lunes, 11 de mayo de 2015

LA BASE NAVAL DE MAHÓN EN JULIO DE 1936





Considerada una base menor, la Base Naval de Mahón (Menorca) prestaba apoyo logístico a la flotilla de submarinos allí destacados. Excelente para fuerzas ligeras, pero por sus reducidas dimensiones no lo era tanto para una fuerza naval de mediana importancia. El fracaso del golpe en ella supondrá un durísimo coste para la oficialidad sublevada.




1916. COMENZABAN LOS TRABAJOS DE CONSTRUCCIÓN DE LOS 3 PANTALANES PARA EL NUEVO APOSTADERO DE SUBMARINOS DE LA BASE NAVAL DE MAHÓN (Archivo Fernando Andreu)

Proclamado el estado de guerra en la isla de Menorca en la mañana del 18 de julio, por el gobernador militar, general José Bosch Atienza y por el jefe de la Base, contraalmirante Luis Pascual del Pobil, la nueva situación provoca un estado de tensión y desagrado entre las clases subalternas, tanto de la Armada como del Ejército, presionados por los suboficiales del Ejército, que se han hecho con el mando de la guarnición, impidiendo el traslado a Mallorca de Bosch Atienza para sustituir a Goded en la Comandancia General de Baleares. Tenido conocimiento del fracaso de este último en el intento de sublevar Barcelona, los auxiliares de la Base y la marinería proceden a desarmar y detener a jefes y oficiales, que quedan detenidos, incluido el comandante de la misma Pascual del Pobil.


BANDO FRANQUISTA DECLARANDO EL ESTADO DE GUERRA EN MENORCA

BANDO

Don José Bosch Atienza, general de brigada, Comandante Militar de Mahón. 
HAGO SABER: que en esta fecha acuerda y declara el estado de guerra en esta isla y en su consecuencia 
ORDENO Y MANDO:
Artículo. 1.- Serán repelidos por la fuerza sin previa intimación todos los actos de violencia realizados contra cuarteles, polvorines, dependencias militares, conducciones de agua y energía eléctrica y los que se cometan contra edificios públicos y particulares, bancos, fábricas y establecimientos, estén o no custodiados por fuerzas del Ejército y Seguridad.
Artículo. 2.- Queda suprimido el derecho a la huelga, debiendo reintegrarse al trabajo todos los obreros a la orden de empezar. Los directivos de las Sociedades Obreras serán directamente responsables del incumplimiento de este artículo siendo sometidos a juicio sumarísimo.
Artículo  3.- Queda terminantemente prohibida la formación de grupos que excedan de tres personas así como la celebración de reuniones, mítines, conferencias o manifestaciones públicas, ni aun las juntas generales ordinarias o extraordinarias de asociaciones y sindicatos sin mi autorización. Los infractores de la primera serán violentamente disueltos por la fuerza pública sin intimación de ninguna clase; los organizadores de los segundos serán sujetos asimismo a juicio sumarísimo. 
Artículo  4.- Las autoridades o Corporaciones civiles continuarán funcionando en todos los asuntos que no se relacionen con el orden público, limitándose en cuanto a éste a las facultades que mi Autoridad les delegue. 
Artículo  5.- Los funcionarios o Corporaciones que no presten el inmediato auxilio que por mi Autoridad o por mis subordinados sea reclamado, o que se opongan en cualquier concepto al exacto cumplimiento de este bando, serán juzgados inmediatamente en juicio sumarísimo. 
Artículo  6.- Se declaran incautados y a mi disposición los automóviles de carga, viajeros, motocicletas y vehículos de todas clases, quedando absolutamente prohibida la circulación rodada, tanto en el interior de las poblaciones como fuera del caso de las misma y en las carreteras, caminos, pistas y veredas, debiendo los conductores proveerse de una licencia especial para cada caso y viaje que será solicitada de mi Autoridad o de la que en caso designe. 
Mahón 18 de julio de 1936. El Comandante Militar José Bosch.

