A la vista de lo expuesto en los capítulos anteriores, y a modo de resumen, podemos establecer las siguientes:
CONCLUSIONES PRELIMINARES
• El ‘C-5’ estaba adscrito a las denominadas Fuerzas Navales del Cantábrico, una subdivisión territorial de la Flota Republicana creada tras la retirada a sus Bases de la expedición que Indalecio Prieto envió al Norte en octubre de 1936. Una expedición compuesta por el grueso de la Flota que nunca se debió llevar a cabo. En el Norte quedaron tres unidades, el destructor ‘José Luís Díez’ y los submarinos ‘C-2’ y ‘C-5’. Ya en 1937 se incorporaron a dichas Fuerzas Navales los submarinos ‘C-4’ y ‘C-6’ y el destructor ‘Ciscar’.
El rendimiento de dichas fuerzas navales fue escaso, por no decir nulo, debido principalmente a que la mayoría de los oficiales de los buques eran partidarios de los sublevados, llevando a cabo sabotajes y políticas de desmoralización de las tripulaciones, además de los problemas de entendimiento con el Gobierno Vasco y su Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi, creada en octubre de 1936, para ayudar a la Armada Republicana en la protección al tráfico marítimo y a la actividad pesquera en aguas propias y mantuviera libres de minas submarinas los accesos a los puertos vascos.
• Desde que desapareció el submarino ‘C-5’ hasta hoy han pasado ya 89 años. A pesar del tiempo transcurrido siguen sin conocerse la causa o causas de su hundimiento, tampoco hay constancia de que se halla llevado a cabo ningún estudio serio y documentado que aporte a las victimas y a la historia algún dato objetivo sobre el final de este submarino.
1.- Sabotaje del comandante2.- Averías sobrevenidas a causa del deficiente estado general del submarino. (Atribuida también en el caso del hundimiento al hundimiento del ‘C-3’ y que posteriormente se demostró falsa).
• Tanto en la documentación oficial consultada como en el total de lo publicado, se omite de forma absoluta la posibilidad de que la causa del hundimiento fuese el ataque de un buque de guerra, y todo ello a pesar de la documentación conocida sobre las intenciones alemanas.
• Desde aquí descartamos que el supuesto buque de guerra responsable de hundimiento perteneciese a la marina sublevada. De haber sido así, los franquistas inmediatamente habrían divulgado su hazaña con generosidad de detalles, fecha, hora, situación, barco atacante, etc. Nada de esto se produjo, ni consta referencia indiciaria en ningún lado.
• Los únicos buques de guerra extranjeros que en esas fechas navegaban por la costa del Cantábrico eran alemanes y utilizaban Ferrol y Pasajes como bases. En diciembre de 1936 aún no se habían hecho realidad las zonas de control naval correspondientes a las armadas extranjeras, derivadas del Acuerdo de No Intervención y por tanto nada impedía a los alemanes estar presentes en el Cantábrico, eso sí, estaban obligados a cumplir con el Acuerdo. Recordemos que el Acuerdo de No Intervención en la Guerra de España fue suscrito a finales de agosto de 1936 por 27 países, entre los que se encontraba Alemania. Un pacto que entre otros acuerdos figuraba el siguiente:
"Abstenerse rigurosamente de toda injerencia, directa o indirecta, en los asuntos internos de ese país" y prohibían "la exportación... reexportación y el tránsito a España, posesiones españolas o zona española de Marruecos, de toda clase de armas, municiones y material de guerra"
• El incumplimiento del Acuerdo por parte de alemanes e italianos fue constante desde el inicio de la guerra y se prolongó hasta su final. A pesar de las numerosas reclamaciones presentadas en Londres ante el Comité de No Intervención por parte del Gobierno de la República ninguna de ellas fue debidamente atendida. Las marinas de guerra italiana y alemana actuaron siempre con total impunidad. En el Cuartel General de Franco se tenía siempre conocimiento de las actuaciones de alemanes e italianos. El Jefe de las Fuerzas Navales franquistas, el entonces contralmirante Moreno tenía contacto directo con los responsables en España de la Kriegsmarine y la Regia Marina.
