sábado, 26 de enero de 2013

CARENCIAS DE LA FLOTA REPUBLICANA



Mucho se ha escrito sobre las carencias de personal de todos los cuerpos que la Flota Republicana padeció durante la guerra civil. En relación con el Cuerpo General la escasez se corresponde con  una clara falta de identificación de sus miembros con los ideales republicanos, muchos se pasaron al bando sublevado y muchos  de los que permanecieron bajo bandera republicana lo hicieron de forma obligada por las circunstancias, manteniendo una actitud pasiva cuando no negativa a los intereses republicanos, una falta de actitud que hacía inservible la suficiente aptitud de estos marinos, algunos de ellos finalmente autores de importantes actos de sabotaje en buques e instalaciones de tierra. Paralelamente el poder otorgado por el gobierno a los comités políticos restaba autoridad a los comandantes de los buques, tanto a nivel operativo como en lo relativo a la falta de cumplimiento estricto de la disciplina por parte de las tripulaciones. Numerosos artículos y citas ponen de manifiesto, algunos exageradamente,  la "distendida" disciplina de las tripulaciones republicanas, en contraposición con el mantenimiento perfecto de la misma en el seno de la unidades navales que operaron en comunión con la bandera de los sublevados.

La escasez de oficiales y jefes de Cuerpo General se agravaba aún más como consecuencia de la falta de personal que padecían los Cuerpos Auxiliares. Especialmente el Cuerpo de Maquinistas padecía una acusada falta de efectivos, fundamentalmente como consecuencia de las continuas reformas organizativas que este Cuerpo venía padeciendo históricamente. Afortunadamente la inmensa mayoría de los componentes de estos cuerpos se mostraban decididamente partidarios de la causa republicana y fieles al gobierno. Falta de medios humanos y materiales que obligaban a los buques a permanecer inactivos durante meses, principalmente a causa de mantenimientos inadecuados o insuficientes, cuando no a desafortunadas intervenciones de personal no cualificado que derivaban en averías de importancia.

Por otro lado, de la tres bases navales principales de la península , Ferrol, Cadiz y Cartagena, las dos primeras se adhieren a la rebelión, quedando bajo mando republicano, y hasta el fin de la guerra, únicamente la Base Naval de Cartagena, de la que formaba parte el Arsenal y que comprendía las siguientes instalaciones y dependencias dedicadas al mantenimiento de la Flota, reparaciones y construcción de nuevas unidades :

Dique para destructores y submarinos, Artillería Pesada, Construcción de buques menores, Escuela de Submarinos, Escuela de Torpedos, Escuela de Administración, Dique de carenas, Dársena principal, Dársena de Torpederos , Comandancia, Sala de Gálibos, Almacenes, Calderería, Taller de Herreros de Ribera, Taller de Pequeñas Embarcaciones, Taller de Velas, Taller de Corte, Taller de Carpintería, Taller de Pintura, Taller de Artillería, Parque de Artillería, Polvorín,  Depósito de combustibles, Depósito de carbones, Depósitos de agua, Central Eléctrica y Sala de Radio.

Recalificaciones, sustituciones, supresión de empleos, capacitación técnica, teórica, práctica, exámenes de aptitud, etc, fueron modificados por ordenes ministeriales y decretos dictados durante el periodo comprendido entre 1930 y 1932, decisiones que en tiempo de guerra afectaron negativamente a la Flota, al poner a cargo de la maquinaria de los buques a personal sin la debida formación y experiencia.

Esta situación de escasez de medios humanos especializados y debidamente cualificados se pone de manifiesto desde 1937, y  en varias ocasiones ante el mando de la Flota. Una de ellas mediante escrito dirigido por la Jefatura de los Servicios de Máquinas, según oficio de fecha 27 de junio de 1938 firmado por el Tte. Coronel Benito Sacaluga y que reproduzco a continuación.

