jueves, 30 de abril de 2020

LA INSUFICIENTE ACTIVIDAD DE LA FLOTA REPUBLICANA




Las críticas a la Flota Republicana, en el sentido de no haber desempeñado un mayor protagonismo durante la Guerra de España, han sido y siguen siendo abundantes, mucho se ha escrito sobre este asunto y hay opiniones para todos los gustos.

En el año 2000, en su número 69, la Revista de Historia Naval, a partir de documentos publicados por Willard C. Frank, Jr, y con el permiso del Archivo Estatal de la Marina Rusa, publica una serie de informes elaborados por oficiales de la Armada Soviética destinados a España para prestar servicio en el seno de la Flota de la República, informes dirigidos a sus mandos en Moscú. En uno de esos informes, el  Kapitan leitenant (comandante) de submarinos Guerman Kuzmin (1), que estuvo destinado  en los submarinos "C-1" y "C-4", nos ofrece su visión sobre la actividad de la Flota. Una visión que, como todas, ha de ser tomada con cierta prudencia, pero que nos arroja luz clara sobre algunos aspectos. Dicho informe, que reproduzco a continuación, está elaborado con fecha de 25 de septiembre de 1938.


Maqueta del Submarino "C-1"
(2)



Submarino "C-4"
(2)

Principales razones de la insuficiente actividad de la Flota


La inactividad de la Flota es una dolorosa experiencia para el Ejército y la marinería, pues resulta especialmente duro ver como los buques, al estar fondeados y no en la mar, van siendo destruidos, uno tras otro, por los bombardeos aéreos. A mi juicio, la inactividad de la Flota se debe a las siguientes razones principales:

1.- Durante la mayor parte del año 1938, la Flota no dispuso de todos sus buques simultáneamente para operar en forma masiva e ininterrumpida y especialmente de los cruceros. Como prueba de este juicio basta ver que buques están sometidos a reparación y cuando. Se comprende así que la Flota republicana fuese siempre más débil que la de los fascistas (conjunta de franquistas, españoles e italianos), si bien es cierto que hubo momentos en que la Flota republicana pudo haber sido más fuerte en algún teatro determinado. Así, por ejemplo, después del hundimiento del "Baleares" todos los cruceros rebeldes estaban reparando y hubo además otros momentos en que los buques fascistas no estuvieron presentes en el Mediterráneo, pero aún entonces la Flota permaneció inactiva. Incluso, aún sin tener todos los buques en servicio, fue posible hacer algo, sin embargo no se hizo por las razones que se exponen a continuación.



Crucero "Baleares"
Imagen: Navantia
(2)

2.- Insuficiencia de municiones -especialmente de proyectiles de artillería para los cruceros y torpedos para los destructores- que no se fabricaban en España. Consiguientemente, los buques no pudieron llevar a cabo demostraciones de fuerza mediante bombardeos de costa.

3.- Carencia de aviación de reconocimiento asignada la la Flota republicana. Ésta nunca conoce con exactitud donde se encuentra la flota rebelde, con que efectivos cuenta y lo que está haciendo. Por ello, no es posible que la Flota republicana pueda salir con sus buques en servicio para llevar a cabo acciones contra buques que operen aisladamente.

4.- Falta de voluntad de los oficiales superiores para combatir, por temor a tener que responder ante los fascistas, caso de que estos ganen. Además, los oficiales creen en esa victoria franquista. La Flota está plagada de elementos fascistas, existiendo un elevado número de saboteadores. 

5.- Por último, existe una incomprensible falta de firmeza por parte del Gobierno, al permitir que el jefe de la Flota no ejecute sus órdenes, que tolere que se produzcan notorios sabotajes en ella, y que tolere también la existencia de fascistas entre sus oficiales.

En vista de todo lo expuesto resulta claro lo que ha de hacerse para imprimir actividad a la Flota española.

Y en lo que concierne a nuestro grupo naval en España, debo exponer lo siguiente: si persiste la actual situación de que nuestros camaradas asesores no son tratados debidamente, en tanto que la Flota permanece inactiva resulta inútil mantenerlos aquí. Bastaría con dejar un asesor al jefe de la Flota, que actuara al mismo tiempo como agregado naval.

Si fuese posible cambiar la actual situación, entonces, el personal actualmente existente debería continuar sin variación, con excepción del puesto de asesor del jefe de la Flota, que debería suprimirse ya que existe además un jefe del grupo asesor naval (3). Ëste podría asignarse al jefe de la Flota y alojarse en el mismo buque que éste y no separadamente en tierra. Ya que todos los comandante de los submarinos son camaradas nuestros, resulta aconsejable que uno de ellos sea nombrado jefe de la flotilla de submarinos.

Fdº.: Kapitan-leitenant G. Kuzmin


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(1) En España actuaba con el pseudonimo de Carlos Murato

(2) Imágenes no incluidas en el informe de Kuzmin

(3) El jefe del grupo asesor naval soviético en esa fecha era el kapitan III ranga (capitán de fragata) Pitirskii, que actuaba simultáneamente como asesor del jefe de la Flota. 





miércoles, 29 de abril de 2020

ANIVERSARIO DE UN CRIMEN





Hoy se cumplen 81 años del fusilamiento del Teniente Coronel Maquinista de la Armada Benito Sacaluga Rodriguez. Su delito fue oponerse al levantamiento militar del 18 de julio de 1936 y ser fiel a la República.

Una vez terminada la guerra, el cinco de abril de 1939 fue sometido a Consejo de Guerra Sumarísimo, Causa 4/39. 

El día 29 de abril de 1939, a las 10,00 horas, en cumplimiento de la sentencia, ratificada desde el Cuartel General de Franco, fue fusilado en el Arsenal Naval de Cartagena, convirtiéndose en el prime marino víctima de la represión franquista en esa ciudad.

El Tcol. Sacaluga rehusó partir con la Flota hacia el exilio y permaneció en su puesto hasta ser detenido por las fuerzas franquistas que ocuparon Cartagena. Sus manos estaban limpias de sangre y no temía graves represalias de los sublevados. Se equivocaba.

Fue condenado a muerte por un Consejo de Guerra Sumarísimo, compuesto por miembros de la Armada sublevada en armas contra la República, todos ellos traidores a España. Curiosamente el delito imputado al Tcol. Sacaluga fue el de "rebelión militar".

La sentencia dictada fue la de condena a muerte por un delito de Rebelión Militar, justificando dicha rebelión por el hecho de no haberse unido a las tropas sublevadas contra el legítimo Gobierno de España y haber combatido contra ellas.

En el Arsenal de Cartagena se recibieron órdenes precisas del Cuartel General de Franco relativas al fusilamiento de Benito Sacaluga:

Para : Buques y Dependencias.
Asunto : Asistencia a un acto de ejecución. 
Referencia :Radios 4886 y 4887 del Estado Mayor de la Armada de 27-abril-1939 
Texto :
1.- Mañana sábado a las 10,00 horas, serán pasados por las armas, en lugar donde se encuentren los depósitos de carbón del Arsenal, el Comandante Maquinista (1) D. Benito Sacaluga Rodriguez y el Cabo de fogoneros Juan Escobar Rodriguez.  
2.- Asistirán al Acto :  
A/ Una compañía de Infantería de Marina con armas y Banda de Música.
B/ Una sección de 20 hombres de cada buque o dependencia, a ser posible con armas y al mando de un Oficial o Auxiliar.
C/ Toda la Maestranza del Arsenal, formada al mando de quien designe el Almirante Jefe del mismo. 
3.- Terminada la ejecución las fuerzas desfilarán dando la voz de "VIVA ESPAÑA" al pasar ante los cadáveres.  
4.- El conjunto de las fuerzas lo mandará el Comandante de Infantería de Marina D.Francisco Galinsoga, el que se pondrá a las órdenes del Excmo. Sr. Almirante Jefe del Arsenal, para recibir instrucciones sobre los detalles del Acto.  
5.- El piquete para la ejecución lo solicitarán directamente los Sres Jueces del Sr. Coronel Jefe del Regimiento de Infantería de Marina.  
6.- Traje-lanilla la marinería, de campaña Infantería de Marina, y chaqueta y guantes color avellana Jefes, Oficiales y Auxiliares.  
7.- Lo que de orden de S.E. se comunica para general conocimiento,  
Dios guarde a V... muchos años.

