viernes, 28 de junio de 2019

CONSEJOS DE GUERRA FRANQUISTAS CON NOMBRES Y APELLIDOS




Imagen: El Confidencial
Acabamos de conocer, atónitos, como la Universidad de Alicante ha borrado, a instancias de la familia, los artículos que citan a Antonio Luis Baena Tocón, el alférez que participó como secretario judicial en el consejo de guerra contra Miguel Hernández, proceso en el que actuó como presidente Manuel Martínez Margallo y en el que el poeta fue condenado a muerte. La decisión de la Universidad de Alicante ha tenido una enorme repercusión, y por supuesto la oposición frontal de las organizaciones memorialistas e investigadores.

Una repercusión que se ha producido por la trascendencia del personaje junto con la devoción y/o admiración que la mayoría de la sociedad española siente por el poeta, a la cual me uno. Sin embargo, el caso de Miguel Hernández es una gota más en un océano de terror e injusticia, un océano plagado de republicanos anónimos que fueron represaliados por su lealtad a la República y a su Gobierno. 

Es imposible detallar aquí los miles de Consejos de Guerra (auténticas farsas para dar soporte legal a la represión) tanto contra militares como contra civiles, que se celebraron en toda España desde 1936 hasta 1975, año de la muerte del dictador. Como muestra os dejo la reseña de la actividad de uno de tantos "Juzgados", en este caso ubicado en Cartagena (Murcia), durante solo tres días del mes de mayo de 1939, recién acabada la Guerra de España. Con ello consigo dos objetivos, uno que se conozca la identidad de los represaliados, otro que se sepan algunos de los nombres de aquellos que actuaron al servicio de la represión franquista.

(1) Bajo la presidencia del Teniente  Coronel de Infantería de Marina don Joaquín Matos Calderón se reunieron en la sala de Justicia de la Penitenciaría Naval Militar de este Departamento los Consejos de Guerra ordinarios que han visto y fallado las Causas 30,  119 y 138 del año en curso.

La primera ha sido dirigida contra el que fue teniente del Ejército rojo, Enrique Cerezo Masdeu, acusado de adhesión a la rebelión, por lo que el fiscal solicita se le imponga la pena de reclusión perpetua. Este individuo fue el único oficial de los destinados en el destacamento de Casa Grande que, una vez fracasado el movimiento de carácter nacional de 5 de marzo último y al ser consultada la oficialidad roja sobre su adhesión a la llamada Junta Nacional de Madrid, se negó a firmar, alegando que no claudicaba de sus ideas y que pretería que se le facilitase pasaporte para marchar al extranjero. El Defensor trata de desvirtuar los cargos, pretextando que su patrocinado fue promovido al empleo de teniente solamente por el hecho de saber leer y escribir,  y que el estar afiliado a partidos de izquierda no debe prejuzgar sobre la ideología de quien ha obrado por coacción. Termina solicitando se absuelva libremente a su defendido. 

La segunda fue contra el auxiliar del C.A.S.T.A José Breijo Casaravilla a quien el Alzamiento sorprendió en la Base Aeronaval de  San Javier y que, mandando en calidad de Sargento, salió con fuerzas de marinería que en el mes de julio fueron al frente de Granada, que se afilió al partido Comunista y que denunció al S.I M. a un capataz del Arsenal que había hecho manifestaciones de crítica al Gobierno rojo. El fiscal considerándole dentro de un delito de adhesión a la rebelión, solicita se le imponga la pena de muerte. El defensor suplicó benevolencia para su patrocinado quien obró coaccionado por los dirigentes rojos.

La tercera se refiere al fogonero Matías Vega Caparrós que participó en el asesinato de oficiales y clases de la Armada que fueron sacados de las prisiones militares del Arsenal y fusilados a raíz de un bombardeo aéreo. El Ministerio público solicita la imposición de la pena de muerte por delito de rebelión y de otras siete penas de muerte por otros tantos delitos de insulto a superior de los cuales, resultó la muerte de los ofendidos. La defensa se limitó a demandar benevolencia, en atención a la incultura de su defendido.

Las sentencias no se harán públicas hasta que obtenga la superior aprobación.

