domingo, 18 de diciembre de 2022

LOS CRUCEROS FACCIOSOS "CANARIAS" Y "BALEARES" HUYEN DE LA FLOTA REPUBLICANA

 

La Libertad. 27/04/1937

Nuestra Escuadra cañoneó eficazmente los puertos de Málaga, Motril y Torrox.
Los cruceros rebeldes "Canarias" y "Baleares ' huyeron ante la Flota republicana



Valencia, 26.-   El Ministerio de Marina y Aire ha facilitado, a la una de la tarde, el siguiente parte:

El jefe de la Flota ha comunicado al ministro de Marina y Aire lo siguiente: 

En la noche del viernes salieron de Cartagena los cruceros “Libertad” y “Méndez Núñez” y cinco destructores  para efectuar un bombardeo en las costas rebeldes. Con anterioridad habían salido de Cartagena para Almería dos destructores a fin de proteger la salida del acorazado “Jaime I” de aquel puerto y acompañarle hasta su unión al resto de la Flota. Ésta, al salir de Cartagena, se vio en la necesidad de tener que despistar al crucero alemán “Leipzig”, que hace su guardia de control permanente a la vista de dicho puerto, y que más que otra cosa es un espía avanzado del enemigo.

 

 

El crucero y el destructor salidos de Cartagena se unieron al sur de Almena con el “Jaime I” y demás fuerzas a las nueve horas del día 24. Al unirse el “Jaime I” se destacaron dos destructores para Málaga, con objeto de bombardearla a la misma hora que el resto de la Flota efectuaba la vigilancia de la costa.

Reunidos el “Jaime I”, el “Libertad”, el “Méndez Núñez” y cinco destructores, se dirigieron, en perfecta formación, a la costa facciosa. Al llegar a la altura de Motril se abrió el fuego por todos los buques sobre la fábrica de azúcar  y otros establecimientos industriales, haciéndose magníficos blancos y apreciándose desde a bordo los efectos causados.

En Motril contestó a nuestro fuego una pequeña batería, cuyos proyectiles cayeron todos al agua. Continuose el bombardeo a todo lo largo de la costa de Motril a Torrox, tomándose también como objetivo la fábrica de azúcar de Almuñécar y Salobreña y los puentes de la carretera.

 

 

El fuego fue intensísimo y los resultados perfectos. El bombardeo duró desde las tres a las seis de la tarde, haciéndose un millar de disparos. Los destructores que se destacaron a Málaga bombardearon con gran precisión el puerto y los depósitos de la Campsa. Fueron contestados por une batería del 15, emplazada en las proximidades de Málaga, y que no consiguió hacer blanco.

A poco de iniciarse el bombardeo se elevó en Málaga la aviación facciosa, logrando uno de nuestros buques derribar a uno de los apáralos. Al retirarse los destructores, salieron de Málaga dos lanchas torpederas, que se limitaron a lanzar sus torpedos a una distancia de 9.000 metros de nuestros buques, sin resultados positivos, refugiándose las demás embarcaciones en el puerto de Málaga, ante la barrera infranqueable de fuego con que les recibieron los destructores.

En la mañana del domingo, al entrar la Flota en Cartagena, un crucero tipo “Cananas”, amparándose en la densa niebla, abrió fuego sobre un destructor, lanzándole cuatro salvas a gran distancia y desapareciendo acto seguido a gran velocidad. Más tarde, el destructor “Sánchez Barcáiztegui”, que se retiraba a la base, fue agredido por los cruceros facciosos “Canarias” y “Baleares”, aproximadamente a veinte millas de Cartagena. Ambos cruceros abrieron fuego sobre el destructor a 12.000 metros. El “Sánchez Barcáiztegui” contestó a la agresión, entablando combate y haciendo sobre el enemigo 160 disparos en los treinta minutos que duró el mismo. 

 

 

La Flota, que ya se encontraba en puerto, salió de nuevo al mar en persecución del enemigo, que huyó a gran velocidad por el sur de Cartagena. Se le buscó por espacio de tres horas, sin que hiciera acto de presencia.

El comandante del “Sánchez Barcáiztegui” informó que durante el combate que sostuvo con el enemigo pudo apreciar que el crucero alemán “Leipzig”, que estaba en sus proximidades, pero desenfilado, comunicaba con los cruceros enemigos por medio de un proyector. También se observó que, al salir la Flota del puerto, en persecución del enemigo, la radio del “Leipzig”, con onda de cinco metros, comunicaba constantemente en cifrado con un buque próximo, lo cual hace suponer que informaba al enemigo de la salida y movimientos de nuestros buques.

 




 


martes, 13 de diciembre de 2022

EL VAPOR "MARTA JUNQUERA" APRESADO POR EL CRUCERO ALEMÁN "KÖNIGSBERG"

 


Destinado al cabotaje entre puertos del Cantábrico, fue construido en Bilbao por los astilleros Euskalduna en 1918, para el armador Victoriano López Dóriga, bautizado como “Mechelin”, fue vendido a la naviera santanderina Vapores Costeros, S-.A. en 1926, cambiándose su nombre por el de “Marta Junquera”.




Sus características principales eran: 

  • Peso muerto: 650Tn.
  • Registro Bruto: 607 TRB
  • Eslora: 57,6 metros
  • Manga: 8,2 metros
  • Puntal: 2,9 metros
  • Propulsión: Máquina alternativa triple expansión
  • Potencia: 240 CV
  • Velocidad máxima: 8,5 nudos

Al inicio de la Guerra de España se encontraba amarrado en el puerto de Santander, siendo entonces requisado por el Gobierno de la República.

El 3 de enero de 1937, cuando navegaba bajo bandera republicana de Bilbao a Santander con un cargamento de patatas, fue capturado por el crucero nazi “Königsberg” (1), a la altura de Cabo de Ajo, frente a Santoña, en la costa cántabra, como represalia por la reciente captura del mercante alemán "Palos" por los Bous “Bizkaya” y “Nabara” de la flotilla de Euzkadi. 

El "Marta Junquera" fue conducido a Ferrol. La tripulación fue devuelta a la zona republicana, que la desembarcó en el pequeño puerto asturiano de Lastres. El barco fue entregado a los sublevados, quienes lo utilizaron como transporte de provisiones para la flotilla de "bous" armados de Ribadeo. Tras la toma de Santander fue devuelto a sus armadores.




Joaquín de Landa y Ercini, capitán del "Marta Junquera", con fecha del 14 de enero de 1937, hace en Bilbao una serie de declaraciones ante Joaquín Egía, creador y jefe de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi, de las que extraigo una parte:

En el momento de la detención me ordenaron poner rumbo N.NO. Con ese rumbo salimos unos 50' hasta llegar a la altura de Peñas, desde donde viramos a La Estaca, donde fondeamos a las 6 de la tarde. 

Yo iba con la bandera vasca a proa y la española a popa, se me ordenó por el telégrafo de banderas: "Arríe usted sus banderas", y cuando subieron a bordo los alemanes pusieron la bandera nazi en el palo trinquete y quedó la tricolor a popa, hasta que ya dentro del puerto de Ferrol, al segundo día,  un oficial alemán que hablaba correctamente español, me dijo: << Capitán le ruego en nombre de mi comandante arríe usted la bandera tricolor e ize la nueva bandera, ya que hace mal efecto >>; se trataba de un oficial alemán nacido en España, aunque de padres y apellidos alemanes, se portaron amablemente, incluso nos dieron de comer.

Al entrar al puerto de Ferrol le pregunté al oficial alemán que se encontraba a bordo sobre la situación jurídica mía y de mi tripulación, quien me contestó que "internados."

En nombre del Gobierno de Salamanca se hizo cargo del buque un tal Moreu Figueroa (2). Al llegar a Lastres (Asturias) nos desembarcaron en una motora y un lanchón, aquella con una ametralladora a proa y en el lanchón todos nuestros equipajes.

Creo que el puerto de Bilbao está minado, por las indicaciones que se me hicieron por parte de los alemanes, asimismo los prácticos nos recogieron muy lejos e insistentemente se me ordenó por los alemanes la necesidad de seguir la estela del crucero, tanto es así que puse un timonel de toda mi confianza. 

Del "Baleares" no se nada, ni en que situación se puede encontrar su construcción, ya que no estaba en la bahía y desde el lugar donde nos encontrábamos fondeados se podía observar muy bien toda ella., y en el Arsenal no había más barco que uno de vela que supongo se trataba del "Juan Sebastián Elcano". En el astillero, en grada, no había nada y desde luego yo puedo afirmar que allí no se encontraba el "Baleares".