El C. de N. Jefe del Estado Mayor
Rafael de Heras.

El mismo día de la ejecución, el Departamento Marítimo de Cartagena publicaba la siguiente nota en el diario falangista "Cartagena Nueva" (2):
"Sentencias cumplidas:
"Esta mañana a las diez ha tenido lugar la ejecución de la sentencia contra el que fue Comandante (2) Maquinista Don Benito Sacaluga Rodríguez y el cabo Fogonero Juan Escobar Rodríguez. El acto de la ejecución se verificó en el muelle de Carbones de este Arsenal, asistiendo la fuerza de Infantería de Marina, el personal de La Maestranza de este Arsenal y comisiones de los distintos cuerpos de la Armada. Terminada la ejecución desfilaron ante los cadáveres todas las fuerzas que habían formado, al grito de Viva España." 
La ejecución del crimen, tuvo un espectador inesperado. Reproduzco a continuación el testimonio de un testigo casual del fusilamiento, hecho público por la Asociación de Memoria Histórica de Cartagena:

"Una mañana, ya acabada la guerra, Juan, que entonces tenia 15 años, se situó en un promontorio del Barrio de la Concepción, cerca de la rambla de Benipila, desde donde se podía ver el patio de deportes del Arsenal Militar, ya que la muralla tenia una altura inferior a la actual, desde allí pudo ver un grupo de hombres armados, entre ellos reconoció a uno, era él sin duda, D. Benito. Le había servido las muestras de comida en la sede del Estado Mayor donde trabajaba como pinche de cocina. 
"D. Benito fue conducido cerca del muro donde ya no le podía ver, pero pude oír como un oficial preguntó ¿tienen algo que decir?….y se pudo oír en voz alta, ¡VIVA LA REPÚBLICA!. Sin duda alguna era Benito Sacaluga Rodríguez. Una persona de trato agradable y entrañable". 
Juan, el pinche de cocina, era Juan Gómez Hurtado, hijo de Juan Gómez Rodas fogonero de la Armada en aquella época desaparecido".

Aprovecho para dar las gracias a todos aquellos que han mostrado y muestran respeto por la memoria de Benito Sacaluga, y reproducir aquí lo escrito por él a bordo del Crucero "Libertad" en septiembre de 1938, siete meses antes de ser asesinado en Cartagena:
“La sangre derramada, la que queda aún por derramar y el gigantesco esfuerzo que está haciendo la juventud española por la libertad e independencia de su Patria, tiene que dar el fruto debido.  
Este fruto no lo recogerán los que, llenos de vida y entusiasmo caen gloriosamente, ni los viejos que sobrevivan a la lucha, tampoco lo recogerán en toda su madurez ninguno de los que hoy luchan por tan noble y sublime causa, sino nuestros hijos y nuestros nietos. Ellos serán los que, libres e independientes, lo recogerán en toda su extensión y disfrutaran la espléndida herencia, como los de aquellos que egoístas y atónitos contemplan nuestra gesta allende las fronteras; pues aparte de conseguir, por nuestro propio y exclusivo esfuerzo, la emancipación social y soberana independencia, será nuestra victoria un sublime ejemplo a seguir por los proletarios del mundo entero.”
Anticipaba el enorme trabajo pendiente de realizar una vez dominada la sublevación fascista, posponía en dos generaciones la recogida completa de los frutos de su lucha, de la de todos sus compañeros republicanos, todos empeñando su propia vida en procurar que nuevas generaciones de españoles crecieran en libertad.

Ante tanta generosidad, deberíamos preguntarnos, muy sinceramente, si estamos haciendo todo lo posible para que la República vuelva a ser instaurada en España. No deberiamos hoy escatimar tiempo ni esfuerzos, debemos alejarnos de intereses personales o de grupo y actuar unidos, en otro párrafo de su artículo decía:
“Nadie ni ninguno deben por lo tanto titubear en las bifurcaciones, ni mucho menos tomar por el "atajo". Y, cuando no se trata de directrices emanadas de nuestro Gobierno, hay que seguir al guía honrado, experimentado, curtido en la noble lucha, de probada lealtad y todo esto siempre que lo haya demostrado más por sus hechos que por sus dichos. Hay que desconfiar de las facilidades para llegar pronto. Muchas direcciones desconciertan o desorientan y se han convertido precisamente en la única causa que hasta la fecha ha motivado la desunión y el atraso de la masa proletaria, sembradas en su camino, indudablemente, por quienes están interesados en su estancamiento para poder explotarla."
Lo anterior , tristemente sigue siendo valido hoy, 81 años después y el trabajo está prácticamente sin continuación, se paró en abril de 1.939 y sigue parado.


Salud y República


Benito Sacaluga




(1) La Armada franquista no reconocía los ascensos de grado que tuvieron lugar durante la Guerra de España. Benito Sacaluga Rodríguez fue ascendido a Teniente Coronel Maquinista el 15 de mayo de 1937, según Orden Ministerial publicada en la Gaceta de la República de fecha 17 de mayo de 1937. 


(2) Desde el mismo día de la ocupación de la ciudad por las tropas rebeldes saldrá a la calle Cartagena Nueva que, con el idéntico título, había conocido líneas editoriales de muy diferente orientación. Creado en 1924 como órgano de la Unión Patriótica, durante la Guerra Civil fue primero portavoz del Frente Popular y desde 1937 de la Federación de Sindicatos Únicos de la CNT. Ahora lo hará como expresión falangista de la fracción más pura, auténtica, izquierdista, radical, intransigente o legitimista, según las diversas definiciones que se les han atribuido. Fuente: "Cartagena Nueva o la Falange que no pudo ser: Un modelo de prensa fascista de posguerra". Anales de Historia Contemporánea, 12 (1996). Universidad de Murcia. Autor: Pedro María Egea Bruno.





lunes, 27 de abril de 2020

EL "TIBURÓN", PRIMERO FRANQUISTA, DESPUÉS REPUBLICANO



(1) El "Tiburón", ex Willian Labkin, ex Nelli Crawford, IMO5360900, distintivo de llamada EHFN, fue construido en 1919 como patrullero por J. Duthie Torry en Aberdeen, para la Royal Navy. Tenía 278 TRB, 42 metros de eslora y 8 de manga y estaba propulsado por una máquina alternativa de triple expansión Belliss & Morcon, alimentada por una caldera cilíndrica de llamas en retorno quemando carbón. Terminada la IGM se le convirtió en pesquero de arrastre. En 1921 fue comprado por Ramón Carranza, armador de Huelva, y abanderado en España. 


Recreación del Bou armado "Guipuzcoa"

El 18 de julio de 1936, el "Tiburón" se encontraba en el puerto de A Coruña, donde fue requisado por los franquistas, en el Arsenal de Ferrol se le despojó de todos sus arreos de pesca, se le desmontó el palo de popa, y se le artilló con un cañón de 76/45 en popa y otro de 47/45 en proa. Embarcaron 300 proyectiles y 7 fusiles.

En cuanto a su tripulación, conservó parte de su tripulación civil, a la que se le añadieron unos cuantos voluntarios y el siguiente personal militar:

- Comandante, TN Patricio Montojo Nuñez.
- 2º Comandante, Manuel Gen Canosa.
- Jefe de Maquinas, TM Juan Lobeiras Moreda.(2)
- 1º Maquinas, TM Luis Malde Fontela.
- 2º Maquinas, TM Juan Mauriz.
- Practicante, Enrique Vidal.