Esta mañana han comparecido ante el Tribunal de Justicia, los autores y complicados en los asesinatos de los jefes y oficiales a bordo del “España 3”, entre los que hoy han sido juzgados:

  • Crisantos López Carrasco, segundo comandante del España número 3, individuo de la Guardia Roja y uno de los principales autores de los asesinatos,
  • Antonio Maya Romero, cabo, de Marinería. 
  • José Baños Ros, cabo de Marinería y jefe de la Guardia Roja.
  • Mariano Serrano, cabo de Marinería.
  • Juan Fernández Sánchez, cabo de fogoneros.
  • Miguel Marín Olmo, operario carpintero del España. 
  • Ángel Mula Siles, fogonero preferente. 
  • José Avenza Molín,  Cabo de Marinería, agente del S.I.M y de la Guardia Roja.
  • Vicente Giménez Cuenca, fogonero. 
  • Antonio Paredes Zamora, fogonero preferente. 
  • José García Nadal, cabo de Marinería. 
  • Adolfo Pagán Martínez, auxiliar de máquinas del España 3.
  • Cristóbal Pérez Martínez, cabo de Marinería. 
  • José García Nájera, cabo de Marinería.
  • Pedro Alifa Calvache, cabo electricista y 
  • Serafín Navarro Oliver.

El Fiscal pidió ciento cincuenta y dos penas de muerte para cada uno de los acusados por el delito de asesinato y una pena de muerte a cada uno de ellos por el delito de rebelión.

Los señalamientos para la presente semana son:

Martes día 23.- 

Causa 113 contra el Capitán de Intendencia Rafael Zarauz
Causa 49 contra el Capitán de Infantería de Marina Juan Luque Canís. 
Causa 111 contra el Coronal de Intendencia  José Barbastro Samper. 

Miércoles día 24.-

Consejos de Guerra de Oficiales Generales:

Cansa 15 contra el Teniente Coronel de Intendencia Francisco Bosch Fernández.
Causa 48 contra el Capitán de Infantería de Marina Francisco García Martín. 
Causa 50 contra el Capitán de Infantería de Marina Vicente Trigo Sandomingo (2)

Consejo de Guerra ordinario para el mismo día, 

Causa 139  contra el Auxiliar 2º José Saura Rosas
Causa 141 contra el Maestre de radio José Balboa López
Causa 129 contra el Aux. Naval Joaquín Aldeguer Castillo


El presidente de este "Tribunal",  Teniente Coronel Joaquín Matos Calderón, era Capitán de Infantería de Marina en 1914, hasta 1936, en un periodo de 24 años, solo logró ascender dos grados. Después de sus servicios a Franco su carrera experimentó un notable progreso, fue ascendido a Coronel en marzo de 1941 por el ministro de Marina, Salvador Moreno, e inmediatamente nombrado Jefe del Primer Negociado de la Sección de Infantería de Marina del Tercio del Sur. (Diario Oficial del Mº de Marina del 3 de marzo de 1941), desde donde pasó a la Reserva.

Según Decreto de 23 de diciembre de 1944 se le concede el empleo honorífico de General de Brigada de Infantería de Marina: 
En consideración a las circunstancias que concurren en el Coronel de Infantería de. Marina, en situación de reserva, don Joaquín Matos Calderón, a propuesta del Ministro de Marinea y previa deliberación del Consejo de Ministros, 
Vengo en concederle el empleo honorífico de General de Brigada de su Cuerpo en las condiciones que determina la Ley de veintiséis de noviembre de mil novecientos treinta y uno. Así lo dispongo por el presente. Decreto, dado en Madrid a veintitrés de diciembre de mil novecientos cuarenta y cuatro. 
Francisco Franco 
El Ministro de Marina,
Salvador Moreno Fernandez

El 24 de marzo de 1945, según Decreto del 24 de marzo, firmado en El Pardo por Franco, siendo ministro del Ejército Carlos Asensio Cabanillas, se le concede la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, con  antigüedad del 9 de marzo de 1944. 