Mercantes pudimos observar bastantes, entre ellos "Udondo", "Genoveva Fierro", "Cabo La Plata", "Montecillo" y "Ulia" 

Tanto el "España como el "Velasco" no paran más tiempo en puerto que el necesario para carbonear, suelen salir de allí al anochecer.

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En 1971 fue vendido a Naviera Álvarez, siendo finalmente desguazado en Zumaya en 1973.




Crucero ligero "Königsberg"


(1) Como se ha dicho antes, la captura del "Marta Junquera" se toma por el gobierno alemán como un acto de represalia por la captura de su mercante "Palos". A estos ataques de los alemanes en enero de 1937 hay que sumar al menos dos más y por el mismo motivo. La del "Sotón" propiedad de la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera, capturado por el "Königsberg" el uno de enero de 1937:

Berlin 2.- El Ministerio de la Guerra ha entregado a la prensa el siguiente comunicado:

El crucero "Königsberg" intimó al vapor español "Sotón" a que se detuviera, y la tripulación del barco no hizo caso del aviso. El crucero entonces disparó dos cañonazos.

El ataque al "Sotón" se produjo a la altura de Santoña (Santander), cuando navegaba desde Bilbao a Gijón. La tripulación del vapor no obedeció la orden de detenerse del crucero nazi, a pesar de los disparos de cañón del crucero, poniendo rumbo al puerto santoñés y quedando varado en la Punta de San Carlos a causa de la marea baja. Los nazis se retiraron del escenario. Fue reflotado al día siguiente con auxilio de remolcadores santanderinos, consiguiendo llegar a Santander escoltado por varios patrulleros y el destructor republicano "José Luis Díez". Siguió prestando servicio. 

Meses después y durante el transcurso de uno de los bombardeos que la aviación facciosa efectuaba sobre El Musel, el "Sotón" fue alcanzado mientras se encontraba cargando carbón en el dique exterior, quedando allí semihundido, en esas condiciones estuvo hasta el cinco de marzo de 1939, fecha en la que fue reflotado por la Comisión de la Armada para el Salvamento de Buques y entregado a su propietario, Duro Felguera, la cual en 1963 lo vendió a la Cia. de Navegación Vasco Asturiana. Fue desguazado en 1964, tras 44 años de servicio.

El otro buque atacado por esas fechas fue el vapor "Aragón" (1.896 Tn) de la Cía. Trasmediterránea.  El 31 de diciembre de 1936 llegó al puerto de Almería, procedente de Alicante, y el día uno de enero salió con destino a Málaga, transportando unos 1.200 toneladas de carga varia. En el trayecto fue apresado por el acorazado alemán "Admiral Graff Spee" y obligado a dirigirse a Melilla. Es entregado a los sublevados el 8 de febrero de 1937, artillado ligeramente actuó como transporte de guerra.



(2) Supongo que se trata de Manuel Moreu Figueroa (1882-1963). Natural de Santiago de Compostela (A Coruña). Capitán de navío desde enero de 1936, recibió el mando del Arsenal de Ferrol, donde participó activamente en el levantamiento militar de julio de 1936; desde aquel mismo momento mandó el "Almirante Cervera", siendo tan notable su actuación en aquellas campañas marítimas, que le valieron la concesión de la Medalla Militar individual en 1942. Promovido a contralmirante a finales de julio de 1938, fue nombrado jefe de la División de Cruceros, y más tarde subsecretario del Ministerio de Marina, y comandante general de la Escuadra. Concluida la Guerra Civil, ascendió a vicealmirante en junio de 1940, fue jefe de la Jurisdicción Central de Marina hasta 1945 (allí ascendió a almirante en junio de 1942), y capitán general del departamento de Ferrol hasta 1950.


 

Fuentes consultadas:

  • Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (gipuzkoakultura.net) 
  • La Marina Mercante y el Tráfico Marítimo en la Guerra Civil. Rafael González Echegaray.
  • buques.org
  • Diario La Voz (04/01/1937) 
  • Real Academia de la Historia



sábado, 10 de diciembre de 2022

EL 18 DE JULIO DE 1936 EN EL DESTRUCTOR "CHURRUCA"

 


Entrevista a Manuel Rubio, marinero del destructor “Churruca”, publicada en la revista “Estampa” (fecha sin definir). Documento aportado por Willyan Romero Sánchez.



El 16 de julio, comienza Manuel Rubio,  salimos de Cartagena para Cádiz, según nos dijeron, en misión oficial. Aquella súbita salida nos pareció un poco extraña. No obstante, en la travesía hasta Cádiz no observamos nada anormal.

¿Pararon mucho en Cádiz?

Unas horas..., no muchas. Luego dieron la orden de zarpar hacia Ceuta. Era el día 17. No entramos en Ceuta inmediatamente. Se conoce que los oficiales temían "dar el golpe''. 

A media mañana del 17 ocurrió una pequeña explosión y resultaron dos heridos. Esta coyuntura la aprovecharon los oficiales traidores para acercarse a Ceuta.

¿No observaron nada anormal en Ceuta?

No... Aunque poco después, empezaron a surgir en los muelles grupos de regulares y de legionarios, que tomaron el barco por suyo. Aquello nos alarmó, pues no teníamos noticias de que se fueran a embarcar moros. No se nos había hablado de esto, ni al llegar a Ceuta vimos en el puerto a ninguno. No sé-.., debían estar escondidos, con objeto de sorprendernos. Subirían a bordo unos cuatrocientos hombres, entre regulares y legionarios. También estaban en Ceuta el “España 5” y el “Ciudad de Algeciras”. Este último hacía uno o dos viajes al día de Algeciras a Ceuta, con pasajeros. Pero aquel día sólo llevaría moros, como asimismo el “España 5”, barco que aún dominan los facciosos. Salimos otra vez hacia Cádiz. La marinería estaba alarmada. Los jefes tenían la cara larga y cambiaban miradas significativas. Los moros parecían contentos. Nosotros presentíamos que aquello acabaría mal.

¿Y al llegar a Cádiz?

En Cádiz—continúa Manolo Rubio—salió a recibirnos el traidor Várela. Estaba radiante. Presenció el desembarco de mercenarios y, al verlos, le dijo al segundo comandante de nuestro barco: "Esto marcha mejor de lo que esperábamos... Parece mentira lo pronto que se ha arreglado todo,.."

¿Ustedes oyeron estas palabras?

Todas. Ellos no se recataron para decirlo. Se creían dueños de la situación y de todo el país, por lo visto. Pero nosotros estábamos inquietos. En Cádiz había fuerte tiroteo. Nos mirábamos unos a otros con inquietud. Otra vez dieron la orden de volver a Ceuta.

¿A embarcar más moros?

Seguramente. Pero nosotros no embarcamos más moros en el “Churruca”. El “Churruca” era del Gobierno legitimo de la República.

Al salir de Cádiz—prosigue Rubio—, el teniente nos mandó formar y nos habló así: 

"Marineros; En España hay República, pero nosotros, más republicanos todavía que ellos, vamos a salvar a España."

El hombre se explicaba muy mal, y lo que dijo era muy confuso. Tenía miedo, quería entusiasmarse, pero e! miedo no le dejaba. Cuando acabó su pobre y confusionista arenga, dijo: "¡Viva la República!", pero apenas le contestaron cinco o seis hombres. Aquel viva sonaba inconfundiblemente a traición. 

Apenas rompimos filas, nos reunimos en el sollado (que es el departamento de la marinería) cinco hombres de la dotación, tres cabos, otros marinos y yo. En pocas palabras nos pusimos de acuerdo para sublevarnos. Ante todo había que coger armas y municiones. Uno de nosotros bajó al sollado de auxiliares, adonde estaban las municiones, y nos las entregó a todos.

Eran las ocho menos diez de la mañana. A las ocho teníamos que formar. Pasábamos por frente al Peñón de Gibraltar. Rápidamente dimos la voz de alarma entre los compañeros y la consigna. Era esta: “¡Viva 1a República!"




Así fue. A las ocho tocaron a formar. Los oficiales estaban reunidos en el puente. De pronto, al grito de "¡Viva la República!", empezó el tiroteo. Los oficiales no se defendían apenas. Los apresamos. Uno de ellos, que estaba durmiendo, subió en pijama y con una pistola en la mano, diciendo: "¿Qué pasa aquí.?" Al momento hacía compañía a los otros traidores como é1.

