domingo, 2 de enero de 2011

EL HUNDIMIENTO DEL "CASTILLO DE OLITE"



El "Castillo de Olite" era un buque mercante construido en 1921 por unos astilleros holandeses. Se dedicó en sus primeros años a cubrir rutas entre islas del Océano Índico. A lo largo de su vida pasó por no pocas manos y otras tantas cambió de nombre. Antes de caer en manos facciosas su nombre era "Postishev" (URSS), ex "Zwaterwater" (NL), ex "Nederlansche" (NL), ex "Akedemik Paulo" (¿?), ex "Zaandijk".



Tenía una eslora de 110 metros, manga de 16 metros y un puntal de 6 metros, el registro bruto era de aproximadamente 3.545 toneladas y alcanzaba una velocidad de 10 nudos.

El 31 de mayo de 1938, el "Postishev" soviético fue capturado por el buque de pasaje "Vicente Puchol", transformado en crucero auxiliar, en aguas del Estrecho de Gibraltar, transportaba carbón para la República. El uno de noviembre de 1938 fue rebautizado "Castillo de Olite" y encuadrado en la flota sublevada.

En la primavera de 1939 el derrotismo cunde entre las filas republicanas y el coronel Casado da forma a sus planes golpistas. Negrin se queda prácticamente solo, aferrado a su plan de resistir: Alargar al máximo la guerra para unirla a la ya inminente guerra en Europa contra los aliados de Franco, una última estrategia que puede salvar a la República. En contra de Negrín, Casado materializa su golpe de estado y Cartagena se subleva a las 11 de la noche del sábado 4 de marzo, Base Naval, Arsenal... sus baterías de costa quedan en manos de los sublevados, la Flota tiene que partir hacía África sin plan ni rumbo cierto, si no lo hace podía ser totalmente destruida desde las baterías costeras.

Con Cartagena en esta situación, el ejército franquista comprendió inmediatamente que la toma de Cartagena, con la toma de Cataluña prácticamente efectuada, significaría el fin de la contienda,  Así, Cartagena, una vez más, adquiría  protagonismo relevante.

Para su toma, el ejército sublevado dispuso el envío de un fuerte contingente de tropas, se habla de más de 20.000 efectivos entre soldados y oficiales, las cuales, transportadas por mar hasta Cartagena, se unirían a las allí sublevadas y harían suya la plaza. Para llegar hasta el puerto de Cartagena, se organizaron dos convoyes franquistas, con puntos de partida desde Castellón y Málaga. El plan franquista se vino abajo sin que ellos lo supieran hasta el último momento, convirtiéndose en un desastre para las fuerzas expedicionarias.

Con el convoy rumbo a Cartagena, la 206ª Brigada Mixta, al mando de Artemio Precioso (1) recupera Cartagena y todas sus instalaciones militares. Los facciosos avisan al convoy, pero el "Castillo de Olite" viaja en punta y sin radio operativa. Desconociendo la situación, el 7 de marzo, el "Castillo de Olite"se adentra en las aguas exteriores del puerto, cuando está cerca de la Isla de Escombreras la Batería de La Parajola dispara el único de sus cuatro cañones de 152,4/50 que le quedaba en servicio y hunde al buque, se calculan en más de 1.500 los muertos y en cerca de 600 el número de heridos y prisioneros. Todos ellos al mando del  teniente coronel José Hernández Arteaga. Componian estas fuerzas: El Segundo y Tercer Batallón de Infantería nº 29 de Zamora. Un grupo de tres Baterías de 100/17 mm del Regimiento de Artillería nº 48. Un grupo de transmisiones. Un Tribunal Jurídico Militar, cuyo jefe era el coronel auditor Antonio Martín de la Escalera. Plana Mayor del 11.º Regimiento de la 83.ª División. Una sección de transmisiones. Miembros de la Falange Naval. Sin dificultad alguna podemos intuir cuál sería el cometido del Tribunal Militar que viajaba en el buque; el hundimiento retraso algunos días la represión franquista en Cartagena.


