lunes, 27 de marzo de 2023

ESTEBAN HERNANDORENA ZUBIAGA, MARINO MERCANTE Y OFICIAL DE LA FLOTA REPUBLICANA


Esteban Hernandorena nace en Muskiz (Vizcaya)) el tres de agosto de 1905. Su primer empleo como marino lo lleva a cabo en la Marina Mercante, para pasar después a la Flota Pesquera que faenaba en el Golfo de Vizcaya.


Esteba Hernandorena Zubiaga


Miembro del Partido Comunista de Euskadi desde el año 1931. Nada más estallar la Guerra Civil se enrola en la Armada republicana como Oficial de Derrota. Presta servicios en los submarinos republicanos C-2 y C-4 y en el destructor "José Luís Díez".

El Gobierno Vasco,  el 24 de febrero de 1937, le nombra miembro del Consejo Superior de Pesca.

En agosto de 1938, siendo capitán de corbeta de la Reserva Naval, es enviado desde Barcelona al puerto francés de L’Havre para incorporarse como Oficial de Derrota al destructor "José Luís Díez”, allí atracado. El 20 de agosto de 1938, el "José Luís Díez" parte de L’Havre, camuflado como el destructor inglés “HMS Grenville” con la misión de llegar a Cartagena. Una misión convertida en una odisea que no pudo completarse, quedando el destructor en Gibraltar hasta que, en marzo de 1939, los ingleses hicieran entrega del mismo a la Armada franquista. La dotación del destructor ya había sido trasladada desde Gibraltar a la aún republicana Almería el 11 de enero de 1939, a bordo de los destructores ingleses "HMS Greyhond" y "HMS Glowworm". 



Según se recoge en "Auñamendi Eusko Entziclopedia":

Terminada la Guerra Civil, Hernandorena se exilia y recala en México. Durante los años de la II Guerra Mundial trabaja en mercantes que navegan fundamentalmente en aguas del Pacífico.

En Marsella, ya finalizada la guerra, Hernandorena y otros marinos republicanos son contactados por el Mossad le'Aliyah bet (Organización para la Inmigración Clandestina) que trataba de llevar judíos desde Europa a Palestina, donde la autoridad británica había impuesto importantes restricciones a la inmigración judía. Hernandorena pasa a ser conocido por los judíos como Capitán Steve.


El "Pan York" a su llegada a Haifa

En 1947 dos barcos de bandera panameña, el “Pan Crescent”y el “Pan York”, de cuya tripulación formaba parte Esteban Hernandorena y varios republicanos más, se dirigen a Constanza (Rumanía) donde equipan los dos barcos para su cometido: el embarque de alrededor de 15.000 pasajeros (algo más de 7.500 en cada barco) en el puerto búlgaro de Burgas. El viaje hacia Palestina comienza el 25 de diciembre de 1947, sin embargo son interceptados por tres destructores británicos en el estrecho de Dardanelos y obligados a desviarse a Chipre, donde serán internados en campos hasta la proclamación del Estado de Israel (14-5-1948), cuando por fin el “Pan York” y el “Pan Crescent” pueden transportar en varios viajes a sus 15.000 pasajeros hasta el puerto de Haifa.


"Pan Crescent"


Esteban Hernadorena se integrará en el ZIM, la Marina Mercante de Israel, y vivirá en Israel hasta su fallecimiento el 28 de diciembre de 1965.  En la capitanía del puerto de Haifa se encuentra una placa en recuerdo y homenaje a este marino. En el municipio de Portugalete (Vizcaya) una calle lleva su nombre.




Benito Sacaluga


Fuentes utilizadas: 

  • Auñamendi Eusko Entziclopedia
  • El José Luís Díez en Gibraltar. (Silva-Cerdera-Stockey-Eade) 2022. Publicado por Asociación Casa de la Memoria. Foro por la Memoria Campo de Gibraltar.
Enlaces de interés:





lunes, 20 de marzo de 2023

CAPITÁN DE CORBETA ENRIQUE MANERA REGUEYRA.


Enrique Manera Regueyra nace en Alcalá de Henares (Madrid) el 19-09-1907. Su padre, Enrique Manera Valdés era teniente coronel de Caballería, fallecido en uno de los combates acontecidos durante la Guerra del Rif entre España y las tropas de Abd el-Krim.

Cursó estudios en el colegio Nuestra Señora del Carmen para huérfanos de la Armada. Ingresó en la Escuela Naval Militar como guardiamarina en 1926. Alférez de navío en 1931. Siguió los cursos de submarinista y tuvo destinos en estas unidades y en barcos de superficie. 



Al comenzar la Guerra Civil, se encontraba destinado en el submarino B-2 de la flotilla de Mahón. El 20 de julio de 1936 fue detenido por ser sospechoso de apoyar el levantamiento militar y encerrado en la fortaleza de La Mola (Mahón). Fue puesto en libertad y se le nombró comandante del submarino B-4. Por sus ideas antirrepublicanas, fue sumariado en Cartagena y destituido del mando. En diciembre de 1937, pasó destinado de profesor a la Escuela Naval Popular, posteriormente fue destinado al destructor “Alsedo” como su comandante  hasta el final de la guerra.



Concluida la Guerra, salió absuelto en el Consejo de Guerra a que fue sometido por los franquistas por haber prestado servicios en la Armada republicana durante la contienda, reincorporándose a la Armada franquista fue destinado a diferentes buques. En septiembre de 1947 ingresó en la Escuela de Guerra Naval y obtuvo el diploma de Estado Mayor en 1948. En la Escuela de Guerra Naval estuvo destinado muchos años y su labor de profesor de Estrategia fue continua en sucesivas promociones.



Al mismo tiempo, ejerció los cargos de subdirector y jefe de estudios de la Escuela de Guerra Naval. También fue profesor de la Escuela Superior del Ejército y de la de Estado Mayor del Ejército. En 1964 era capitán de navío, y fue agregado naval en París, La Haya y Bruselas, hasta 1967. Con el grado de Contralmirante fue jefe del Servicio Histórico del Estado Mayor de la Armada hasta 1979 y secretario del Consejo Superior de la Armada, hasta su retiro.

En definitiva otro oficial de la Flota republicana que nunca debió haber sido reincorporado a ella tras ser detenido en Mahón al principio de la sublevación franquista. Otro de tantos a los que Indalecio Prieto calificaba de "aprovechables".