Como dotación de seguridad metieron a bordo siete soldados de artillería del Ejército. En total iban a bordo 33 almas.

Desde el mismo momento que embarcó, el jefe de máquinas se puso a dar la tabarra con el estado de la caldera, en mi opinión no le hizo demasiada gracia que lo forzaran a tomar partido por los sublevados y embarcar en un cascarón para patrullar las costa "enemiga", estando como estaba en casita, en Freigeiro, disponible sin hacer nada, y además de todo eso en contra del poder legalmente instituido.

El 13/08/36, el "Tiburón" salió de Ferrol para unirse a la flotilla de bous de Ribadeo. El día 15 salieron para Gijón, para vigilar la costa. Al "Tiburón" le tocó la zona de Santander, recibió la orden de su capitana, el "Denis", de vigilar la bocana del puerto y recabar información sobre un petrolero que había allí amarrado. A 06.00 del 16 se encontraban por el través de Cabo Mayor, adentrándose en la ría de Santander a las 10.30 y asegurándose, por una lancha que salía del puerto, que el petrolero era el "Campoamor"  de Campsa.  Invirtieron la marcha trasmitiendo al "Denis" la identidad del petrolero.


Petrolero "Campoamor", 
(Imagen: Vida Marítima)

Petrolero "Campeador", gemelo del "Campoamor"
Hundido en agosto de 1937 por dos destructores italianos.
(Imagen: Vida Marítima)

Como único equipo de comunicaciones el "Tiburón" llevaba OM en fonía, que no servía nada más que para comunicarse con el resto de la flotilla a corta distancia. Santander Radio no paró de conminar a la tripulación a la rendición, mensajes que nunca llegaron a ser recibidos. Momentos después, un avión bimotor General Aircraft Monospar ST-25, casi seguro el nº de serie 38, matrícula G-ADSN, habilitado para lanzar pequeñas bombas de 12 kilos, que tiraban por un agujero abierto en el piso de la célula, tripulado por Eloy Fernandez Navamuel (3), llevando como observador y bombardero al Teniente de Guardias de Asalto Sebastian Camacho. El avión hizo por el bou que se encontraba a 16 millas de Cabo Mayor. La primera pasada la dió a 5.000 pies lanzando una docena de bombas que cayeron por los alrededores sin herir a nadie, pero sembrando el pánico abordo, pánico que aprovecho el Jefe Lobeiras para intentar convencer a la tripulación de la rendición, ordenando a la gente de maquinas de guardia que saliera a cubierta.


Recreación de un Monospar ST 25
(Imagen: Todocolección)

Después subió al puente en busca del comandante y tuvieron una fuerte bronca entre los dos, marchando el comandante para su el camarote. La segunda pasada la dió el Monospar 15 minutos después, a 3.000 pies, lanzando otras cuatro bombas que cayeron en el agua pero que fueron suficientes para que colgaran una toalla blanca en el palo de proa y se rindieran, siguiendo las indicaciones del avión de entrar en puerto.


El Monospar de Fdez.Navamuel, él está situado a la izquierda,
enfrente del ala.
Fotografía tomada en otoño de 1936,
 en el aeródromo Llanes,  después de una misión.

Poco después el comandante ordenó meter hacia tierra y fondear en la ría de Santander. Según los datos que tengo, no hubo sublevación a bordo, fue un fallo y falta de autoridad del comandante.  La tripulación fue juzgada, no hubo condenas a muerte, los tripulantes civiles fueron absueltos. Los maquinistas de la Armada, Juan Lobeiras, Luis Malde y Juan Mauriz fueron enviados a Cartagena.

Al teniente de navío franquista Patricio Montojo lo condenaron a cadena perpetua y lo mandaron a trabajos forzados al frente, fue herido por metralla y llevado al Hospital de Valdecilla, cuando los franquistas tomaron Santander, Montojo se presentó en la Comandancia de Marina. A finales de diciembre fue juzgado en Ferrol en Consejo de Guerra y condenado a reclusión militar perpetua como responsable de debilidad militar en acto de servicio. No llegaron a meterlo en el Penal, anduvo un tiempo encerrado en dependencias del Arsenal e indultado después. Acabada la guerra siguió en el cuerpo llegando a Capitán de Navío, estudió también Ingeniería en la Universidad de Lieja. El TN Montojo fue el único comandante franquista que entregó su barco sin luchar.

En Cartagena, el Teniente Maquinista Luis Malde fue Ayudante de Profesor en la Escuela Naval Popular de Cartagena. Condenado por los franquistas a seis años de reclusión y separación del servicio, (Causa 208/39)

El "Tiburón" fue desartillado y posteriormente vuelto a armar para incorporarlo a las Fuerzas Navales del Cantábrico. Cuando los franquistas entraron el Bilbao se lo encontraron allí y lo devolvieron a sus armadores.

La noche del 10/08/38 se encontraba faenando en el Cantábrico, y un grupo de diez polizones armados lo obligaron a entrar en Saint Nazaire, donde quedó a disposición del Gobierno de la República. Después de una reclamación judicial, a final de año fue devuelto a sus legítimos armadores. Su ultimo armador fue López Merallo, de A Coruña. El "Tiburón" fue dado de baja y desguazado en la primavera de 1972.






(1) Extractado de artículo publicado por Sebastian Cabot en webmar

(2) Información complementaria recogida en "El Cuerpo de Maquinistas de la Armada Española". Edi.Mº de Defensa):

Juan Lobeiras Moreda. En 1936 Disponible Forzoso en Ferrol. En 1938 Capitán Maquinista, nº 32 en el Escalafón; Jefe de Máquinas del destructor "Churruca". Consejo de guerra, 17 años de reclusión. Separación del servicio en 1942.

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(3) Eloy Fernández Navamuel. Torrelavega 1899. Piloto de aviación. Participa destacadamente en el Desembarco de Alhucemas (1925). En 1931 se acoge al retiro según los establecido en la Ley Azaña. Tras la sublevación militar del 18/7/36, se incorpora a la lucha contra los sublevados. Viaja a París y consigue traer a España un avión bimotor ligero civil, General Aircraft ST-25  (Monospar), que adapta como bombardero.  El 25 de agosto, Fernández Navamuel fue nombrado Jefe de los Servicios de Aviación del Norte de España. El 10 de noviembre, sin abandonar sus funciones de piloto, tomó el mando de una columna de 300 milicianos, que comenzó a operar desde el frente de Reinosa.

El día 21 de noviembre fue ascendido a capitán, en recompensa de méritos en campaña. El 14 de abril de 1937 es nombrado comandante y se pone al frente de la 3.ª División santanderina,  más tarde 54ª División.

Tras la caída de Asturias (agosto 1937), y con las tropas franquistas ya en Torrelavega, parte en su avión hacia Francia, junto con su hermano José, capitán de Caballería. Las autoridades de la República lo acusaron formalmente de deserción. Permanece en Francia, en Aloutte (Burdeos), hasta agosto de 1939, mes en el que parte hacia la República Dominicana. A finales de 1947 emprende viaje a Maracay (Venezuela). En 1963 regresa a España, estableciéndose en Madrid, ciudad en la que fallece el 11 de marzo de 1964. Sus restos reposan en el cementerio de Torrelavega.






viernes, 17 de abril de 2020

EN EL DESTRUCTOR "ALMIRANTE VALDÉS", VERANO DE 1938



Reportaje y entrevista con los mandos del "·Almirante Valdés", publicada en el semanario "La Armada", 

Órgano del Comisariado de la Flota

Portavoz de los Marinos de la República

(27 de agosto y 3 de septiembre de 1938)








Con el mando del buque


No hacen falta presentaciones previas. Ya todos somos conocidos. Así es que, al subir al barco, nos encontramos como en familia. Y, después de los saludos de rigor, bien pronto estamos departiendo en la cámara de Mando respecto a la historia del destructor.


