domingo, 15 de septiembre de 2024

LOS CONSTRUCTORES DEL YATE "VITA"

 

Por orden del Gobierno de la República, el "Vita", un yate de recreo, fue adquirido en 1938 por la naviera de conveniencia republicana Mid Atlantic Shipping (1), al objeto de poner a salvo en Méjico buena parte del tesoro incautado por la Caja General de Reparaciones durante la guerra civil española y otros de diversa procedencia, un cargamento indeterminado de joyas, metales preciosos y objetos de valor. Nunca se ha podido determinar con exactitud el valor total del tesoro, transportado en unas 120 maletas, algunas publicaciones estiman su valor en una cantidad indefinida entre los 50 y los 300 millones de dólares de la época. En definitiva, el "Vita" partió del puerto francés de El Havre el 28 de febrero de 1939 y llegó al puerto de Veracruz (Méjico) desde donde zarpó para el puerto mejicano de Tampico, al que arriba el día 23 de marzo.


"Vita"

Mucho se ha escrito sobre el destino del tesoro transportado por el "Vita", de su administración en Méjico, en un principio destinado para el socorro del exilio republicano, me temo que nunca lo sabremos con exactitud, asunto que no vamos a tratar en este artículo, centrándonos ahora en el origen del yate que tras más de 90 años de navegación, numerosas modificaciones y cambios de propietario sigue aún en condiciones de navegar.


SU CONSTRUCTOR


La construcción del "Vita" obedece al encargo del millonario norteamericano Charles A. Stone. Se trataba de un yate de recreo de 62,2 metros de eslora. El proyecto entró en 1930 en los astilleros germanos de la Krupp Germania Werft GmbH, ubicados en Kiel, con actividad desde 1883 por compra a la compañía fundadora Norddeutsche Schiffbau creada en 1872, como dato curioso decir que esta compañía construyó en 1876 el yate del Káiser Guillermo I. En marzo de 1931 el yate que acabaría siendo el "Vita" estaba terminado, siendo bautizado como "Argosy", matrícula de New York, IMO 5312599.


Imagen: u-historia.com


Coincidiendo con el acceso de Adolf Hitler al poder absoluto en Alemania (1934), los astilleros que habían construido el "Vita", hasta esa fecha dedicados a la construcción civil, centran su producción en exclusiva a la construcción de submarinos. Durante la IIGM Krupp Germania Werft fue el astillero más grande de Alemania, llegando a emplear a más de 11.000 trabajadores en turnos de día y noche, de los que un 11% era mano de obra forzada, La producción conseguida desde 1934 hasta 1944 (11 años),  fue de 278 unidades. 

El primer U-Boot construido en estos astilleros salió de los mismos el 29 de junio de 1935 fue el "U-7". Se siguieron construyendo submarinos hasta prácticamente el final de la guerra, el último fue el "U-4710", entregado a la Kriegsmarine el 29 de abril de 1945, fecha esta que coincide con la de la liberación de los prisioneros del campo de concentración de Dachau, llevada a cabo por fuerzas norteamericanas. 




"U-33" (Tipo VIIA)
Uno de los dos U-boot integrantes de la Operación Úrsula
durante la Guerra de España.

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(1) Compañía naviera con sede en Londres cuyo cometido fue coordinar la flota mercante leal al gobierno de la II República. Fue adquirida por Campsa-Gentibus, empresa pública dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda. El gobierno republicano puso al mando de la empresa al naviero Marino Gamboa (2). Al final de la Guerra Civil Gamboa, a través de esta compañía, compró el yate "Vita", por orden del gobierno de Negrín, para trasladar los bienes de la Caja General de Reparaciones a México para ayudar a los exiliados españoles. (PARES).