Por supuesto Matos Calderón ni mucho menos estaba solo, como miembros de aquellos tribunales farsa cabe destacar también, y solo en Cartagena, (3) a: 
  • Manuel Vela, 
  • Ramón Agacino y Armas 
  • Rafael Barrionuevo, 
  • Joaqui­n López Cortijo, 
  • Pablo Hermida Seselles
  • José Emilio Diez, 
  • José de Gandarillas y Estrada Granados, 
  • Miguel de Páramo, 
  • Hermenegildo Altozano, 
  • Antonio Cañas, 
  • Eduardo Viscosillas y Navarro de Ituren 
  • Rafael Fernández de Henestrosa y Salabert, duque de Santo Mauro, 
  • Luis Orcasitas, 
  • Augusto Chereguini, 
  • José Martinez Sapiña, 
  • Enrique Vidal Lorente, 
  • Sebastian Sart Montaner, 
  • José Imaz Echevarri, 
  • Ernesto Llamas del Toro, 
  • Vicente Navarro Flores  
  • Andrés Criado de Molins
  • Santos Bozal Casado
  • Juan Jodar Tobal
  • José Aznar Martínez
  • José María García Alonso y
  • Antonio Sintas Travesi
No olvidemos la esencial figura de los Auditores en este sistema represivo. Los Auditores eran los encargados de dar soporte jurídico a los militares integrantes de los tribunales de los Consejos de Guerra, siendo una figura importantísima e imprescindible en el sistema jurídico militar. Recordemos que tan solo en Cartagena, además de un Consejo de Guerra Permanente se crearon al fin de la guerra 57 juzgados de instrucción, solo para procesos relacionados con la Armada, en estos juzgados actuaron como Auditores (3):
  • Felipe Alfín Delgado
  • Manuel Guerrero Soto
  • Juan de Goitia
  • Mateo Oliver
  • José María de Garriga
  • Robledo
  • Díaz Valero
  • Martinez Checa
  • Montalvo
  • Pedro Toro y Delgado
  • Dominguez Arias
  • Lobera
  • Fernandez Chalet
  • Cervera
  • Montoja
  • Buyo
  • B. Alsina
  • Samuel Gómez Novell
  • Luis Fernández Ortega
  • Fernando Bugatto
  • Server Spotorno
  • Palazuelos
  • Canis
  • Manuel Corts
  • Madrigal Gutierrez
  • Pérez Alonso
  • Bernardo Llobregat
  • Joaquin Portela de la Llera
  • Pardo Mirle
  • Zenón Aldalur
  • I. del Valle
  • Gonzalez Caffarena
  • Arroyo Martinez
  • De Paul y Goyena
  • Manuel Somoza
  • Gutierrez de Cámara
  • Manzano García
  • Emilio Fernandez Segado
  • Federico de Salas
  • Angel Ruiz Trujillo
  • Andrés Medina Peinado
  • José Amar Santos
  • Artemio Lozano Escandón
  • Mariano Martinez-Carrasco y Ródenas
  • José Luis Palanca Ascaso y
  • Pedro Sidrach Cardona
Multipliquemos lo anterior por todas y cada una de las provincias españolas, regiones militares, bases navales, etc... y quizás nos podamos hacer una idea aproximada de lo que fue la maquinaria represiva franquista travestida de justicia.



Benito Sacaluga


(1) Diario “Cartagena Nueva” Órgano oficial de la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S.  22 de mayo de 1939

(2) Trigo Sandomingo fue un traidor a la República. En el Consejo de Guerra fue condenado a prisión perpetua, rebajada a 10 años y un día y ésta rebajada a 6 años y un día. Obtuvo la libertad condicional en noviembre de 1941 y la definitiva en 1945. En 1984 reclamó ante los tribunales la anulación de su sentencia basándose en un "error técnico", petición que le fue denegada.

La historia de este gran traidor a la República y a sus compañeros de armas puede conocerse en los siguientes enlaces:



(3) Del libro "La Represión Franquista en Cartagena (1939-1945)". Autor: Pedro María Egea Bruno. 2011 2ª Edición.




miércoles, 26 de junio de 2019

LOS BUQUES DE GUERRA ALEMANES E ITALIANOS SE RÍEN DEL PACTO DE NO INTERVENCIÓN






Álvarez del Vayo, (sentado con gafas), en una reunión
del Comité de No Intervención.
A finales de agosto de 1936 los 27 estados europeos, todos menos Andorra, Liechtenstein, Mónaco, Suiza, y  Ciudad del Vaticano, suscribieron el "Acuerdo de No Intervención en España". Dicho pacto obligaba a los firmantes a abstenerse rigurosamente de toda injerencia, directa o indirecta, en los asuntos internos de España, y prohibían la exportación, reexportación y el tránsito a España, posesiones españolas o zona española de Marruecos, de toda clase de armas, municiones y material de guerra. Para el cumplimiento del acuerdo se creó en Londres el 9 de septiembre un Comité de No Intervención, (una gran farsa diplomática) bajo presidencia británica, en el que estaban representados todos las principales potencias europeas, incluidas Alemania, Italia, Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética.