Destructor "Almirante Valdés"

Juan de Oyarzabal y Orueta
El Comandante, don Juan Oyarzábal; el Comisario, compañero Luís Molinuevo; el Segundo Comandante, don José Rodríguez Arias, y el Jefe de Máquinas. Al poco, llega don Fernando Oliva, Jefe de la 2.ª Flotilla de Destructores, cuya insignia arbola el buque que visitamos, el cual ha sido anteriormente, y por espacio de algún tiempo comandante del propio barco, cuya gestión es recordada entre la dotación con el más vivo afecto, como hemos podido comprobar en nuestra visita,  tenemos también, junto a nosotros, a varios camaradas de la dotación, de la cual formaban parte desde antes de iniciarse el movimiento rebelde, y que nos van a ayudar poderosamente en la tarea de echar una mirada retrospectiva a esas horas afanosas que motivan nuestro reportaje.

Prolegómenos de la sublevación


A medianoche de aquel tristemente célebre día 17 de Julio de 1936, el “Almirante Valdés”, respondiendo a la orden cursada desde el cabeza de la flotilla, el “Sánchez Barcáiztegui”, abandona el puerto de Cartagena, rumbo a Melilla, a la velocidad de unos veintiocho nudos. La dotación, sin estar enterada aún claramente del levantamiento sedicioso que ya, a aquellas horas, había prendido en otros lugares, estaba, no obstante, intrigadísima por el tan inusual como misterioso visiteo entre jefes y oficiales militares de mar y tierra, que habían podido ver aquella tarde en Cartagena.

A las pocas horas, se hacía escala en el puerto de Almería, en cuya recalada, a pesar de lo breve que fue, varios individuos, vestidos de paisano, hicieron acto de presencia a bordo, conferenciando con el comandante, quien saltó a tierra luego, y a cuyo regreso el destructor se hizo a la mar, prosiguiendo su ruta.


Tripulación del "Almirante Valdés"

Entrada a Melilla: contacto con los traidores


A la una de la tarde del día 18 llegábamos frente a Melilla, en cuyas proximidades nos encontramos a las dos restantes unidades de la flotilla, el “Sánchez Barcáiztegui” y el “Lepanto”, que andaban en servicio de vigilancia. Al cruzar nuestro barco frente al cabeza de las fuerzas, se oyó la voz del comandante de dicho buque preguntándole al nuestro : ¿Hay algo nuevo? ¿Qué instrucciones traes?, respondiéndole el interesado: Las mismas instrucciones que tú. Ya hablaremos. Y los destructores siguieron evolucionando por aquellos lugares, hasta que el “Sánchez Barcáiztegui” enfiló la bocana del puerto y se dispuso a entrar. 

Nosotros le seguimos. Bien pronto, ambos quedamos atracados al muelle de ribera. Hallándonos todavía en la faena de amarre, llegó junto a los barcos un automóvil militar, de cuyo interior asomaban fusiles y ametralladoras, descendiendo del mismo un teniente coronel del Tercio Extranjero, que luego supimos era el actual general faccioso Juan Yagüe, quien subió a bordo del “Sánchez Barcáiztegui, inmediatamente fue llamado nuestro comandante, sosteniendo todos una charla animadísima, pudiendo cogerle al citado teniente coronel, desde nuestra cubierta, estas palabras:
"Vengo a dar a ustedes las gracias en nombre de todos mis compañeros por no habernos bombardeado como tenían orden. Somos los amos de España. El general Goded me comunica que la Marina de Baleares, que supongo serán ustedes, es nuestra. Y he recibido también un telegrama del general Franco, en el que me dice es el amo de las Canarias y Baleares, en cuyas islas había mandado declarar el estado de guerra, y que, a la primera noticia, lanzaría las fuerzas aéreas y militares sobre la península".

¿Por qué se disparó contra Asturias?, grita un marinero


Apenas se marchó del buque el faccioso Yagüe, el Jefe del Estado Mayor de la Flotilla pasó a bordo desde el “Sánchez Barcáiztegui”, para hablar a la dotación, con el pretexto de que el comandante del “Almirante Valdés” no tenía facilidad de palabra para hacerlo. La dotación se formó en el sollado de marinería, permaneciendo así por espacio de diez minutos, al cabo de los cuales se recibió otra orden indicando se continuase formados, mientra que las distintas clases fueran a la toldilla, para leerles una proclama. Tan pronto como estas hicieron acto de presencia donde se les requería, vieron al susodicho jefe portando en la mano un escrito, que no llegó a leer, pronunciando el mismo estas palabras:

He llamado a ustedes para decirles que ha estallado un movimiento militar en toda España. El Ejército entero está en pie, y al frente del movimiento se encuentra un hombre, como el general Franco, que supongo inspire a todos ustedes la mayor confianza. Dicho general hace un llamamiento a todos nosotros para ayudar a acabar con el estado de cosas lamentable que estamos viviendo los españoles. Hay un Gobierno en Madrid que no es Gobierno ni nada. Allí, se está asesinando a la gente sin orden ni concierto. Nosotros mismos hemos recibido orden de bombardear Melilla. Esto no puede ser ¡Disparar nosotros contra hermanos nuestros!

En este momento, se alzó, vibrante, la voz de un marinero:
¿Por qué se disparó en Octubre contra Asturias? ¿Es que aquellos mineros no eran también hermanos nuestros?
El Jefe, palideciendo, no acertó a parar el golpe más que echando mano de esta frase;
“Yo no hubiera disparado entonces tampoco”.

Se vence la traición a bordo


Después de la infructuosa tentativa para ganar el ánimo favorable de la gente hacia el movimiento sedicioso, el comandante del barco saltó a tierra, volviendo al rato, cuando ya los auxiliares y marineros, puestos de acuerdo, en su mayoría, habían decidido hacerse a la mar con el destructor. Si tarda un poco más el comandante se queda en tierra. Tan pronto como llegó, viendo el estado de ánimo de la gente, pareció acceder a sus deseos y mandó cubrir servicio de babor y estribor de guardia. Desamarra el buque y empieza a salir hacia fuera. De pronto, una falsa maniobra ordenada por el comandante, amenaza embestirnos de proa contra el muelle; luego, dando marcha atrás, el mismo peligro, de popa. Pero ya la dotación está haciéndose con los movimientos de la nave, y esto es lo que frustra el traidor designio del Mando.




El “Almirante Valdés” no se ha estrellado contra los muelles, pero ha embarrancado. A todo esto, el “Sánchez Barcáiztegui” ha empezado también a ponerse en movimiento. Se le ve que trata de salir de puerto; Y la gente del “Valdés”, vivamente, llama la atención de aquéllos, para que acudan, antes de marchar, y den un tirón del barco, para ver de desembarrancarlo. Coincide también que se ve aproximarse al destructor, por la explanada del puerto, a una columna de tropas legionarias, con banda y música. Se toca el Himno de Riego, y un oficial de las propias fuerzas legionarias, cuando todo el mundo se descubre, permanece cubierto, pero lo hace inmediatamente ante una indicación de a bordo. Un comandante y un capitán del Tercio suben al “Almirante Valdés” y repiten las gracias al Mando de éste.  Aquellas tropas venían ya a embarcar para su transporte a la Península, pero como el barco está embarrancado, se ponen de acuerdo unos y otros jefes en que, tan pronto como se le ponga a flote, lo que se calcula para media noche, avisarán con dos toques de sirena y volverán los legionarios.