(2) Marino Gamboa Empresario español del sector naviero. Nació en Filipinas cuando el archipiélago pertenecía a la corona española. Su abuelo había emigrado a Filipinas hacía 1850-1860 instalándose como hacendado. Tras la pérdida española de Filipinas, los Estados Unidos le concedieron el pasaporte americano. Durante un tiempo residió en Bilbao y en otras localidades de Vizcaya, provincia en la que poseía varias empresas y propiedades, simpatizó con el Partido Nacionalista Vasco (PNV).Durante la Guerra Civil española, el Gobierno Vasco le encomendó la responsabilidad de la marina mercante vasca. Más tarde el Gobierno de la II República le encargó la dirección de la empresa "Mid Atlantic Shipping Company", compradora del "Vita".  Encargó el mando del "Vita" al marino José Ordorica, también vinculado al PNV. Al finalizar la contienda Gamboa y su familia se exiliaron en Francia y, con la ocupación nazi, marcharon a los Estados Unidos llegando a Nueva York en el transatlántico Manhattan procedente de Lisboa, en agosto de 1940. Allí coincidió con el lehendakari José Antonio Aguirre, exiliado en Nueva York desde 1941, y con Manuel de la Sota, amigo suyo y director de la Delegación del Gobierno Vasco en aquel país. Mientras tanto, en España fue juzgado y condenado por el Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas y se le incautaron bienes muebles y activos financieros. Más tarde, se solicitó su indulto y un decreto de 28 de marzo de 1952 le rebajó la pena a la cantidad de doscientas mil pesetas. Estaba casado con la española María Ibargaray Artaza y tuvieron tres hijos, entre ellos, José María y Teresa Gamboa Ibargaray. Su cuñado Daniel Ibargaray fue su representante legal y apoderado. (PARES)


Fuentes consultadas:

Webmar.

u-historia.com

Portal de Archivos Españoles (PARES)







lunes, 26 de agosto de 2024

LA BASE NAVAL DE CARTAGENA EN 1936

 



En el trabajo de Juan Martínez Leal "Alzamiento y Revolución. El 18 de Julio en la Base Naval de Cartagena". Publicado por Anales Historia Contemporánea, podemos leer lo siguiente:

"En 1936 Cartagena era uno de los enclaves militares de mayor envergadura de la Península. Como cabecera del Departamento Marítimo del Mediterráneo, su Base Naval (1) disponía de complejas instalaciones militares. En su Arsenal, además de la factoría de construcciones navales, se encontraban el Cuartel de Marinería, el Cuartel de Guardias de Infantería de Marina, la Base de Submarinos, los Servicios de Ingeniería Naval, Las Escuelas de Buzos y Submarinistas, importantes depósitos de combustibles y municiones, así como una importantísima Estación de Radiotelegrafía. Fuera del recinto propiamente dicho, quedaban los Servicios de 1ntendencia de la Armada y la propia Jefatura de la Base".



"La Base era, además, la sede operativa de importantes dotaciones navales: Las dos flotillas de destructores, las flotillas de submarinos, las flotillas de torpederos y otros barcos auxiliares de transporte y salvamento". 



"Junto a estas fuerzas navales se encontraban los efectivos de la guarnición del Ejército, compuesta por la fuerzas del Regimiento de Artillería de Costa Nº 3 y el Regimiento de Infantería Sevilla Nº 34, que agrupaba entre oficiales y tropa un contingente de 2.443 efectivos. Estas fuerzas se integraban en la 111 División orgánica con cabecera en Valencia. Completaban estos efectivos de tierra una Compañía de la Guardia Civil, una Comandancia de Carabineros y fuerzas de Guardias de Asalto".



"Ya fuera de la ciudad, pero a pocos kilómetros, se encontraban la Base Aeronaval de San Javier, adscrita a la Jefatura de la Base, y el Aeródromo de Los Alcázares, dependiente de las Fuerzas de Aviación".


