

35. Cabo fogonero, Antonio Velasco

36. Cabo torpedista, Francisco Cots Olmos

37. Cabo marinería, Francisco Villarino Lamelo

38. Cabo marinería, Diego Gallardo

39. Cabo marinería, Ginés García

40. Marinero, Enrique Guerra

41. Marinero, Ignacio Zabala Ayerba

42. Marinero, Ezequiel Bilbao

43. Marinero Martín Bilbao

44. Marinero, Enrique García

45. Marinero, Manuel Lado Lijo

46. Marinero, Manuel Neira Corral


El "C-2" en Cartagena durante la guerra


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Enlace de interés:

EL ASALTO AL SUBMARINO "C-2"




Fuente: "Bajo cinco banderas" Luis Miguel Cerdera. Ed. Síndice (2019)


sábado, 7 de agosto de 2021

ARMADA DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA, RELACIONES DEL PERSONAL EXPULSADO DE LA MISMA EN OCTUBRE DE 1936 (y II)

 



El Diario Oficial del Ministerio de Marina y Aire del 19 de octubre de 1936, publica un Decreto aprobado en el Consejo de Ministros de fecha 16 de octubre y firmado por Manuel Azaña e Indalecio Prieto.   

Artículo 1º “El personal que a continuación se relaciona causará baja definitiva en la Armada, con pérdida de empleo, sueldos, gratificaciones, derechos pasivos, honorarios, condecoraciones y demás prerrogativas o emolumentos que puedan corresponderle”

Artículo 2º "Quienes de entre los depuestos por virtud de este Decreto pudieran acreditar en su día que han permanecido invariablemente fieles al régimen, serán repuestos en sus respectivos empleos con los honores y preeminencias correspondientes, esta reposición se hará por Decreto y previo acuerdo del Consejo de Ministros.

 

PARTE SEGUNDA


CUERPO DE INGENIEROS

Comandante Ignacio Díaz de Espada y Mercader

CUERPO DE INFANTERÍA DE MARINA

Capitán José Cuquerella Moscardó

CUERPO DE MAQUINISTAS

Capitanes Maquinistas

José Carlos Álvarez
Modesto Pastor Fluxa

Tenientes Maquinistas

Miguel Torrente Vázquez

Primeros Maquinistas

José Egea urraca
José Pereira Torres
Antonio Martínez Oneto
Manuel Matos Jiménez
Ricardo López Alvariño
Segundo López Yañez
Eduardo Neira González
Lisardo Rodríguez Chas
José R. Bendala Pérez
Manuel González Suárez
Alfonso Mena Deudero
Julio Rodríguez Gómez
Manuel Martínez Pardo de Andrada
Francisco Rosado Martín
Juan Campos Castaño
Juan Lobeiras Moreda
Jacobo Pedreira Santos.

Segundos Maquinistas

Antonio Deudero Serrano
Antonio Millán Fernández
Fausto Lanza Robles
Manuel Pérez García
Francisco González Ortega
Guillermo Pérez García
Everardo Rengifo Suárez
Isidoro García Cano
José García Ilarregui
Ernesto Juliá Juliá
José Cumplido Fernández
José Martínez Cuadrado
Antonio Pellicer Hernández
Manuel González Bejarano

Terceros Maquinistas

Perfecto Herrero Lago
Miguel Odrover Mateo
Antonio López Martínez
José Cifuentes González
Manuel de la Cruz Morales
José de la Cruz Morales
Tomás Bouza Vila
Juan F. García Fernández
Pablo de Rocas Lobato
José Marqués Gutiérrez
Antonio Freire Tojo
Sergio Romero Menaya
Manuel Bustabad Doldán
Candido Pérez Expósito
Alejandro Arias Berto
Manuel Couce Pita
Antonio E. García Fernández
Manuel Brañas Cancelo
Antonio Moya Gilabert
Manuel Gil Rábago

CUERPO AUXILIARES DE MÁQUINAS

Oficiales Terceros de Máquinas

Manuel Ghersi Cárdenas
Juan Roibás Sueiras
Cipriano Díaz Hernández
Manuel Castañeda Morales

Auxiliares de Máquinas

Gerardo Sobrino Rodríguez
José Arguello Brage
Juan Arduras Villegas

CUERPO DE INTENDENCIA

Tenientes coroneles 

Julián Pellón López
Federico Vidal Doggio

Comandantes

Eduardo de Abreu e Iturbide
Antonio García Moles
Fernando Álvarez Álvarez
José Gutiérrez del Álamo
Antonio Riquelme Iturralde
Antonio Villar y Pérez de los Ríos

Capitanes

Manuel Lodares y Obregón
Sebastián Noval Bruzola

Tenientes

Ramón María Dou Abadal
Manuel Suárez Bárcenas

Aspirantes

Alfredo Caso Montaner
Luis Dorda Morgado
Alejandro Gómez Fajardo
Francisco González Lobato
Francisco Hurtado Castellanos
Juan Ángel Iglesias Cheda
Luís López Martínez
Francisco Montejo Belda
José María Martínez Martínez
Francisco Javier Ros Ruiz
Miguel Rosendo Antón
José Suances Suances
Julio Suances Suances
Luís Yusti Pita