Mercante "Monte Toro"
(Imagen Todo Avante)


Apenas se han ido los visitantes, les entra una prisa inusitada al comandante y oficialidad por sacar el buque. La dotación, que ya es casi dueña de la nave, se pone en contacto con el capitán del mercante “Monte Toro”, que se encuentra fondeado cerca, el cual se presta a dirigir la operación de desembarranque. Por la noche, a eso de las diez, el “Monte Toro”, que se ha acercado y dado unos cables al destructor, aprovechándose de las sombras del anochecer, ha conseguido ponerlo a flote. Y juntos ambos barcos, cautelosamente, abandonan Melilla, antes que los facciosos descubrieran la verdad a la hora convenida para la traición.

A la altura de la Isla de Alborán, el comandante y oficiales, que ya estaban desde el primer instante estrechamente vigilados, fueron detenidos, asumiendo el mando el Jefe de Máquinas, persona de la mayor confianza.


Mar de Alborán
Isla de Alborán arriba a la derecha

Bautismo aéreo del buque


El 28 de julio nuestro barco recibió orden de convoyar, desde Cartagena a Málaga, al transporte militar “Almirante Lobo” y al petrolero “Ophir”. Incidente digno de mención, fue que en el camino, se nos cruzó, pasando por encima del convoy, el conocido dirigible alemán “Graff Zeppelin”. A mediodía del 29, la aviación enemiga nos hacía objeto de su primera agresión, bombardeando el convoy, sin que tuviéramos que lamentar baja alguna en personal ni material. Aquel mismo día, el “Cíclope” nos entregó unas cosas para los submarinos “C 2” y “C 3” que veríamos en Tánger. Quedamos luego en servicio de vigilancia en la zona Tarifa – Bonanza.



"Almirante Lobo"

Cañoneo de Arcila (Marruecos)


El 2 de Agosto, en virtud de órdenes recibidas al efecto, nos dispusimos a cañonear el puerto de Arcila (Marruecos). Previamente, hicimos unos cuantos disparos, sin objetivo, para hacer salir varias embarcaciones que se encontraban allí. Más como no atendieran las indicaciones previas, nos pusimos a disparar en serio. El pánico más vivo prendió en la población. Incluso en las fuerzas militares, cuyos jefes, según pudimos averiguar después, creyeron que se trataba de un desembarco nuestro, huyendo hacia el interior muchos de ellos. A los dos días, en el Estrecho, apresamos al pesquero “Montedor”, de matrícula de Arrecife (Canarias), el cual, con tripulación sacada entre la dotación nuestra, marchó hacia Málaga. Más tarde, estando montando nuestro servicio de vigilancia, vimos que un mercante trataba de entrar en el puerto de Larache. Se le hicieron unos disparos, cortándole el camino, y tuvo que desistir del empeño. Inmediatamente fue arriado del destructor un bote, embarcando en él el propio comandante, que ya era D. Fernando Oliva, marchando hacia el mercante, para reconocerlo. Examinada su documentación resultó ser el alemán “Sevilla”, barco de correo y pasaje, dejándolo marchar libremente. En dichos momentos, hallándose el bote nuestro aún de regreso, aparecieron cinco trimotores enemigos en las alturas (los primeros de esta clase que veíamos), atacándonos durante tres horas, en cuyo espacio se relevaban, repeliendo nosotros fuertemente la agresión.

Cañoneo de Cádiz


En 6 de Agosto del propio año 1936, salimos de Málaga con orden de cañonear determinados objetivos de Cádiz. En el camino nos bombardeó un avión rebelde, sin el menor daño por nuestra parte. Llegados a las inmediaciones de la referida plaza, una densa bruma nos impedía la necesaria visibilidad, por lo que tuvimos que acercarnos hasta unas cinco millas, colocándonos, por consiguiente, al alcance de las baterías de costa, que podían alcanzar hasta 23.000 metros.

Empezó nuestro cañoneo, siendo contestados con nutrido fuego artillero desde tierra. Veintiocho disparos hicimos, saliendo otra vez a alta mar con ayuda de nuestras cortinas de humo. Según referencias suministradas  por el comandante de nuestro submarino “C 2”, que montaba también vigilancia por aquellas aguas, nuestros proyectiles alcanzaron a unos cuarteles y a un mercante que descargaba en el puerto material bélico.

Acciones contra Punta Carnero


El día 15 del mismo mes, hallándonos en el Estrecho haciendo un servicio de vigilancia para impedir el paso hacia la península desde Ceuta, del vapor “España nº 5", que debía transportar tropas y material de guerra, nos encontramos con que se nos hostilizaba desde Punta Carnero con fuego de cañón. Repelimos bien pronto la agresión, enmudeciendo las baterías enemigas ante los certeros disparos que les dirigimos. Al día siguiente nos acercamos a aquella costa, llegando a estar hasta unos 4.000 metros de distancia, sin que se nos molestase. Sin embargo, el día 26, nos reservaban una sorpresa, pues una de las veces que cruzábamos por aquel mismo lugar, nos encontramos con que las baterías de los días anteriores, que sólo tenían un alcance de 10.000 metros, habían sido cambiadas por otras que llegaban a 18.000.



El "España nº 5" atracado en Cádiz
(Imagen: Todocolección)


Fueron contestadas cumplidamente por nuestro barco. Cuando llegó el “Lepanto” a relevarnos en nuestro servicio por el Estrecho. ¡Qué bien hablaron entonces los cañones del “Lepanto”! Sentimos grandemente no poder ayudarle en su acción, pues se nos agotaba por momentos el combustible y había necesidad urgente en regresar a nuestra Base a repostar.




Destructor "Lepanto"


Campaña del Norte


El 30 de septiembre, salia el “Almirante Valdés” de Cartagena, rumbo a Málaga, para incorporarse al grueso de la Flota, que emprendería seguidamente viaje al Norte. En efecto, al siguiente día, nuestra Flota abandonaba la capital andaluza, camino del Estrecho, que atravesamos tranquilamente, así como la costa portuguesa y gallega, sin ninguna nota destacable, a excepción de un avión de reconocimiento enemigo, que avistamos casi a la entrada del Cantábrico, el cual fue ahuyentado por el fuego antiaéreo del destructor “José Luis Diez”.

El 25 entrábamos todos en Gijón. Por la tarde, acompañados del “Lepanto”, nos destacamos nosotros hacia Santander. El 28, otra vez juntos con el “Lepanto” y, además dos "bous", salimos a efectuar una operación de castigo sobre Luarca, siendo tocado por nuestros disparos el puente de hierro de la población, hallándonos a la distancia de unos 2.000 metros, viéndose desde el buque salir la gente del pueblo presa del mayor pánico.

El día 13 de octubre, a las once y medía de la mañana, la Flota Republicana, después de haber hecho acto de presencia en el Norte, se hizo a la mar, de retorno a Cartagena. Sería poco más de la una de la tarde, cuando sufrió nuestro barco una avería en el timón, teniendo que abandonar la Flota, para regresar a Sestao, siéndonos facilitada la pieza de repuesto por el “José Luis Diez”, que quedó  amarrado allí.



Crucero "Méndez Núñez"


Al otro día, volvíamos a salir a la mar. Ya no alcanzaríamos al grueso de la Flota hasta el Mediterráneo. El 18, poco antes de entrar en el Estrecho, avistamos un submarino leal, el cual nos indicó que los cruceros facciosos “Canarias” y “Almirante Cervera” andaban por aquellos parajes. No obstante, a ninguno de ellos pudimos ver. Y aquella noche cruzábamos felizmente el Estrecho, avistando, cuando amanecía el nuevo día, al “Méndez Núñez”, al cual acompañaban varios destructores, a la altura de Almería.