Fuentes:

  • Real Academia de la Historia
  • Webmar.


martes, 14 de marzo de 2023

LA FLOTA DE LA REPÚBLICA PARALIZADA POR LOS POLÍTICOS



Por el decreto del 26 de diciembre de 1936 (Gaceta de la República del 29/12/1936) se crea el Estado Mayor Central de las Fuerzas Navales de la República, nombrándose como Jefe del mismo al CC Luís Gonzalez de Ubieta.  El cometido de este Estado Mayor Central se establece en el estudio y preparación de las operaciones navales según las directrices que marcaría Prieto como ministro de Marina y Aire. 




A dicho Estado Mayor se incorporan los siguientes marinos: 

CC Julián Sánchez Erostarbe

CC Horacio Pérez

TN Luis Huerta de los Ríos

TCOL de Artillería José Hernández

TCOL de Ingenieros Navales Luis Santomá Casamor

CTE de Intendencia Rafael Quixal Paredes

TTE Maquinista Juan Torrente Vizoso 

AUX Manuel de Vargas Paez

AUX Bernardo Borras Rodriguez

AUX Emiliano Domínguez Galeano


Su primer interés se centra en establecer una estrategia que permita conseguir el dominio en el Mediterráneo, planificar acciones navales ofensivas, hasta la fecha prácticamente inexistentes, y acabar con el control que sobre el Estrecho mantiene la marina sublevada desde que el grueso de la Flota fue enviado al Norte por orden de Prieto, una decisión inexplicable y no apoyada por los mandos navales. Para llevar a cabo estos objetivos se solicita del Ministerio la participación de la aviación para misiones de exploración, vigilancia y bombardeo. Se insiste en que la aviación bombardee el Arsenal de Ferrol para impedir que el crucero "Baleares" quede operativo e incorporado por tanto a la flota rebelde. Una petición inútil, un enorme fallo de los servicios de información republicanos, dado que desde el día 2 de enero el "Baleares" ya se encontraba en Cádiz. Se solicita que tres escuadrillas de submarinos se destinen para operar desde las Bases de Mahón, Málaga y Bilbao. Igualmente se piden lanchas torpederas para complementar la acción de los submarinos, y que se unifiquen los calibres del armamento artillero de los destructores.


Experto en Estrategia Naval y Profesor de la Escuela de Guerra Naval


De todas estas pretensiones únicamente se conseguirán cuatro lanchas rápidas soviéticas, además incapaces de navegar con marejadilla. En resumen el Ministerio se niega a respaldar la estrategia naval propuesta por el Estado Mayor, no cae en la cuenta de que si los objetivos navales son tan decisivos como los terrestres difícilmente estos últimos pueden ser alcanzados. Tal ineptitud para entender y valorar adecuadamente esta cuestión hará que la Flota republicana se convierta en la única fuerza militar que no ha incrementado su poder combativo, ni siquiera ha repuesto pérdidas ni armamento.

El entonces Jefe de la Flota, el CC Miguel Buiza ve como sus insistentes peticiones de apoyo aéreo para exploración, cobertura y misiones ofensivas son adulteradas a nivel político por la exigencias soviéticas de seguridad mediante la protección de sus buques mercantes por la Flota republicana, hasta el extremo de dejar la opción ofensiva en la mar en manos de los pilotos soviéticos de una escuadrilla de bombarderos Katiuska SB-2, desconocedores de tácticas navales de combate y sin adiestramiento para el reconocimiento de buques en el mar. Sus "logros" se limitan al bombardeo de la motonave italiana "Barletta", en Palma de Mallorca, del ataque por error al acorazado alemán "Deutschland" en Ibiza, y del ataque sin consecuencias al crucero rebelde  "Almirante Cervera", frente a las costas valencianas.



Esta inoperatividad de la Flota republicana pone en bandeja de plata a los sublevados el cierre definitivo del paso de Gibraltar. Además del control total del Estrecho, los sublevados pasan a disponer una mayor libertad de acción en el Mediterráneo y mar de Alborán, creándose una vía segura para la llegada de los aprovisionamientos procedentes de la Italia fascista, bien por vía directa, o bien con escala en las Baleares, dado que la Base Naval de Mahón no representaba una amenaza seria para la navegación sublevada en la zona, a causa de la falta de medios navales y aéreos, cuando la isla debería haber sido una ventaja estratégica de importancia si se la hubiera dotado de los medios necesarios, según solicitó el Estado Mayor.

Desde aquel  momento, y estamos hablando de los primeros meses de 1937, la Flota republicana prácticamente abandona las misiones ofensivas. Mientras tanto los sublevados aprovechan esta actitud republicana para con sus tres cruceros operativos ("Almirante Cervera", "Canarias" y "Baleares"), los dos submarinos comprados a Italia ("General Sanjurjo" y "General Mola") y cuatro viejos destructores, también de procedencia italiana ("Ceuta", "Melilla", "Huesca" y "Teruel"), junto a nueve lanchas de origen alemán e italiano, "dominan" toda la zona marítima. 

Tampoco los sublevados emprenden misiones ofensivas en el mar, dada la inactividad de la Flota republicana pueden disfrutar de la libertad de movimientos para asegurar sus vías de comunicación sin necesidad de tener que enfrentarse a la Flota gubernamental. A pesar de todo lo anterior se producen algunos enfrentamientos entre unidades de las dos Flotas en aguas del Mediterráneo, todas ellas sin resultados provechosos para ninguna de las dos fuerzas navales. Así, el 25 de abril se produce un encuentro fortuito entre cruceros sublevados y buques de la República, finalmente todo se reduce a un intercambio de disparos en aguas de Cartagena sin que se consiguiera ningún impacto, dicen que como consecuencia de una baja visibilidad.  Tres meses más tarde, el 11 de julio, el sublevado "Baleares" intercepta una flotilla de destructores republicanos a la altura de cabo Cullera, los destructores se alejan de la zona en busca de aguas seguras. El 7 de septiembre el "Baleares" entabla combate con buques republicanos frente a las costas de Argelia, la artillería del "Libertad" alcanza al "Baleares" con uno de los disparos. El crucero sublevado se encuentra en una situación comprometida a causa de su situación entre la costa y los buques republicanos, limitado en sus movimientos, sin embargo los destructores leales inexplicablemente no lanzan ningún torpedo contra el crucero, una gran ocasión perdida.