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(1) Cartagena sofocó la sublevación franquista en sus primeros días y permaneció al servicio de la República durante toda la Guerra Civil, desde su inicio en julio de 1936 y hasta el 31 de marzo de 1939, fecha en la que las tropas franquistas hicieron su entrada triunfal en la ciudad. (Egea Bruno. El final de la Guerra Civil. Cartagena. Marzo 1939. Revista Hispania Nova Nº 14). Un día después, el uno de abril, Franco daba por terminada la guerra. 
 


Tropas de la IV División Navarra desfilando por la Cartagena recién ocupada (31/03/1939)


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jueves, 22 de agosto de 2024

JULIO DE 1936. CARTAGENA DIAS ANTES DE LA SUBLEVACIÓN FACCIOSA

 


José Giral Pereira, ministro de Marina, fue probablemente el único miembro del Gobierno que tomó medidas efectivas para tratar de neutralizar la insurrección que se avecinaba. 



Enterado Giral de que algo se tramaba también en Cartagena, envió al teniente de navío Pedro Prado para averiguar el alcance de la conspiración. Prado se reúne con el teniente de navío Vicente Ramírez y con otros auxiliares de la Armada en Cartagena. El resultado es la destitución el día 14 de julio de Marcelino Galán como comandante del destructor “Almirante Ferrándiz”; de Francisco Pemartín como jefe de Estado Mayor de las flotillas de destructores; de Francisco Javier Chereguini como comandante del submarino B-5; de Manuel Álvarez como comandante del submarino C-6; del capitán de Artillería Manuel Bruquetas, y, finalmente, del capitán de Ingenieros José de la Figuera. 

Para impedir el traslado de tropas sublevadas a la Península, se ordena el día 15 la salida hacia aguas del Estrecho del destructor “Churruca” y del “Lepanto. Al “Almirante Ferrándiz” se le ordena partir hacia Barcelona, salida que se demora ante la resistencia de los jefes destinados en la flotilla de destructores, lo que obliga al ministro a ordenar al jefe de la Base, vicealmirante Márquez, se hiciese cargo del mando de la flotilla hasta la llegada de su jefe Ramón Navia-Ossorio, que había ido a Madrid a discutir con el ministro las mencionadas destituciones.

Ya en la noche del 17, y ante la evidencia de la sublevación en Marruecos, se ordena partir hacia el Estrecho a los destructores “Sánchez Barcáiztegui”, “Almirante Valdés” y “Alsedo”; también se ordena lo hagan cinco submarinos de la Base.



Estas medidas, claves desde una visión estratégica, contribuirían además a alejar de Cartagena un importante núcleo de conspiradores.

El 18 de julio a las 12,25 horas se recibe en la Estación de Radio del Arsenal el mensaje de Franco, invitando a las guarniciones de la Península a sumarse al ejemplo del Ejército de África. El mensaje decía: 

«Gloria al Ejército de África. Recibid el saludo más entusiasta de estas guarniciones que se unen a vosotros y demás compañeros peninsulares en estos momentos históricos. ¡Viva España con honra! General Franco» 

Un día más tarde la arenga de Franco fracasó y pasó a la historia. Cartagena fue la única gran base naval que quedó en manos de la República, convirtiéndose así, a lo largo de la guerra, en la sede operativa de la Flota Republicana. 


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  • Fuente: Alzamiento y Revolución. El 18 de Julio en la Base Naval de Cartagena. Aut.:Juan Martínez Leal. Publicado: Anales Historia Contemporánea





domingo, 4 de agosto de 2024

LOS RESTOS DEL ALMIRANTE FRANQUISTA SALVADOR MORENO FERNÁNDEZ SACADOS DEL PANTEÓN DE MARINOS ILUSTRES

 

Fruto de una iniciativa basada en lo dispuesto en la Ley 20/2022, de 19 de Octubre, de Memoria Democrática,  llevada a cabo desde septiembre de 2022 por la Asociación por la Memoria Militar Democrática (AMMD),  se ha conseguido que ayer, 3 de agosto de 2024, se hayan sacado del Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando los restos del almirante franquista Salvador Moreno Fernández y trasladados a un panteón familiar privado.


Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando

La iniciativa, que contó con el apoyo de más de 1000 firmas de civiles, se inició con un proceso administrativo ante el Mº de Defensa que, ante su  silencio administrativo, derivó en un recurso interpuesto ante la Audiencia Nacional.  A estas acciones le siguió una pregunta parlamentaria de Izquierda Unida en el Congreso.  

La iniciativa incluye también la exhumación de otros dos almirantes franquistas, a saber Juan Cervera Valderrama y Francisco Moreno Fernández, esperamos que, bien de forma voluntaria o bien por orden de la Audiencia Nacional, los restos de los citados salgan para siempre del Panteón. 

Desde el inicio de la sublevación militar de 1936, durante toda la guerra civil y durante el régimen franquista, los tres almirantes fueron una pieza clave. Francisco Moreno Fernández y Salvador Moreno Fernández se implicaron directamente en el golpe del general Mola, dirigiendo la rebelión en la Base Naval y Arsenal de Ferrol, y posterior represión en toda la zona. El almirante Juan Cervera Valderrama, en julio de 1936, comandó las fuerzas rebeldes que tomaron Puerto Real (Cádiz) y participó de forma inequívoca en la rebelión de la Base Naval y Arsenal de Cádiz. 

En lo que a la marina de guerra franquista se refiere, estos tres almirantes estaban estrechamente vinculados entre si, ocupando cada uno de ellos los más altos cargos en la Armada franquista, a saber: Juan Cervera Valderrama Jefe del Estado Mayor de la Armada; Francisco Moreno Fernández Jefe de la Flota Nacional y Vocal de la Junta de Defensa; Salvador Moreno Fernández Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada. 

Dejo a continuación un resumen de la actividad del almirante franquista durante la guerra de España y la dictadura franquista, cuyos restos mortales han sido ayer exhumados del lugar de honor donde estaban depositados.


SALVADOR MORENO FERNÁNDEZ  (Ferrol 1886 – Madrid 1966)


Se incorporó inmediatamente a la sublevación militar de julio de 1936 en Ferrol, consiguiendo apoderarse del crucero ligero ‘Almirante Cervera’, que se encontraba fondeado en el Arsenal ferrolano, controlado por oficiales, marinería y civiles leales a la República. Subió con tropas sublevadas al crucero, acompañado por el capitán de Artillería Martínez Lorenzo, y tomó por las armas el control del mismo. Por este hecho se le concedería en 1939 la Cruz Laureada de San Fernando. Salió a la mar con el crucero el 23 de julio siendo ascendido a capitán de navío. Una de sus primeras misiones de guerra fue cañonear la ciudad de Gijón, donde los militares sublevados resistían sitiados en los cuarteles. Los reiterados cañoneos fueron "mérito" para que, durante muchos años, una calle de la ciudad de Gijón llevase su nombre. 

Por Decreto de fecha 26/07/1936, publicado en la Gaceta de Madrid de fecha 28/07/1936, el Gobierno de la República lo expulsa de la Armada. 


Salvador Moreno Fernández


El 8 de febrero de 1937 las tropas franquistas e italianas entran en Málaga. Las amenazas lanzadas por Queipo de Llano contra los que se resistan surten efecto y una columna de civiles, aterrorizados por la represión anunciada, y compuesta por más de 100.000 personas huye despavorida hacia Almería por la única vía expedita. Durante varios días de febrero esa carretera llena de mujeres, niños y ancianos es bombardeada sin piedad y sin oposición por el ejercito rebelde al mando de Queipo, por la artillería italiana, por la aviación franquista y alemana, y desde el mar por la escuadra franquista (cruceros 'Canarias', 'Baleares' y 'Almirante Cervera'). Fue el éxodo de terror más cruel, despiadado y cobarde de la Guerra Civil. Fue La Desbandá. (Publicado en La Voz del Sur el 4/5/2023). Una autentica masacre.

