martes, 30 de abril de 2013

PUNTOS NEGROS EN EL CUERPO DE MAQUINAS DE LA FLOTA REPUBLICANA


El Jefe de Máquinas de un buque es el máximo responsable del departamento de máquinas y tiene encomendada la dirección, supervisión y mantenimiento de los sistemas de propulsión y servicios auxiliares del barco.

Si por cualquier motivo la maquinaria de un buque deja de funcionar o lo hace de forma inadecuada a las exigencias de su misión necesita ser reparado y por tanto apartado del servicio, esta situación representa un considerable perjuicio económico para el armador, perjuicio que refiriéndonos a buques de guerra en tiempo  de conflicto adquiere unas dimensiones extraordinarias.

De lo anterior la especial y relevante importancia de cumplir al pie de la letra los protocolos de mantenimiento tanto en su aspecto preventivo como en el correctivo sin olvidar el valor de una evaluación predictiva constante de la maquinaria y sus componentes accesorios.

Para llevar a cabo las tareas relativas al funcionamiento y  mantenimiento de la maquinaria que los buques tienen instalada  se cuenta a bordo con equipos dirigidos por el Jefe de Máquinas entre los que se encuentran Oficiales de Máquinas de diversa graduación, Auxiliares de Máquinas y personal subalterno.

Lo anterior en su sentido conceptual prácticamente no ha experimentado variación al menos desde 1936, fecha de inicio de la Guerra Civil española.

Ya en entradas anteriores se ha puesto de manifiesto el elevado número de incidencias que presentaban algunos buques de la Flota Republicana, incidencias, averías que daban lugar al amarre de sus buques de guerra por largos periodos de tiempo e incidencias que en su mayoría tenían su origen en una falta de mantenimiento o en una ejecución defectuosa del mismo, dando lugar a numerosos informes elaborados por la Jefatura de Inspección de Máquinas de la Flota dirigidos a su Estado Mayor en los que se ponía de manifiesto el origen extraordinario de las averías e incluso se rechazaba la existencia de muchas de ellas o su grado de alcance, motivos por los cuales se implantaba entre los  responsables de los buques la lógica sombra de la duda sobre posibles actuaciones de sabotaje o colaboracionismo con el enemigo

El 18 de septiembre de 1.937, quince meses después de comenzada la guerra, el jefe de los Servicios de Inspección en cumplimiento de las órdenes recibidas emite informe sobre la situación de la maquinaria del Destructor Almirante Valdés:

Sr.Jefe de la Flota, 
En cumplimiento a lo ordenado y referente a la propuesta presentada por el Jefe de Máquinas del destructor “A.Valdés”  con motivo del estado en que, dice en ella, se ha encontrado la instalación propulsora de dicho buque al hacerse cargo de su actual destino y como consecuencia de ello  propone modificar técnicamente el sistema actual de entretenimiento del material y obtener así las máximas prestaciones con que fueron proyectados, sugiriendo al mismo tiempo el nombramiento de una ponencia que estudie en firme y con eficacia las normas aplicables a tal fin, debo manifestarle :
Destructor de la clase Churruca
"Almirante Valdés"
Que dicho Maquinista se hizo cargo del destino que hoy ocupa el día ocho del corriente mes interviniendo la entrega de máquinas el jefe que suscribe. Dicha entrega se hizo reglamentariamente, esto es, saliendo el buque a la mar donde permaneció navegando más de 48 horas. En el Acta de entrega consta que “el estado general de las calderas es BUENO; que las maquinas propulsoras están en BUEN ESTADO DE CONSERVACION Y LIMPIEZA y que no dan más de 280 revoluciones por minuto; que los aparatos auxiliares están en BUEN ESTADO DE CONSERVACION Y LIMPIEZA, dando los ventiladores actualmente y por término medio 700 revoluciones por minuto. Observándose torceduras de eje en el Br.popa y desprendido de su base el de Br.proa”. Como consecuencia de estas observaciones se reconocieron los ventiladores aludidos y todos los demás, resultando de ello que en ninguno de los ventiladores existían torceduras en sus ejes aunque si se encontraban flojos los pernos de sujeción de los aludidos Br.popa y Br.proa. Esta anormalidad se corrigió rápidamente por el personal de a bordo, del mismo modo que pudo haberse corregido antes en evitación de una avería que hubiera requerido varios días de trabajo... Respecto a la velocidad de estos ventiladores ya se venían cambiando los aros-muelles de sus émbolos por encontrarse rotos, estando reemplazados en la actualidad ocho de ellos y que una vez probados a una presión de 14 Kgs. dieron más de las 1.000 revoluciones que de construcción tienen señalada. Cuando navegando trabajen con 16 Kgs. de presión pasarán fácilmente del expresado número de revoluciones. Entre los varios defectos observados por al Inspección de Máquinas y que pasaron desapercibidos para el jefe de Máquinas se detectó que estaban desprendidas las planchas separadoras de los fluxes de algunas calderas.
Estas consideraciones que efectúa el Jefe que suscribe sobre la actuación profesional del Jefe de Máquinas podrías hacerlas análogas del de otro destructor, los cuales son los únicos de todos de los que tienen el mismo cargo en los buques de la Flota y Flotillas cuyas actuaciones han obligado a que esta jefatura tuviera que proceder a amonestarles, bien por ausentarse de a bordo durante la realización de trabajos de urgencia, bien por falta de celo o por oponerse a ordenes recibidas alegando que “su” personal de a bordo no tenían la obligación de ejecutar trabajos que según ellos debían llevarse a cabo por la S.E. de C.N.
Estas exposiciones y muchas otras más que podrían hacerse  referente a la actuación de estos Jefes de Máquinas, se efectúan con objeto de que sirvan de fundamento o información para el parecer e informe que finalmente emite esta Jefatura sobre el asunto que se le consulta.
En efecto, siendo misión de esta Jefatura e Inspección de los Servicios de Máquinas de la Flota procurar por todos los medios que los buques afectos a la misma se encuentren siempre en condiciones de desempeñar las comisiones de GUERRA que los mandos respectivos les confieran, y teniendo en cuenta que el volumen de trabajo que actualmente tiene que atender la SECN y la falta de personal especializado para ello y siendo además ineludible para el personal de máquinas de los buques atender al “manejo, conservación y reparación de máquinas, calderas y aparatos auxiliares” se ve precisada esta jefatura a hacer cumplir dicha obligación por mandato de la Ley y sobre todo porque nos encontramos en estado de GUERRA, procurando , no obstante, atenuar el trabajo de dicho personal cuando las circunstancias, el cumplimiento de las misiones y el servicio lo permitan, desviando el mismo a la SECN y evitando siempre desviar trabajos no urgentes o prescindibles.
El Mando seguramente habrá observado que en la Flota hay buques con elevado tiempo de servicio, de los cuales no solo no parten objeciones  ociosas sino que siempre se encuentra su personal dispuesto a la colaboración y cumplimiento de buen grado de las órdenes. En estos buques el personal de máquinas trabaja incansablemente y solo solicitan ayuda para aquellos trabajos en que les es imprescindible el auxilio del Taller, consiguiendo siempre las velocidades pedidas por el Mando respectivo; ello demuestra sencillamente que la dirección, la observación constante de los aparatos cuando están funcionando para anotar anormalidades en el momento de iniciarse y proceder a su corrección inmediata, el celo y amor profesional…etc, de los respectivos Jefes de Máquinas dan el fruto natural de tal proceder, siendo esta conducta el mejor procedimiento para corregir las deficiencias que se puedan producir, o lo que es mejor, evitarlas en la mayoría de los casos, prueba de ello la simple comparación entre los servicios prestados por estos buques y los realizados por aquellos que no cumplen sus obligaciones.
Además no deben ignorar los Jefes de Máquinas y sus mandos respectivos que los buques no se encontraban en las mejores condiciones de eficiencia cuando se inició la sublevación y que sus dotaciones los conservaron heroicamente para la República.; como tampoco las causas por las cuales no entrega la SECN  los de nueva construcción en las condiciones y plazo de contrato, por lo tanto las deficiencias que emanen de lo apuntado tienen que irlas sorteando las Jefaturas de las distintas especialidades afectas a los E.E.M.M. de la Flota y Flotillas, como también la Jefatura del Arsenal y personal técnico a sus ordenes, evitando en lo posible que las dotaciones se priven del descanso a que tienen derecho, pero sin olvidar nunca que estamos en GUERRA cuando sea necesario trabajar intensamente sin tiempo limitado, actitud y comportamiento que afortunadamente practica la mayoría del personal de las dependencias y dotaciones de la Flota y las Flotillas.
Por lo expuesto y con referencia a la propuesta formulada sobre el nombramiento de una ponencia para que se estudie lo que está sobradamente estudiado, asi como la creación de equipos de auxilio para cada buque, el Jefe que suscribe no puede tomar en consideración tal propuesta y en su lugar procede a exigirles a algunos Jefes de Máquinas que cumplan estrictamente con sus obligaciones y que ejecuten a bordo aquellas reparaciones cuya solución evita averías mayores y la inmovilización segura del buque. Ello sin perjuicio de solicitar nuevamente a ese Mando que Maquinistas, Auxiliares y Fogoneros, de depósito en el Arsenal o destinados en buques o dependencias sin rendimiento profesional sean destinados a aquellos buques que se encuentran en reparación o que accidentalmente estén realizando reparaciones urgentes, dependiendo siempre su control de esta Jefatura de los Servicios de Inspección de Máquinas de la Flota.
Es cuanto tengo que informar a V.E. en cumplimiento de mi deber.

