El "Peral" en Cartagena (1929) |
La corta vida del submarino "Peral" tiene, junto a la efemerides de su botadura otras dos fechas claves. La primera el nueve de septiembre de 1885, que marca su punto de arranque. En tal fecha, el Teniente de Navío Peral, se dirige en carta reservada al Ministro de Marina, comunicándole:
"...en estos últimos días he inventado y tengo hechos todos los cálculos necesarios para la construcción de un barco torpedero submarino que puede llevar en su interior, sin el menor peligro, los hombres necesarios para su manejo sin que asome a la superficie del agua ni el menor rastro de dicho buque durante sus maniobras. Uno o dos de estos barcos bastarían para destruir impunemente en muy poco tiempo una escuadra poderosa; pudiendo decirse que, si se consigue el éxito que es de esperar de las experiencias, la nación que posea estos barcos será realmente inexpugnable a poca costa..."
La otra fecha clave es el once de noviembre de 1890, cuando el Ministerio de Marina de turno firma la Real Orden transcribiendo a Peral el acuerdo del Consejo de la Marina de 31 de octubre, aprobada en Consejo de Ministros, en donde, entre otros extremos se ordena:
"...que el Comandante del Torpedero Submarino haga entrega en el Arsenal de La Carraca, bajo inventario, de los acumuladores, motores, bombas y demás efectos y material del buque..."
Entre las dos fechas citadas, que marcan el inicio y el fin del Submarino "peral", transcurren poco más de cinco años. Un lustro en el cual el genial inventor tropezó con todas las dificultades propias de quien pretende un gran progreso de orden práctico. En su esfuerzo titánico, Peral siempre se manifestó con un acendrado patriotismo, demostrando un entusiasmo, tenacidad y espíritu de sacrificio poco corriente.
El submarino "Peral" fue construido de plancha de acero, su forma era fusiforme y estaba capacitado para navegar a profundidades de hasta 30 metros. Desplazaba 77 toneladas en superficie y 85 en inmersión. Sus dimensiones eran de 22 metros de eslora y 2,87 metros de manga en su cuaderna maestra.
Para describir la forma en que funcionaba el submarino, transcribo la explicación dada por su gran amigo don José Echegaray, nuestro primer compatriota galardonado con un Premio Nobel:
" El "Peral" es esencialmente más ligero que el agua; tiene, pues, determinada fuerza de flotación, y para que se sumerja es preciso que las dinamos hagan girar rápidamente las dos hélices de eje vertical destinadas a ese fin. Sólo que, para facilitar este trabajo, antes de empezar la inmersión hay que aumentar el lastre de agua, de suerte que la fuerza ascensional se reduzca en gran manera y el submarino quede más obediente al aparato de profundidades. En resumen, el buque se sumerge de este modo: los acumuladores suministran la corriente eléctrica a las dinamos; las dinamos, por su rotación, hacen girar las hélices de eje vertical; éstas, atornillándose, por decirlo así, en el agua y penetrando en ella, llevan consigo, a través de la masa líquida, al submarino. Así podría bajar indefinidamente, hasta que la resistencia del buque fuera inferior a la presión del agua. Si en cualquier momento cesa el giro de las hélices, la fuerza de flotación prepondera y el submarino asciende. Pero supongamos que la inmersión continua. Cuando de este modo el buque ha llegado a la profundidad apetecida, se sustituye a la corriente primera por otra menor, capaz tan solo de compensar la fuerza ascensional pero sin vencerla, y el buque queda inmóvil en aquel punto en que la sustitución se verifica, o algo despues; hay, pues, equilibrio."
Recreación el interior del "Peral" |
En marzo de 1889 empezaron en la bahía de Cádiz las pruebas oficiales del submarino, que consistieron en :
- Evoluciones y navegación en superficie.
- Pruebas de velocidad en superficie.
- Inmersión dinámica o en movimiento.
- Prueba de velocidad en inmersión.
- Lanzamiento de torpedos en superficie e inmersión.
- Precisión en la navegación submarina.