Operación sobre Estepona



Crucero ligero "Leipzig"

A las dos de la tarde del 20 de enero de 1937, el "Almirante Valdés", en unión de unos cuantos destructores, salía hacia la costa andaluza. Durante cierto tiempo del trayecto, el crucero alemán "Leipzig" fue siguiéndoles los pasos, y no había manera de desprenderse de su compañía; Por fin le despistamos y ya no volvió a encontrarnos. Al llegar frente a Estepona, cumpliendo órdenes recibidas al efecto, abrimos fuego contra los objetivos señalados, estacionándonos allí todo el tiempo preciso, hasta que, cumplida la operación, retornamos a la Base.

Vigilancia del "Legazpi"


El día 3 de marzo, salimos para Barcelona. Al día siguiente recibíamos allí orden de hacernos a la mar y salir al encuentro del vapor "Legazpi", convoyándolo desde Rosas a Barcelona. Por el camino, nos enteramos que dicho barco había embarrancado en la costa. Un radiotelegrama acusaba la presencia del "Almirante Cervera" por las proximidades.

Durante los tres días que estuvo embarrancado el buque, se estableció un servicio combinado de vigilancia en torno suyo, montándolo, de día, un avión y, por la noche, nuestro destructor. Nuestro comandante, don  Fernando Oliva, iba en el aparato, durante el día, a ver cómo seguía el "Legazpi". Por este servicio, fue muy felicitado el "Almirante Valdés", tanto por el Ministerio como por el Mando de la Flota.

Cañoneo de Ibiza


Fue esta una operación realizada por nuestro barco solamente. Recibimos orden de trasladarnos hacia Ibiza para cañonear determinados objetivos de la misma; y allá marchó el "Almirante Valdés", aproximándose sigilosamente, al amparo de las sombras de la noche. Llegados a sus inmediaciones, nos adentramos más y más hacia la costa, abriendo el fuego a una distancia cortísima, manteniéndolo por espacio de cierto tiempo. La sorpresa, debió ser mayúscula entre los facciosos isleños.

Acción sobre Ceuta


En unión del "Sánchez Barcáiztegui", "Lepanto" y "Alcalá Galiano", el día 4 de abril, nos hacíamos a la mar, rumbo al Estrecho. Durante la travesía, avistamos un crucero alemán, que seguramente advirtió a los facciosos nuestro paso por aquellas aguas.

Al hallarnos frente a Ceuta, el "Alcalá Galiano" y nosotros empezamos a disparar sobre el puerto de dicha plaza, mientras las dos restantes unidades republicanas protegían la operación, evolucionando por las cercanías. No habíamos hecho más que comenzar el cañoneo, y ya estaban contestando las baterías de costa, con nutrido fuego, prevenidas, sin duda, por el barco espía germano encontrado en el camino. Los rebeldes creyeron, por lo visto, que se trataba de un ataque combinado por fuerzas de mar y aire, pues distinguimos perfectamente, al tiempo que nos disparaban las baterías de tierra, cómo ponían en acción sus cañones antiaéreos. Nuestra misión se cumplió con entera exactitud, estando por allá cuanto tiempo nos pareció conveniente, regresando sin novedad alguna.

Barrido contra la costa andaluza


El 23 del mismo mes de abril, esta vez acompañando al grueso de la Flota, salimos con rumbo hacia la costa rebelde andaluza. Señaláronse, por el Mando, los objetivos a cumplimentar por cada unidad, correspondiendo al "Almirante Valdés" actuar frente a Almuñécar y Salobreña. Destacados a los lugares asignados, en la tarde del día 24 dimos comienzo a la operación, comprobando desde el propio buque perfectamente los blancos que se hacían.

Nueva operación sobre Ibiza


Era el 20 de Mayo, a las seis y veinticinco de la mañana, cuando salían nuestras naves de su Base, navegando todo el día sin novedad alguna, hasta la tarde, en que se ordenó al destructor "AlcaIá Galiano" y a nosotros procediésemos a cañonear ciertos puntos de Ibiza.

Nos disponíamos a dar principio a la tarea encomendada, cuando se interpuso entre nuestros barcos y tierra un navío de guerra alemán. Esperamos que pasara y, tan pronto lo hizo, abrimos fuego sobre los objetivos marcados. A todo esto, nuestra aviación hacía también acto de presencia sobre la isla, combinando su acción con la nuestra. A los pocos momentos de iniciar sus salvas los dos destructores, vimos claramente como se elevaba, desde la cubierta del navío teutón, que luego resultó ser el  "Deutschland", una densa columna de humo, mientras su casco aparecía envuelto en llamas. Al parecer, había sido tocado por la aviación.

Combate de Cherchel



Crucero "Baleares"

El "Almirante Valdés" formaba parte de la Flota el día 7 de septiembre, cuando tuvo lugar el combate de Cabo Cherchel, en sus dos encuentros con el crucero enemigo "Baleares", por la mañana y por la tarde, siendo, en esta segunda acción el primero de nuestros buques que avistó al navío rebelde y disparó sobre él. Cuando el pirata se vio venir encima a nuestros destructores, dispuestos para el lanzamiento de torpedos, al tiempo que el "Libertad" lanzaba sus salvas, viró y emprendió la huida, no sin hacernos objeto a la Flota de su poderosa artillería.

Servicio de convoyes


El "Almirante Valdés" ha  intervenido en gran número de servicios de convoy. Algunos de ellos, bastante arriesgados. Citaremos los llevados a cabo el 9 de Diciembre de 1936, en unión del "Escaño", convoyando al "Tramontana" y al "Campillo", desde Cartagena a Valencia y regreso; el 3 de Enero siguiente, acompañados de los destructores "Almirante Antequera", "Alcalá Galiano" y "Churruca", trasladándose previamente a Barcelona para escoltar hasta Mahón a varios buques mercantes; el 4 de Julio del mismo año 1937, junto con el "Lepanto", con orden de llevar hasta Mahón, desde Barcelona, a los mercantes "J. J. Síster" y "Jaime II", sabiendo que andaban por el camino los grandes cruceros enemigos "Canarias" y "Baleares". Ya en las inmediaciones de Mahón, avistamos un avión de reconocimiento faccioso, haciéndole fuego con nuestros cañones antiaéreos, por lo que se alejó rápidamente.

En la capital isleña sufrimos luego tres ataques de aviación, muy bien repelidos por las defensas de la plaza, derribándose dos aparatos, según propia confesión hecha posteriormente por Palma de Mallorca. Otro servicio de esta naturaleza digno de mención, fue el realizado junto con el "Escaño", cerca de un mercante griego.

Termina ya nuestra visita, despidiéndonos de estos buenos amigos del "Almirante Valdés", con un total de 510 disparos, sin olvidarnos de los numerosos bombardeos aéreos sufridos.

Decididamente, el buque que acabamos de abandonar, es otro de los más curtidos en estos dos años de lucha y uno de los primeros que ratificaron su fidelidad a la República y a su Gobierno legítimo.



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jueves, 16 de abril de 2020

JOSÉ BALBOA LÓPEZ, MAESTRE RADIOTELEGRAFISTA DE LA ARMADA DE LA REPÚBLICA



Insignia de Radiotelegrafista
(1) José Balboa López era natural de Boimorto (Coruña) y vecino de Santiago de Compostela. Ingresó en el servicio en marzo de 1936, a punto de cumplir los 26 años de edad. Su primer destino fue la Estación de Radio de Ciudad Lineal (Madrid), en donde se encontraba de guardia el 18 de julio de 1936, cuando el cabo de Radio, Gámez, a las 06.30 de la mañana detectó un radio del general Franco emitido desde Tenerife y dirigido al jefe de la Circunscripción Oriental de África (Melilla).