Pedro Marqués Barber, brigada de Artillería, es quien toma la iniciativa para anular los efectos de la proclamación del estado de guerra en Menorca, lo hace en unión de los también brigadas Francisco Martínez Sánchez-Moreno, Jaime Palou Msanet, y José Montaña Galbán, junto a los sargentos Antonio Venegas Ibarra, Pedro Quintanilla Quintanilla y Jesús Gabaldón Paños. Después de neutralizar y detener a los sublevados, envía al Gobierno el siguiente mensaje: 
“De comandante militar accidental de Mahón a Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de la Guerra (Giral): Al tomar mando militar de la plaza por haberme sublevado en unión Cuerpo suboficiales y tropa, acatando la voluntad pueblo y Gobierno constituido, saludo a V.E. y Gobierno en pleno, ofreciendo la más leal, entusiasta y fiel colaboración a la obra de la República”.
En cuanto a lo ocurrido en el interior de la Base Naval, la iniciativa de los suboficiales de la Armada de detener a los jefes sublevados y hacerse con el control de la Base parte del Oficial 1º Naval Nicanor Menéndez Casanovas, que tras la destitución del contraalmirante Pascual del Pobil pasa a ser nuevo jefe de la misma, seguido del Auxiliar 1º de Oficinas José Sánchez Sepulcre como jefe de Estado Mayor, Auxiliar 1º de Torpedos José Cortázar Zabala jefe de la Flotilla de Submarinos, Oficial 3º de Radio Antonio Hernández Domínguez jefe de Comunicaciones, Segundo Maquinista Antonio Barrera Rodríguez jefe de Máquinas, Oficial 1º de Servicios Técnicos Antonio Romero Díaz jefe de Ingenieros, Auxiliar 1º Antonio Otero Brañas Jefe de Sanidad, Auxiliar 2º de Oficinas Fernando Quintas Miranda Comisario Habilitado, Auxiliar 1º de Aeronáutica Naval don Francisco Sauri Servera jefe de la Escuadrilla de Hidros, Oficial 2º de Artillería Francisco Martínez Roldán jefe de Artillería, Oficial 2º Torpedista Joaquín Coronilla Parejo jefe de Defensas Submarinas y Auxiliar 2º de Artillería Pedro Pena Sixto ayudante del jefe militar de la Base. 

El nuevo poder naval comunica la situación al Ministerio de Marina mediante un despacho redactado en los siguientes términos: 
“Comité Cuerpos Auxiliares, Segunda Sección Maquinistas y marineros a Ministro de Marina.- Habiendo permitido autoridades esta Base y Cuerpos patentados de la misma que se de cumplimiento a bando autoridad militar esta plaza declarando estado de guerra contrario a lo ordenado por el poder legalmente constituido, este Comité los declara facciosos, y más cuando con anuencia y beneplácito de estos ha sido llevado por hidro a Barcelona el general Goded sin que esta autoridad de esta Base tomase resolución alguna no mereciendo confianza a este Comité el personal de los Cuerpos Patentados, los cuales en todo momento han demostrado su adhesión entusiasta a los enemigos del régimen republicano; constituido éste, han acordado nombrar jefe militar de esta Base al oficial 1º Naval Nicanor Menéndez haciendo nombramientos de los demás servicios.- Después de haber efectuado estos nombramientos acordó detener en su domicilio bajo vigilancia al almirante de esta Base y a los demás jefes y oficiales de los Cuerpos Patentados en el pabellón de submarinos, procediendo antes al desarme de dicho personal con toda la marinería de esta Base que voluntariamente se ha unido a nuestra voz de mando.- El brigada con mando en la plaza nos ha ofrecido fuerzas por si las necesitábamos agradeciendo su ofrecimiento puesto que las nuestras como siempre esperábamos nos han sido leales.- Esperamos que esta nuestra determinación merezca la aprobación de V.E. o en caso contrario, sus órdenes.- ¡Viva la República!”.


La Base Naval de Mahón, al igual que toda la isla de Menorca, no desempeñó ningún papel crucial en la guerra, aunque tuvo que soportar importantes bombardeos aéreos. Una vez perdida Cataluña, Menorca quedó sin contacto con los territorios republicanos. La isla se rindió en febrero de 1939 con la mediación del gobierno británico.


Benito Sacaluga.



Fuente: La Armada Española durante la Guerra de los tres años.



viernes, 1 de mayo de 2015

CARTAGENA NUNCA SE SUBLEVÓ (ll)




En la entrada anterior puse de manifiesto la lealtad republicana de Cartagena ante la revolución Casadista de la primera semana de marzo de 1939. En esta ocasión quiero referirme al comportamiento de la Base Naval y el Arsenal de Cartagena observaron ante el golpe de estado fascista de julio de 1936. Si bien los mandos de  las Bases y Arsenales de San Fernando (Cádiz), Ferrol (Coruña) junto con las Escuelas de Tiro de la Armada ubicadas en la ría de Marín (Pontevedra) y la Comisión Hidrográfica de Las Palmas (Canarias) se adhirieron con entusiasmo al levantamiento, la Base y Arsenal de Cartagena y la Base de  Mahón (Menorca) consiguieron hacer fracasar el golpe en esas plazas y permanecieron fieles a la República.

En Cartagena y su Arsenal el fallo de interconexión de los marinos sublevados con el ejército al mantenerse éste leal a la República tanto en la propia ciudad como en Valencia hará que el Bando de Guerra nunca llegue a leerse. Con una buena parte de los jefes y oficiales de la Base conjurados a favor de Franco, sin embargo, el tiempo perdido a la espera de la proclamación del estado de guerra por el gobernador militar de la plaza, general Martínez Cabrera, o por la jefatura de la División en Valencia, será aprovechado por los leales al Gobierno para hacer fracasar el golpe.