La Junta Técnica encargada del informe de las pruebas se mostró draconiana con el inventor, exigiéndole unos resultados muy superiores a los que Peral se había comprometido. El submarino maniobró perfectamente en inmersión y lanzó sus torpedos a plena satisfacción. En la prueba definitiva de inmersión navegó durante una hora a 10 metros de profundidad y a rumbo Oeste, saliendo exactamente a Poniente del punto donde había hecho inmersión, con lo que se puso de manifiesto la perfecta exactitud con que el submarino mantenía su rumbo bajo el agua. Las pruebas militares, que a juicio de la junta Técnica fracasaron, consistieron en que el "Peral" se aproximase, sin ser visto, hasta 400 metros del crucero "Cristobal Colón", en movimiento, y simulase un lanzamiento de torpedos. El submarino fue avistado a 1.000 metros del crucero, donde más de 200 personas que asistían a las pruebas escudriñaban la mar en todas direcciones y esto determinó que la Junta dictaminara que la "utilidad militar del Peral había de ser poca", y aunque la prueba de visibilidad de noche dio un resultado satisfactorio, pues el submarino no fue visto, a pesar de los proyectores que se utilizaron para descubrirlo.
La pugna entre Peral y la Junta tuvo las más fatales consecuencias. Del asunto del submarino se hizo una cuestión pública, intervino la prensa con virulentas campañas, en pro y en contra. Las pasiones políticas de la época terminaron de envenenar el problema, y el teniente de navío Peral no admitió las condiciones del Consejo Superior de la Marina en que se autorizaba a construir un nuevo buque sumergible según su proyecto y dirección, pero entendiendo que dicho proyecto y la ejecución de las obras tenían que ser "examinadas, aprobadas e inspeccionadas por la autoridades y centros a quien reglamentariamente correspondiese".
Mucha gente se pregunta: ¿ cual fue la idea genial de Peral para inventar el submarino? No existió tal idea genial, sino brillantes ideas aplicadas a la difícil técnica de la navegación submarina. Los principales inventos de Peral que aplicó a su submarino fueron:
- El aparato de profundidades, que permitía mantener la profundidad en la que se navegaba de una manera automática.
- Un compás magnético y brújula, que gracias a un ingenioso sistema de compensaciones anulaba la perturbación de los propios hierros y aparatos eléctricos del buque, haciendo que la aguja marcase el Norte magnético.
- La torre óptica de visión indirecta, verdadero periscopio fijo, que mediante unos prismas y lentes proyectaba sobre una mesa la visión del exterior, apreciando, por medio de un cuadrilátero especial, las distancias del blanco. Sobre este mesa se resolvían también los problemas de puntería para el lanzamiento de torpedos.
- Reflectores eléctricos de arco, cuya luz, recogida por lentes y espejos, iluminaba las aguas hasta 150 metros de distancia.
- La corredera eléctrica, que permitía la navegación de estima en inmersión con gran precisión.
- El silbato eléctrico o sirena.
- Un sistema de regeneración de aire, que hacía posible la respiración de doce hombres en inmersiones prolongadas. El anhídrido carbónico era absorbido por un regenerador a base de hidrato de sosa y cal viva. El oxigeno consumido era renovado mediante unas botellas de oxigeno a presión. Cuando en el interior del casco aumentaba el volumen de aire viciado, una válvula de retención permitía su escape al exterior
Sin embargo, dos fueron las innovaciones más importantes del submarino "Peral", su propulsión y su armamento, que lo convirtieron en el prototipo de todos los demás submarinos existentes hasta la segunda guerra mundial.
La propulsión eléctrica dio la respuesta adecuada al problema de la propulsión submarina, empleando para ello, por primera vez, motores eléctricos alimentados por una batería de 480 acumuladores que le proporcionaban un andar de 10 nudos en inmersión.
Lo que verdaderamente le daba valor militar al submarino era su capacidad para lanzar torpedos debajo del agua. El "Peral" fue el primer buque de esta clase que llevó un armamento militar de importancia, consistente en tres torpedos que se lanzaban desde un tubo único situado en la proa y en la dirección del eje del buque, provisto de mecanismo seguro para abrir sus puertas, interior y exterior, análogos a los que hoy se emplean corrientemente.