El médico canadiense Norman Bethune, pionero en el establecimiento de servicios móviles de transfusiones de sangre y miembro de la Comisión de Ayuda a la Democracia Española, integrado en el Batallón Mackenzie-Papineau, acudió desde Valencia con sus equipos en ayuda de los heridos. Durante tres días, él y sus ayudantes Hazen Sise y Thomas Worsley, socorrieron a los heridos y ayudaron en el traslado de refugiados hacia la capital almeriense. El doctor Bethune ya había intervenido anteriormente realizando transfusiones de sangre en varios campos de batalla españoles, pero la masacre de Málaga superó todas sus experiencias, el horror de lo que había  visto le llevó a escribir un libro que tituló "El crimen de la carretera Málaga-Almería", en uno de sus párrafos iniciales se puede leer:

"...Lo que quiero contaros es lo que yo mismo vi en esta marcha forzada, la más grande, la más horrible evacuación de una ciudad que hayan visto nuestros tiempos...."

Salvador Moreno era en esos momentos el comandante del crucero franquista 'Almirante Cervera', uno de los tres que participaron en la masacre de la población que huía en masa por la carretera Málaga-Almería. La cifra de muertos oscila entre 3000 y 5000 civiles entre hombres, mujeres y niños.

Tras esta "hazaña" Salvador Moreno es nombrado Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada. Ascendido a contralmirante en julio de 1939. En agosto de 1939 fue proclamado Ministro de Marina, cargo que desempeñó en dos etapas: (1939-45 y 1951-57). Vicealmirante en 1942. 

Ascendido a almirante en 1951. Nombrado Capitán General del Departamento Marítimo de El Ferrol. Fue designado de nuevo Ministro de Marina en Julio de 1951, desempeñando tan alto cargo hasta 1957. 

Por Decreto del Consejo de Ministros Franquista de fecha 2 de junio de 1966 se acuerda el traslado de sus restos mortales al Pabellón de Marinos Ilustres de San Fernando.
Deber que satisface y honor que enaltece es para la Patria venerar la memoria de sus hijos insignes. Gloria es, asimismo, para la Armada incrementar con justicia el elenco de sus marinos preclaros. Deber, honor y gloria, alcanza a la Patria y a la Armada el venerar la memoria de don Salvador Moreno Fernández y el señalarle un puesto singular entre los escogidos.

Fue don Salvador Moreno Fernández jefe ejemplar y marino destacado a lo largo de dilatada carrera. Brilló como español y como profesional en los azarosos y difíciles tiempos que precedieron a nuestra Guerra de Liberación. 

Sobresalieron entre sus ya cimentadas virtudes castrenses, y con motivo de la iniciación del glorioso Movimiento Nacional en El Ferrol, el valor que se tradujo en heroísmo y la serenidad que trajo consigo la eficacia de inclinar del lado de la razón una situación incierta: virtudes que orientaron hacia el éxito una acción recompensada con la Cruz Laureada de San Fernando.

La guerra forjó definitivamente al jefe. Mandos de mar trascendentes, combates
victoriosos y presas valiosas fueron su contribución decisiva a la victoria en la mar, que hizo posible el abastecimiento en la zona nacional y la continuidad de la lucha en tierra y en el aire, que culminó con la victoria.

La paz probó con creces su lealtad a la Armada y su amor a la Patria. Reorganizador de la Marina de la postguerra y forjador de la Fuerza Naval de hoy día durante su difícil y reiterada gestión frente al Departamento ministerial de Marina, el Almirante don Salvador Moreno Fernández se hizo acreedor al amor de sus subordinados, al afecto y respeto de sus iguales y a la gratitud de su superior y de la Patria.

Por todo ello, merece y goza del general reconocimiento de la nación y le corresponde el honor de que su memoria sea ejemplo venerado por la Marina.