Para que el pacto se cumpliera se dispuso vigilancia naval en las zonas marítimas de la península y las islas Baleares, una vigilancia que debía afectar a la intervención activa o pasiva de buques de guerra extranjeros y al control de buques mercantes que transportasen suministros extranjeros, bien para la República o bien para los ejércitos sublevados. Las zonas de vigilancia se repartieron de la siguiente forma:

Francia: Todo el litoral gallego y parte del asturiano hasta Avilés, en el sur las aguas existentes entre Ayamonte (Huelva) y Almería, y las zonas marítimas de Mallorca e Ibiza.

Gran Bretaña: Las aguas comprendidas entre Avilés (Asturias) e Irún (País Vasco).

Italia: Aguas entre Castellón y Port Bou (Gerona), y las de la isla de Menorca.

Alemania: Todo el litoral entre Almería y Castellón.

Alemanes e italianos incumplieron el pacto desde el minuto uno en beneficio de las tropas sublevadas del general Franco. Gran Bretaña y Francia miraron para otro lado. Muchas fueron las quejas de la diplomacia española motivadas por los escandalosos incumplimientos de germanos e italianos, reclamaciones que se iniciaron nada más firmarse el Pacto y que se prolongaron durante casi toda la guerra. Reclamaciones españolas que no obtuvieron respuesta, ni adecuada ni efectiva, de ninguno de integrantes del Pacto, con la única excepción de la Unión Soviética, nación que, a la vista de los acontecimientos y de las ayudas de todo tipo que los sublevados venían recibiendo de Italia y de Alemania desde el inicio de la guerra, decidió en octubre de 1936 prestar ayuda material a la República Española.

El ministro de Marina y Aire, Indalecio Prieto, viaja a Cartagena entre el 21 y 23 de noviembre de 1936, al objeto de comprobar in situ las agresiones sufridas por varias unidades de la Flota en el puerto de Cartagena. A su vuelta a Madrid emite un informe para el Consejo de Ministros, detallando además una serie de informaciones, relativas a la actividad de los buques de guerra alemanes e italianos en las aguas jurisdiccionales españolas, actividades que se venían realizando desde el momento mismo del inicio de la guerra. 

Reproduzco a continuación el texto íntegro de una nota facilitada a la prensa el 23 de noviembre de 1936, por el Ministerio de Marina y Aire:


El informe del ministro de Marina y Aire cabe resumirlo así:  
No ha sido preciso esperar que los Gabinetes de Berlín y Roma reconociesen al Gobierno Franco para advertir que los buques militares de ambas naciones, que en número crecido pululan desde julio último por nuestras costas, realizaban acciones reñidas con los deberes que impone la neutralidad, dedicándose al auxilio de las escasas unidades de la escuadra española que quedaron en poder de los rebeldes. 
La Flota republicana ha sido constantemente espiada por dichos buques extranjeros, que en estratégicas posiciones podían darse cuenta perfecta de los movimientos de aquélla, los cuales eran al instante conocidos por los buques rebeldes. Además, hay señales bastante claras para asegurar que en base de idénticos servicios de espionaje venían efectuándose los ataques aéreos que han sufrido algunas de nuestras naves del Mediterráneo. 
Procede, para que esto no se limite a una vaga generalización, formular las debidas puntualizaciones: 
El día 4 de Agosto, al disponerse a realizar la Flota republicana un ataque contra Ceuta, apareció antepuesto el acorazado alemán "Deutschland", que previamente fondeó delante de la fortaleza del Hacho (Ceuta), por lo cual hubo de desistirse de la operación, encaminada a impedir el envío de los refuerzos que los facciosos embarcan allí. 
Durante la estancia en Málaga de la Flota republicana, hasta mediados de Septiembre, raro fue el día que no aparecieron en dicho puerto un acorazado, un crucero o un destructor alemán, cuyas estaciones radiotelegráficas participaban al enemigo los movimientos de los barcos. Las noches de bombardeo, el buque alemán de servicio permaneció iluminado, con lo cual se indicaba de modo perfecto el emplazamiento de la ciudad, resultando inútil que en ésta se apagara por completo el alumbrado. En esa misma forma procedieron un buque de guerra alemán y un italiano la noche que la escuadrilla de junkers encargada de los bombardeos nocturnos realizó el dispuesto contra Alicante. Con la presencia de barcos de guerra alemanes hicieron alternar siempre otros italianos. 
Cuando la Flota republicana se hallaba en el Cantábrico, al salir de Gijón el conjunto de ella, en operación hacia Bilbao, surgió un crucero alemán, que la siguió de cerca hasta llegar a Bilbao la tarde del 26 de Septiembre. Al día siguiente, cuando la flota marchaba a bombardear algunos objetivos en la costa guipuzcoana, fue objeto también de estrecha vigilancia por el mismo acorazado, qué apareció a la altura de Ondárroa, convoyando a un buque cablero de la misma nacionalidad. La disposición de los pescantes del cablero hizo sospechar que fuera él quien minó el puerto de Bilbao, pues conviene advertir que entonces no contaban los rebeldes con ningún buque minador, siendo muy difícil efectuar operación semejante con embarcaciones no preparadas especialmente. 
Al regresar del Cantábrico la Flota y salir de Cartagena el "Méndez Núñez" y tres destructores para reunirse a ella, fue comunicada esta salida a los rebeldes por un destructor alemán que se hallaba a la entrada del referido puerto. A partir de entonces se ha acusado frecuentemente la presencia de un buque de guerra alemán a la entrada de Cartagena, sin duda con el encargo de comunicar a diario la situación de nuestros barcos. A veces ese buque levaba anclas y describía un círculo completo alrededor de nuestras naves para imponerse de la situación de cada una de ellas y de su estado de conservación, apareciendo de nuevo más tarde para comprobar si continúan en el mismo fondeadero. 
Esta última semana se han registrado bombardeos nocturnos desde el mar contra algunos puntos de la costa de Levante y han sido echados a pique varios buques españoles que cargados de víveres navegaban por el Mediterráneo. Unos y otros hechos, efectuados siempre de noche, han sido atribuidos al crucero rebelde "Canarias". Hay motivos suficientes para creer que esas agresiones no ha podido realizarlas totalmente el citado buque, cuya presencia en sitios muy distantes de los lugares en que ocurrieron algunos ataques pudo ser perfectamente comprobada. Por lo tanto, es lógico deducir que buena parte de esas agresiones cometidas al amparo de la obscuridad corrieron a cargo de buques de guerra extranjeros. 
Expuestos estos antecedentes, llegamos al relato de lo ocurrido ayer en Cartagena: 
A las nueve de la mañana, dos de nuestros cruceros, él "Cervantes" y el "Méndez Núñez", que juntamente con el acorazado "Jaime I " se hallaban a la entrada del puerto, fueron atacados por varios submarinos. Los torpedos que se lanzaron contra el "Méndez Núñez" no dieron en el blanco. Uno de los disparos contra el "Cervantes" lo alcanzó en popa por la banda de estribor produciéndole averías. Los puntos, muy distantes entre sí, en que se hallaban el "Méndez Núñez" y el "Cervantes", y el escaso tiempo que medió entre los disparos contra uno y otro, así como la opuesta dirección del lanzamiento de los torpedos, permite afirmar que los submarinos agresores fueron, cuando menos, dos.  
Estos sumergibles forzosamente han de pertenecer a una escuadra extranjera. Los rebeldes no han dispuesto en ningún momento de submarinos, pues todos los de bandera española han permanecido fieles al Gobierno. De nuestros arsenales, sólo uno, el de Cartagena, que está en nuestro poder, se halla capacitado para construcción de esa clase de embarcaciones. Los rebeldes, por consiguiente, ni contaban con submarinos ni los han podido construir. 
En la Jefatura de la Base Naval de Cartagena hay trozos del torpedo que averió al “Cervantes". Los torpedos italianos son iguales a los que usa la Marina española. El examen del material recogido permite asegurar que el torpedo no es ni español ni italiano, apreciándose claramente la diferencia en la clase de los tornillos. 
Después de la agresión relatada, se aproximó a la entrada del puerto de Cartagena un destructor alemán que durante el ataque estuvo a la vista, pero bastante alejado, v después de apreciar los efectos de la agresión volvió a alejarse.
Fuente del comunicado: Hemeroteca Digital de la BNE.




