sábado, 17 de diciembre de 2011

CARTAGENA, ULTIMO BASTIÓN REPUBLICANO




Ayer día 16 de diciembre asistí a una conferencia sobre "La represión de los Miembros de la Armada Republicana" pronunciada por D.Antonio Martinez Ovejero, el acto tuvo lugar en las instalaciones de la UNED de Cartagena, enmarcada dentro del ciclo que Memoria Histórica de Cartagena viene desarrollando, y de la que destaco y resumo cogido a oído lo, para mi, más interesante.


Nuevos datos, estadísticas referidas a la Región de Murcia, especialmente a Cartagena y un análisis objetivo de las singularidades que marcaron el comportamiento de los marinos republicanos desde el inicio de la guerra civil hasta 1945 fecha oficial del "último" ajusticiado. Comportamiento que como el ponente explica tiene sus raíces hundidas en el año 1931, fecha en la que las libertades asomaron tímida y fugazmente en el seno de la Marina Española.
Según los datos oficiales prácticamente más del 80% de los marinos republicanos sometidos a Consejo de Guerra a partir de 1936 y hasta 1945 pertenecían a los Cuerpos Auxiliares de Marina, en su mayoría suboficiales y cabos en sus especialidades - radio, tiro naval, torpedos,  etc...- y al Cuerpo de Maquinas, junto con un determinado numero de sus oficiales y mandos. Como referencia valida de estos porcentajes citar que de los 51 marinos sepultados en la Fosa X del Cementerio de Los Remedios de Cartagena solamente tres de ellos eran Oficiales en 1936. Cuerpos Auxiliares de Especialistas y de Maquinas que desde tiempos remotos han sido tratados injustamente por la Marina en beneficio del elitista Cuerpo General al que de forma contundente tenían negado el acceso los miembros de otros cuerpos. de la Armada.
Este sectarismo, muy arraigado en la Marina, provocó que, con la instauración de la II República y las leyes y disposiciones que se fueron adoptando en relación con la reorganización de la Armada, los integrantes de los cuerpos auxiliares acariciaran la oportunidad de reivindicar muchos de los derechos que hasta entonces les estaban negados a causa de la posición intransigente del Cuerpo General. Por otro lado su condición de especialistas daba paso al germen de las reivindicaciones digamos laborales y una masiva afiliación a organizaciones de la izquierda española o en su defecto a la identificación con sus ideales o esencia de sus fundamentos políticos.
Según lo anterior se forman las primeras "organizaciones" en el seno de la Armada, circunstancia ésta que si bien permite una mayor facilidad para la puesta en realidad de sus pretensiones, endurece aún más si cabe la postura del Cuerpo General negándose a admitir cualquier posibilidad de ver disminuida su privilegiada posición y además ser "contaminados" por "pseudomarinos" de procedencia distinta de las Academias Navales. Igual situación de asociacionismo y reivindicaciones se producía simultáneamente entre los trabajadores civiles de astilleros, talleres, etc...entre los que una vez acabada la guerra se realizó una profunda purga sometiéndoles a la jurisdicción militar y aplicandoseles las leyes y procedimientos judiciales y el Código Penal de la Marina de Guerra como si de militares se tratase.


Según Antonio Martinez explica, y yo comparto, fue precisamente este movimiento republicano entre los cuerpos auxiliares y trabajadores relacionados con la industria de guerra naval, así como el aporte numérico de combatientes a las filas republicanas - el tercero en importancia después de Madrid y Valencia-el factor determinante que permitió que Cartagena permaneciese en manos republicanas hasta el fin de la contienda, última tierra republicana invadida, al mismo tiempo que supuso para toda la ciudad de Cartagena y resto de la región de Murcia una especial y acentuada actuación represora por parte de las tropas franquistas durante los primeros meses de la posguerra y del franquismo hasta bien entrada la década de los años 60 del pasado siglo XX.
Como dato curioso y al mismo tiempo tremendo, explica Antonio Martinez, que aquellos marinos republicanos integrados en las dotaciones de buques hundidos o capturados por las tropas sublevadas, eran calificados de "PIRATAS" y como a tales se les juzgaba al considerarles responsables de la encautación a España y cambio de bandera de los buques en los que navegaban.

(1)Represión instrumentada en Cartagena con gran alarde de medios, de forma inmediata a la ocupación se pusieron en funcionamiento tres juzgados militares permanentes ubicados en las instalaciones de las Escuelas Graduadas, las autoridades de Marina establecieron un Consejo de Guerra Permanente y 57 Juzgados de Instrucción.  A la tres semanas de la ocupación  ya se habían elevado a Sumario 150 Causas e informado en más de 450 abiertas contra Jefes,Oficiales y Auxiliares de la Armada. La Falange contribuyó en enorme medida al suministro de "reos"a través de su Servicio de Información e Investigación.

Gran ocasión para el Cuerpo General de cobrarse las deudas con los Cuerpos Auxiliares. 

Como miembros de aquellos Consejos de Guerra cabe destacar a : (1)


Manuel Vela
Ramón Agacino
Rafael Barrionuevo
Joaquin López Cortijo
Pablo Hermida
José Emilio Diez
José de Gandarillas
Joaquin Matos Calderón
Miguel de Páramo
Hermenegildo Altozano
Antonio Cañas
Eduardo Viscosillas
Rafael Fernandez de Henestrosa
Augusto Chereguini
Luis Orcasitas
José Martinez Sapiña
Enrique Vidal Lorente
Sebastian Sart Montaner
José Imaz Echevarri
Ernesto Llamas del Toro
Vicente Navarro Flores y 
Andrés Criado de Molins

La "defensa" estuvo casi siempre encomendada a Martinez de Galinsoga, José Cervera, Urquizu Ormaechea, Montaner Delgado, Gómez Mariscal,Carlos Sánchez Sicilia, Emilio Brios de Montiano, Alberto Meca Motilla, Miguel Batista Gutierrez, Esteban García Hernandez, Bernardo Gonzalez Rizo y José López Pinto.


Abogados y jueces contaban en sus respectivas familias con algún que otro represaliado por el movimiento izquierdista.


(1)  La Represión Franquista en Cartagena. Autor : Pedro María Egea Bruno.


De estos Consejos de Guerra salieron cientos de penas de muerte y miles de condenas a prisión.




En algunos casos se dictaron condenas a muerte reconociendo en el sumario que (sic) 
"no existen pruebas suficientes para determinar la culpabilidad del acusado"
quien, no obstante, finalmente era fusilado o recluido en prisión.


Es imposible resistirse a imaginar como se hubiese desarrollado la guerra si Cartagena,sus bases, talleres y puerto hubiesen caído en los primeros momentos en manos del ejercito sublevado, situación ésta que evitaron en muy gran medida los marinos y ciudadanos de Cartagena, manteniendola fiel a la República hasta el fin de la guerra.

Desde aquí mi agradecimiento a D.Antonio Martinez Ovejero por sus importantes aportaciones en el campo de la investigación histórica relacionada con la Armada Española y el franquismo en general.





Benito Sacaluga