En su virtud, a propuesta del Ministro de Marina y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veintisiete de mayo de mil novecientos sesenta y seis,

DISPONGO:

Artículo primero.-Los restos mortales del Almirante don Salvador Moreno Fernández serán trasladados al Panteón de Marinos Ilustres tan pronto se hayan cumplido los requisitos que al efecto exigen las disposiciones vigentes.

Artículo segundo.-Se le rendirán los honores reglamentarios que correspondan a Capitán General de la Armada con mando de Flota que muere a bordo de su buque insignia, correspondiendo al Ministerio de Marina adoptar cuantas disposiciones convengan para honrar debidamente la memoria del difunto Almirante y para que su recuerdo perdure como ejemplo y estímulo de generaciones actuales y futuras de la Armada.

 Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a dos de junio de mil novecientos sesenta y seis.

 

El traslado al Panteón de Marinos Ilustres 

(Boletín del Departamento de Personal del Mº de Marina Nº 10 Abril-Julio 1973)

Los restos mortales del Almirante D. Salvador Moreno Fernández, Caballero Laureado de San Fernando y Ministro de Marina que fue en dos etapas, fueron inhumados el día 7 de junio en el Panteón de Marinos Ilustres, junto a los más destacados héroes de la Armada española.

Presidió los actos el Ministro de Marina, Almirante Baturone, acompañado de los hijos del finado, sus nietos y otros familiares; del Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, Capitanes Generales de la 2.ª Región Militar, de la '2.ª Región Aérea y los de las Zonas Marítimas del Cantábrico, del Estrecho y del Mediterráneo; Almirante Jefe de la Flota, Almirante Jefe de la Jurisdicción Central y otras representaciones militares de los tres Ejércitos, así como el Presidente de la Diputación de Cádiz al frente de su corporación y el Ayuntamiento de San Fernando con la corporación municipal bajo mazas.

El féretro con los restos mortales del Almirante Moreno Fernández fue trasladado desde el portahelicópteros "Dédalo", que lo transportó desde El Ferrol del Caudillo, donde reposaban desde que falleció, hasta el Cuartel de Instrucción de Marinería de San Fernando. Una sección de Marinería depositó el féretro sobre un armón de artillería y en el patio de armas del Cuartel fueron rendidos los honores de ordenanza y a continuación fue rezado un responso, poniéndose seguidamente en marcha el cortejo hasta el Panteón de Marinos Ilustres, donde le fue oficiado un solemne funeral, al final del cual el Ministro de Marina, don Adolfo Baturone Colombo, pronunció unas palabras en las que dijo que" para la Marina de Guerra española era un deber especialmente honroso y grato enaltecer la figura de uno de sus Oficiales más brillantes y abnegados"; continuó el Ministro recordando las acciones heroicas del Almirante Moreno, que le valieron la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando. Después de las palabras del Ministro de Marina, fueron inhumados los restos mortales del Almirante D. Salvador Moreno Fernández en el Panteón de Marinos Ilustres.

 



En la lápida situada sobre el sepulcro se puede leer:


RIP

EL ALMIRANTE
DON SALVADOR MORENO FERNÁNDEZ

SU DEDICACIÓN AL SERVICIO DE ESPAÑA
VALOR HERÓICO FRENTE AL ENEMIGO
Y NOBLE CONDICIÓN HUMANA
FUERON VIRTUDES QUE CARACTERIZARON 
SU EJEMPLAR EJECUTORIA MILITAR Y NAVAL

LAUREADO CON LA CRUZ DE LA REAL ORDEN DE SAN FERNANDO

FUE DOS VECES MINISTRO DE MARINA


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Considero necesario reproducir aquí el artículo de Miguel Ángel López Moreno, publicado en el diario La Voz del Sur el cuatro de mayo de 2023:


¿Qué hacen tres militares franquistas enterrados con todos los honores en el Panteón de Marinos Ilustres?


No hay duda alguna y si  abundantes pruebas objetivas y documentales de que estos tres almirantes formaron parte de la cúpula militar del general Francisco Franco, y de haber sido notables y directos impulsores y ejecutores del levantamiento militar contra el Gobierno de la II República llevado a cabo en julio de 1936.