A bordo “LIBERTAD” a 18 de septiembre de 1.937
El Jefe de los Servicios de Máquinas de la Flota.Fdº.: Tte. Coronel Benito Sacaluga.



DESTRUCTOR ALMIRANTE VALDÉS

Cuando se realiza el Informe detallado anteriormente el destructor Almirante Valdés (Clase Churruca Primera Serie ) tiene solo 4 años y medio de estado operativo. Fue botado en los astilleros de la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) de Cartagena el 8 de septiembre de 1.930 y entregado a la Armada el 17 de marzo de 1.933. Durante la guerra estuvo adscrito a la Flotilla de Destructores con base en Cartagena. El 18 de julio de 1.936 su comandante , el Capitán de Corbeta Francisco Taviel de Andrade  junto con sus oficiales, estando el buque recalado frente a Melilla a donde se dirigió cumpliendo ordenes del Gobierno de bombardear los acuartelamientos de tropas, intentó unirse al Alzamiento, operación que fue impedida por la tripulación, quedando el buque bajo el mando de su Jefe de Máquinas Santiago López Jiménez procediéndose al arresto de los oficiales sublevados y poniendo rumbo a Cartagena. En 1.939 partió desde Cartagena con el grueso de la Flota hacía Bizerta, puerto donde el 29 de marzo de 1.939 fue entregado por Túnez a la marina franquista y para la que siguió prestando servicio hasta diciembre de 1.957, diecisiete años, siendo por tanto su vida útil 24 años.La práctica totalidad de la tripulación republicana que llevó el buque hasta Bizerta fue internada en el campo de concentración de Meheri-Zabbens.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

Desplazamiento : 1.800 toneladas
Eslora : 102 metros
Manga ; 9,70 metros
Calado : 3 metros
Puntal : 6 metros
Propulsión :
4 Calderas Yarrow
2 Turbinas  Parsons
Combustuible :  Fuel
Potencia nominal : 42.000 CV
Velocidad máxima : 36 nudos
Autonomía : 2.950 millas a 14 nudos

Armamento 
5 Cañones Vickers de 120/45 mm.
1 Cañón Vickers Antiaéreo de 76,2 mm.
6 Tubos Lanzatorpedos de 450 mm.
2 Morteros Lanzacargas

Dotación
190 Tripulantes.


Benito Sacaluga



Fuente : Archivo General de la Marina Alvaro de Bazán