lunes, 10 de abril de 2017

EL CINCO POR CIENTO DE LA 43ª DIVISIÓN


Artículo del Tte. Coronel Benito Sacaluga, publicado en "La Armada" órgano del Comisariado y portavoz de los Marinos de la República, el nueve de julio de 1938.



Oficiales de la 43 División  del Ejército de la República
en la denominada "Bolsa de Bielsa"
Cuando la heroica 43ª División (1) de nuestro glorioso Ejército Popular tuvo que replegarse a través de la frontera franco española, después de agotar todas sos municiones de boca y guerra, el Gobierno francés dispuso que se hiciera un plebiscito entre los bravos que la integraban, para que cada cual expusiera libremente sus deseos, en el sentido de reintegrarse al Ejército de la República, quedarse en territorio francés o internarse en la zona facciosa. Optaron por no continuar al servicio de la República, por una u otra causa, el 5 %  de dicha División. Cantidad exigua, y mucho más si de ella descontamos a los que se quedaron en territorio francés y a los que por tener sus familias en el campo faccioso antepusieron los sentimientos familiares a los sagrados deberes para con la Patria invadida.

Pues bien; el resultado de tal plebiscito puso de manifiesto la moral del Ejército del Pueblo, su entusiasmo y su fe en la victoria de la noble causa que defiende; pues el gesto del 95 % de los integrantes de dicha División después de las vicisitudes que sufrieron, manteniéndose tanto tiempo en situación comprometida así lo demuestra, y al mismo tiempo desmiente este episodio las falsedades propaladas por las emisoras antiespañolas cuando afirmaban que a la heroica División la abastecían a través de la frontera sin comprender que su sostenimiento en tal trance no dependía de artículos de importación sino de un producto netamente español de heroísmo.

Ese pequeño porcentaje podemos también admitirlo, aunque muy por exceso, de los «españoles» que conviven con nosotros en la España leal, en la verdadera España, y que se encuentran encuadrados en lo que hemos dado en llamar la 5ª columna. Estos individuos, en realidad, no pueden considerarse en su totalidad como desafectos a la República, pues muchos de ellos no tienen ideas de ninguna clase sino que son de espíritu tan mezquino y egoísta que dejándose deslumbrar por las falsedades de las radios facciosas suponen que la cuadrilla de forajidos que sirven a Franco pudieran llegar a adueñarse de nuestra Patria, y por tal motivo ilusorio, adoptan posiciones «cómodas» con que poder demostrar a los traidores que ellos ayudaban a la «causa». Estos individuos son más despreciables y traidores que el mismo «generalísimo», pues su cobardía y servilismo es tal que se escapan a toda ponderación. No se atreven a «dar la cara», practican el «derrotismo» entre las mujeres, y son tan sensítivos, debido a su gran cobardía, que siempre se creen aludidos cuando alguien pretende mantener la voz de alerta contra sus actuaciones. Se mantienen con dinero de la República y además calumnian a todo el que cumple con su deber de español.

No pueden alegar ignorancia como pudieran alegar los que se encuentran en el «paraíso fascista» sobre lo españolísimo de nuestros ejércitos de tierra, mar y aire. Saben muy bien que desde los jefes basta el último soldado son netamente españoles, y que tanto unos como otros, saben por qué se baten, existiendo tal compenetración entre los que mandan y los que obedecen que de ello resulta el maravilloso caso de manifestarse la verdadera disciplina del Ejército del Pueblo que tanto admiran loa que egoístas e impasibles nos contemplan desde el exterior en esta sublime gesta en defensa de la libertad de nuestra Patria y... también de la de ellos.

Lo que ignoran ese 5 % , de traidores, que en sitios de más o menos importancia se mantienen emboscados conviviendo entre nosotros, es que a pesar de los reveses que hallamos sufrido y los que pudiéramos sufrir todavía, nuestro glorioso Ejército es invencible. ¿Porqué? Porque aparte de otras muchas razones, ningún Ejército, ningún pueblo que luche por su independencia, pudo ser vencido, y si ese pueblo es España, ¡menos! .Y esto que decimos no es una aseveración retórica ni hueca, ni tampoco por apasionamiento patriotero, es sencillamente una gran verdad que repetidas veces se ha demostrado y que otras tantas lo registra la Historia.

Este lastre de traidores que la República lleva a remolque, y que mantiene, se creen seguros de su impunidad y por ello hacen alardes temerarios que son los que los denuncian, pero están en un craso error, puesto que a final de cuentas serán totalmente exterminados, y si algunos logran sobrevivir al triunfo final de la República, del pueblo soberano, llevarán consigo el remordimiento de su doble traición, la cual es de tal magnitud, que solamente los que la contemplen desde lejos podrán formarse una ligera idea de ella. Del mismo modo, es tan grande, tan magnífica, tan sublime la epopeya española que estamos viviendo, de tan colosales dimensiones, que nosotros tampoco la podremos apreciar nunca. La podrán apreciar nuestros nietos al contemplar sus consecuencias universales y estudiar serenamente su desarrollo y desenlace gloriosos en la Historia de la España inmortal, invencible, heroica y siempre independiente.


Benito Sacaluga Rodríguez


NOTA DISCORDANTE. — Firmo este modesto, pero sentido trabajo, con mi nombre y dos apellidos, de los que se destaca el seudónimo con que siempre he firmado y seguiré firmando con objeto de que el que no me conozca sepa que soy hijo de padres conocidos.




(1) Fundada en junio de 1937, agrupando a las Brigadas Mixtas 72.ª, 102.ª y 130.ª. Durante buena parte de la guerra sirvió en el Frente de Aragón.