El Estado Mayor no pudo llevar a cabo sus planes, que en definitiva no eran otros que aniquilar a la flota rebelde e interrumpir los suministros por mar destinados a los sublevados,  algo que se debió haber hecho en el verano de 1936, y no pudo por la sencilla razón de que todas sus decisiones estaban supeditadas al visto bueno del Ministro de Marina y Aire, Indalecio Prieto, un personaje que era un perfecto desconocedor de los temas que su cartera debía tratar y que tampoco se dejó aconsejar por los marinos que estaban bajo su mando, además de ser el responsable de la incorporación la Flota de marinos partidarios de la sublevación, a los que calificó de "aprovechables". Un error más de tantos. Errores que siguió cometiendo hasta que Negrin se lo quitó de encima en abril de 1938.




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Fuente consultada: "La Estrategia Naval en la Guerra Civil Española". Ricardo Cerezo. Revista de Historia Naval (1984)





sábado, 4 de marzo de 2023

ANARQUISTAS, COMUNISTAS, SOCIALISTAS Y REPUBLICANOS, PERO SOBRE TODO ANTIFASCISTAS.

 


DEBER DEL COMISARIO

“La Armada” 4-9-1937



Todas las miradas del pueblo honrado español, se dirigen hacia nuestro heroico Ejército Popular,  que da a conocer al mundo una vez más, su creciente combatividad al llegar a las propias puertas de Zaragoza.

Estos magníficos soldados, que desde las gloriosas milicias de julio han resistido las brutales embestidas del fascismo y hoy formados en los cuadros orgánicos del Ejército Popular, pisan ya tierra española arrebatada a la codicia de los invasores, lanzando su invencible puño de acero sobre los parapetos y sobre las fortalezas del fascismo, podemos decir, sin jactancia, que señalan todo un camino lleno de triunfos en el porvenir de la guerra.

Este Ejército que es una Institución popular, fue forjada en el fragor de la lucha, con el esfuerzo de las masas y con la inteligencia del Gobierno del Frente Popular, es la más querida estimada por el pueblo que  le dio forma y vida.

¿A qué se debe este heroísmo inigualado de nuestros soldados?  Ellos no son vulgares luchadores como los del campo contrario. Son los hombres hacen la guerra con un elevado espíritu de clase, con una consciencia política, que sus comisarios tienen exquisito cuidado de cultivar.

Nadie ignora la brillante labor que en este aspecto vienen realizando los comisarios políticos del Ejército y el fruto que de ella se obtiene. Convencidos de esta realidad, debemos tenerlo muy en cuenta los que ejercemos iguales funciones en la Flota y no olvidar nuestra denominación. Los comisarios de la Marina, todos, tenemos el deber de elevar el nivel político de nuestras dotaciones a un ritmo muy acelerado, tal y como lo exigen las necesidades de nuestra guerra, que es eminentemente política, como ha dicho el Presidente de la República.

Esta tarea que parece penosa, hay que emprenderla rápidamente, porque lo piden nuestras dotaciones y porque es apremiante la necesidad de satisfacer este anhelo de los marinos, que de no hacerlo así, sólo obtendríamos una masa inerte, que no sabría porque luchaba y qué a la larga emprendería rumbos quizás desviados de la línea política justa que ha de conducirnos a la victoria final.

Pero en esta labor, hay que desprenderse de todo prejuicio partidista y vencer cuantas dificultades existan, para llegar a la función idealista de todos los antifascistas de la Armada.

La política en los barcos y dependencias no ha de ser obstaculizada y sí fomentada por los comisarios políticos, que han de ver en ella el arma formidable que aplastará al fascismo.

Esta política, se refiere a la Antifascista, haciendo buenos anarquistas, comunistas, socialistas y republicanos a los que ya con anterioridad profesaban estos preciosos ideales.

Y a los sin partido, hacerles comprender, que nuestra guerra, no es solamente una lucha de clases, si no la expresión vibrante de todo un pueblo que se ha levantado en armas, para defender la independencia de la Patria, que ha sido hollada por la planta extranjera, favorecida por la traición de los que se sublevaron contra España, empuñando las mismas armas que ésta le confió para su defensa.


José Moreno Mesa

Comisario Político del crucero “Méndez Núñez”





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martes, 28 de febrero de 2023

EL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA Y LA ESCUELA NAVAL POPULAR

 



Rafael Llobregat, de “Frente Rojo” diario del Partido Comunista de España, editado desde el 21/2/1937 hasta el 20/1/1939, publica el 25 de septiembre de 1937 el siguiente artículo en el diario “Venceremos”, Órgano del Comité Comarcal del Partido Comunista en Cartagena.



LA ESCUELA NAVAL POPULAR


En el último Consejo de Ministros se aprobó un Decreto creando la Escuela Naval Popular.

Ya “Frente Rojo” resaltó con breve comentarlo la trascendental importancia del acuerdo, sobre todo teniendo en cuenta -entre otra muchas razones- la impaciencia con que las clases populares de nuestra Marina aguardaban la aprobación de tal decreto por el cual conseguirán, al igual que lo han conquistado los soldados y clases del Ejercito Popular y de nuestra gloriosa Aviación, aprender lo más indispensable de la técnica militar, que unida a su entusiasmo y valor, a su fidelidad a la causa de ganar la guerra y consolidar y desarrollar la revolución, puedan contribuir con su esfuerzo desde los cuadros de mando  a dotar a la República de una Marina potente y popular.

Aunque no conocemos aún el texto del Decreto, creemos que la ponencia que lo haya redactado no habrá echado en olvido la rica experiencia del año largo de guerra que sufre nuestro país, ni las enseñanzas que en materia de escuelas de guerra tenemos, con el funcionamiento de las del Ejército y Aviación.

Aparte de la importancia que juegan los programas de estudios, que según nuestra opinión y de momento deben ser lo más sencillos posible, con el solo objeto de enseñar lo necesario para conseguir un buen Oficial en campaña prescindiendo de todos aquellos conocimientos útiles a los que en tiempo de paz podríamos dedicarles un espacio con el fin de crear buenos y cultos Oficiales en toda la extensión de la palabra, en la Marina debe tenderse a crear oficiales con una sola especialidad (oficiales de derrota, directores de tiro, torpedistas, radiotelegrafistas, intendentes, etc.), huyendo momentáneamente de la pretensión de conseguir oficiales que reúnan conocimientos de todas las especialidades, pues serla robar un tiempo precioso a las necesidades inmediatas de la guerra, tres son las medidas más importantes que deben tenerse en cuenta para la eficacia inmediata de la Escuela Naval Popular: loa profesores, el reclutamiento de los alumnos y los cursillos de preparación.



