Epifanio García González era natural de A Coruña, allí nació el 23 de julio de 1898. Tras un periodo de dos años trabajando en los talleres de calderería de unos parientes cercanos, el 4 de mayo de 1916 solicita su ingreso en la Armada, tiene entonces 18 años de edad. Ingresa en el Cuerpo de Maquinistas el 1 de enero de 1917.
Es ascendido a 2º Maquinista en 1931. Con el ascenso en el bolsillo prepara oposiciones para el ingreso en el Cuerpo de Intervención Civil de Marina, consiguiendo el ingreso en 1932 (D.O. 78/32).
Ingresó en la Masonería alrededor de 1926, en 1933 era grado 3º en la Logia Breogán nº 16 de Ferrol, tras haber pasado por la Logia Atlantida de Cartagena en la que llegó a Venerable. Su nombre simbólico en la masonería era Kristna Murti. Fue amigo personal de Ángel Rizo, Alejandro Lerroux, Casares Quiroga y del secretario personal de Manuel Azaña, en aquel entonces ministro de la Guerra.
La sublevación militar del 18 de julio de 1936 le sorprendió estando de permiso en A Coruña. Logró evadirse en a bordo de un barco pesquero en unión de otras familias contrarias al levantamiento, arribando a Saint Nazaire (Francia), poco después vuelve a España, a la zona republicana, donde permaneció hasta el final de la guerra.
Como exiliado pasó por el Campo de Argèles, de allí pasó a Marsella, lugar donde trabajó en una fábrica de hilados. En 1950 fue reclamado a París por el exministro Giral. De París pasó a Venezuela, donde navegó durante cinco años en rutas por el mar Caribe a bordo de varios buques mercantes.
Desde 1956 hasta 1959 fue profesor de la Escuela Naval de Venezuela con el grado de capitán de navío.
Estando en París fue procesado, en ausencia, por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, resultando condenado a la pena de prisión de 12 años y un día.
Falleció de manera repentina en 1965, cuando se encontraba en un banco enviando dinero a su esposa.
Su hermana, Otilia García González, era la esposa de Benjamín Balboa, radiotelegrafista de la Armada que desempeñó un papel crucial al inicio de la sublevación del 36, evitando la caída de los buques en manos de los sublevados.
Benito Sacaluga.
Extractado de: El Cuerpo de Maquinistas de la Armada Española (1850-1950). Mº de Defensa.
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