Cuando los tuvimos detenidos, empezamos a dar vivas y a abrazarnos. Llenos de alegría. A renglón seguido le pusimos un radio al ministro de la Guerra, diciendo que la dotación del “Churruca” estaba con el Gobierno legítimo y preguntándole a donde llevábamos los prisioneros. Nos dieron la orden de llevarlos a Cartagena, y allí los dejamos. 

En seguida se formó el Comité de Barco, nombrado por votos, democráticamente. En servicio de vigilancia nos dirigimos al Estrecho, cuando pasamos a pocas millas del “Dato”. Le dirigimos un radio, que decía aproximadamente: "Marinería republicana “Churruca” a marinería republicana “Dato” invita unirse Gobierno legitimo."

¿Qué lea contestaron?

Nos contestaron que eran también leales. Y ello nos llenó de alegría, pero más tarde recibimos otro cable, en el que nos decían que por nuestra superioridad numérica nos habían ocultado que eran enemigos. Ya estaban en Ceuta.

¿Cómo funciona el Comité de Barco?

Perfectamente, y todo está en orden. Ahora nadie se "ratea" ("ratear" es huirle a la escoba y al cubo); nadie le hurta el cuerpo al trabajo. Todo está limpio y en orden. Ahora estamos en servicio de vigilancia en todo el Estrecho y las costas de Andalucía. Podéis estar tranquilos, que por el mar no pasa ningún moro.

¿Os castigan los aviones facciosos?

Al principio, sí. Pero desde que le echamos abajo varios trimotores no asoman el pelo. Creo que nos llaman '"La marina traidora". Cuando desembarcamos los moros en Cádiz, nos daban  vivas Várela y sus compinches. Les salió todo al revés. La Marina española está con el Gobierno legítimo y con el pueblo heroico de España. La consigna de la Marina republicana es la de todo el pueblo español: "¡No pasarán!"







miércoles, 30 de noviembre de 2022

LA ODISEA DEL TRASATLÁNTICO “MANUEL ARNÚS” EN LA GUERRA DE ESPAÑA.

 


El “Manuel Arnús” fue construido para la Cia. Trasatlántica en los astilleros de Matagorda (Cádiz) por la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) en 1923, se trataba de un buque mixto de pasaje y carga.



Tenía un desplazamiento de 12.350 Tn, una eslora de 137,7 metros, 17,1 metros de manga y 6,7 metros de calado. Su propulsión estaba a cargo de dos turbinas de vapor Parsons de 6.500 CV de potencia cada una alimentadas por cinco calderas a carbón de 12,6 kilos por centímetro cuadro de presión, Alcanzaba una velocidad máxima de 16 nudos. Como dato curioso apuntar que el 12 de Junio de 1930 Federico García Lorca dejaría Cuba embarcando en este buque que, tras hacer escala en Nueva York, arribaría al puerto de Cádiz el 30 de Junio de 1930.

La Cia. Trasatlántica lo utilizó para el servicio entre la Península y los puertos de Chile, Cuba, México y Estados Unidos. En 1932, finalizado el contrato con el Gobierno de la República, quedó amarrado en Mahón (Menorca), de donde partió en 1934 con destino Tarragona y ser utilizado como buque-prisión durante la huelga revolucionaria de octubre de ese año.

Al producirse la sublevación militar de 1936 se encontraba amarrado en Barcelona, siendo incautado por el Ministerio de Comunicaciones y Marina Mercante por Decreto del 7 de agosto de 1936, y toda su dotación incorporada a la Reserva Naval de la Marina de Guerra. En setiembre de 1936 recibe orden de zarpar y en concreto el día 18 inicia la que sería su última singladura desde un puerto español, el destino era Veracruz (México) haciendo escala en La Habana (Cuba). El propósito del viaje, aparte de transportar pasajeros, era cargar en México diverso armamento para el Gobierno de la República, (se habla de 20 aviones llegados a México por tren desde los EE.UU.). De la travesía hasta La Habana nos da cuenta el Oficial de Radio de a bordo, el Oficial Radiotelegrafista Civil de Primera Clase Ramiro Ruiz Bru (1), a través de  un documento guardado por su familia, el cual resumo a continuación:

Salí de Barcelona con el “Manuel Arnús” el día 18 de septiembre de 1936, por la tarde, a todo llover y en plena guerra, para un viaje rápido de unos 35 o 40 días….La oficialidad del buque, toda menos cuatro, no eran de confianza como luego se demostró, lo que estuvo a punto de costarme un serio disgusto antes de salir por haber planteado esta duda ante el Comité de Guerra que había incautado el buque, sin embargo tomé mi puesto de Oficial encargado de la radio y se me nombró también Secretario del Comité de Guerra de a bordo, compuesto por 10 hombres más de la dotación.

En estas condiciones salimos de viaje con destino Valencia, donde estuvimos breves horas, saliendo de ese puerto a meda tarde. Al poco de navegar observamos que nos seguía muy de cerca el acorazado alemán “Leipzig”. Podía ser una casualidad, pero ello nos obligó a pegarnos a la costa y navegar sin luces hasta Alicante. Breve estancia también en ese puerto, de donde salimos en la tarde. Otra vez se nos pegó en popa el mismo acorazado. Era claro que nos seguía y que deseaba apresarnos o cañonearnos, por lo que redoblamos nuestras precauciones. Pegados a la costa lo más posible, sin salirnos de las aguas jurisdiccionales y con luces apagadas siempre, navegamos hasta Almería. Entramos en el puerto y observamos que también el “Leipzig” se fondeaba en la boca del puerto. Se ordenó estar listos para una salida repentina. Tuvimos la suerte de que, en la noche, se picara bastante la mar debido a un fuerte viento de Levante, por lo que el acorazado “Leipzig” se vio obligado a levar anclas y hacerse a la mar para capear el tiempo, ya que su fondeadero no era de confianza, circunstancia que aprovechamos para salir de Almería, navegando sin luces y a toda máquina. De esta forma nos libramos de la persecución del enemigo al que ya no vimos más.  

En vista de las perspectivas y para evitar riesgos, decidimos saltarnos la escala en Málaga, puerto que, al día siguiente, fue bombardeado ferozmente y del que afortunadamente nos libramos. Enfilamos pues hacia el Estrecho de Gibraltar, que estaba muy vigilado, tanto la parte de Gibraltar como la de Ceuta y supimos por emisiones de radio Sevilla que nos estaban esperando para apresarnos. Acordamos pasar el Estrecho entre las 9 y las 10 de la noche. Aquella misma tarde se inició una maniobra muy sospechosa, que se inició virando en redondo y acercándonos mucho a la costa española. Se produjo gran alarma en la tripulación y yo, como Secretario del Comité de Guerra, tuve que subir al puente de mando a requerir los motivos de tan extraño proceder. Encontré a todos los oficiales en el puente, cosa extraña, pues lo normal es que estuvieran solamente los de guardia. Entre ellos estaba el Capitán y el “Piloto de Garantía” perteneciente al Comité de Guerra y encargado de la vigilancia del mando. Me dieron explicaciones en apariencia de verdad y no quise discutir, pero no quedamos tranquilos y empezamos a sospechar del Piloto de Garantía, que efectivamente rea un traidor como se descubrió después. Se enderezó el rumbo y continuamos viaje. Esta fue la primera intentona que hicieron los facciosos para embarrancar o entregarse al enemigo, salvándonos pues de ser apresados y la mayoría, entre ellos yo, de ser fusilados.

Desde este momento se comenzó a vigilar con más atención y a portar las armas que,  para un caso de emergencia, se nos habían entregado al salir, y de las cuales no hicimos ostentación, así que sin mostrarlas. Aquella noche, en la oscuridad, pintamos el barco con los colores de una compañía inglesa y le cambiamos los nombres a proa y popa. Después se mandaron encender todas las luces del barco, ya camuflado, y muy especialmente la toldilla de verano (cubierta alta) donde organizamos una gran fiesta a toda orquesta, de lo cual el pasaje se alegró mucho y a nosotros nos sirvió como parte del camuflaje, pues el pasaje no sabía nada de lo que estaba sucediendo. Antes, a todo llamar la atención, llenos de luces y música, como cualquier barco de turistas, enfilamos el Estrecho por el centro, mientras los reflectores de Gibraltar y Ceuta barrían completamente el paso. Cruzamos la parte más estrecha (13 millas) con el corazón en un puño, pero cada cual en su puesto y decididos a defendernos hasta donde fuera posible, para no morir fusilados ignominiosamente.      