Cuando se ha realizado una buena política en la selección y acoplamiento de profesores, teniendo en cuenta la capacidad técnica, pero también su entusiasmo y fe antifascistas, y el reclutamiento de alumnos sea dirigido, no con el criterio de que «todo el que quiera, libremente puede solicitarlo» con tal de tener la edad, un aval, etc., sino que esto se haya hecho sobre los campos mismos de operaciones proponiendo los jefes y comisarlos a aquellos que más se distinguieron por su valer, por su capacidad, por sus dotes de mando e iniciativa en el combate, precisamente entonces es cuando estos nuevos Oficiales de las Escuelas Populares de Guerra han entrado más en consonancia con la calidad de nuestro actual y potente Ejército Popular.

Por eso creemos que en la Escuela Naval Popular se debe tener en cuenta esta experiencia de las Escuelas Populares de Guerra, tanto en lo que se refiere a los profesores como en el reclutamiento de alumnos que a nuestro juicio, deben reclutarse entre el personal de la Marina, especialmente entre los que más tiempo lleven embarcados y  hayan demostrado la capacidad y entusiasmo, así como su garantía antifascista, sin poner, desde luego, muchas trabas, puesto que la mayoría de las clases y marinos se enrolaron voluntariamente durante el curso mismo de la guerra.

Pero es preciso también crear, bien en los barcos o en la base naval más importante, cursillos de preparación para ingreso en la Escuela Naval, organizados con la ayuda de los jefes y comisarios. Porque una cosa es cierta: que por su condición de obreros, que no han podido cursar estudios, los que heroicamente rescataron los buques de nuestra Escuadra para la República; los que participaron en combates contra los piratas del Mediterráneo, muchas veces en inferioridad de condiciones; los que durante el año de guerra diariamente se juegan la vida con un heroísmo silencioso tiemblan como chiquillos ante la perspectiva de un examen. Y es preciso que se les ayude a conseguir reunir esta serie de conocimientos previos para su ingreso como alumnos de la Escuela Naval Popular, y que consigan dominar la técnica, con la misma facilidad con que han sabido dominar sus nervios y armarse de coraje y de valor frente al enemigo.

El ministro de Defensa Nacional y el Gobierno han tenido un gran acierto en no retrasar más la creación de la Escuela Naval Popular, que nos va a permitir en pocos meses enriquecer los cuadros de mando de nuestra Marina, que, al igual que nuestro potente Ejército Popular y nuestra heroica aviación sabrá hacer tragar el acíbar amargo de la derrota al fascismo nacional y extranjero en las profundidades de nuestro mar.

Rafael Llobregat

De «Frente Rojo». 






viernes, 24 de febrero de 2023

DOTACIÓN DE LA ESCUELA NAVAL POPULAR DE LA REPÚBLICA AL UNO DE DICIEMBRE DE 1938

 


PERSONAL DE LA ARMADA REPUBLICANA DESTINADO EN LA ESCUELA NAVAL POPULAR SEGÚN DETALL AL UNO DE DICIEMBRE DE 1938 




Sede de la Escuela Naval Popular en Cartagena,
tras su paso por la Escuela y Base de Submarinos.


Relación de personal

Capitán de Navío, Luis Junquera Ruiz-Gómez
Tte. Coronel Maquinista, Benito Sacaluga Rodriguez
Capitán de Fragata, José Sierra Carmona
Comandante de Intendencia, Juan Manuel Ortí
Capitán de Intendencia, Edmundo Núñez Limón
Capitán de Corbeta, Enrique Manera Regueira
Teniente de Navío, José María de la Puerta
Comisario Político, Ginés Ganga
Comandante Médico, Sebastián Hernández Martínez
Capitán Maquinista, José Martínez Solano
Capitán Maquinista, Prudencio Piñeiro Menachos
Capitán Maquinista, Vicente Santamaría Baldos
Capitán Maquinista, Manuel Espinosa Sanjuan
Capitán de Corbeta, José María García Freire
Jefe Aux. Radiotelegrafista, Manuel Rodriguez Albiol
Teniente Maquinista, José Fernández Ortega
Teniente Maquinista, Francisco García Herrera
Teniente Maquinista, Luis Balde Fontenia
Catedrático de Francés, Gonzalo Suarez Gómez
Oficial 1º Artillería, Faustino Alarcón López
Oficial 1º Naval, Pedro Adrover Gómez
Oficial 2º Artillería, Antonio Vera González
Oficial 2º Artillería, Emilio Garzón Benítez
Oficial 2º Artillería, Manuel Conesa Ramos
Oficial 2º Artillería, Eugenio Vázquez Suarez
Comandante Infantería de Marina, Enrique Ardois Caraballo
Comandante Infantería de Marina, Blas Marzal Gómez
Comandante Infantería de Marina, Juan Luque Canis
Teniente Infantería de Marina, José Sánchez Balibres
Capitán Infantería de Marina, Emilio López de Avila
Capitán de Infantería de Marina, Juan Maraboto González
Capitán de Infantería de Marina, Pedro Roca
Capitán de Infantería de Marina, Francisco Luque Canis
Oficial 2º Oficinas y Archivos, Bartolomé Jiménez León
Oficial 2º Radiotelegrafista, Rogelio González Ballester
Oficial 2º Radiotelegrafista, Antonio López Molina
Oficial 1º Elect. y Torpedos, Miguel Matos Jiménez
Oficial 1º Elect. y Torpedos, José Casas Arevalo
Auxiliar Naval, Antonio Fernández Domingo
Auxiliar Naval, Luis Ibañez Bengochea
Auxiliar Alumno Naval, Manuel Fernández Gómez
Auxiliar Alumno Naval, Antonio Mercader Gómez
Auxiliar Alumno Naval, José Carmona Alonso
Auxiliar Máquinas, Bartolomé Campos Vidal
Auxiliar Máquinas, Manuel García Marín
Auxiliar Oficinas y Archivos, Mauricio Romero Garriga
Auxiliar C.A.S.T.A, Ginés Cano Jumilla
Auxiliar Sanidad, Enrique Martínez Ripoll
Cabo Oficinas, Juan Antonio Martínez Raja
Marinero Carpintero, Diego Martínez Alarcón
Marinero Carpintero, Salvador Garcia Miras
Marinero carpintero, Jesús J.Torres López
Marinero Corneta, Francisco González Niebla
Marinero Corneta, Antonio Sánchez Jiménez
Marinero Corneta, Pedro Buendía Barquero
Marinero Tambores, Nicolas Solano Artés
Marinero Tambores, Manuel Pedreño Alvarez
Marinero Tambores, Antonio Sánchez Amate
Marinero Chófer, Miguel Sánchez Carma
Marinero Chófer, Manuel Campello Valera
Marinero Chófer de 1ª, Jaime Roselló Gomila
Marinero Chófer de 1ª, José Piñar Arroyo
Marinero Enfermero, Joaquín Sandoval Fernández
Marinero Electricista, Manuel Cabrera
Marinero Electricista, Germán Sánchez
Fogonero Preferente, Juan Antonio Gómez Roda
Fogonero Preferente, Francisco Hernández Martínez
Fogonero Preferente, Santiago Ibañez Ródenas
Marinero de 2ª, Mariano Polo Cánovas
Marinero de 2ª, Manuel Bernabeu Puchades
Marinero de 2º, Ramón Neco Jaén
Marinero de 2ª, Vicente Ruiz García
Marinero de 2ª, Lázaro escudero Alarcón
Marinero de 2ª, José Senec Bernal
Marinero de 2ª, José Bermúdez lamela
Marinero de 2ª, Tomás Roca Martínez
Marinero de 2ª, Vicente Comes Bueno
Marinero de 2ª, José Neco Jaén
Marinero de 2ª, Gregorio García Pérez
Marinero de 2ª, Antonio Martínez Sánchez
Marinero de 2ª, Andrés Castejón Pérez
Marinero de 2ª, Antonio González Martinez
Marinero de 2ª, Pedro Conesa Martínez
Marinero de 2ª, Jaime Samper Martínez
Marinero de 2ª, Felipe Castejón Pérez
Marinero de 2ª, José Baños Pardo
Marinero de 2ª, José Miralles Parera
Marinero de 2ª, Tomás Mazón Sánchez
Marinero de 2ª, Antonio Mateo Prada
Marinero de 2ª, Alfonso Zambudio Sánchez
Marinero de 2ª, Juan González Jarillo
Marinero de 2ª, Alejandro Velasco de Castro
Marinero de 2ª, Norberto Martínez García
Marinero de 2ª, José Verdú Martínez
Marinero de 2ª, Ginés Domenech Batalla
Marinero de 2ª, Pedro Rubies Birba
Marinero de 2ª, Juan Valero Torrens
Marinero de 2ª, José madrid Sánchez
Marinero de 2ª, Francisco Rodríguez Rius
Marinero de 2ª, José ramón de Haro
Marinero de 2ª, Jaime Soler Linares
Marinero de 2ª, Manuel García Jiménez
Marinero de 2ª, José Miralles Segarra
Marinero de 2ª, José Albalá Berenguer
Marinero de 2ª, Amelio Núñez López
Marinero de 2ª, Pedro Aragonés Lloret
Marinero de 2ª, Manuel Herrera García
Marinero de 2ª, Luis Crespo Fernández
Marinero de 2ª, José González López