Benito Sacaluga. 

jueves, 20 de junio de 2019

QUEIPO DE LLANO HUNDE AL ACORAZADO "JAIME I"





Si bien es cierto que el acorazado “Jaime I”, el 13 de agosto de 1936 estando fondeado en aguas de Málaga, fue alcanzado por una bomba de aviación, no es menos cierto que en poco tiempo se repararon los daños ocasionados, principalmente en la cubierta de proa, y muy poco tardaron en Cartagena en ponerlo en perfectas condiciones de navegación y combate. Sin embargo la propaganda franquista no desaprovechó el ataque aéreo al acorazado, y de forma inmediata le dio por “tocado y hundido”.

El "Jaime I" llegando a Cartagena para reparar los daños

Sevilla estaba bajo la bota franquista de Queipo de Llano desde el inicio del levantamiento militar, y todos sabemos de la afición de Queipo por los medios de comunicación a su alcance, especialmente por la radio, pero también por la prensa escrita.  El diario sevillano “La Unión”, que en su cabecera se define como “Diario Gráfico Independiente”, en su edición del mismo 13 de agosto de 1936, con una portada a toda plana reproduciendo imágenes del entierro del requeté Fernando de Andrade “mártir de la santa causa”, en su página 9 publica lo siguiente:

EL ACORAZADO TRAIDOR “JAIME I” HA SIDO HUNDIDO EN EL PUERTO DE MÁLAGA”

Una bomba de 500 kilos lo partió por la mitad

Noticias recibidas en Sevilla esta mañana confirman que en la anterior madrugada, a las tres y media, un aparato de la Aviación adicta al movimiento patriótico del Ejército, que realizaba una operación de reconocimiento por la costa del Mediterráneo, divisó en aguas de Málaga, muy cerca del puerto de aquella ciudad  al acorazado traidor “Jaime I”, cuya marinería había bombardeado Cádiz, Algeciras y otros puntos. 
El aparato leal a nuestras fuerzas lanzó sobre el dicho acorazado una bomba de 500 kilos que cayó justo en la torreta de mando. El “Jaime I”, según pudieron advertir perfectamente desde el avión, quedó dividido en dos pedazos, los cuales, claro está, se hundieron rápidamente. 
Queipo de Llano sembrando el terror desde Radio Sevilla

Esto de la prensa de la mentira y el bulo es al parecer intemporal. El sevillano diario "La Unión" no tuvo éxito notorio desde su fundación, allá por 1918; sin embargo con la llegada de la República sus rotativas empezaron a funcionar a toda máquina, gracias a su línea editorial antirrepublicana y netamente carlista, además de sus simpatías por el nazismo alemán.  Nada más producirse el alzamiento militar de 1936 pasó a servir como órgano incondicional de apoyo a las fuerzas sublevadas. Acabada la guerra e impuesta la dictadura el diario dejó de publicarse. A Franco nunca le gustaron demasiado los carlistas, era más de los borbones de la rama de Juan Carlos como finalmente se vió. 

El sevillano "La Unión" cerró en 1939. La prensa del Movimiento y la Católica tomaron las riendas de la información en España y así estuvimos unas cuantas decenas de años. 

Si quereis conocer lo que realmente sucedió en Málaga ese 13 de agosto de 1936, lo podéis hacer en el siguiente enlace:





Benito Sacaluga.




lunes, 17 de junio de 2019

LA MARINA DE GUERRA



"La Marina de Guerra" es el título de un artículo de Eduardo Zamacois y Quintana (1), publicado en el diario madrileño "La Libertad" el 31 de julio de 1936, el cual reproduzco a continuación:



Eduardo Zamacois y Quintana
Para el militar, lo mismo que para el paisano, existen dos linajes de disciplina: una íntima, consciente, razonadora, surgida al fecundo calor de nuestras convicciones mas entrañables; y otra somera y pegadiza, fruto de la inclinación nativa que las gentes vulgares tienen a obedecer. La primera es discursiva; la segunda, instintiva. La primera, aun a los más cobardes los conforta y eleva a la categoría de hombres; la segunda, imponiéndose ciegamente a los hombres, los convierte en muñecos. 

