lunes, 13 de diciembre de 2021

MARINOS REPUBLICANOS EN LA UNIÓN MILITAR REPUBLICANA ANTIFASCISTA (UMRA)


Ante la actividad de Unión Militar Española (UME), una parte de los militares españoles que se oponen a sus postulados y objetivos fundan en 1934 la Unión Militar Republicana Antifascista (UMRA), una asociación clandestina impulsada por el coronel Eleuterio Díaz-Tendero Merchán, cuyos objetivos no eran otros que defender la República como forma de Estado y contrarrestar en el seno del ejército la influencia de la derecha más reaccionaria y conservadora que representaba la UME.



Eleuterio Díaz-Tendero Merchán

Las elecciones generales de noviembre de 1933 habían dado el triunfo al Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, que forma Gobierno con el apoyo en el Congreso de la derecha católica de la CEDA de Gil Robles y el Partido Agrario. Más tarde, en octubre de 1934 la CEDA entra a formar parte activa en el seno del Gobierno, oscureciendo aún más lo que se dio en llamar "Bienio Negro" (Noviembre 1933- Febrero 1936).

En diciembre de 1933 se crea Unión Militar Española (UME), la impulsan grupos de militares descontentos con la reformas militares de Azaña, y, sin el menor reparo, defensores del fracasado Golpe de Estado del General Sanjurjo (1932). Es más, desde sus filas llegaba a acusarse a cierta parte del Ejército de ser antiespañol. Ya se podía leer en sus proclamas alusiones explicitas en contra de la masonería, el comunismo, la anti-patria, la ruina de la familia cristiana, los nacionalismos regionales, etc. En alusión a la sofocada revolución de octubre de 1934 llegaron a manifestar: 

"¡Ya veis españoles, como no se fusila a ningún culpable auténtico de crimen contra la Patria! Ni a Pérez Farrás, ni a Largo, ni a Prieto, ni a Azaña..."

En octubre de 1935, como parte del  memorando secreto entregado a Mussolini por el líder de Renovación Española, Antonio Goicoechea, en la reunión que mantuvieron en Roma el 11 de octubre de 1935, y en cuya redacción había intervenido la UME, se puede leer:

"La U.M.E. acepta el statu quo presente y toda posible evolución hacia la derecha, pero con la consigna de intervenir violentamente en el momento en que la política oscile hacia la izquierda facilitando la participación en el poder de algunos de los partidos coaligados en la revolución de Octubre"

Para que seguir, solo añadir que la UME participó activamente en el Golpe de Estado de julio de 1936 y que todos su afiliados combatieron gustosos en las filas franquistas durante la Guerra de España.

Desde la UMRA, el teniente coronel de Ingenieros Ernesto Carratalá Cernuda, redactó un Manifiesto: 

"A todos los compañeros antifascistas, sin distinción de ideas políticas", basándose en que "Cada militar, cualquiera que sea el partido al que pertenezca, debe trabajar en el seno de una organización militar, como defensor de la República en peligro, contra el fascismo amenazante".

Como resultado se consiguió la inclusión de la Unión Militar Antifascista, de iniciativa comunista y la Unión Militar Republicana, de iniciativa socialista, dentro de la UMRA.

Tras el triunfo en las urnas del Frente Popular (febrero de 1936), al menos dos miembros de UMRA fueron asesinados a manos de pistoleros ultraderechistas; el primero fue el capitán de Ingenieros Carlos Faraudo, asesinado el 8 de mayo de 1936 en plena calle, a causa de un disparo por la espalda, se dirigía a su domicilio en compañía de su mujer. Su nombre aparecía en una lista, supuestamente confeccionada por la UME, de militares republicanos socialistas que debían ser asesinados. El otro fue el teniente José del Castillo Sáenz de Tejada, también figuraba en la lista citada; el 12 de julio de 1936, mientras caminaba hacia su puesto en el cuartel, cuatro pistoleros de extrema derecha le disparan causando su muerte. En los dos casos se sospechó que los autores de los asesinatos pudieron ser miembros de la UME. Seis días después del asesinato de José del Castillo daba comienzo la Guerra de España.


Carlos Faraudo


José del Castillo


Ni que decir tiene que todos los miembros de la UMRA se mantuvieron en julio de 1936 leales a la República, combatiendo entusiastamente contra los sublevados. Como suele ser habitual, podemos encontrar en archivos y publicaciones los nombres de algunos de los miembros de la UMRA, pero no es así si nos centramos en suboficiales y clases subalternas. Los datos de los que pertenecieron a esta Asociación son muy escasos, es más, uno de sus cofundadores, el coronel Eleuterio Díaz-Tendero Merchán, desde su exilio en Toulouse tras la caída de Cataluña, se aseguró de destruir el fichero de la UMRA. Finalmente Díaz-Tendero, acabó sus días en un horno crematorio del Campo de Exterminio de Dachau (Baviera), fue el 13 de febrero de 1945, unas semanas antes de la liberación del campo por las fuerzas aliadas.