"Gloria al heroico Ejercito de África. España sobre todo. Recibid el saludo entusiasta de estas guarniciones, que se unen a vosotros y demás compañeros Península en estos momentos históricos. Fe ciega en el triunfo. Viva España con honor. General Franco".(3)


Momentos después volvió a detectar otro radiograma con el mismo texto e idéntica firma, dirigido a los generales jefe de la 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, 6ª, 7ª y 8ª División Orgánica en Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelona, Zaragoza, Burgos, Valladolid y La Coruña; al comandante militar de Baleares; al general jefe de la División de Caballería, en Madrid; al jefe de la circunscripción de Ceuta y Larache; al jefe de las fuerzas militares de Marruecos y a los almirantes jefes de las bases navales de Ferrol, Cadiz y Cartagena. Todavía captó otro mensaje, transmitido desde la base naval de Cartagena, que terminaba con la orden de "cursése a las guarniciones" (3)

Su hermano, Benjamín Balboa, también destinado en la Estación, sin dar conocimiento al jefe de la misma, el capitán de corbeta Castro Ibáñez Aldecoa, ordenó que el mensaje se dirigiese a la Secretaría Política del Ministerio, en cuyo destino estaban los hermanos Olimpio y Horacio Gómez Ibañez (2 y 3), éste último como jefe.

Con el tiempo, su hermano Benjamín Balboa, sería nombrado Subsecretario de Marina, y ordena a José emprender viaje a Málaga en avión, acompañando al teniente de navío Pedro Prado Mendizábal, nombrado Jefe de Operaciones de la Flota, y a unos capitanes de la Marina Mercante, ya en Málaga, Balboa queda a las órdenes directas de  Prado Mendizábal.

En la Gaceta de Madrid, número 216, de fecha 3 de agosto de 1936, se publica una orden del Ministerio de Marina:
"...teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales en las que se encuentra gran parte del personal de la Marina de Guerra, provocada por el movimiento insurgente y no siendo posible contar con el personal de las categoría militares que para algunos servicios precisan las leyes del fuero de Marina, se dispone con caracter general que, siempre que se considere necesario, atendida la concurrencia de aquellas circunstancias, pueda ser habilitado con la categoría correspondiente a la misión que se le confiera el personal de cualquier empleo y Cuerpo que deba desempeñar esas funciones..."
En el mismo ejemplar de la Gaceta citada anteriormente, se publica:
"Atendiendo a las actuales circunstancias excepcionales, y considerando oportuno que el Maestre Radiotelegrafista José Balboa López se encargue de tramitar las diligencias relativas a la rebelión de Jefes y Oficiales d los buques d la Marina de Guerra, este Ministerio acuerda, de conformidad con la Orden Ministerial de esta fecha, habilitar a dicho Maestre con la categoría militar equivalente a Capitán de Navío, a fin de que tramite como Juez instructor los procedimientos que se siguen por los aludidos hechos".
José Giral, en Madrid a 2 de agosto de 1936

Ministerio de Marina en 1931
Visto desde el Paseo de Prado

(Imagen BNE)

Ejerciendo ya esta función, al poco es trasladado como Magistrado al Tribunal Especial Popular de Murcia, puesto que deja el 20 de noviembre de 1936, según Orden del Ministerio de Marina y acuerdo del Ministerio de Justicia que se publica en la Gaceta de la República nº 326 de fecha 21 de noviembre de 1936:
"Este Ministerio ha acordado que D. José Balboa López cese en al cargo de Magistrado del Tribunal Especial Popular de Murcia, por reintegrarse  a su cargo de juez permanente de causas en la Flota Republicana, a virtud de Orden del Ministerio de Marina.
Valencia, veinte de Noviembre de mil novecientos treinta y seis". (4)
En ejercicio de su cargo, firmó varias sentencias de penas de muerte contra marinos sublevados contra la República.  También evitó otras muertes seguras, como en los casos del también Maestre Radio Victoriano González y del Maestre Amorós, la de los alféreces de navío Jose Luis Souto y Fernando Talayeros, la del teniente de navío Mariano Romero y la del capitán de corbeta Manuel Núñez.

Detenido por los franquistas cuando tomaron Cartagena en abril de 1939, fue sometido a Consejo de Guerra Sumarísimo, el cual dio comienzo 1 de mayo de ese año. Veinticuatro días después se dictó sentencia, condenándole a la pena de muerte, acusado de participación directa en un delito de adhesión a la rebelión militar, es decir por ser leal a la República y oponerse a los sublevados contra ella, una aberración jurídica...el mundo al revés.(4)

Pocas horas antes de ser fusilado, José Balboa pasó su tiempo despidiéndose por escrito de su familia. También escribió una carta dirigida al Secretario General de la U.G.T. de Murcia que decía:

Muy Sr. mío: A la una y cuarenta y cinco me encuentro en capilla para ser fusilado a las seis horas del día 29 de mayo del presente año. Por todo lo que acontece, ruego a Vd. lo comunique al Sr. Largo Caballero, Araquistain y Pascual Tomás, para que lo comuniquen a mi hermano Benjamín (exiliado en México). En estos momentos solemnes, íntimos para mí, le tengo presente. 
Un abrazo y un viva España.

Para su familia escribe lo siguiente:
"Queridísima mamá, hermanos y demás familia, son las cinco treinta de la mañana, hora del 29 de mayo de 1939, media hora antes de comparecer ante el piquete que ha de ejecutarme. No llore, no tenga pena que ya nos abrazaremos eternamente. Firmado su hijo Pepe.
Posdata, nota, se la enviará certificada de mi puño y letra mi defensor Don Ricardo. 
Adiós mamá y hermanos todos".
Obsérvese que bajo la fecha figura escrito:
"año de la Victoria".

(Imagen: Cartagena Histórica)

La ejecución se realizó el 29 de mayo, a la hora y lugar de costumbre, a las seis de la mañana en el Campo de Deportes del Arsenal de Cartagena. A sus 29 años, José Balboa cayó muerto a la primera descarga de un piquete de Infantería de Marina. Sus restos fueron trasladados al Cementerio de Los Remedios (Cartagena), allí, a las 11 de la mañana, su cuerpo fue enterrado en la Fila 3, Fosa 2 de la Parcela X. (5)



Benito Sacaluga




(1) Extractado de "Muerte en la Marina II". Cartagena Histórica. Cuaderno Monográfico nº 36. Las Notas numeradas son edición mía.

(2) Los hermanos Gómez Ibañez, se exiliaron a Francia. Horacio falleció en África, y Olimpio, después de una temporada en Francia, regresó a España, trabajando en varios laboratorios farmacéuticos. Fuente: Francisco Giral."Ciencia Española en el Exilio 1939-1989". Centro de Investigación y Estudios Republicanos. Editorial Anthropos. 1994. (3)

(3) No incluido en el Monográfico de Cartagena Histórica citado

(4) No incluido en el Monográfico de Cartagena Histórica. Todos los Consejos de Guerra tipifican el delito cometido por el encausado como de "Rebelión Militar" o "Adhesión a la Rebelión". Una aberración jurídica. Para conocer aquello que se considera Rebelión Militar, que mejor camino que acudir al Código de Justicia Militar vigente en el momento de la sublevación contra la República. Dicho Código sustituye al monárquico vigente hasta el dos de mayo de 1931, fecha en la que se modifica el Artículo 237.