CUERPO MÉDICO

Comandantes

Pedro González Rodríguez
Cesar Tejada Salgado
Joaquín Sada García

Capitanes

Ángel Garaizábal Bastos
Manuel Palomo Barba

Tenientes

Manuel Garrote Vela
Antonio Méndez Fernández
Luis G. Rodríguez Gutiérrez
Gonzalo Velasco Miguel
Antonio Martín Yarza


CUERPO ECLESIÁSTICO

Comandantes 

Recaredo García Sabater

Capitanes

Castor Rodríguez Andrés
Luís Ruiz Ledesma


CUERPO JURÍDICO

Teniente coronel auditor

Octavio Lezón Burdeos

Comandante Auditor

Fernando Escardó Peinador

Teniente Auditor

Rafael Esparza Ordozgoiti
Francisco Fernández de Henestrosa


CUERPOS AUXILIARES

Oficiales Terceros de Máquinas

Manuel Ghersi Cárdenas
Juan Roibás Sueiras
Cipriano Díaz Hernández
Manuel Castañeda Morales

Auxiliares de Máquinas

Gerardo Sobrino Rodríguez
José Arguello Brage
Juan Arduras Villegas

Oficiales Segundos Navales

José Vidal Gómez
Ricardo Jara Rey
José Grimalt Ripoll
Gumersindo Suris Picas
Celestino Tamayo Manguero
Antonio Macias martín

Auxiliares Navales

José María Espigado y de Vicente
Francisco Seoane Montero
Pedro Lamas Quintas
José María Jiménez Lagótena
José Carrillo López
Juan Vázquez Graña
Juan Álvarez Aller
Santiago Martínez Prego
Jesús de la Orden Calvo
Francisco Grueiro Pérez
Esteban Santiago Fernández
Ángel López Rodríguez
Juan Torres Prol
José Freire Tojo
Emilio Santos Martínez
Paulino Ventura Massanas
Leopoldo Costa Souza
Manuel Pardo Heredia
Cristóbal Conesa Méndez
Francisco Pérez Gilabert
José Vigno Buyo
Avelino Souzas Fernández
Antonio Caeiro Vega

Oficial Tercero de Artillería

Antonio Oujadas Mas

Auxiliares de Artillería

Antonio Martínez Salviejo
Daniel Domingo Casaos Aznar

Auxiliares de Sanidad

Lorenzo López Rodríguez
Rodrigo Villar López
Rafael Valverde Parodi
Joaquín Balsalobre Sánchez
Antonio Pérez baró
José María Lores Sanz
Francisco Cavilla Villanueva
Luis Mateo Serrano
José Sánchez Sauco
José Rey Romalde
Antonio Casal Sabio
Francisco Camina Lizana
Ramón Cordero Gómez
Francisco Mora Moreno

Oficiales Segundos de Oficinas

Luís Vélez Álvarez

Auxiliares de Oficinas

Nicolás Lapique Suárez
Manuel Delojo Aranda
Juan Carnevalxi Martínez Illescas
Manuel Casado Nieto
Sebastián Domínguez Mejias
Luis Sánchez Gómez

Oficiales Terceros de Radiotelegrafía

Francisco Escobar Bea

Auxiliares de Radiotelegrafía

José Bellido Sánchez
Antonio Castelló Revidiego

Oficiales Terceros Buzos

Pablo Rondón Soriano

Auxiliares de Aeronáutica 

Francisco Carrión del Río
José Sastre Navarro
Antonio Navarro Pérez
Ángel Torres Prol
Bartolomé Picornell
José María Ramos Crespo
Joaquín Domínguez García
Luis Expósito Ramos
Juan A. Pallarés Martínez
Alberto Fadón Pérez
José Bengoa Pérez
Julio López Miralles
Joaquín Moreda Leal

Maestre de Aeronáutica

Jacinto Guillén Nadal
Manuel Velazquez Díaz
Antonio Blanch Latorre

Aprendices Electricistas

Eduardo Labajo Mera
Santiago Castillo Conde
José Seoane Fernández

Segunda Sección del C.A.S.T.A

Eduardo Núñez Rodríguez 
Enrique Vietes Zapata
Aurelio Gómez Ríos
José Espiñeira Fernández
José Álvarez Méndez

Maestranza

Pablo Aparicio Mourente
Antonio Baró Vega
Federico Shelly Medina
Alberto de Murcia Luna
Manuel Rego Espejo
Juan Martínez Jiménez
Miguel A. Freire Freire
Miguel Martínez Ponce
Antonio Gómez Fernández
Juan M. Rey Cartelle
Salvador Rodríguez Foncubierta

Auxiliares de Hidrografía

José Sánchez Ripoll
José Barcelona Ivars

Cartógrafos

José Caro Martínez

Escribientes Auxiliares del Ministerio

Ricardo Castro Díaz

Escribientes Auxiliares de las Bases

Ricardo Castro Díaz
José Manuel Díaz Penela
Domingo Sánchez Otero
Antonio Galiano Ortiz
Manuel García Silva
José Antonio Garnárez Botana
Manuel Garnárez Botana
Manuel González Tinoco
Antonio Olmo de los Ríos
José Prieto González



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