La relación suma un total de 109 marinos, a los que hay que añadir  los civiles, 20 hombres y 31 mujeres, para atender los distintos servicios de la Escuela.



Una clase de matemáticas



Clase de francés





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domingo, 19 de febrero de 2023

MARIANO SÁNCHEZ ROCA, CORONEL AUDITOR DE LA ARMADA REPUBLICANA

 

El 18 de agosto de 1936 se aprueban por el Gobierno de la República una serie de disposiciones en relación con el personal de la Armada. En una de ellas se nombra a Mariano Sánchez Roca Auditor de la Escuadra.

Mariano Sánchez Roca. Natural de Madrid (22-06-1895). Licenciado en Derecho en 1918 (Universidad de Zaragoza). Doctor en Derecho por la Universidad Central de Madrid. Próximo al movimiento anarcosindicalista. Director de diario “El Carbayón” (Oviedo). Fundador de “La Voz de Aragón” (1925)

Tras la sublevación militar (1936) fue Coronel Auditor de la Armada. Subsecretario de Justicia con el ministro García Oliver al que recomendó para el cargo de Inspector Especial de Prisiones al anarquista Melchor Rodríguez, quien estuvo nueve días en el cargo y fue el que detuvo las ejecuciones de Paracuellos del Jarama (Madrid).

Acabada la guerra se exilia en La Habana (Cuba), ejerciendo como editor y librero. Fundador de Editorial Lex. Director de la revista cultural Crónica. Tras el triunfo de la Revolución cubana crea la Biblioteca Popular Martiana editando la obra del poeta, político y líder independentista cubano José Martí, fallecido en 1895 durante la Guerra de Independencia cubana contra España. En los años 60 regresa a España, falleciendo en Madrid el 7 de agosto de 1967.


DIARIO OFICIAL DEL MINISTERIO DE MARINA.
ORDEN MINISTERIAL 18 DE AGOSTO DE 1936




OTRAS DISPOSICIONES


Quedan en situación de disponibles forzosos en Madrid, el auditor de la Escuadra don Rafael Señán y Díaz y el fiscal de la misma don Juan Conejos Manent.

Teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales en que tiene que ejercerse la Jurisdicción militar en la Marina debido al movimiento insurreccional, ante la imposibilidad del desempeño de algunas funciones judiciales por el personal del Cuerpo Jurídico de la Armada que tiene este cometido, y haciendo uso de las facultades que concede el articulo 46 del Cuerpo Jurídico de la Armada, se nombra para auditor de !a Escuadra al letrado don Mariano Sánchez Roca y para fiscal al letrado don Marino López Lucas.

Se dispone que el personal que se relaciona que presta servicios de enlace fuera de Madrid se considere en comisión indemnizable del servicio a partir del día 1 del actual, debiendo estimarse como destacados, a efectos de racionamiento el de la marinería que se reseña:

Auxiliar de Máquinas Juan Sande García

Soldado de Infantería de Marina Manuel Díaz López.

Marinero de Segunda Ramón Reíg Sala.

Marineros (chóferes) Antonio Lojo Ventoso, Manuel García Pastor, Manuel Artis Tomás y Francisco Ramón Creville.

Fogonero (mecánico) Alejandro Gil Amurio.  

Se concede el .reingreso como cabo de Infantería de Marina al hoy marinero Luis Serrano Pareja por el tiempo de un año en campaña condicional, a partir de la fecha en que efectúe su presentación en el Grupo de Cartagena de Infantería de Marina, donde se le destina; rescindiéndose el compromiso que actualmente sirve como marinero reintegrando la parte proporcional de vestuario no devengada.