Por supuesto no faltaron miembros de la UMRA en la Armada leal, algunos de ellos citados ya en este Blog por su participación en la guerra. La historiadora Victoria Fernández Díaz, recoge en su Tesis Doctoral, "Aproximación al exilio republicano a través del exilio de los marinos de la Armada tras la guerra de España" (2021), los nombres de algunos de los marinos leales a la República pertenecientes a la UMRA.


(1) Exilio en Francia. Maquis en Francia y España, Grupos Urbanos Madrid. Condena a muerte condonada por cadena perpetua.

(2) Exilio en Francia. Maquis. Mauthausen. Superviviente. Falleció en Francia

(3) Exilio en Francia. Maquis. Fallece en Casablanca en 1948

Han pasado ya casi 88 años desde que un grupo de militares fundasen la Asociación Militar Republicana Antifascista, el resultado de la guerra y la dictadura acabó con los nobles objetivos que pretendían. En las postrimerías del Franquismo (1974) vio la luz otra asociación clandestina de militares, la Unión Militar Democrática (UMD) claramente antifranquista y dispuesta a llevar al seno de las Fuerzas Armadas una serie de reformas dirigidas a la democratización de las mismas. 

En el verano de 1975, meses antes de la muerte del dictador, se calcula que los militares identificados con la UMD podrían ascender a unos 300/400, además de otro tantos colaboradores. Cifras aproximadas ya que, por razones obvias, muchos de los comprometidos mantenían el anonimato por miedo a las represalias, un temor que siguió existiendo aún después de la muerte de Franco. En ese mismo verano se llevó a cabo la detención de varios de los líderes de la UMD, nueve de ellos fueron juzgados (8/3/1976) en los cuarteles de Hoyo de Manzanares (Madrid), fueron condenados a un total de 43 años de cárcel y, en el caso de siete de ellos, a la pena accesoria de expulsión del Ejército. En los días siguientes al juicio siguieron los registros y detenciones en diversas provincias con el objeto de paralizar y amedrentar a los militares comprometidos y a los que hubieran tenido la tentación de comprometerse. Dos años más tarde, en junio de 1977 la UME se auto-disuelve en base a que la recién estrenada democracia haría realidad sus objetivos.  Está claro que no fue así. 

Con la subida al trono de España de Juan Carlos I fueron amnistiados y en 1987 se autorizó su reingreso en las Fuerzas Armadas, tres de ellos en la escala activa y los otros seis en la reserva transitoria, pero el reconocimiento de su aportación a la llegada de la democracia tardó mucho en producirse. Tuvo lugar en 2009, 22 años después, mediante una declaración institucional, publicada en el Boletín Oficial del Estado (293/05/12/2009) y en el Boletín Oficial de la Defensa, en la que se reconocía esta participación y se hacía referencia a la persecución de que fueron objeto jefes, oficiales y suboficiales de la UMD, de forma judicial y extrajudicial.

Es de justicia poner de manifiesto que los sacrificios personales y profesionales asumidos por los militares de la Unión Militar Democrática (UMD), que arriesgaron su carrera y promoción profesional e incluso su libertad personal, son prueba manifiesta de su patriotismo, su alta conciencia democrática y su inquietud por contribuir a mejorar las Fuerzas Armadas, en el marco de la convivencia entre todos los españoles. El compromiso de los miembros de la UMD contribuyó a hacer visible la voluntad de un número significativo de oficiales de las Fuerzas Armadas que propiciaron y apoyaron la transición a un régimen democrático y constitucional.

Hoy en día, a finales de 2021, la democracia aún no ha llegado plenamente a nuestras Fuerzas Armadas, tampoco se ha conseguido desterrar de ellas un franquismo más que latente y alentado por la extrema derecha política. El reconocimiento debido hacia los militares que permanecieron leales a la República durante la Guerra de España ha sido olvidado por todos los Gobiernos habidos en España desde el fin de la dictadura y hasta nuestro días, y ello a pesar de lo establecido en la Ley 52/2007. 

