sábado, 7 de enero de 2012

EL TITANIC. LA INVESTIGACIÓN BRITÁNICA

Comandante y Oficiales del Titanic
En contraposición a la investigación llevada a cabo por el Senado de los EE.UU sobre los motivos del hundimiento del Titanic y el rescate de los pasajeros,comentada en la anterior entrada, Gran Bretaña encarga al British Board of Trade la creación de una comisión de expertos para la investigación a fondo de todo lo sucedido.
Con sede en el London Scottish Drill Hall se reune un grupo de arquitectos, ingenieros navales y marinos expertos, presidida por sir John Charles Bigham, lord Mersey, reconocido y galardonado forense en varios campos, en el fondo una comisión técnica y profesional en lugar de la de marcado carácter político que caracterizó a la estadounidense.


Los trabajos se iniciaron el tres de mayo y se prolongaron durante treinta y seis días, se escucharon a más de cien testigos presenciales.
Se escuchó a los vigías que avisaron del iceberg, luego al timonel que siguió las ordenes inmediatamente compartidas por el primer oficial Murdoch, después siguieron los testimonios derivados de la organización de las operaciones de embarco en los botes salvavidas. A final de la investigación se habían realizado más de 25.000 preguntas.


Uno de los aspectos que más golpeó al público fue la circunstancia de que las embarcaciones salvavidas no estuviesen totalmente cargadas. En este caso no había lugar para hipótesis o interpretaciones, los números hablaban claro : los botes eran insuficientes, pero la situación se vio notablemente agravada por el hecho de que centenares de personas no habían logrado salvarse a pesar de que en esos botes quedaba lugar para mucha más gente, ya que la capacidad efectiva total de las embarcaciones era de 1.178 personas.Mientras que de las mujeres y niños de primera clase se salvaron un 93%,y las que perecieron ,en su mayor parte,fue porque quisieron quedarse con sus seres queridos, en el caso de mujeres y niños de tercera clase el porcentaje descendía al 53%. Sumando todas las mujeres y niños desaparecidos en el hundimiento se llegaba a un total de 157 personas que  habrían podido ocupar fácilmente un lugar en los botes,donde quedaban disponibles 473 plazas, que permanecieron inutilizadas sin ninguna explicación posible.
Una de estas embarcaciones suscitó encendidas polémicas,sobe todo entre los familiares de las victimas de la clase más económica.Se trataba del bote 1, que llevaba a bordo solo cinco pasajeros.
En el interrogatorio efectuado al capitán del Californian, Stanley Lord,se hizo hincapié en la confirmación de que desde su buque se habían visto las ocho bengalas disparadas desde el puente del Titanic. La exposición del capitán Lord fue en extremo reticente y no logró siquiera disipar las dudas que se habían generado con su comportamiento, y en particular sobre la falta total de iniciativa para prestar auxilio inmediato a la nave en peligro, que se encontraba a pocas millas de distancia. El Californian estaba mucho más cerca del Titanic que el Carpathia, pero éste último si había acudido para salvar al menos a 700 náufragos esparcidos en una veintena de embarcaciones. Se le preguntó a Lord de forma precisa al objeto de establecer que aquellas bengalas eran las señales reglamentarias de peligro, y como tal eran interpretadas según la secular tradición marinera. Después del comandante fueron escuchados los oficiales y el personal de a bordo del Californian. La actitud distante demostrada por Stanley Lord durante la investigación contribuyo a acrecentar los sentimientos de hostilidad hacia su persona por parte de los familiares de las victimas, como ya había sucedido ante la comisión estadounidense.
Ni siquiera el abogado C.Robertson Dunlop, que representaba a los intereses de los armadores y de los oficiales del Californian, logró disminuir la fuerte hostilidad generada entre los asistentes ante la culpable pusilanimidad del capitán Lord.
La confirmación de que algo no había funcionado bien en el Californian fue dada por la lectura del libro de bitácora, donde no estaba asentada ninguna visualización de señales en la columna correspondiente;además, el registro donde se anotaban los apuntes de navegación,transcritos al final de cada turno sobre el cuaderno de bitácora había desaparecido ; allí debían encontrarse las anotaciones de la noche entre el 14 y 15 de abril,que nadie pudo comprobar.

En la tarde del 20 de mayo presta declaración el segundo oficial del Titanic,Charles Herbert Lightoller,milagrosamente salvado del hundimiento.La expectación  era altísima porque después de la desaparición del capitán Smith, del comandante segundo Wilde y del primer oficial Murdoch, le tocaba a él soportar el pesado ataque de los interrogatorios de los abogados de la acusación, que querían demostrar la responsabilidad de la compañía de navegación en el desastre, de manera que sus clientes pudieran obtener indemnización por los daños sufridos.
La White Star estaba representada en el juicio por sir Robert Finlay, a quien asistía un nutrido grupo de abogados listos para aferrarse a cualquier pretexto con tal de salvar a su poderoso cliente.
El experto oficial mantenía la cabeza en alto frente a los representantes del foro británico, respondiendo golpe tras golpe y dejando clara su comprobada experiencia frente a las hábiles argumentaciones de los otros; en algunos momentos pareció que era él quien sometía a los que le interrogaban.
Charles H. Lightoller
Cuando narró los sucesos que precedieron al hundimiento, su zambullida y su milagroso emerger en medio de cientos y  cientos de hombres,mujeres y niños que gritaban con toda su desesperación, la tensión en la sala alcanzó el punto culminante. A las preguntas cruciales (por qué se había producido semejante desastre y si se podía haber evitado), respondió que la velocidad del Titanic estaba dentro de la normativa,afirmación confirmada por diversos capitanes de transatlánticos, y que el avistamiento del iceberg era posible en una noche serena como la del 14 de abril a una distancia más que suficiente para evitarlo. Ante la insistencia de sus interrogadores,Lightoller expuso que la colisión se había producido por una confluencia extraordinaria de muchas circunstancias, que no volverían a darse simultáneamente en los próximos cien años :la noche serena, pero sin luna, la superficie del océano plana como una mesa de billar, la ausencia de resaca de olas en la base del iceberg y el hecho de que la montaña de hielo no fuese visible porque, según sus deducciones, muy probablemente acababa de girarse y mostraba su parte más oscura.
La comisión continuó con su trabajo después de la intervención  crucial de Lightoller sobre la dinámica del accidente hasta el mes de junio, cuando los abogados presentaron sus discursos concluyentes.
La White Star salió indemne gracias a la explicación de las "circunstancias anormales" que proporcionó Lightoller y que fue aprovechada en extremo por los abogados.


El presidente de la comisión disculpó al difunto capitán Smith afirmando que en su actitud no había habido negligencias, ya que el protocolo de los correos transoceánicos fue el respetado también en el Titanic. El juicio de condena se dirigía al futuro;se subrayaba que, desde ese momento en adelante, gracia a la trágica experiencia del Titanic, las viejas reglas serían dejadas de lado y se impondrían medidas más prudentes para la navegación y más seguras para los pasajeros.

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