La disciplina derivada de la tiranía de un ideal es fe, entusiasmo ardiente, luego interior, que suele auparnos a las cimas del heroísmo; al revés de la otra, que es tibia, y al escudarse en el acatamiento que reclaman nuestros superiores jerárquicos nos hace irresponsables.

Desde que los proletarios de todo el Mundo comenzaron a acariciar la visión de una existencia más reposada, más alegre y más libre, sus explotadores, los taimados que supieron  reducir a leyes el arte de engordar con el hambre de los demás, empezaron, a decir que la sociedad se derrumbaba porque “se había perdido la disciplina”. Muy cierto: pero la disciplina que en buena hora ha saltado en pedazos es la suya, la que les permitía beneficiarse de la ignorancia de las muchedumbres, la que fue en sus manos ambiciosas látigo y cárcel y no educación cívica. La otra, la disciplina “interior” preconizada por Kant, la que actúa sobre nosotros “de dentro afuera” y no “de fuera adentro”; esa magnífica disciplina que es, en cada hombre, raciocinio y voluntad, no solamente no se ha roto, sino que nunca, ¡nunca! fue más dura, ni más inexorable ni más moral que lo es en estos gloriosos momentos de resurrección en que todos hemos puesto nuestra vida al servicio del bien común.

Sirva de supremo ejemplo la actitud de la marinería de guerra ante los jefes que intentaron sublevarla contra la República, pues el caso del "Almirante Cervera", por ser único, significa muy poco; harto sabemos que en toda cofradía siempre hay un traidor, y que Judas dejó muchos hijos... Pero, ¿y las otras unidades de nuestra Armada?

Dentro de los abreviados límites de un buque, la lucha d« clases, el duelo secular entre oprimidos y opresores resalta mejor que en tierra por la pequeñez del escenario. Las oficialidades  rebeldes -la del “Xauen”, la del “Almirante Valdés”, la del “Alcalá Galiano”...- anuncian a los marineros su propósito de combatir al Gobierno; los marineros se niegan a seguirles, y en el feroz cuerpo a cuerpo que entablaron, la mayoría de los facciosos pereció. Otros quedaron detenidos.

La represalia fue justa; los desobedientes, castigando a sus jefes, cumplieron un deber, y segura de esto la dotación vencedora del acorazado «Jaime I» envió al ministro de Marina el siguiente radio, del que algún día hablará la Historia, porque es como una "foto" de la mentalidad del momento actual:

“Hemos tenido seria resistencia con jefes y oficiales en servicio, venciéndoles violentamente. Resultaron muertos un capitán de corbeta, un teniente de navío; heridos graves ocho cabos, un teniente de navío, un alférez, un cabo artillero, dos marineros”

El comunicado terminaba con estas palabras, que estimamos admirables porque revelan cuan decididos estaban los comunicantes a mantenerse absolutamente dentro de la ley:

“Rogamos urgente instrucciones sobre cadáveres.”

A cuya pregunta, de una frialdad espartana, el ministro de Marina repuso: 
“Con solemnidad respetuosa echen mar cadáveres.
contestación, espartana también, que nos recordó el “muchísimo respeto” con que «El alcalde de Zalamea», burlón y justiciero, le dice al capitán que ha de ahorcarle.

Por primera vez la férrea obediencia a que estaban sometidas las dotaciones de los barcos de guerra ha quedado rota. Falló el adagio “donde manda patrón no mandan marineros”; más no arbitrariamente, no por obra de un extravío del sentimiento del deber, sino porque la disciplina “humana”, inspirada en el amor al prójimo, de los hombres del estado llano. avasalló la disciplina ciega, postiza, inhumana, la disciplina que es para el entendimiento lo que la obscuridad para los ojos, que los oligarcas ponen al servicio de sus desatados anhelos de dominación.

España, toda España, será para los insumisos un Verdún. No pasarán, y aunque derrochen valentía no lograrán triunfar porque el pueblo sabe lo que quiere  y está de pié en la tierra, en el aire y en el mar. En la tierra, con los soldados que, por su mano, castigan a los caudillos traidores, según hicieron los del campamento de Carabanchel con el general García de la Herrán; en el aire, con los aviadores civiles; en el mar con los bravos, que cuando sus jefes, por felones, no merecen ser obedecidos, “respetuosamente”  los arrojan al agua.