Al igual que vieron la luz la UMRA y la UME, y prácticamente por los mismos motivos, hoy en día la  Asociación por la Memoria Militar Democrática (AMMD), nacida en 2018, toma el relevo, una asociación por ellos mismos definida como:

Un movimiento de militares demócratas, antifranquistas y antifascistas, que surge del Manifiesto contra el franquismo en las Fuerzas Armadas y tiene como objetivo erradicar las ideologías de carácter totalitario y antidemocrático de entre los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil.

Entre sus objetivos destaca la defensa de la dignidad de las víctimas del fascismo, la recuperación de la memoria y el reconocimiento de aquellas personas, especialmente miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, que se opusieron a la sublevación militar contra el gobierno legítimo y legal de la II República.

 



Los objetivos de la AMMD son ambiciosos a la vez que necesarios, en su web se puede acceder a todos ellos. Entre estos objetivos: expulsar a los franquistas de las Fuerzas Armadas, eliminar los símbolos franquistas de todas las instalaciones militares y, como no, dignificar la Memoria de todos aquellos militares que se mantuvieron leales al Gobierno de la II República y la de aquellos que fueron represaliados por la dictadura. 

Desde aquí, les deseo el mayor de los éxitos, todos los demócratas lo necesitamos. Estemos atentos a sus mensajes.


Benito Sacaluga.


jueves, 9 de diciembre de 2021

MOTONAVE "VILLA DE MADRID"

 

Perteneciente a la Cia. Trasmediterránea, Un buque mixto de pasaje-carga,  construido por Frd. Krupp Germania wf. A.G. Kiel (Alemania), comienza a prestar servicio en enero de 1932. Tenía un desplazamiento a plena carga de 9.161 Tons. 127,64 m de eslora total, manga máxima 17,05 m, puntal 8,11 m. calado 6,30m. Disponía de 2 motores Diesel Krupp, de 4 tiempos, simple efecto, 9 cilindros de 600 mm de diámetro y 1.050 mm de carrera, con inyección neumática y uno de los cilindros actuando de compresor, fabricados por Frd. Krupp Germania wf. A.G. Los tanques de gas-oil tenían capacidad para 724 Tons,



El día 30 de enero de 1932 emprendió su viaje inaugural desde Barcelona con destino a Cádiz y Canarias, alternando en la expedición semanal desde Barcelona al archipiélago canario con el buque "Ciudad de Sevilla"

El día 17 de julio de 1936, el buque "Villa de Madrid", al mando del capitán Francisco Mugartegui, zarpó del puerto de Santa Cruz de Tenerife, con destino a Las Palmas de Gran Canaria, Cádiz y Barcelona. Su capitán recibió el siguiente comunicado de la Compañía:

"Absténgase de hacer escala en Cádiz, Ceuta, Melilla y puertos del Protectorado, continuando viaje a Barcelona".

En cumplimiento de esta orden, arribó al puerto de Barcelona a las 14 horas del día 23 de julio, quedando en zona republicana. fue confiscado y puesto a disposición de las autoridades. Sirvió de enlace rápido con Marsella, conduciendo contingentes de voluntarios de las Brigadas Internacionales y material de guerra para la República. En su permanencia en el puerto de Barcelona, fue usado como buque-prisión.

A principios de 1939, Barcelona sufría constantes bombardeos por parte de la aviación facciosa, especialmente la zona del puerto. El “Villa de Madrid” se encontraba atracado por el costado de babor en el muelle de España, y con la proa apuntando al interior de la Dársena del Comercio (Paramento Este), cuando en uno de esos ataques aéreos recibió varios impactos de bombas sobre su cubierta, destrozando las dos bodegas de proa y una de popa. También en su costado exterior recibió metralla que le ocasionó varias vías de agua. Poco a poco, fue escorando a estribor a causa de la entrada de agua hasta clavarse en el fango a diez metros de profundidad. 



Acabada la guerra fue reflotado y reparado, los trabajos corrieron a cargo de la Comisión de la Armada para Salvamento de Buques, en su publicación sobre la actividad desarrollada, nos resume lo llevado a cabo para la recuperación del "Villa de Madrid"

(1) "Mientras el pantoque de estribor estaba clavado en el fango, a 10 metros de profundidad bajo la superficie, el de babor quedaba fuera del agua, ejerciendo enorme presión contra el paramento del muelle. La escora del buque hacía imposible andar por la cubierta. Era necesario descolgarse a lo largo de cabos, por lo que la preparación del salvamento fue muy pesada.