Me subí al puente de mando, donde, como la otra vez, estaba reunida toda la oficialidad, probablemente dispuestos a hacer una señal, y nosotros, los leales, a dejar muerto de un tiro al que la hiciera.

El puesto de Gibraltar hizo, como siempre, sus señales de luces, y aunque algunos oficiales me insinuaron que no contestara, yo me puse en comunicación con la torre y le di el paso, pero un paso cambiando los numerales, nombre del barco, origen y destino. Yo sabía que Ceuta estaba vigilando nuestra comunicación, como debió de ser, pues logramos despistar a ambas partes y salir del Estrecho sin más novedad. El mayor peligro había pasado y el pasaje seguía bailando.

En la estación de radio no hubo novedad; nuestros aparatos iban silenciosos pero atendidos por dos magníficos compañeros mexicanos (Ings. Taballas y Marin, de la SECOP) que viajaban de regreso a su patria después de un viaje de emociones también en el “Magallanes”, de la misma compañía, que transportó armas para nuestra defensa. Estos compañeros fueron dos heroicos voluntarios, y después dos grandes amigos míos que se portaron excelentemente.

Al día siguiente, a media tarde y ya alejados de las costas españolas, tuvimos un encuentro con la aviación; una escuadrilla enemiga se nos vino encima en un vuelo de reconocimiento. Uno de los aparatos se destacó y voló muy bajo sobre nosotros, tratando de reconocernos sin duda, pero por lo visto no lo consiguió y, después de tenernos un cuarto de hora esperando la bomba, se alejaron por donde habían venido. No me cabe duda de que esta suerte se debió al camuflaje del barco, ya que en aquel entonces los servicios de espionaje del bando facciosos no estaban tan desarrollados como lo estuvieron después.

Desde este punto, para seguir despistando, hicimos rumbo a la Isla Madera, con objeto también de evitarnos posibles ataques aéreos de las bases de Larache y Tablada, y hasta Canarias. En las proximidades de la Isla de Madera y considerándonos ya a salvo de otros ataques enfilamos rumbo normal.

No hubo a bordo ni el más ligero contratiempo; parece que la tripulación se esmeró más que nunca en cumplir para que no hubiera una queja y redoblaron sus atenciones con aquel pasaje que, después, nos acusó de criminales y terroristas. Incluso entre la oficialidad, tanto de cubierta como de máquinas, a pesar de los recelos, se estableció la cordialidad y tampoco hubo contratiempos, si bien después nos acusaron de sublevación y nos amenazaron de muerte.

Como una hora antes de llegar a La Habana, a punto de tomar el Práctico, recibí las señales de socorro (S.O.S) del “Cristóbal Colón”, de nuestra Compañía, embarrancado intencionalmente por un Capitán traidor (no recuerdo el nombre y otros detalles) en unos arrecifes de Las Bermudas. Me dijo que toda la tripulación y pasaje estaban a salvo y estaban atendidos y que no necesitaban ningún auxilio nuestro. Excuso la premura con la que comuniqué personalmente al puente, y note que, lo que en otra ocasión hubiera sido verdadera conmoción a bordo, no fue considerado de importancia por nuestros oficiales. Yo, todo confiado, no acababa de dudar y darme cuenta de la traición que me rodeaba.

Así entramos en la bahía de La Habana, aproximadamente a las 9 de la noche del 25 de octubre de 1936. Fondeamos en el sitio de costumbre, pasando las revistas de Sanidad, Aduanas  e Inmigración sin novedad y despidiendo al pasaje muy cordialmente. Se notaba cierta expectación por ser el primer barco que arribaba en plena guerra, a lo cual nosotros contribuimos con nuestra serenidad para no dar demasiada importancia a lo que en nuestra España estaba ocurriendo.


Hasta aquí el relato de Ramiro Ruiz Brú sobre la travesía Barcelona – La Habana. 


Al poco de atracar en el puerto de La Habana la oficialidad y parte de la tripulación de buque desertan, con su capitán Manuel Corbera a la cabeza, dejando al buque inoperativo, el cual permanece internado en el citado puerto durante año y medio. A primeros de marzo de 1938 el Secretario de Estado cubano hizo entrega oficial del barco al Cónsul de España. Es entonces cuando el presidente mexicano Lázaro Cárdenas manda a Cuba al comandante de la Zona Naval de Acapulco con cinco oficiales de la Armada mexicana, para que se pusieran a disposición de la Embajada de España en La Habana para llevar el buque hasta Veracruz, travesía que se inicia el 27 de mayo de 1938.

Una vez en Veracruz, el Gobierno mexicano desconfía de que el buque, con su cargamento de armas procedentes de USA pueda llegar a un puerto republicano español sin ser apresado por algún buque franquista o incluso entregado por la tripulación a los rebeldes. Así las cosas, México paraliza la salida del “Arnús” y además lo incauta al igual que el armamento que debía transportar a España.

Finalizada la Guerra de España, el “Manuel Arnús” se convierte en albergue provisional para los refugiados españoles que van llegando a México desde diferentes puertos con destino Veracruz, (“Sinaia”,“Ipanema”,etc...). Se habilitaron dependencias y espacios. De sus 600 plazas originales se pasó a cerca de 2.500, habilitando asimismo y de forma adecuada tanto cocinas como servicios médicos.

El final del “Antonio Arnús” es tan triste como sus últimos años de vida. La Cia. Trasatlántica, propietaria del barco en 1936, intentó recuperarlo pero México se negó rotundamente (recordemos que México rompió relaciones con la España de Franco, y que éstas no se reanudaron hasta la muerte del dictador y restauración de la democracia en España). Lo cierto es que el Gobierno mexicano, con la intervención de Indalecio Prieto, en noviembre de 1942 procedió a la venta del buque, que se encontraba en pésimas condiciones, a los EE.UU. Fue trasladado a Galveston, al noroeste del Golfo de México, para su transformación en buque hospital. La situación en que se encontraba el buque y un elevado coste de las transformaciones necesarias hicieron desestimar el proyecto. Sacaron del “Antonio Arnús” todo aquello que tenía algún valor, también sus máquinas, y pasó a ser destinado como buque blanco para las prácticas de tiro. Finalmente fue hundido el 26 de octubre de 1946 durante unas prácticas de bombardeo aéreo en el Pacífico. 


(1)  RAMIRO RUIZ BRU



Ramiro Ruiz Bru, a la izquierda de la imagen, México.

Radiotelegrafista Civil de Primera Clase. Nacido en Valencia el 16/04/1897. Fallecido en México en 1967. 

Al iniciarse la guerra se encontraba en Barcelona con su esposa y su hija, fue desembarcado del “Manuel “Arnús” y destinado por la Unión de radiotelegrafistas Españoles (URE) al servicio del Gobierno. Fue destinado a la instalación de 20 puestos receptores de radio en los altos del Hotel Colón, incautado por el P.S.U.C (Partido Socialista Unificado de Cataluña), con el cargo de Subjefe de Sección. De inmediato fue nombrado Inspector Jefe de la “Hispano Marítima, S.A.”, incautada por la URE y bajo el control de la Generalitat de Cataluña. Destinado nuevamente al “Manuel Arnús” en septiembre de 1936.

Permanece en México tras la llegada a Veracruz del “Manuel Arnús”, su familia se reúne con él una vez acabada la guerra, en 1939. Legalmente imposibilitado para navegar, se traslada a Tepic ciudad situada en el estado mexicano de Nayarit. Abre varios comercios relacionados con su profesión hasta que es contratado por la compañía de radiodifusión Xela, en Ciudad de México. Su nostalgia por la navegación y los barcos le acompañó toda su vida.


Ficha de Ramiro Ruiz Bru
Servicio de Inmigración de México de Ramiro Ruiz Bru


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Fuentes consultadas:

Marinos Mercantes (webmar)

La Sevilla que no vemos.

Portal de Archivos Españoles (PARES)

Todoavante

Buques.org




martes, 22 de noviembre de 2022

INAUGURACIÓN DEL MEMORIAL AL PRISIONERO CLEOMINIO MUÑIZ LORENZO.