• Un resumen de la actividad desarrollada en el Cantábrico por el crucero ‘Königsberg’ ya se ha detallado en este informe, de la que se desprende una clara posibilidad de que este crucero fuese el responsable del hundimiento del ‘C-5’, teoría que hay que añadir a las dos ya existentes (sabotaje del comandante y/o averías)
• Sabemos que el ‘Königsberg’ llegó a Ferrol el 28 de diciembre de 1936 y que permaneció en aguas españolas hasta el 12 de enero de 1937. También está documentado que el ‘Königsberg’ coincidió en fechas y zonas con la ruta habitual seguida por el ‘C-5’ en sus patrullas, es decir toda la costa cantábrica comprendida entre Bilbao y Galicia.
• Está documentada la orden cursada a los buques de guerra alemanes de atacar a buques de guerra de la Armada de la República. En el caso de que se tratase de submarinos republicanos se recomendaba embestirles con la proa en lugar de efectuar disparos con la artillería.
• Cuando el 30/121936 el ‘C-5’ salió de Portugalete tenía orden de atacar al ‘Königsberg’ si lo encontraba en su ruta.
• El ‘Königsberg’ solo pudo localizar al ‘C-5’ de dos formas, una visualmente durante el día y otra mediante el radar que llevaba instalado y solo en el caso de que el submarino navegase en superficie tanto de día como de noche. El radar instalado en el ‘Königsberg’ era de los primeros desarrollos del Seetakt, en pruebas su alcance de localización llegó a 4,32 millas náuticas con una precisión de 50 metros. Este modelo del Seetakt no podía localizar submarinos en inmersión ni tan siquiera si estos navegaban a cota periscópica. Si la localización fue visual se debió a que el ‘C-5’ navegaba de día en superficie, o bien, de forma mucha más improbable, casi descartable, si navegaba a cota periscópica delatado por la estela que dejaba el periscopio. Entendemos que la localización visual por la noche no hay que tenerla en cuenta, ya que descartamos que el submarino llevara encendidas las luces de situación.
• Si la localización fue mediante el radar pudo producirse durante el día o la noche, pero siempre con el submarino en superficie. Según lo anterior y en los dos casos posibles, visual o radar, sin tener en cuenta la navegación a cota periscópica, tanto de día como de noche era necesario que el ‘C-5’ navegase en superficie. Que el ‘C-5’ navegase de día en superficie es algo atribuible a una decisión peligrosa y totalmente incorrecta del comandante o de quién diera las órdenes, o bien debido a una avería que le impedía o desaconsejaba la inmersión.
• Desde las F.N.C se asegura que el ‘C-5’ debía volver a Portugalete el mismo día de su salida, el 30/12/1936. Se informa que durante la noche del día 30 y primeras horas del 31 se intentó comunicar por radio con el submarino sin conseguirlo. En aquellos tiempos este sistema de comunicación solo era posible si el submarino se encontraba navegando en superficie.
• Posteriores comunicados, telegramas, etc. cruzados entre las FNC y el Ministerio de Marina nos vienen a decir que, textualmente, el ‘C-5’ se encontraba navegando al menos hasta el día 3 de enero, y precisamente en la zona donde el ‘Königsberg’ estaba actuando contra barcos mercantes de bandera republicana. Unos ataques encuadrados dentro del plan de represalias elaborado por los alemanes en caso de que buques de bandera alemana fueran atacados. Recordemos las órdenes estrictas dictadas a las tripulaciones alemanas por parte del Estado Mayor alemán de mantener en el más absoluto secreto los ataques a buques de guerra republicanos. Tengamos también en cuenta que el mercante alemán ‘Palos’ fue ilegalmente apresado por bous vascos cuando navegaba en aguas internacionales, ataque que entre otras cosas provocó la intervención directa del "Königsberg".
Benito Sacaluga