Se empleo por primera vez en este trabajo el montaje de bombas en bateas flotantes, que se introducían por las escotillas. La gran ventaja de esta instalación quedó patente. En un buque de tanto puntal, es necesario enmendar varias veces las bombas para que lleguen a achicar hasta el fondo, y por otra parte, al irse adrizando el casco, y cambiar de inclinación, hay que modificar también la posición de las bombas para que trabajen siempre en buenas condiciones de engrase. Estos cambios de ubicación son extraordinariamente pesados y alargan notablemente el salvamento. Con bateas flotantes, la bomba queda siempre a la misma distancia del agua y no se inclina con el buque.

Se evitó que el buque diera la vuelta, amarrándolo a bloques previamente construidos en el muelle. Los ramales de cable de sujeción, equilibraban sus tensiones, por estar montados sobre poleas.

Con un coste de 190.000,00 pesetas se recuperó esta hermosa motonave, que vale 13 millones".

 


1.- Estado antes del inicio de los trabajos.  2.- El buque adrizando.3.- Cables de retención. 4.- Bombas instaladas en las bateas.


Una vez reparado, inició su primer viaje el 2 de agosto de 1940, con destino Buenos Aires (Argentina). Fue reformado en 1959 y siguió prestando servicio hasta 1979, año en el que fue desguazado.


De nuevo a flote.

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Fuente e imágenes: trasmeships.es: 

(1) Documento facilitado, por José Manuel Rodríguez Crespo.

martes, 7 de diciembre de 2021

SEMANARIO "LA ARMADA"

 


Cabecera del nº 1

Era un semanario de la guerra civil española (1936 -1939). Aparece con el subtítulo “Órgano de los Marinos de la República”, el 27 de febrero de 1937. Su director es el diputado socialista por Santander Bruno Alonso González (1887 -1977), una de las personalidades más destacadas de la izquierda cántabra, quien había sido nombrado por el ministro de Marina, Indalecio Prieto, el 29 de diciembre de 1936, Comisario General de la Flota Republicana, cuya principal base y puerto fue Cartagena, una de las ciudades que sufrirá más bombardeos por parte de la aviación sublevada, italiana y alemana. 

En su saludo -firmado por Alonso como El Comisario Político -, dirá que el periódico no representará “grupos, partidos ni banderías”, sino la “lucha antifascista”, como portavoz de la “unidad y disciplina” de la escuadra de guerra republicana. En la misma primera página de su primera entrega, el almirante jefe de la Flota en ese momento, Miguel Buiza Fernández -Palacios (1898 -1963), se referirá a Alonso como “el Comisario Director” del periódico. 

Sus entregas comenzaron siendo de cuatro páginas, compuestas a cinco columnas, usando dos tintas, y empleando la roja para la cabecera, dibujada por Samper, que en su primera entrega aparece sin el artículo, sólo Armada. También usa la tinta roja para los principales titulares de la primera y última páginas. Su consigna más destacada es: “Por la cultura y la libertad. Por la moral y la disciplina. Por el Gobierno legítimo. Por la República española. Por la lucha a muerte contra el fascismo”. 

Su redacción y administración estuvo al principio en el Hogar del Marino, establecido en el número 19 -21 de la cartagenera calle Mayor, que ese mismo día 27 de febrero de 1937 fue inaugurado. En septiembre de 1937, la redacción pasará a estar ubicada en la sede de la jefatura de la Base Naval, en el número 7 de la Muralla del Mar. Será una publicación ilustrada con fotografías, humor gráfico y algunos dibujos; y en sus primeras entregas indica que estaba estampada en la Imprenta Casa Garnero. También usará distinto papel de prensa para su impresión en algunos de sus números. Su “línea argumental e ideológica” fue la difusión de “las consignas del Comisariado Político, de unidad por encima de la lucha de partidos, así como de elevación de la moral de la Flota”, tal como señala Mínguez de las Heras en su trabajo sobre “La prensa cartagenera en la guerra civil (2000)”. Para Julián Sanz Hoya (2005), la actuación de Alonso estuvo “encaminada a elevar la moral de los marinos a través de una activa propaganda”, cuya principal consigna fue “conseguir la unidad de acción por encima de partidos y tendencias”. Agrega que, en esa actividad, chocó especialmente con cenetistas y comunistas. Gómez Vizcaíno (1996) ha analizado el restablecimiento y normalización de la disciplina -"como pilar básico de la organización militar" - en la labor de Alonso y del semanario, así como algunas de las fisuras que se suscitaron. 