 

PUBLICADO POR  LA ASOCIACIÓN POR LA MEMORIA MILITAR DEMOCRÁTICA

Autor: José Manuel Rodriguez Crespo

Capitán de la Marina Mercante



El pasado 18 de noviembre de 2022, se cumplía el 85º aniversario del asesinato de Cleominio Muñiz Lorenzo, un muchacho de 18 años recién cumplidos, que tuvo el fatídico y macabro honor de ser el primer muerto del infrahumano Campo de Concentración de Camposancos, ubicado en el edificio y recinto del colegio de los Jesuitas de la citada parroquia, perteneciente al Concello de A Guarda (provincia de Pontevedra).

Este muchacho, que era uno más en el primer contingente de prisioneros enviados desde el recién caído Frente Norte –recordemos que Gijón cayó el 21 de Octubre de 1937- estaba siendo interrogado en el siniestro torreón de los Jesuitas, conocido desde entonces por los vecinos como “el torreón de las torturas” (sobre todo en su segunda planta), donde aún hoy en día, en pleno verano, al pasar por la calle pegados al lado del torreón que da la sombra, se puede notar un brusco cambio de temperatura que provoca un ligero cambio sensitivo en la piel, acompañado del llamativo silencio que siempre hay justo en ese sitio.

Las condiciones de salubridad eran leoninas, cáusticamente hablando, puesto que una de las consignas que tenían mentalmente interiorizadas los sublevados era el negarles implícitamente el “estatus” de “prisionero de guerra” para no tener que cumplir con el Primer Convenio Internacional de Ginebra de 1929 sobre el trato justo a los prisioneros de guerra y que en España entró en vigor en julio de 1931; observe el lector que como fue en plena  recién proclamada República y que, al que estas líneas escribe, se le ocurre pensar que igual los militares franquistas pensaron que “la cosa no iba con ellos”, porque como era de la República…

Esta brutal dureza se manifestaba no sólo en las condiciones físicas del recinto, que eufemísticamente podríamos calificarlas de “espartanas”, y que incluso sorprende hoy en día al verlas (y eso que el visitante ya va apercibido de lo que va a ver), sino también en el trato y consideración hacia la condición humana, donde el dormir hacinados en el suelo, la subalimentación, el frio y la humedad, las palizas sistemáticas a los prisioneros por el mero hecho de ser Republicanos (y por lo tanto unos seres vivos “apaleables”), y hasta el negarles el agua para beber. Hecho este último el que condujo a Cleominio a la muerte, puesto que en uno de los breves descansos en los interrogatorios (para que descansasen los falangistas interrogadores, no los interrogados), el muchacho se acercó a la ventana con su escudilla a recoger agua de la lluvia para beber. Desde abajo el falangista que con su fusil “Mauser” (así consta en el registro) montaba guardia en el patio, le vio primero y nada más verle asomarse, acerrojó el fusil, apuntó y le disparó sin contemplaciones. Muerte en el acto. El cuerpo del muchacho se precipitó al vacío y cayó ya muerto en el patio, y más le valió así, porque la caída desde aquella altura le habría supuesto la muerte igualmente pero con más sufrimiento. Y aquí viene lo más cruel: el cuerpo del malogrado Cleominio quedó allí tirado dos días, ¡dos!, que hasta se veía desde las casas de los vecinos más inmediatos.


El profesor Leo Blanco Nova en una de sus interpretaciones al violín.


Uno de esos vecinos, fue la señora que con otras mujeres de la parroquia, se conmovieron, se apiadaron y hasta fueron a buscar al cura de la parroquia de Camposancos. Según nos cuentan durante la inauguración del Memorial las nietas de estas mujeres, cargaron el cadáver a lomos de un caballo, lo taparon con hierba para que nadie lo viera (ni un solo soldado franquista o miliciano falangista las ayudó) y lo enterraron en el citado cementerio parroquial; eso sí, en la denominada “parcela de pobres”. Y desde aquel día nunca, NUNCA, faltaron flores en “a foxa do preso”. Y anteayer, 85 años después, estas niñas y niños –hoy jubilados- se enteraron del nombre “do preso” al que su madre llevaba flores y que su padre con restos  de construcción de otras tumbas, marcó la fosa para que se supiese cual era y no cayese en el olvido.  El 18 de noviembre 2022 revelaron su identidad.

Y aquí llega la persona, Daniel Pazó Tiedrá -escultor en piedra e hijo del Artillero del Acorazado "Jaime I" Daniel Pazó Vila-, quien nada más conocer la historia in situ por boca del Vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica del Campo de Concentración de Camposancos y fosa común de Sestás, tuvo la idea de dignificar aún más aquella tumba anónima dando luz a los olvidados por la Historia allí sepultados, el cual de su pecunio, esculpió el monumento que hoy preserva del ignomioso olvido, tanto a Cleominio Muñíz Lorenzo (18 años, Avilés), como a los otros seis prisioneros que “por allí yacen” -ya que se sabe que están por allí al lado, pero no exactamente donde-, 


Anastasio Hernández Martín (21 años, vecino de Matiko-Bilbao) 

Maximino Díez Llorente (54 años, vecino de Gijón) 

Isidoro Prieto Polo (28 años, Mieres) 

Ramón Llerandi Vallejo (21 años, Oviedo) 

Camilo Álvarez Hernández (23 años, Iruña-Oviedo) y 

Camilo Arango García de Los Cabos (35 años, Oviedo).


Muertos todos ellos por las torturas y malos tratos a los que fueron sometidos por los sublevados, y que en el libro de defunciones del Registro Civil del Juzgado de A Guarda constan con cínicos dictámenes clínicos como “adenoma prostático”, “hemorragia interna”, “uremia consecutiva a angina gangrenosa”, “fiebre tifoidea” y otros… Ahora, como muy bien dijo nuestro querido compañero Marcos Santos Soto, que intervino el segundo en el acto, ya vuelven a tener nombre y apellidos devolviéndoles SU Dignidad, y sus familias tienen ya donde llorar a sus Héroes; pero no sólo son “Héroes” para sus familiares: ¡son nuestros HÉROES!. 

El acto fue  presentado por Bárbara Domínguez González, Licenciada en Ciencias Políticas, la cual, ante unas cien personas repartidas por todo los lados del cementerio, fue dando paso a cada uno según guión, comenzando primeramente por la interpretación del himno de Riego al violín por el Titulado Superior de Música de violín Leo Blanco Novoa y profesor del conservatorio profesional de música de Vigo, seguidamente tomaron la palabra José Antonio Uris Guisantes, quien hizo una breve semblanza de los siete prisioneros rescatados del olvido y Daniel Pazó Tiedra, el escultor y padre del monumento, quien explicó el qué y el porqué del monumento-memorial y expresó su infinita gratitud con la o las personas que con anterioridad corrieron el riesgo de marcar con una cruz la tumba. 

Acto seguido el Profesor Leo Blanco interpretó la pieza “Siciliana” y seguidamente se le cede la palabra a nuestro compañero en la AMMD, el ex-cabo de Infantería Marcos Santos Soto, y de cuya emocionada intervención incluimos aquí el texto: 


Boa tarde a todas e todos, e moitas grazas de corazón, desde o máis profundo do meu corazón pola vosa compañía. Para min é unha honra representar hoxe neste acto de dignidade necesaria ao Colectivo Republicano de Redondela, a Asociación de Memoria Militar Democrática, ao Colectivo de Militares Demócratas Anemoi, a Asociación Civil Milicia y Republica, e a Asemblea Republicana Galega.