Se concede el reingreso en el servicio a loa Marineros Fogoneros licenciados Lázaro Márquez Márquez domiciliado en Torremolinos (Málaga) y Aurelio Segarra Solano, con domicilio en Los Dolores (Cartagena) calle de Sagasta 13, a partir de su presentación por tres años en primera campaña y previa justificación por documento expedidos por las Autoridades legitimas de sus puntos de residencias. Comités. Partidos o Sindicatos afectos al Frente Popular, de su lealtad y adhesi6n al Gobierno legítimamente constituido de la República.

Como continuación a la orden ministerial de 6 de agosto actual, resuelve este Ministerio a propuesta de la Sección Económico Administrativa de la Flota se considere ampliada en el Cabo Radiotelegrafista José Anca Hermida (1), en las mismas condiciones que el personal comprendido en la citada Orden ministerial.  


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(1) José Anca Hermida nace en Ferrol (A Coruña) en 1906. Radiotelegrafista de la Armada republicana. Al final de la Guerra de España marcha a Francia, donde es internado en el Campo de Concentración de Saint-Cyprien, en la comarca del Rosellón, allí permanece cerca de tres meses. Desde Francia, marcha a México el 25 de mayo de 1939 a bordo del "Sinaia", llegando a Veracruz el 13 de junio. En México se establece como agente de ventas y jefe de personal de varias empresas. No regresará a España, pasa más de 29 años en México, desde 1939 hasta su fallecimiento en 1968. (e-xiliad@s)



Vapor francés "Sinaia" partiendo de Séte (FR) rumbo a México el 25/05/1939.

Imagen: Fundación Pablo Iglesias

 






martes, 7 de febrero de 2023

EL "CABO QUINTRES"

 



Este buque fue construido en 1916 en los Astilleros Euskalduna (Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques), fundada en el año 1900 por Eduardo Aznar, Marqués de Bérriz y su primo Ramón de la Sota. Bautizado como "Mouro", su primer propietario fue la Compañía Vasco Cantábrica de Navegación, fundada en 1899 y finalmente desaparecida en 1981. La naviera Ybarra y Cia. lo compró en 1929 y lo rebautizó "Cabo Quintres".



Tenía 97,2 metros de eslora, 13,5 de manga y 7.5 de puntal. La propulsión la proporcionaba una maquina alternativa de triple expansión que conseguía una potencia máxima de 1.500 CV. Tenía un Peso Muerto de 4.193 Ton. y 2.905 toneladas de registro bruto. Además de la carga podía acoger a seis pasajeros.

Al comienzo de la Guerra de España quedó afecto a la flota mercante de Euzkadi, prestando servicio a la República con el nombre de "Baurdo".  Llevó a cabo varios viajes desde Bilbao a Inglaterra. A la vuelta de uno de sus viajes, siendo su capitán Higinio Basterra, fue avistado por el crucero faccioso "Almirante Cervera", al que logró engañar fingiendo ser un buque de bandera francesa, burlando así el bloqueo y logrando entrar en el puerto de Bilbao con todo su cargamento, puerto del que salió nuevamente en mayo de 1937, rumbo a Inglaterra con un cargamento de mineral. Estuvo operando en puertos rusos, polacos y países bálticos, hacia puertos franceses del Atlántico. 

El 15 de noviembre de 1938, navegando con destino Barcelona fue interceptado por el crucero auxiliar faccioso "Ciudad de Valencia", huyendo del crucero logró refugiarse en el puerto noruego de Bergen en donde permaneció hasta el final de la guerra.

Acabada la guerra y estando de nuevo en poder de la Cia. Ybarra, en mayo de 1953, cuando estaba realizando servicio de cabotaje entre Barcelona, Santander, Pasajes, Bilbao, navegando cerca de Cabo Billano (Plentzia) embarrancó a causa de la niebla, produciéndose una brecha en el casco de aproximadamente tres metros y medio en la zona de proa. Nada pudieron hacer los remolcadores llegados desde Bilbao, se hundió sin que hubiera que lamentar víctimas entre los 38 miembros de la tripulación y allí quedó para siempre. 







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Fuentes consultadas:

  • buques.org
  • La marina mercante y el tráfico marítimo en la guerra civil. R. González Echegaray

domingo, 29 de enero de 2023

EL MERCANTE "ARRILUZE" ATACADO POR EL CRUCERO "ALMIRANTE CERVERA"

 

En los primeros momentos de la sublevación militar el crucero "Almirante Cervera" se encuentra en Ferrol, en dique seco, siendo uno de los primeros buques facciosos alistado y operativo en esa zona. Al mando del capitán de fragata sublevado Salvador Moreno pasó a las costas asturianas, más concretamente a las costas de Gijón, en apoyo de los sublevados del Cuartel de Simancas, sede entonces del Regimiento de Infantería de Montaña “Simancas” n.º 40. Su primer ataque a un barco de bandera republicana lo lanza contra el mercante “Arriluze” de 3.200 toneladas, matricula de Bilbao, de la Cia. Marítima Catalana S.A  requisado en julio de 1936 por el Gobierno de la República. 



Vapor "Arriluze" en Triestre (1935)
Imagen: El capitán del Arriluze (Fb)

El 20 de agosto de 1936, a la altura de Cabo Negro (Asturias), el mercante, totalmente desarmado, fue cañoneado durante horas por el “Almirante Cervera” y el bou “Tritonia”, dejándolo partido en dos, quedando encallado sobre estribor.  

Según nos informa Sebastian Cabot (webmar):  

Parte de la tripulación consigue llegar a tierra, el 2º Maquinista fallece a consecuencia de las heridas. El capitán Policarpo Barañano Castaño, natural de Sestao, el jefe de máquinas Antelo Múgica Mendieta, el Radio y el Inspector que estaba a bordo son detenidos. Sabemos que el jefe de máquinas y el capitán fueron llevados a Ferrol, ingresados en el penal de La Escollera y fusilados sin más el 29 de agosto. Del Inspector y el Radio no tenemos aún noticias. Eran civiles trabajando para ganar el sustento de sus familias. 

El pecio del mercante fue desguazado una vez acabada la guerra.

Transcribo a continuación el testimonio que sobre lo sucedido nos dejó el Primer Oficial del “Arriluze”, Santiago de Arriandiaga, en una entrevista concedida en Elantxobe (Asturias) a Diario Euzkadi, publicada el tres de septiembre de 1936.


The wrecksite

El día 12 de agosto salió de Valencia para Musel o Santander -donde pudiera- el vapor de la Compañía Catalana Marítima “Arriluze”, de tres mil doscientas toneladas. Llevaba treinta y cuatro hombres de tripulación y el siguiente cargamento: Dieciséis cureñas (carros de cañón), tres cajas de espoletas y cincuenta cajas de cápsulas de fusil máuser. 