Con sus actos de julio de 1936 pusieron a disposición de los rebeldes las Bases y Arsenales Navales de Cádiz y Ferrol, junto con todos los buques de guerra que en esos momentos se encontraban allí atracados o fondeados. Después de tomadas estas posiciones organizaron una inaudita represión, no solo entre los militares de esas zonas, sino también entre la población civil.

Los tres marinos conformaban la máxima autoridad naval, a saber: Jefe del Estado Mayor de la Armada, Jefe de la Flota y 2º Jefe del Estado Mayor de la Armada, por tanto responsables máximos de todos los desmanes cometidos por la Armada sublevada durante la guerra.

Acabada la guerra, y desde su cargos continuaron al mando de las labores represivas contra todos aquellos marinos que permanecieron leales a la República.

Francisco Moreno Fernández y Salvador Moreno Fernández figuran en la lista de altos cargos del franquismo imputados en su día por los delitos de detención ilegal y crímenes contra la Humanidad cometidos durante la Guerra Civil española y en los primeros años del régimen. (Audiencia Nacional. Juzgado Central de Instrucción Nº 005. Diligencias Previas Proc. Abreviado 399/2006 V. de fecha dieciséis de octubre de dos mil ocho. 
Según lo explicada el juez Garzón en las Diligencias Previas. Procedimiento abreviado 399 /2006 v, de 16 de octubre de 2008, citando lo dicho en el proceso de Nuremberg:
"Líderes, organizadores, instigadores y cómplices que participen en la formulación o ejecución de un plan general o conspiración, para cometer cualquiera de los crímenes antes citados [asesinato, exterminación, esclavitud, deportación y otros actos inhumanos cometidos contra la población civil antes o durante la guerra o persecuciones por razones políticas, raciales o religiosas...], son responsables de todos los actos realizados por cualquier persona que ejecute dicho plan…".

En consecuencia, las carreras profesionales de estos militares parten de un comportamiento desleal e ilícito, es decir, parten de la máxima vergüenza que puede perpetrar un militar: quebrantar su promesa o juramento de acatar las leyes, en este caso promesa de fidelidad a la República para defenderla y servirla bien: "Prometo por mi honor servir bien y fielmente a la República, obedecer sus leyes y defenderla con las armas".

Todos prometieron defender la República, no a una esotérica Patria diseñada ad hoc para justificar cualquier acto de rebeldía. Posiblemente no hay mayor deshonor para un militar que levantar sus armas contra sus propios compañeros y contra los ciudadanos que le otorgaron su confianza.

La inteligencia artificial que opera en el ChatGTP también dice cosas coherentes y bien hilvanadas. Por ejemplo, dice que "aunque la Ley de Memoria Democrática no menciona específicamente el Panteón de Marinos Ilustres, sí establece la obligación de retirar cualquier símbolo o monumento que exalte la dictadura o atente contra la dignidad de las víctimas del régimen franquista...".
Como sabemos, esta ley establece un marco legal para solucionar la presencia de militares franquistas entre la pléyade de marinos españoles realmente ilustres y merecedores de la mayor de las honras. Ya se han exhumado de lugares públicos a Franco, Queipo de Llano, José Antonio y otros. Ahora queda por ver si nuestros representantes políticos —que también son nuestros garantes de la legalidad— tienen la suficiente valentía y determinación como para aplicar la ley a los marinos franquistas.

 

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Ahora solo cabe esperar que los restos  mortales de los almirantes franquistas Juan Cervera Valderrama y Francisco Moreno Fernández, mandos directos de Salvador Moreno, conocedores y autorizantes de la masacre y altos mandos de la dictadura franquista, sean también exhumados del Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, un lugar reservado exclusivamente para marinos ilustres, tal y como su denominación indica. Todos los demócratas y especialmente los malagueños lo agradecerán.



Benito Sacaluga.