Unha honra ser convidado pola Asociación para a Recuperación da Memoria Histórica do Campo de Concentración de Camposancos e foxa común de Sestás,

 



Marcos Santos Soto y Leo Blanco Novoa

 

A este acto de dignade necesaria para estas sete persoas asasinadas pola barbarie do nacional-catolicismo español. E digo asasinadas con claridade e rotundidade porque fronte ao fascismo non valen as ambigüidades nin os eufemismos. O de non chamar as cousas polo seu nome deixámolo para os asasinos miserables que agás no caso de Cleominio, cuxa historia encolle o corazón a quen o teña; dicían que os outros seis morreron por “ enfermidade”. Dende o primeiro momento, xente anónima deixou flores frescas na tumba de Cleominio e como consecuencias deste acto de bondade sabemos que aquí esta soterrado Cleominio Muñiz, e a súa familia e as de Anastasio Hernández Martín, Máximo Díez Llorente, Isidoro Prieto Polo, Ramón Llerandi Vallejo, Camilo Álvarez Fernández, e Ovidio Arango García, Xa saben onde chorar aos seus heroes. Heroes asasinados polos que se ergueron contra a legalidade para sumirnos nuha das máis crueis e asasinas ditaduras da historia. Unha ditadura sucedida por un estado que non soubo Transicionar, un estado cómplice de continuar a herdanza do asasino na forma da monarquía, un estado cómplice de non saber depurar un exército fascista pois seguiron os mesmos amnistiados namentres a unión militar democrática ata ben entrados os 80 seguían na cadea e nunca ascenderon; un estado que deixaba durmir ao tribunal de orde público para deixar que madrugase como Audiencia Nacional con máis da metade dos seus membros sen mudar. Mudar todo para que nada mude. Un estado que se segue negando a extraditar a torturadores que finan tranquilamente como o asasino Franco sen pagar polo seus crimes, un estado que a dia de hoxe nos segue a mermar dereitos e cun goberno que se autodefine como o mais progresista da historia endurecendo o código penal ca letra pequena e segue sen derogar a lei mordaza e deixando que seus cans protexan aos fascistas nas súas manifestacións mentes mallan e mallan nos obreiros que defenden o seu pan. Queridas compañeiras oxalá algún día, gracias a anónimos como o que nos ocupa no caso de Cleominio, dou grazas a que de verdade mude o estado e todas e cada unha das familias dos asasinados poidan chorar aos seus heroes e devolverlles a dignidade como hoxe neste acto se lle está a devolver a Cleominio, Anastasio, Maximino, Isidoro, Ramón, Camilo e Ovidio. ¡Compañeiros, agora si, que a terra vos sexa leve!.


Terminada esta sentida intervención, toma la palabra el ex-Alcalde de A Guarda y Presidente de la Asociación Memorialista José Manuel Domínguez Freitas -y cuyo discurso puede leerse en la web oficial de su asociación-, el cual hace un repaso de las acciones llevadas a cabo por la recuperación de la memoria de todos los prisioneros del campo de concentración y realiza los agradecimientos a todas las personas que tuvieron relación tanto con el actual monumento, como sobre todo con la preservación de la tumba y de la memoria durante todos estos años desde 1937. En su intervención desvela la identidad de dichas personas:

Sinto hoxe unha satisfacción especial que entre nós están familiares (Fefa, Cecilia e José Benito) do albanel camposino, Cándido Martínez Martinelli e de Josefa Vicente Martínez. Cándido foi artífice de preparar a tumba de Cleominio e colocar unha cruz abandonada, súa esposa de poñer flores ao igual que fixeron as camposinas, Eladia Loureiro Vega, Avelina Vázquez do Barrio do Palomar (casada anos mais tarde con un prisioneiro), Blanca Carrero Veiga (esposa de Agustín Moeira Portela) Todas elas, ata hoxe sen saír a luz pública foron (entre outras máis de Salcidos e A Guarda) as que axudaron a ducias de prisioneiros.
y aprovecha para dar la entrada a los descendientes de los allí recordados, los cuales explican sus experiencias y recuerdos descarnadamente. Emocionantísimos esos momentos. El público rompe en aplausos en verdadera muestra de agradecimiento. Imposible transmitir en estas pocas líneas aquel momento. Que nuestros lectores intenten hacerse una imagen mental.

Terminada la intervención de Freitas, se procede a descubrir el memorial retirando las banderas Republicanas que lo cubrían, mientras el profesor Leo Blanco interpretaba “La Internacional” en una magistral intervención, al igual que las veces anteriores. Una vez interpretada La Internacional e Inaugurado el Memorial, como cierre del acto, se procede por parte de este que escribe, al accionamiento del centenario gramófono que se ve en la imagen, y de un disco de 90 años con el Himno de la II República, el Himno de Riego, como homenaje final a los asesinados para traerles las mismas notas musicales de su época y por la que lucharon hasta sus últimas consecuencias. 

Terminamos este relato de la misma forma con la que muy bien terminó su alocución nuestro compañero Marcos: ¡Compañeros, ahora sí, que la tierra os sea leve!


A la izquierda Marcos Santos Soto, a la derecha

José Manuel Rodriguez Crespo.


Camposancos (Pontevedra) 18 de noviembre de 2022




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miércoles, 19 de octubre de 2022

JULIÁN FERNÁNDEZ DIEGO, CABO DEL ACORAZADO “JAIME I”

 


El 20 de julio de 1936 el acorazado “Jaime I” navega desde Vigo rumbo a Cádiz. Los radiotelegrafistas ya han avisado a la dotación del levantamiento militar en África. La dotación se organiza para evitar que el buque caiga en manos de los sublevados. Ese mismo día, a las 12 en punto de la mañana, la dotación hace prisioneros a 13 Oficiales y 3 Jefes que estaban comiendo. A continuación un grupo de cabos y marinería, en el que encuentra el cabo de artillería Julián Fernández Diego, se dirige al puente de mando para detener a los Oficiales que allí estuviesen, entre ellos se encontraba el teniente de navío José María Otero Goyanes quién dispara su pistola contra el cabo Fernández cuando éste subía por la escalerilla de acceso al puente (1), hiriéndole de gravedad, provocando así el posterior tiroteo en el que hay  muertos y heridos, tiroteo que se zanja con la detención de todos los oficiales y conservación del buque a las órdenes del Gobierno. Nada más llegar el acorazado a Tánger Julián Fernández es trasladado al Hospital de la ciudad, lugar en donde fallece.

(1) Autoría del disparo reconocida por el propio José Mº Otero Goyanes en informe que envía a la Jefatura de la Base Naval de Cádiz el 15 agosto de 1936. Otero Goyanes logró escaparse del Hospital de Tánger con la ayuda del Juez Instructor de dicha plaza y vía Tetuán incorporarse a la Armada sublevada.





El diario “El Popular” de Málaga se hace eco de la muerte del cabo Fernández, publicando el siguiente artículo, firmado por un miembro de la tripulación del acorazado:


EL DOLOR DE LA MARINERÍA ANTE LA MUERTE DE UN CAMARADA

El dolor cubre con su negro manto a todos los marinos por la muerte de un camarada. Cuando los pronósticos eran más halagüeños la maldita Parca tronchó la vida del héroe anónimo.

Julián Fernández Diego, cabo de artillería de la dotación del acorazado “Jaime I” acaba de fallecer en el Hospital de Tánger. Los plomos certeros del adversario atravesaron su pecho puesto al descubierto en la defensa de los más caros ideales. 

El desenlace que ayer nos comunicaron, abrió la herida profunda que, taimadamente y con plena consciencia de los actos, nos han inferido los traidores a la República, los enemigos del Progreso y de la Libertad.

Uno menos entre los millares de luchadores que se levantaron en armas en defensa de las libertades amenazadas, representa una pérdida enorme y de suma importancia. Todos unidos hemos de enfrentarnos con el adversario dispuestos a perder, si es necesario, el amado tesoro de la vida. Pero esto ha de ser para derrotarlo definitivamente, descalabrarlo por completo. 

Julián Fernández no pereció en medio de esta lucha que estamos dispuestos a seguir con su ejemplo de heroísmo los marinos españoles, ha muerto en los momentos de máxima emoción, cuando todos los corazones palpitaban al unísono, en el preciso instante en que la avalancha invadía la cubierta del acorazado empuñando un arma, pero su gloria 

no ha de ser menos imperecedera, esa gloria caracterizada por el arrojo y valentía tan singular desplegados en la contienda para la toma del buque.

No te olvidamos, camarada. Tu rasgo de elevada dignidad y hombría lo llevamos esculpido con caracteres indelebles en nuestro corazón. La Historia, la verdadera Historia, que sabe premiar las buenas acciones, lo tendrá en cuenta para la posteridad. Desde este castillo flotante, que fue tu hogar largos meses, te rendimos el merecido tributo de admiración. Los que quedamos sabremos recoger tu siembre de ardor exaltado por la causa. Con el puño en alto, símbolo de honradez, te saludamos silenciosamente.

La sangre derramada a raudales por todos los amantes de la Libertad, entre los cuales quedas inscrito para la eternidad, será abono fecundo para un mañana venturoso, ese mañana que los retardatarios de toda laya pretenden ahogar en su gestación, pero que los hijos del pueblo, los marinos españoles, no consentirán de ningún modo.

¡Descansa en paz, heroico espartano de un mundo nuevo! ¡¡ Descansa en paz!!

Carlos Romero

Acorazado “Jaime I”. 

Málaga.


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Nota.- Apunta el autor del artículo que la Historia no olvidaría a Julián Fernández Diego. Tenía razón, hoy, 86 años después de su muerte, se le sigue recordando.