Antes de salir del puerto, el capitán señor Barañano, en su nombre y en el de la oficialidad, solicitó de las autoridades el enrolamiento de algunos milicianos que defendieran el cargamento. Pero la situación en aquellos momentos de la capital valenciana no permitió la distracción de combatientes ni para aquel importantes cometido. Lo que hizo el Frente Popular valenciano fue dotar al “Arriluze” de un fusil, un rifle y otra arma. ¡Pobre defensa para un vapor que había de internarse en zona peligrosa en su servicio a la República!  Así partió el “Arriluze” camino de Musel con una tripulación animosa. Y así fue ganando millas y millas, con alguna dificultad por parte de las maquinas, que no producían la necesaria fuerza debido a la mala calidad del carbón. 

A la altura de San Vicente, en Portugal, el “Arriluze” encontró vientos Norte, muy duros. El buque andaba poco, muy poco. Y la situación quedo comprometida a la altura de Berlingas, cala portuguesa, porque el carbón era tan malo que su combustión no producía la suficiente presión en las maquinas. El capitán señor Barañano, decidió convocar a la oficialidad y a la tripulación. -¿Qué se hacía?- Se acordó por unanimidad continuar en aquella forma hasta hacer día. Afortunadamente, no hubo necesidad de esperar, ya que la capa mala de carbón parecía haber desaparecido. El “Arriluze”, ahora con las maquinas en presión, continuaba viaje… Después de aquella capa de carbón de excelente calidad que hizo concebir tan halagüeñas esperanzas, nuevamente comenzó a fallar el combustible. A la altura de Leixaes, en Portugal, el buque detuvo su marcha. El capitán volvió a plantear a la oficialidad y tripulación el interrogante: -¿Qué se hacía?- El primer maquinista, contestando a la pregunta que se le formulaba, contestó que el “Arriluze” tenía suficiente carbón para llegar a puerto. El segundo y tercer maquinista contestaron que no. Pero la oficialidad y tripulación adoptaron el acuerdo de que contra viento y marea era preciso continuar la ruta, y que en todo caso era preferible hundir el barco con su precioso cargamento antes de entregarse. Lo hicieron sin alardes, de esa manera callada a que el mar inmenso ha obligado al marino a pensar y a hacer.

El “Arriluze” navegaba a treinta millas de Cabo Peñas. De pronto, como surgido del fondo marino, un buque de guerra: el “España”. Eran las nueve y media de la mañana. El pirata lanzó a poca distancia dos cañonazos de aviso. El “Arriluze” se vio obligado a parar la máquina y a esperar al “España” a que ganara una de las bordas de nuestro buque. Comenzaron a hablar: pero la descarga del vapor de las maquinas del “Arriluze” impedía entenderles. El “España” comenzó a dar vueltas alrededor de su presa. Por medio del telégrafo de banderas pregunto: -¿A dónde van?- Se le contestó concisamente: A Santander. -¿Qué cargamento?- volvió a interrogar, lastre de agua fue la contestación. Ni saludó siquiera. Cambio de rumbo y se perdió en el horizonte. 

Imagen: todoavante.

El “Arriluze” dio máquina, y la tripulación respiró satisfecha. Había salvado un obstáculo. Pero dura poco la alegría en casa del pobre, suele decirse. A la una y media de la tarde, a la altura de Cabo Peñas, muy cerca de este, el “Arriluze” avistó en el horizonte un buque de gran porte. El capitán dio una orden tajante: ¡Cerrar el timón! Se deseaba ganar a toda costa el puerto de Avilés. El señor Barañano, capitán del “Arriluze”, ordenó al mismo tiempo que fueran todos a la máquina y apurasen los fuegos. El buque del horizonte, en el entretanto, dejaba percibirse más claramente. Primero, una torreta; luego, otra. Todavía detrás de aquel buque que comenzaba a perfilarse apareció un “bou”. El “Arriluze”, valientemente, forzando las maquinas, iba llegando a puerto. Solo faltaban tres millas de Avilés, cuando el cañón de buque misterioso dejo oír el rugido de su voz. ¡Maquina adelante! Era la respuesta adecuada. 

El “Arriluze”, sin medios de lucha, se echaba heroicamente a las rocas. Todo antes que entregarse al enemigo. Pero la maniobra fue observada a tiempo por el buque faccioso. Y fueron, uno tras otro, ocho cañonazos que caían cerca, cada vez más cerca. La gente de máquinas subió a cubierta. El “Arriluze” había parado maquinas muy cerca de las peñas que dan tal nombre al citado cabo. Del “Almirante Cervera”, pues tal era el buque misterioso, desplazaron un bote al “Arriluze”. Lo tripulaban veinticinco hombres al mando de un oficial. Veinte subieron a bordo con los fusiles amartillados. -¡Toda la tripulación a nuestro barco! -bramó el oficial-. ¿Quién es el capitán? Barañano se adelantó: -Yo soy- . A continuación se desarrolló un dialogo dramático: -¿Cuántos hombres tiene usted a sus órdenes? - Treinta y cuatro y un pasajero. -Entregue usted toda la documentación- exigió el oficial. -No tengo más que el rol- respondió dignamente el capitán del “Arriluze”. -¿Quién es el primer maquinista? Antero de Luxua, de Portugalete, dio un paso al frente. -¿Quién es el pasajero?- volvieron a interrogar. El inspector de los “Garcías”, de Santander, avanzó . En el entretanto, el capitán iba y volvía con el rol. A la vista de éste, el oficial preguntó: -¿Qué cargamento llevan?-  Barañano repuso: -En el rol consta- . En la caseta del telegrafista, un marinero del “Cervera” se comunicaba con banderas con el buque faccioso. Bajó el marinero, hablo quedamente con el oficial y acto seguido se ordenó que toda la tripulación fuera a popa... Temieron un fusilamiento. Dos fogoneros y un palero hubieron de bajar a las maquinas, siguiendo instrucciones de los asaltantes. Se cambiaron las siguientes órdenes: Si el “Almirante Cervera” pitaba dos veces, quería decir; “Seguidme”. Si no se le podía obedecer, el “Arriluze” había de contestar con un toque de sirena. Si le seguía, el “Arriluze” había de tocar tres pitadas. Y si el “Almirante” hacía sonar por cuatro veces su sirena, ya podía la tripulación ganar los botes y alejarse rápidamente, puesto que el “Arriluze” iba a ser cañoneado. 