El submarino "Peral" nunca llegó a estar en la Lista Oficial de Buques de la Armada, pero, sin embargo, es el único buque que a lo largo de la historia se ha conservado.
Cuando la Armada ordenó desarmar el submarino "Peral", su casco quedó arrumbado en el Arsenal de La Carraca. En el año 1928, el contralmirante Mateo García de los Reyes, creador del Arma Submarina, consiguió salvarlo y que no se convirtiera en chatarra. Meses después fue remolcado hasta Cartagena por el "Ciclope", y en 1930 quedó instalado frente al Edificio Principal de la Base de Submarinos como vivo recuerdo y ejemplo permanente para las nuevas generaciones de submarinistas.
Pasados los años, en 1965, el Alcalde de Cartagena solicitó de la Armada la cesión del submarino a la ciudad. El domingo 12 de diciembre del mismo año tuvo lugar la inauguración oficial del nuevo emplazamiento del "Peral", en la explanada de la Plaza de Héroes de Cavite. Para el traslado fue necesario cortar en tres partes el submarino.
El 15 de diciembre de 2012 se efectúo un nuevo traslado del "Peral", esta vez al Museo Naval de Cartagena, y en una sola pieza.
Benito Sacaluga
Texto: Mariano Juan Ferragut. Capitán de Fragata. Jefe de Estado Mayor de la Flotilla de Submarinos en 1988, Centenario del "Peral". ISBN 84-505-7598-2. Ediciones Ministerio de Defensa
Siguiendo su blog poco a poco y con mucho gusto.
ResponderEliminarNo sé si es el lugar indicado y si usted sabrá darme razón, pero me atrevo a hacerle una pregunta relacionada con el B-5, aquel submarino "perdido" frente a las costas de Estepona. Sabemos por con certeza hasta las coordenadas donde se encuentra el pecio del submarino C-3, hundido por los nazis en diciembre del 36, pero mi pregunta es la siguiente: ¿se ha descubierto el pecio del B-5? Y también me atrevo a preguntarle ¿qué cree usted que le pasó a dicho sumergible?
Gracias por anticipado y ¡salud!
En relación con el final del B-5 se consideran dos versiones. Una de ellas apunta a que fue hundido por las cargas de profundidad lanzadas por un hidroavión Dornier, que si bien reportó el hundimiento no tomo nota de sus marcas, no lo identificó. Otra está relacionada con un sabotaje llevado a cabo por su comandante, el CC Barreda Terry, puesto al mando del buque según las disposiciones que Indalecio Prieto ordenó y que significaron que muchos oficiales detenidos por afectos a la sublevación fueran destinados a comandar buques de la Flota. Barreda Terry se había significado con claridad como partidario de la sublevación y de hecho estaba constantemente vigilado por la tripulación. Nunca de fiaron de él.
ResponderEliminarMi opinión es que el hundimiento fue una mezcla de las dos versiones. Entiendo que al ser avistado por el hidro intentó sumergirse y está maniobra fue dificultada por Barreda, trabando el cierre de la escotilla de la torre con el cable del avisador de inmersión, lo que provocó que la maniobra de inmersión tuviese que abortarse, quedando el submarino en óptima posición para que el hidro lo alcanzase con las cargas de profundidad. No obstante también debemos considerar un accidente o fallo en inmersión, este submarino siempre soportó problemas técnicos, de hecho a partir de 15 metros de profundidad perdía la estanqueidad. En 1970 se llevó a cabo un intento para localizar el pecio, pero sin éxito.
Muchas gracias por su información. Entiendo pues que el pecio sigue en el fondo pero no se sabe dónde. ¿Se podría localizar en algún lugar la lista de tripulantes de aquella nave?
ResponderEliminarAprovecho para felicitarle por su trabajo constante.
¡Salud!
En poco día publicaré un pequeño trabajo obre el B-5, en el que entre otras cosas relaciono a toda la tripulación.Gracias por su inetrés
EliminarGracias a usted por tener en cuenta mis preguntas.
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