Enlaces de interés: 

El 18 de julio de 1936 en el acorazado "Jaime I"

El 18 de julio de 1936 en el acorazado "Jaime I", otra versión más.





lunes, 17 de octubre de 2022

MAQUINISTAS DE LA ARMADA SEPARADOS DEL SERVICIO EN FEBRERO DE 1937

 

BOLETIN OFICIAL DE ESTADO (B.O.E) FRANQUISTA DEL 25 DE FEBERO DE 1937. SUPLEMENTO 47´.




SECCIÓN DE MARINA


S.E. el Generalísimo de los Ejércitos nacionales ha dispuesto, de acuerdo con el dictamen de la Junta Superior de la Armada, que queden separados del servicio, sin derecho a retiro, viudedades, pensiones, ni emolumentos de ninguna clase, uso de uniforme, cartera militar y cualquier ventaja que pueda corresponder a los retirados del Ejército y Armada, al personal de la Primera y Segunda Sección del Cuerpo de Maquinistas en activo que a continuación se expresa:


 






 



miércoles, 12 de octubre de 2022

LA MATANZA DE LA TRIPULACIÓN DEL CARGUERO "UDONDO"




El "Udondo" renombrado como "SAC Coruña"

(Imagen: buques.org)


Al comenzar la Guerra de España estaba fondeado en Bilbao, acababa de ser vendido por Bergé y Cia. al armador Pérez Echevarrieta. Desde el inicio la guerra comenzó a prestar servicio para el Gobierno de la República, transportando principalmente carbón desde puertos asturianos a Valencia. La tripulación del buque estaba compuesta totalmente por personal civil de la Marina Mercante, 

El 12 de septiembre de 1936, el "Udondo" navegaba en lastre por aguas del Cantábrico procedente de Santander y con destino Gijón, donde cargaría carbón para llevarlo a Valencia. A la altura de El Musel (Gijón) fue detenido por el crucero sublevado "Almirante Cervera" y  escoltado por los bous "Tritonia" y "Santa Urbana" fue conducido hasta Ribadeo y desde allí a Ferrol. A bordo del "Udondo" iba toda la tripulación (40 hombres) y dos pasajeros.

Una vez en Ferrol los 40 tripulantes y los dos pasajeros fueron desembarcados y presos. El "Udondo" fue camuflado y utilizado puntualmente por los sublevados como transporte de guerra. En esos momentos el jefe de la Base de Ferrol era el vicealmirante Indalecio Núñez Quijano, el coronel auditor de la Base era José García-Rendueles Gutierrez, entre otros "méritos" responsable del proceso contra el contralmirante Antonio Azarola Gresillón, 2º jefe  de la Base jefe del Arsenal y ex ministro de Marina, finalmente fusilado en Ferrol  el 4 de agosto de 1936.

Núñez y García-Rendueles decidieron que toda la tripulación del mercante debía ser pasada por las armas, decisión que se hizo efectiva pocos días después. No se celebró ningún Consejo de Guerra.

Los fusilamientos de estos 42 hombres fueron llevados a cabo entre el 25 y el 27 de septiembre a razón de 14 diarios. Tuvieron lugar contra uno de los muros del Cementerio de Serantes (Ferrol). Fueron asesinados por grupos. Los primeros fueron el capitán del buque, los oficiales, el contramaestre y los maquinistas. Una vez recibido el tiro de gracia, sus cuerpos fueron arrojados a una fosa común recién excavada. Una autentica matanza, un crimen de guerra más en el haber de la Armada franquista, sin más propósito que advertir a los marinos mercantes de las terribles consecuencias que suponía trabajar en buques leales al Gobierno si estos eran apresados por un buque de guerra sublevado.


LISTA DE ASESINADOS DE LOS 42 ASESINADOS



Oscar Blanco García, capitán, 35 años, de Gijón
Juan López Campos, primer oficial, 28 años, de Cartagena
Arturo Caballar Solana, segundo oficial, 31 años, de Valencia
Luis Maroto Chapa, tercer oficial, 29 años, de Valencia
José Otero Pérez, Agregado, 25 años, de Erandio
Pedro Zabala Arrizubieta, jefe de máquinas, 59 años de Valencia
Máximo Piñera Piñera, segundo maquinista, 55 años de Gijón
Bernabé Caicoya Sánchez tercer maquinista, 35 años de Gijón
Ángel Loroño Echandía, alumno de máquinas, 21 años
Fernando Cuadrado Sancha, radiotelegrafista, 42 años de Palma de Mallorca
José Sendón Seoane, contramaestre, 43 años de Porto do Son
Eugenio Dopazo Calviño, calderetero, 24 años, de Marín
Francisco Arruabarrena Albonigamenor mayordomo, 43 años, de Bermeo
Ignacio Anasagasti Arruabarrena, cocinero, 22 años, de Bermeo.
Valentín Ces Queiro, marinero, 24 años de Noia
Antonio Torres Rodríguez, marinero, 28 años, de Pobra do Caramiñal
José González Romay, marinero, 30 años, de Palmeira-Ribeira
José Romay Betanzos, marinero, 26 años de Ribeira
Valentín Betanzos Pérez, marinero, 27 años, de Ribeira
Emilio Pardo Otero, marinero, 44 años, de Burela
Antonio Rodríguez Casais, fogonero, 27 años, de Pobra
Constante Cancelo Casás, fogonero, 26 años, de Pontevedra
Manuel Izaguirre Lijarregui, engrasador,32 años de Vizcaya.
Santiago Celaya Aguirre, fogonero, 25 años
Leandro Uriarte Echandía, fogonero, 24 años
Máximo Madariaga Macuadra, fogonero, 21 años
José Senén Balsa Iglesias fogonero, 34 años, de Gijón
Juan Ibinarraga Lopategui, fogonero, 30 años, de Munguía
Ramón Fernández Fernández, fogonero, 29 años, de Muros
Fidel Sarriugarte Goicoechea, fogonero, 27 años, de Vizcaya
Félix Berrueco Rojas  mozo, 25 años, de Gijón
Antonio Méndez Ardá, mozo, 26 años de Fene
Ricardo Fornés Chust, palero, 33 años, de Barcelona
Manuel Figueras Braña, palero, 23 años, de Gijón
Cristino Fernández Valdés, palero, 43 años, de Gijón
Teófilo Zorroza Guezurraga, palero, 21 años
Carmelo Zorrilla Zabala, camarero, 20 años, de Bilbao
Saturnino Cancedo San Ciprián, camarero, 34 años. de Santander
Fernando Castillo Machazo, marmitón, 39 años, de Santander
Santiago Gondra Zigorraga, marmitón, 22 años, de Busturia
Santiago Cela López, pasajero, 29 años, de Madrid 
José Fernández Santiago, pasajero, 42 años, de Muros

La edad media de los asesinados era de 31 años.




El "Udondo" en medio de un temporal
(Imagen: buques.org)


María Josefa Zorroza, sobrina paterna de uno de los tripulantes, el palero Teófilo Zorroza Gezurraga, embarcado a los 20 años en el "Udondo" para ayudar económicamente a la familia, tiene presentada querella (4591-10) en Argentina sobre los crímenes del franquismo ante la jueza María Servini de Cubría. 



(1) El "Udondo" era un carguero de 3.925 Toneladas de Registro Bruto y 6.818 Toneladas Peso Muerto. Construido en 1903, en los astilleros Hall, Russell & Co. Ltd (Glasgow-Escocia) para J. Knott, de Newcastle, y bautizado "Provan" Estaba  propulsado por una maquina a vapor de triple expansión de 1.500 HP de potencia, alimentada por el vapor producido por dos calderas a carbón. Tenía una eslora de 105,2 metros, la manga era de 15,2 metros y el puntal de 5,4. 

Fue botado como "Provan", para en 1904 pasar a denominarse "Black Prince". En 1922 fue adquirido por Naviera del Guadalquivir que volvió a cambiar su nombre por el de "Guadiaro", hasta que en 1926 es adquirido por Bergé y Cia y pasa a llamarse "Udondo". En 1936 es comprado por el armador Pérez y Echevarrieta conservando su nombre, hasta que en 1938 pasa a ser propiedad de Pedro Pérez Gante operando con el nombre de "Gante". En 1939 vuelve a cambiar de propietario siendo adquirido por el armador José de Navas Escudero, quien le denomina "Albareda". Once años después, en 1950, es adquirido por Transportes, Aduanas y Consignaciones (TAC), cambiando nuevamente su nombre por el de "SAC Coruña", nombre con el que fue desguazado en Barcelona en el año 1965.