El disparo que hundió al Castillo de Olite

A pesar de que las tropas republicanas eran conscientes de su más que posible derrota final, el hundimiento del "Castillo de Olite" y la conservación de Cartagena, su base y su Arsenal hicieron resurgir leves esperanzas de que la contienda pudiera prolongarse, al menos hasta el inicio de la ya inminente II Guerra Mundial, albergando la esperanza de la internacionalización del conflicto español.  Sobre este asunto es imprescindible acudir a lo manifestado por Artemio Precioso en 1979, en respuesta a la pregunta: ¿Crees que la zona republicana tenía aún posibilidades militares a principios de marzo de 1939?, efectuada durante una entrevista llevada a cabo por Pedro Costa Morata (2):

AP.- Perdida la batalla de Cataluña, la República no tenía en marzo de 1939, salvo un giro favorable de la situación internacional, posibilidades de victoria militar. Pero en la zona Centro-Sur el ejército republicano contaba con unos trescientos mil hombres, dotados de aviación, tanques y artillería. 
Había muchas unidades que, como la 206 Brigada, tenían aún gran capacidad combativa. Con estas fuerzas se podía haber organizado una defensa elástica, combinada con algunos contraataques, replegándose ordenadamente sobre los puertos de Valencia, Alicante y Cartagena, lo que hubiera dado tiempo a organizar con la flota y barcos extranjeros una evacuación más amplia y, posiblemente, con respaldo internacional. 
La sublevación de Casado no ahorró víctimas, las aumentó, y dio a la guerra el peor final que puede tener una lucha armada: la traición. Algunos componentes del Consejo casadista debieron darse cuenta de su trágico error al comprobar el trato humillante que dio el general Franco a los emisarios que fueron en avión a Burgos. No podía negociarse una paz colocándose previamente en el fondo del pozo. Derrocar al gobierno Negrín, escindir al ejército y sembrar la confusión, suponía privar a la República de sus posibilidades de defensa.
En fín, nunca llegaremos a saber lo que hubiera sucedido sin el golpe de Casado y sus compinches, con la Flota en su Base, con un militar como Artemio Preciso al frente de las fuerzas de tierra y sin traidores en las filas republicanas.

Benito Sacaluga.


Artemio Precioso en 1979
(Imagen: Ramón Rodriguez)
(1) Artemio Precioso Ugarte, hijo del escritor del mismo nombre. Nace en Hellin (Albacete) en 1917. Los estudios de enseñanza media los realiza en Madrid, París, San Sebastián, Hellín y Toledo. Cuando comienza la guerra civil trabajaba en Madrid como empleado y estudiaba el tercer  curso de la carrera de Derecho. Desde 1936 militó en la Juventud Socialista Unificada y en el Partido Comunista. El primer día de la guerra se incorpora voluntario a las milicias ferroviarias, después al Batallón Aida Lafuente, de la Columna Mangada (frentes de Navalperal de Pinares y de Talavera), que a finales de 1936 se integra en la 34 Brigada Mixta (frente de El Escorial). Siendo capitán pasa como jefe de operaciones, y después como jefe de Estado Mayor, a la 3ª División que mandaba Manuel Tagueña (frente de El Escorial). A mediados de 1937 es trasladado a la 30 Brigada Mixta, como jefe del Batallón 119 (frente de Guadarrama), y a comienzos de 1938, con el grado de mayor, es nombrado jefe de la 206 Brigada Mixta, de nueva creación. Al mando de esta unidad participa en los frentes de Levante y Extremadura, y en marzo de 1939 en los combates que sofocaron la sublevación de Cartagena. Acabada la guerra macha al exilio.

Desde un campo de concentración de la Argelia francesa emigra a la URSS en mayo de 1939. Cursa estudios en la Academia Militar Frunze de Moscú, formando parte del grupo de militares españoles que durante los años de la segunda guerra mundial fueron profesores de dicha academia. En 1946 se traslada a Yugoslavia, donde con otros militares comunistas españoles actúa como consejero del ejército de este país, alcanzando el grado de coronel. A finales de 1948 pasa a residir a Checoslovaquia. Aquí termina los estudios universitarios iniciados en España, se doctora en Ciencias Económicas, y desde 1956 a 1960 es catedrático de Planificación Macroeconómica en la Escuela Superior de Economía de Praga.

Regresa legalmente a España, y en 1961 es detenido en dos ocasiones por la policía acusado de actividades comunistas. Trabajó en un principio en una empresa de importación-exportación y después como agente comercial. Ha fundado y dirigido varias empresas de comercio exterior. Colabora en la revista "Zona Abierta". Miembro destacado de "Ecologistas en Acción". Falleció en Madrid el 15 de agosto de 2007.

(2) "El Final de la República. Sublevación en Cartagena". Autor: Pedro Costa Morata. Publicado en: Tiempo de Historia nº 52, marzo 1979. Original cedido por José Manuel Rodriguez Crespo. 

Entrevista completa en este enlace:  La última traición a la república.


Documental sobre el hundimiento del "Castillo de Olite" en el siguiente enlace:





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