Artículo 237.   
Son reos de delito de rebelión militar los que se alcen en armas contra la Constitución del Estado, contra el Presidente de la República, la Asamblea Constituyente, los Cuerpos Colegisladores o el Gobierno Provisional y Legitimo, siempre que lo verifiquen concurriendo alguna de las circunstancias siguientes:  
1º.- Que estén mandados por militares, o que el movimiento se inicie, sostenga o auxilie por fuerzas del Ejército.  
2º.- Que formen partida militarmente organizada y compuesta de diez o más individuos.  
3º.- Que formen partida en menor número de diez, si en distinto territorio de la Nación existen otras partidas o fuerzas que se proponen el mismo fin.
(5) La Parcela X (Parcela Diez) fue tristemente conocida por ser el lugar habitual de enterramiento de los marinos fusilados en Cartagena.













domingo, 12 de abril de 2020

MATEO ABELLÓ ROSET, TENIENTE CORONEL DE INGENIEROS DE LA ARMADA DE LA REPÚBLICA




(1) Mateo Abelló Roset nace en Montblanch (Tarragona), un 24 de febrero de 1883. A la edad de 22 años, en 1905, alcanza la graduación de Alférez de Navío (D.O.14/9/1905). Volcado en los estudios,  en 1909 se gradúa como Ingeniero Eléctricista por la Universidad de Lieja (Bélgica). Marcha a Genova (Italia), donde en diciembre de 1912 obtiene el título de Ingeniero Naval (Ingegnere Navale e Mecanicco). El 17 de julio de 1930 es admitido como miembro de la Institution of Naval Architects of London.




Como Alférez de Navío desempeña los siguientes cargos:

  • Vocal Ingeniero de la Comisión Inspectora de la Armada (Base Naval de Cartagena)
  • Profesor de Construcción Naval y Máquinas Térmicas en la Escuela Naval de San Fernando (Cádiz)
  • Ingeniero Director de los Astilleros de Tarragona
  • Ingeniero en la Comisión de Marina en Londres
  • Ingeniero Jefe de los Astilleros de la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN), en Cartagena (Murcia)
  • Subgerente de los buques incautados por el Estado, según Orden del Ministerio de Comunicaciones y Marina Mercante. (Gaceta de la República del 10/4/1937. pág.: 158)
  • Ingeniero Inspector de Buques en Tarragona
  • Inspector General Técnico en la Gerencia Oficial de la Flota Mercante Española (Gubernamental)
Bajo su dirección y control se lleva a cabo la construcción de los siguientes buques:
  • Remolcador "Tarraco". Astilleros de Tarragona.
  • Vapor mercante "Montsent". Astilleros de Tarragona
  • Vapor mercante Montseny". Astilleros de Tarragona

Destructor "Almirante Ferrándiz"

  • Destructor "Sánchez Barcáiztegui". (1928) SECN Cartagena
  • Destructor "Almirante Ferrándiz", (1929) SECN Cartagena
  • Destructor "Lepanto". (1930) SECN Cartagena
  • Destructor "Cervantes". SECN Cartagena. Vendido en 1927 a la Armada Argentina
  • Destructor "Juan de Garay". SECN Cartagena. Vendido en 1927 a la Armada Argentina
  • Submarinos B-4 y B-5. SECN Cartagena. Botados en 1925 y 1926 respectivamente
  • Submarinos C-1, C-2, C-3, C-4 y C-5. SECN Cartagena. Botados entre 1923 y 1925

Submarino C-4

Fue autor y coautor de diversos proyectos de ingeniería naval, entre ellos:
  • Submarino B-1
  • Submarino con destino Yugoeslavia
  • Diques flotantes
Participó en los salvamentos de:
  • Dique flotante de Cartagena
  • Cabo Creus
  • Cuecho
  • Cabo Tres Forcas 
  • Sac 5
Durante el transcurso de la Guerra de España se mantuvo leal a la República, sirviendo como Representante del Ministerio y Marina Mercante en el Comité Ejecutivo de la Compañía Transatlántica.



A punto de acabar la guerra parte para el exilio. En esos momentos está casado y es padre de cinco hijos, con edades comprendidas entre los 22 y los 10 años. Desde Francia, estando alojado en Hotel des Etats-Unis, 7 Rue St. Dominique. Clermont-Ferrand,  con fecha del 9 de abril de 1939 se dirige por carta manuscrita al Cónsul General de la República de México en París, carta que, según el registro de entrada, llega al citado consulado el 20 de abril de 1939 y que reproduzco a continuación:

Ilmo. Sr. 
El que suscribe, Mateo Abelló, Ingeniero Naval, Miembro de Arquitectos Navales de Londres, tiene el alto honor de solicitar por mediación de V.I. a las autoridades competentes de su país un cargo o destino oficial de la siguiente clase : Profesor de Electricidad, Arquitectura Naval, de Máquinas Marinas; Inspector de buques, Constructor, reparador de buques y de sus máquinas de guerra o mercantes, ya en cargo directivo o subordinado. Como méritos para pretender a ello acompaño las siguientes relaciones: 
Anexo 1: Datos personales y familiares
Anexo 2: Títulos profesionales que poseo
Anexo 3: Cargo y destinos principales que he desempeñado
Anexo 4: Obras principales efectuadas bajo mi responsabilidad y dirección
 
De todo lo relacionado poseo documentos acreditativos, y pudiera parecer que solo pretendo elevados cargos, yo, sin poder negar lo efectuado por mi, solo espero..... 
el resto de la carta no está conservado en los archivos.

Desconozco si se le contestó desde el Consulado mexicano en París. A buen seguro que Abelló realizaría gestiones ante otros países, Francia ya empezaba a no ser un lugar seguro para los republicanos españoles.

Tratando de seguir la pista de Abelló, encuentro varios datos sobre su exilio a raíz de lo publicado por la investigadora Victoria Fernández Díaz (2); según la documentación que aporta: Mateo Abelló se trasladó desde Francia a Inglaterra. En 1940 parte desde Liverpool rumbo a Chile, embarcado en el "Oropesa"(3), con destino a Valparaíso. En ese momento contaba 56 años. En Chile ejerció como ingeniero naval y participó en la reflotación del dique flotante de Valparaíso. También fue profesor de Arquitectura Naval en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. 

Mateo Abelló regresa a España, no puedo determinar la fecha y circunstancias que permitieron su vuelta. Lo que es seguro es que regresó con anterioridad a 1962. El Diario Oficial del Ministerio de Marina de fecha 9/1/1963, publica la siguiente disposición del Consejo Supremo de Justicia Militar:

Señalamiento de haberes pasivos. En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 42 del Reglamento para aplicación del vigente Estatuto de Clases Pasivas del Estado, se publica a continuación relación, de señalamiento de haberes 'pasivos, con cedidos en virtud de las facultades que confieren a este Consejo Supremo las Leyes de 13 de enero de 1904 y 5 de septiembre de 1939 (D. O. núm. 1, anexo), y número 82, de 23 de diciembre de 1961, a fin de que por las Autoridades competentes se dé cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 42 del referido Reglamento. 
Madrid, 29 de noviembre de 1962.—El Contralmirante Secretario, Manuel Antón Rozas.

En la relación citada figura, entre otros militares, Mateo Abelló:
Coronel de Ingenieros de la Armada, retirado, D. Mateo Abelló. Roset : 5.976,38 pesetas mensuales,. a percibir por la Delegación de Hacienda de Barcelona desde el día 1 de enero de 1962.—Reside en Barcelona.—(a).
(a) Previa liquidación y deducción de las cantidades percibidas por su anterior señalamiento, que queda nulo, a partir de la fecha de percepción de este señalamiento de rectificación.
En la fecha de la disposición, Mateo Abelló tiene ya 79 años de edad.

Hasta aquí lo que he podido encontrar de este prestigioso marino. Una prometedora carrera truncada por el franquismo, años de exilio e incertidumbre...y tantas penurias más.



Benito Sacaluga


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(1) Información sobre Mateo Abelló, periodo 1883-1940, facilitada por la investigadora Eliane Ortega Bernabeu, según Archivo "RAM - Recursos Activos de Memoria" del Gobierno de México.

(2) Blog "Exilio de los Marinos Republicanos". "Del mar a los Andres: El exilio a Chile de los Marinos de la Armada de la Segunda República". Victoria Fernández Díaz. 2019.


(3) "Oropesa": Trasatlántico inglés de la Southern Pacific, que se dedicó fundamentalmente al transporte de emigrantes de Norte de Europa a la costa americana del Pacífico, en especial a Chile