(1) La escasez que actualmente se siente de Tenientes Maquinistas (antiguos 3º ) ha hecho que  destinos de la importancia de una Sección de Calderas sean puestos bajo la dirección y manejo de Auxiliares de Máquinas,lo que ha dado como resultado, en repetidas ocasiones, y con consecuencias más o menos destacables, que se hayan producido hechos negativos con relación a la actuación profesional de este personal, que acentúa más aún si cabe la necesidad de que por quien corresponda se solucione este problema que tan directamente afecta a la conservación del material y por lo tanto a la eficacia de los buques.
Es indudable que entre el personal de Auxiliares de Máquinas actuales existen individuos que conocen todos los resortes profesionales prácticos, y algunos de ellos `poseen muchos o todos los conocimientos teóricos que la profesión requiere, pero esto no es razón, no evita que en general se manifieste la falta de capacidad para responder del funcionamiento de la sección de calderas de un buque moderno, previniendo cualquier anormalidad de las muchas que suelen presentarse, evitando unas y corrigiendo otras que se inicien, habida cuenta, además, que dichas secciones de calderas se mantienen incomunicadas y sin la inspección constante del Jefe de Máquinas, como también que la mayoría de las anormalidades graves que pueden iniciarse son de rápido proceso y por tanto más rápidas y acertadas tienen que ser las disposiciones para atajarlas o neutralizarlas, lo cual no puede conseguirse con la mejor voluntad y entusiasmo que en grado máximo posee este personal, sino con unos conocimientos adecuados que en general no tienen.
El actual personal que integra el Cuerpo Auxiliar de Máquinas procede de los antiguos Mecánicos ,para cuyo ingreso como tales no se les exigieron conocimientos teóricos, y si bien estos Auxiliares según el Art.11 del decreto de 15 de diciembre de 1.930 (D.O. 283) debían sustituir a los 3º Maquinistas por la supresión de este empleo, y que para capacitarlos a tal fin se dictaron las normas contenidas en la O.M. de 16 de diciembre de 1.930 (D.O. 283), y más tarde por O.M. de 21 de febrero de 1.931 (D.O 44) se publicó el programa de las materias sobre las que tenía que versar el examen de capacitación, al proclamarse felizmente la República  en abril siguiente se suspendieron tales exámenes y mediante Decreto, al que más tarde se le dio fuerza de Ley, se formó el Cuerpo de Auxiliares de Máquinas, sin que oficialmente tuvieran conocimientos teóricos para poder desarrollar la función tan importante que se les asignaba, concediéndose esta del modo más sencillo y expeditivo por la O.M. de 15 de julio de 1.932 (D.O.167), en la cual se pone de manifiesto el olvido que al redactarla se tuvo sobre el material en beneficio de un personal que sin detrimento alguno pudo capacitarse. El texto de esta Orden Ministerial últimamente citada es como sigue:
"Circular.- 
Excmo.Sr.
El Gobierno de la República de conformidad con lo informado por el Estado Mayor de la Armada y Sección de Máquinas de este Ministerio  ha tenido a bien disponer que debiendo sustituir el Cuerpo de Auxiliares de Máquinas de la Armada, 2ª Sección del Cuerpo de Maquinistas declarada a extinguir a medida que vaya escaseando el personal de esta  Sección. Los Auxiliares 1º y 2º del citado Cuerpo, tienen la misma capacidad y responsabilidad que los hoy 3º Maquinistas en todos los cometidos que se les confíen, pues al haber aceptado el ascenso al empleo de Auxiliares, sin previo examen, asumieron la misma responsabilidad que los citados 3º Maquinistas".
Esta O.M. evidencia más la falta de capacitación que se quiere poner de manifiesto en este escrito en defensa del material. Sin embargo el personal de que se trata en todas ocasiones en que teóricamente no ha tenido que atajar o resolver cualquier problema profesional por cuenta propia ha evidenciado sus conocimientos prácticos y conocimientos adecuados para el manejo y conservación de aquellos aparatos que se han puesto bajo su custodia inmediata y sin la importancia que representa una sección de calderas al frente de la cual se mantienen aislados. Este peligro puede hacerse más patente al ser sustituidos los Auxiliares de Máquinas por los Auxiliares Alumnos,  ya que estos según el punto 4º de la O,M. de 23 de septiembre de 1.937 /D.O. 230) "podrán ser destinados a desempeñar misiones de categoría de Auxiliar vivo y efectivo ante la falta de personal de esta clase", y como estos últimos pueden sustituir a los Tenientes Maquinistas resulta que un Auxiliar Alumno, aunque haya demostrado su incompetencia profesional al ser reprobado en dos cursos seguidos en la Escuela Naval Popular ( punto 8º de la O.M. antes citada) seguirá de Auxiliar Alumno pudiendo por tanto desempeñar las misiones profesionales de los Auxiliares vivos y efectivos y por consiguiente la de los Tenientes Maquinistas. Lo que no podrá es ostentar el empleo de Auxiliar vivo y efectivo ( punto 7º) lo cual según parece tiene más importancia que el material que se pueda poner bajo su custodia.
Por lo expuesto y dada la falta en los buques de Tenientes Maquinistas como también la de Auxiliares vivos y efectivos, a pesar de haberse habilitado como tales a los Operarios de Máquinas, el Jefe que suscribe tiene el honor de ponerlo en conocimiento de V.E. por si estima que debe tomarse en consideración la solución a un problema de tanta importancia por llevar aparejado el buen funcionamiento de los Servicios de Máquinas en los buques de la Flota.
A bordo "Libertad" Cartagena 27 de junio de 1.938El Jefe de los Servicios de Máquinas de la Flota

Según lo anterior se constata que en muchos casos la Sección de Calderas de los buques de la Flota estaba a cargo de personal sin la debida capacitación, experiencia  ni titulación oficial. Resulta obvio decir que las calderas constituyen el primer escalón en los sistemas de producción de energía de los buques y que por tanto cualquier deficiencia en su funcionamiento afecta a la totalidad del resto de instalaciones. Sin las calderas nada, absolutamente nada funciona, situación ésta que convierte al buque en un simple objeto flotante.

Ordenes y disposiciones, decisiones entiendo que tomadas más a causa de la necesidad que de la voluntad pero que al fin y al cabo lejos de solucionar un problema lo agravaron.


Benito Sacaluga

(1) Fuente: Archivo General de la Marina Alvaro de Bazán.