(1) Eduardo Zamacois y Quintana. (Cuba 1873 – Buenos Aires 1971). Escritor, novelista. Republicano. Durante la Primera Guerra Mundial, fue corresponsal en París del periódico La Tribuna. Al estallar la Guerra Civil Española, Zamacois se alistó y, pese a su avanzada edad, marchó al frente, escribiendo una serie de crónicas declaradamente comprometidas con el Frente Popular. Se convierte en cronista en el frente de Madrid hasta 1937, trasladándose luego a Valencia y Barcelona. En esta última ciudad edita, en 1938, su novela “El asedio de Madrid”. Poco antes de la caída de Barcelona ante los sublevados, se exilió en Francia, desde donde pasó por Cuba, México y Estados Unidos antes de recalar en Argentina, donde fallece.






viernes, 14 de junio de 2019

EL CRUCERO "ALMIRANTE CERVERA" YA ES UN BARCO PIRATA.





Crucero "Almirante Cervera"




Diario La Voz.  (Madrid). 27 julio 1936



El "Almirante Cervera" es desde hoy un barco pirata por haberse sublevado contra la República. No podrá arbolar el pabellón de España. 

La Gaceta de hoy, lunes, publica el siguiente decreto de Marina:

"Conocedor el Gobierno de la República de que el crucero "Almirante Cervera", a Ias órdenes de jefes y oficiales de la Marina de guerra española, se ha colocada fuera de toda legalidad al sublevarse contra el Gobierno de la República, único Poder legitimo representante de la soberanía nacional, este acto de alta traición obliga a que dicho buque de guerra no pueda ser considerado ni por el Gobierno español ni por los gobiernos de otros estados con derecho a arbolar el pabellón de España, careciendo, por tanto, de la nacionalidad española. No teniendo otra alguna, toda la actuación de dicho buque de guerra tiene que ser considerada como un acto de piratería, con arreglo a las normas Internacionales sancionadas por las legislaciones de todos los estados, lo cual autoriza a que dicho buque de guerra pueda ser detenido y apresado y .juzgada su tripulación como responsable de tal acto de piratería. 
Por lo expuesto, a propuesta del, ministro de Marina, y de acuerdo con el Consejo de Ministros,  
Vengo en decretar lo siguiente: 
Artículo único.- . El Gobierno legítimo representante de la soberanía nacional de España, ante el acto de rebelión realizado por el buque de guerra de la Marina española crucero "Almirante Cervera", colocándose fuera de la ley, declara dicho buque de guerra excluido de las listas de la Marina militar y sin derecho a usar el pabellón español, perdiendo todo carácter militar la dotación que lo tripula, debiendo, en consecuencia, ser considerado contó buque pirata, que podrá ser detenido y apresado en alta mar, o en cualquier puerto que se encuentre,  para ser juzgados sus tripulantes con arreglo a las normas Internacionales que persiguen la piratería, y conforme a la legislación penal del país del buque que realice la captura. 
Dado en Madrid a 25 de julio de 1936. 
MANUEL AZAÑA 
El ministro de Marina, JOSÉ GIRAL PEREIRA

Al capitán de navío Sánchez Ferragut, le fusilaron en el Arsenal de Ferrol, en el lugar conocido como la Punta del Martillo, a las seis de la tarde del día 25 de Septiembre de 1936. Era el comandante del crucero “Almirante Cervera” cuando se produjo la sublevación en la Base y le fusilaron como le podían haber condecorado con la “Laureada de San Fernando” o la “Militar individual”. Las verdaderas razones por las que le dieron plomo en vez de medallas no las he podido descubrir, pero no creo que ande muy descaminado al decir que los fusilamientos de Sánchez Ferragut y, un mes antes, del teniente de navío Sánchez Pinzón, también del “Cervera”, respondieron a la necesidad que tenían los insurrectos de eliminar a unos testigos incómodos.

Relato de la sublevación del "Almirante Cervera", de la mano de Marcelino Laruelo, en el siguiente enlace: 





Benito Sacaluga