En la madrugada del 17 al 18 de julio, se recibe en el Arsenal y en algunos buques radiograma de Franco invitando a los jefes de las Divisiones, Escuadra y Bases Navales a unirse al levantamiento dándose cuenta del mismo de inmediato al jefe de la Base, vicealmirante Francisco Márquez Román, que envía una comisión a entrevistarse con el Gobernador Militar, el cual recomienda esperar hasta tanto no se tengan noticias de lo que esté ocurriendo en Valencia. Eso lleva al jefe del Arsenal, contraalmirante Camilo Molíns Carreras, a suspender la salida de dicha dependencia de las compañías de Marinería preparadas para intervenir en la proclamación del estado de guerra, al tiempo que una sección de guardias de asalto se sitúa en sus alrededores para tratar de impedir cualquier salida de fuerza naval hacia la población.

En la mañana del 19 se sabe que la base aérea de San Javier ha sido asaltada por la plantilla de auxiliares apoyada por personal del aeródromo de Los Alcázares siendo sofocado el amago de sublevación de sus mandos, que quedan detenidos. 

A primeras horas de la mañana del 20 el Gobierno de la República, fracasados todos los intentos de los sublevados de la Armada de proclamar en Cartagena el estado de guerra, domina y controla la situación en la Base Naval, de la que el vicealmirante Márquez entrega el mando al teniente de navío Antonio Ruiz González, el cual publica de inmediato en la Orden del Departamento un mensaje dando cuenta de la nueva situación. El texto del mismo, de clara e inequívoca significación republicana, dice:

“Marinos: La insensatez y locura de unos malos patriotas están haciendo pasar en estos momentos horas de dolor a nuestra España, a este pueblo heroico, que en los momentos más decisivos de la historia, supo tener gestos gloriosos que sirvieron de admiración y ejemplo al mundo entero. Al dirigirme hoy a vosotros, dotaciones todas de los buques y dependencias a mis órdenes, lo hago con el propósito de agradeceros la eficacísima ayuda que estáis prestando a la defensa de una causa justa, como es la de mantener las libertades del pueblo español. Me siento orgulloso de tener a mis órdenes hombres tan bravos, hombres tan dispuestos a cualquier sacrificio; en una palabras, hombres tan hombres. La República necesita, en estos momentos, de todos los que se sientan españoles honrados. Fuerte ha sido hasta ahora el estado de vuestro espíritu, y así debe continuar hasta el aplastamiento de los traidores, ya en estos momentos debatiéndose en sus últimas resistencias a las fuerzas leales al régimen.
Por las calles de las ciudades y en el campo, las milicias del Frente Popular, las tropas leales y la aviación, conscientes de su deber, se baten y dan su vida generosa por la República; pero vosotros, en vuestro lugar, no habéis cumplido menos que los otros; a vosotros, dotaciones todas, os cabe el orgullo de haber contribuido a ahogar, en su nacimiento, este criminal intento; a vosotros os corresponde quedaros en vuestro sitio, pero siempre dispuestos a cumplir las órdenes que, para el bien de España, os den vuestros superiores, dentro de la mayor disciplina, el mayor orden y la mayor serenidad, para que nunca puedan achacaros delitos que el enemigo comete; continuad siendo fieles; aprestaros a la lucha y, cuando sea hora, demostrad con vuestra fuerza al servicio de la justicia, que todo lo dais por una patria noble a la que unos bastardos han intentado deshonrar en su criminal intento. De esta manera salvaréis a la República y daréis honor a la Marina, cuyo glorioso uniforme, para el bien de España, vestís. 
Pocas horas le quedan a los traidores de resistir el impetuoso ataque que nuestras fuerzas le dirigen; pero por pocas que sean, aún seguirán regando el suelo patrio con la sangre generosa de los españoles honrados. Hay que vengar esa sangre derramada, pero para eso es preciso que, pensando en España, continuéis dispuestos a defenderla. Hasta ahora habéis dado un buen ejemplo. ¡Seguid dándolo!
Dotaciones de mi mando: ¡Viva España! ¡Viva la República! ¡Viva la valiente Marina republicana! 
Vuestro jefe: Antonio Ruiz. Vicealmirante jefe de esta Base Naval”.

En el Arsenal mientras tanto, su jefe hasta ese momento, el contraalmirante Molins, traspasará sus poderes al segundo maquinista don Manuel Gutiérrez Pérez. La lista de nuevos nombramientos, refrendada por el Ministerio de Marina, la completan Jesús Hernández Guirao, oficial 1º de Oficinas, y Eusebio Vivancos Cerezuela, nombrados jefe y segundo jefe de Estado Mayor de la Base; Carlos Balandrón Vences, auxiliar 1º Naval, ayudante mayor del Arsenal; José Meliá García, auxiliar 2º de Oficinas y Archivos secretario del anterior; por último se nombra jefe de la Flota al capitán de Fragata, Fernando Navarro Capdevila. Aquí, en Cartagena, el medallero golpista, al contrario de lo ocurrido en San Fernando y Ferrol, brillará por su ausencia.


Benito Sacaluga




Fuente: LA ARMADA ESPAÑOLA DURANTE LA GUERRA DE LOS TRES AÑOS (1936-1939)