En la primavera de 1938 modifica el subtítulo, sumando que es “Órgano del Comisariado de la Flota (que debe considerarse como editor) a “portavoz de los Marinos de la República”; y el 23 de julio de ese año (número 74), inicia una segunda época, dejando de usar la tinta roja. Desde el número 77, de 13 de agosto de 1938, aumenta a ocho páginas, siendo compuestas a cuatro columnas; y desde el 87, de 22 de octubre de ese año, a diez. Incluirá como “suplemento”, impreso por Garnero, el discurso del presidente de la República, Manuel Azaña, el 18 de julio de 1938, en Barcelona. Además de editoriales, artículos y alocuciones, tendrá algunas secciones, como una dedicada al propio Hogar del Marino; otra bajo el epígrafe Silueta, firmada por Arevir; y, a veces, otra de Deportes, firmada por Liniesmen. 


Bruno Alonso, Comisario General de la Flota


También publica artículos de política internacional, especialmente europea, y, en su segunda época, reportajes sobre los buques de la Armada republicana, para los que usa el epígrafe “Visitas a nuestros barcos”. También crea la sección Vida de la Flota. Tendrá una Sección técnica, y serán asesores técnicos del periódico los jefes de la flota y de la base. Así mismo, escriben en sus páginas los comisarios políticos de los navíos, unidades y otros destacamentos militares. Así, Alejandro Rodríguez Seguí, comisario político del crucero Miguel de Cervantes, es el autor de un Cuaderno de bitácora. 

Reproduce textos publicados en “periódicos murales” de los buques. Publica un folletón bajo el título La expedición de los Dardanelos, firmado por M.M. Bajo sus textos aparecerán, entre otras, las firmas de Pedro Garfias (comisario delegado de guerra del Batallón Villafranca), Crescenciano Bilbao (comisario político de la BNP), Ramón García Herrera, José Herrera Peter, Rafael Díez Paz, Salvador Targa Sans, José Mondragón Rubio, S. Martínez Dasi, J. Gregori Martínez, N. Furió y Cabanes, J. Vidal Requena, Manuel de la Loma, Eduardo Zamacois, Luis Araquistáin, Salvador Martínez, Antonio Rivera, Antonio Romero, Antonio Manresa, Félix Guerrero, José Fucal, Salvador Ros, Eugenio Sierra, Juan Oyarzabal, Francisco Mosqueira, Gildo Santos, M. Palma, T. Vázquez o Granda. A veces sólo aparecen iniciales (M.M.C., A.R., R.C. o J.K.), y en otras, seudónimos (Spartaco, Juan Sintierra, Boni, Jota o X.X.). Antonio Segado Arenas publica un poema dedicado a Federico García Lorca. También aparecerá la firma de Luis G. de Ubieta, cuando es jefe de la Flota. Algún dibujo es firmado por Iván El número 92, correspondiente al 26 de noviembre de 1938, es el último en la colección (incompleta) de la Biblioteca Nacional de España. Existen otras colecciones, también incompletas, tanto en el Servicio Histórico Militar como en la Hemeroteca Municipal de Madrid. En esta se encuentra el número 105, del 25 de febrero de 1939. 

Se conoce también el recorte de una última alocución de Alonso, de cuatro de marzo, en el Archivo General de la Guerra Civil. Probablemente, no siguió publicándose más, pues Bruno Alonso, que también había sido, desde julio de 1937 a febrero de 1938, comisario de la Base Naval, zarpó al exilio con la Flota Republicana cuando esta abandonó Cartagena, el cinco de marzo de 1939, rumbo al norte de África, al tiempo que se producía el “golpe” del coronel Casado, siendo la base operativa de la escuadra de guerra republicana uno de los “últimos objetivos militares” a los que se refirió el general Francisco Franco en su último parte de guerra, el 1 de abril de 1939. 

El denominado Comisariado de la Base Naval también editó en Cartagena, cuando Bruno Alonso fue titular del mismo, el semanario Metralla, desde el 25 de octubre de 1937 al 31 de enero de 1938. 

Referencias bibliográficas, además de las citadas, son las obras memoriales que el propio Bruno Alonso publicó en México, reeditadas en España, con estudios preliminares; los trabajos de Pedro María Egea Bruno, Juan Martínez Leal, Manuel Martínez Pastor y Luis Romero, sobre la guerra civil en Cartagena; los trabajos sobre el exilio cántabro (Soldevilla Oria: 1998) y de los marinos republicanos (Fernández Díaz: 2009 y Bouzekri: 2012), y sobre la propia Flota republicana (Cervera Pery: 1978, Alpert: 2008 y Frank: 2009), entre otras. Desde 2002, existe en Santander la Fundación Bruno Alonso.


Fuente: Biblioteca Digital Hispánica