Mientras, el buque salido de Valencia, empujado por el mar, se iba peligrosamente a las peñas. El oficial faccioso ordenó a los suyos embarcar en el bote. Ya con un pie en la escalerilla advirtió que la desobediencia de las órdenes dictadas supondría la muerte del capitán, señor Barañano, maquinista Luxua y el pasajero que se llevaba con él al buque pirata. La tripulación, angustiada por la suerte de su capitán, quedó pendiente de los toques de sirena. Pendiente, pero dispuesta al mayor de los sacrificios, puesto que apenas se había separado unos metros el bote asaltante del buque leal, cuando los fogoneros subían a bordo sin mantener el fuego en las maquinas. Al “Cervera” no se le seguiría aunque ello supusiera la muerte. 

Pero la traición más negra anidaba en el buque de guerra sublevado. No había llegado el bote que se llevaba al pasajero, maquinista y capitán del “Arriluze” al “Almirante Cervera”, y ya éste dispara sobre el buque indefenso un cañonazo. La tripulación hubo de tumbarse sobre cubierta y arrojarse al agua. Santiago Arriandiaga, primer oficial del “Arriluze”, con nombramiento de capitán inglés y español, se dirigió a echar los botes, consiguiendo lanzar el pequeño de servicio. ¡Pero el bote era incapaz para todos! Arriandiaga lanzó al agua varios botes salvavidas en medio de un furioso cañoneo. -¡Todo el mundo al agua!- grito el primer oficial en medio de aquel diluvio de metralla. Y el mar fue con todos. Iba delante el bote de servicio completamente lleno. Detrás, casi sumergido, uno de los botes salvavidas…. Se oyó pedir ¡socorro! débilmente. La solidaridad de los hombres de mar es tan inmensa como el océano mismo. 

A pesar de la necesidad de ganar tiempo, Santiago Arriandiaga paró su bote y dedicose a recoger náufragos. De tierra, en las rocas, los vecinos de San Martín de Podes ayudaban lo que podían. El bote salvavidas recogió a dos tripulantes sin conocimiento. El “Arriluze”, destrozado por la metralla y empujado por el mar, encallaba en las peñas. Ya el “Almirante Cervera” no tenía nada que hacer. Pero con una crueldad criminal dedicose a alcanzar con sus cañonazos a los botes que a fuerza de remos intentaban ganar la costa. Tres valientes de San Martín botaron una embarcación pequeña y salieron al paso de los náufragos con el propósito de darles remolque. El gesto tenía un indudable valor en aquellos momentos difíciles.

De pronto, cuando los marinos se encomendaban a la Virgen del Carmen, su Patrona, el “Cervera” calló y emprendió la huida. En el cielo sin nubes dos trimotores avanzaban rápidamente. Pero aún no había desaparecido el peligro, puesto que el “bou” faccioso continuaba cañoneando, sustituyendo al tristemente célebre buque pirata. La embarcación de San Martín alcanzó el bote salvavidas y le dio remolque. Ya en tierra, se hizo un recuento. Faltaban tres tripulantes: un maquinista, un fogonero y un marmitón. 

Por la noche, todavía el “Almirante Cervera” regresó a cañonear al “Arriluze” encallado. No consiguió destrozar el cargamento, con el que la Republica pudo luchar en tierra contra la soberbia fascista. 

Estos heroicos marinos del “Arriluze”, este primer oficial del buque leal, que se ha prestado a relatar este inédito episodio de la guerra civil, han quedado en una situación desesperada. Todo: dinero, enseres, ropa, se ha quedado allí con el “Arriluze” en la costa asturiana. 

 

       

Acta de defunción del capitán del "Arriluce"
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Benito Sacaluga


  • Libro recomendado: El capitán del Arriluze. Luis de Guevara. Plaza Janés. (2015)


domingo, 22 de enero de 2023

EL CARGUERO SOVIÉTICO "SMIDOVICH" Y SU CAPTURA POR LA ARMADA FRANQUISTA

 

Publicado por Sebastian Cabot en Foro Marinos Mercantes. Historia Marítima. (webmar.com)


En un foro marítimo ruso he encontrado esta historia sobre la captura del buque soviético "Smidovich", la he copiado tal cual, realmente la captura fue un poco mas compleja, adaptando un poco la traducción:

"Castillo de Peñafiel", ex "Pasajes", ex "Smidovich", ex "Noord" (IMO 5065756). Construcción nº114 de los astilleros holandeses Noord en Alblasserdam, botado en 1918 y comprado en 1936 por los soviéticos para la Flota Mercante del Mar Blanco de Arkangel. Tenía 87 metros de eslora por 13.8 de manga y 6.5 de puntal, 4285 TPM y 2485 TRB. cuatro bodegas sin entrepuentes.

Propulsado por una maquina de triple expansión de 1050 HP, alimentada por dos calderas escocesas quemando carbón.

Durante los años de la guerra civil en España, varios barcos soviéticos fueron capturados o hundidos por franquistas. Uno de ellos fue este buque. Salió de Leningrado para Bilbao con un cargamento de alimentos vendido por la Asociación de Exportación de Pan de Toda la Unión Soviética a las organizaciones republicanas españolas. El barco transportaba 1850 toneladas de centeno, 919 toneladas de lentejas y 572 toneladas de trigo en sacos.

El barco fue capturado a 8 millas de la entrada al Puerto de Bilbao el 8 de enero de 1937 por el destructor  "Velasco" y llevado a Pasajes.

La tripulación, al frente de la cual se encontraban el Capitán V. V. Glotov y el Comisario del Pueblo F. Malakhov, pasó más de nueve meses en prisión. A través de la embajada alemana, la tripulación fue liberada. La primera tanda fue liberada en la frontera francesa el 1 de octubre de 1937 junto a tripulantes del "Komsomol", (11 del "Komsomol" y 9 del Smidovich). El segundo grupo fue liberado el 11 de octubre, el tercero en noviembre.

El barco fue incautado y traspasado a Gestora de Buques Mercantes Incautados y bautizado "Pasajes". El lado español declaró que se hundió. Tras el fin de la Guerra Civil fue entregado a la Gerencia de Buques Mercantes Para Servicios Oficiales, y nombrado "Castillo de Peñafiel". En 1942, fue transferido a la Empresa Nacional Elcano (ENE), integrada en el Instituto Nacional de Industria (INI), utilizándose como carbonero en tráfico de cabotaje.

Fue desguazado en 1964 en el Grao de Castellón.




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