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Fuentes consultadas:

  • webmar
  • aberriberri bloga
  • buques. org








domingo, 2 de octubre de 2022

ANTONIO BLANCH LATORRE, CAPITÁN DE LA AERONÁUTICA NAVAL.

 


Natural de L'Hospitalet de Llobregat. En 1936 era piloto del Cuerpo Auxiliar de la Aeronáutica Naval, con el grado de Sargento y estaba destinado en Cádiz. No obstante su simpatía por la República, hubo de sumarse al ejército sublevado… pero por poco tiempo.


Antonio Blanch Latorre

El 15 de diciembre de 1936 salió en un hidroavión Dornier pilotado por el Alférez de Navío José Moreno Mateo-Sagasta desde la base de la Mar Chica (Melilla), con la misión de proteger un convoy franquista de tres buques mercantes. 

Cuando se encontraban a unas 20 millas de Ceuta, Blanch Latorre instó al piloto a cambiar la ruta,  seguir rumbo a Málaga y entregar el avión a las fuerzas republicanas. El alférez Moreno se niega y se produce un forcejeo con Blanch, sacan las pistolas y Moreno es abatido de un tiro en la cabeza. Blanch se hace con los mandos del avión y ameriza en el puerto de Málaga, entrega el aparato y se pasa a las fuerzas republicanas junto con el mecánico del aparato Evaristo Carballeira López. Es ascendido a Teniente.

Polikarpov I-15 - Chato.


El 25 de enero de 1937 es ascendido a Capitán por méritos de campaña y destinado a la escuadrilla de “Chatos” (Polikarpov I-15) comandada por Andrés García Lacalle.

El 13 de marzo de 1937, en el transcurso de una operación de bombardeo sobre el aeródromo de Azuqueca (Guadalajara), base de los bombarderos italianos, fue derribado. Su paracaídas no llegó a abrirse.

La noticia de su entierro se publicó en el diario La Vanguardia.







Benito Sacaluga.



Fuentes:
“Hombres de armas de la República” (Mº de Defensa)
Web: L’Hospitalet de Llobgegat. Imatges retrospectives d’una ciutat.



sábado, 1 de octubre de 2022

miércoles, 28 de septiembre de 2022

LA OCASIÓN PERDIDA POR EL ACORAZADO "JAIME I"

 

Lo que sigue a continuación es una transcripción del capitulo titulado "Que empiecen ellos", del libro "La Escuadra la mandan los cabos" publicado en México en 1944, obra del escritor y politico socialista Manuel Dominguez Benavides, a la postre Comisario de la Flota Republicana. En resumen, y centrando la atención en el acorazado "Jaime I", nos viene a contar el error cometido por el Gobierno de Casares Quiroga los primeros días de la guerra. Un error que permitió a los sublevados hacerse dueños de la Base Naval de Ferrol...y de toda Galicia, y que de haberse evitado habría dejado a los sublevados en una posición insostenible, sin más salida al mar que Cádiz y prácticamente sin ningún buque de guerra aprovechable, además los cruceros "Canarias y "Baleares", en construcción en Ferrol, habrían quedado integrados en la Flota Republicana. La hegemonía naval republicana en el Cantábrico y el Mediterráneo habría sido incontestable.



Acorazado "Jaime I" en el puerto de Barcelona. Abril de 1931

(Imagen: ABC)


"Que empiecen ellos"


El buque (Jaime I) salió de Santander (17/07/1936) para Vigo con orden de hacer relleno de carbón y esperar instrucciones en este último puerto. Los santanderinos, congregados en el muelle, aclamaron a la marinería.

Navegaron durante el día y llegaron de noche a Vigo. Un oficial de la guarnición subió a bordo y propuso al nuevo comandante ( Joaquín García del Valle) que se sumara al Movimiento iniciado en África y secundado por algunas guarniciones de Andalucía. A este proposición, el mando debió contestar deteniendo al emisario y dando cuenta al Ministerio. No lo hizo; desde que entró en el barco, García del Valle no fue más que un uniforme vacío. La oficialidad prescindió de él, y la dotación, que no lo conocía, lo miró como un comandante más, es decir como un sublevado en potencia. El mando lo ejercía el tercer comandante, Carlos Aguilar Tablada.

García del Valle aceptó el papel pasivo que le asignaban sus compañeros y renunció a mandar. El mando efectivo se preocupó de que los marineros no hablasen con los trabajadores vigueses que estibaban el carbón. La orden de relleno era de 1.100 toneladas. Ante el peligro de que la marinería entrase en conversaciones con los estibadores solo se estibaron 500 toneladas, cantidad justa para llegar a Cádiz, en poder de los sediciosos.

Navegando de Santander a Vigo, y a pesar de la vigilancia que se ejercía sobre los radiotelegrafistas, los cabos se mantuvieron alerta.

En los dinamos de guardia, el cabo Souto dijo a su compañero García:
- Se ha sublevado la guarnición de África; las dotaciones comienzan a apoderarse de los barcos.

Antes de entrar en Vigo, se adoptaron precauciones con objeto de desbarrar cualquier intentona de embarrancar el buque. A los cabos del "Jaime" no se les ocurrió que el barco pudiera ser sustraído a la autoridad de la República, ni tampoco temieron que los mandos intentasen apoderarse de él. Tan conscientes eran de su fuerza que su única preocupación nacía de que pretendieran arrebatárselo con un acto de sabotaje.

El armamento de los leales, reducíase a las treinta pistolas de la Compañía de desembarco. Los cabos electricistas Alonso, Souto y García, los cabos radio Arias y Salgado, el condestable Antúnez, el maquinista Carreiro y el marinero Carlos Romero organizaron la lucha.

¿Qué pasaba en Vigo? Las torres del "Jaime" no tenían más que moverse y los rebeldes de Vigo no se hubieran sublevado y las provincias de Pontevedra y Orense serían sometidas. El "Jaime" no tenía sino que acercarse a La Coruña y habrían caído las provincias de Coruña y Lugo. Las cosas no sucedieron de esa manera y Galicia se perdió para la República, se desangró por la República y fue movilizada contra la República.

Dueña la República de los barcos, Galicia pudo haber sido conservada para la legalidad. Pero, Madrid, con su devoción ortodoxa por los medios tradicionales, se obsesionaba con unos deseos insensatos: no excitar en la Península a los que aún no se habían sublevado, con la esperanza de mantenerlos dentro del orden.

-El movimiento es tan amplio que carece de detalles. Dijo Casares Quiroga el día 18.

La acción de los gobernantes no respondió a ese pensamiento, como si un demonio burlón se obstinara en confundirlos en cuanto a las previsiones.

En Galicia, las tropas no habían salido de los cuarteles. En África y Andalucía, sí. Los gobernantes juzgaron discreto movilizar la Escuadra contra las costas de las dos zonas sublevadas. Les embargaba otra preocupación, que pasaran tropas de Marruecos a la Península. Misión de los barcos sería impedirlo, y por ello, se les ordenó hacer rumbo al Estrecho y se abandonó a los campesinos gallegos con sus escopetas de matar conejos, que no sirven para matar falangistas ni guardias civiles.

Fue un horror.

El "Jaime I" seguía en el puerto. La marinería desayunaba, baldeaba, limpiaba las pinturas, formaba el rancho, almorzaba y por grupos de cinco a seis, a la hora del descanso paseábase por cubierta, por el castillo, por los entrepuentes, por debajo de las torres...vigilaba por los oficiales. Los cabos decían a los marineros:
- No los miréis de frente...No hay que desafiarlos....Que empiecen ellos.

Sentados bajo las torres decían canciones de la tierra que se divisaba desde el buque con sus arroyos y sus caminos, sombríos en los pinares, claros en los prados y en los labrantíos. 

El "Jaime" cortó estachas y se echó al Atlántico. En esa ocasión, en lugar de salir con babor y estribor de guardia, salió con una sola brigada de guardia para alejar a la marinería de la torva atmósfera en que se la notaba envuelta. Cuantos menos marineros delante, mejor.

Ya se ha ido el "Jaime". ¿Qué va a ser de Galicia?


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Nota.- El día 20 de julio, navegando rumbo al Estrecho, la dotación se hizo con el control del buque, manteniéndolo leal al Gobierno. Puso rumbo a Tánger y desde allí a Málaga, puerto al que arribó el día 21.

Benito Sacaluga.