Crucero ligero "Blas de Lezo" |
El crucero ligero “Blas de Lezo, gemelo del “Méndez Núñez”, no tuvo ocasión de participar en la Guerra de España (1936-1939), en octubre de 1932 se hundió durante unas maniobras frente a Finisterre (Coruña), ocho años después de su entrega a la Armada.
El “Blas de Lezo” se construyó en Ferrol por la SECN (Sociedad Española de Construcción Naval), su botadura tuvo lugar en el año 1923 y fue entregado a la Armada en 1924. Tenía 140,82 metros de eslora, 14,02 de manga, un puntal de 7,72 metros desde la cubierta alta y un calado máximo de 4,73 metros. Su desplazamiento era de 4.725 toneladas. Su armamento principal lo componían 6 cañones Vickers de calibre 152/50, 4 cañones de 47/50 y 12 tubos lanzatorpedos de 533 mm. Montaba 12 calderas Yarrow (6 de carbón y 6 de petróleo) para dar servicio a 4 turbinas de vapor, consiguiendo una potencia total nominal de 43000 CV, que a toda máquina otorgaban al crucero una velocidad de 29 nudos. A una velocidad de 13 nudos tenía una autonomía de 5000 millas náuticas. La tripulación estándar era de 320 marinos.
La historia del “Blas de Lezo” nos dice que en 1925, concretamente el 8 de septiembre, participó en el desembarco de Alhucemas junto a los acorazados “Jaime I” y “Alfonso XIII” (renombrado “España” en 1931), los cruceros “Méndez Núñez”, “Victoria Eugenia” y “Extremadura”, los destructores "Alsedo" y "Velasco" y los cañoneros “Cánovas del Castillo”, “Canalejas”, “Eduardo Dato”, “Lauria”, “Laya”, “Recalde” y “Almirante Bonifaz”, más el portahidroaviones: "Dédalo", 6 torpederos, 11 guardacostas y otros 40 buques entre auxiliares y de transporte, todos ellos en acción conjunta con 8 buques de guerra franceses.
Portahidroaviones "Dédalo" |
Dos años más tarde (1927), se unió a la escuadra internacional fondeada en el río Yang-Tse, frente a Shanghai (China). Regresó a su base en España en noviembre del mismo año, previa escala en Manila (Filipinas).
Su final
(1) Durante unas maniobras navales en octubre de 1932, la Escuadra, al mando del almirante Alvaro Guitián, compuesta por los submarinos B-2 y B-3, los destructores “Churruca”, “Alcalá Galiano”,Sánchez Barcáiztegui” y “Lepanto”, más los cruceros “Libertad”, “Miguel de Cervantes”, “Almirante Cervera”, “Méndez Núñez y “Blas de Lezo” salió de Vigo para el norte, donde los buques comenzaron a desarrollar el supuesto táctico, que consistía en la defensa del puerto de Corcubión, atacado por una escuadrilla. El ataque comenzó el 11 de octubre, casi debajo del cabo Finisterre. A las tres y media de la tarde, con mar llena y alguna niebla, el “Blas de Lezo” tocó con su casco el bajo denominado el Centolo, en el sitio llamado de Los Meixidos. El choque ocasionó serios daños en el crucero, principalmente una vía de agua de varios metros de longitud, desgarrando el casco, lo que provocó un importante escoramiento del buque. Según los marinos del crucero, al chocar el “Lezo” con el bajo Centolo se inundó la sala de máquinas quedando éstas inutilizadas; no obstante el buque llegó a avanzar un largo trecho casi sumergido. Por dicho lugar pasaron también y sin novedad los destructores y el “Méndez Núñez”, este último llegó a rozar con el fondo pero sin que se produjeran daños destacables.
Imagen: elpescador56.blogspot |
Nada más producirse el accidente se dio orden de suspender las maniobras, reuniéndose todos los buques para auxiliar al “Blas de Lezo”, el cual con una enorme vía de agua y sin máquinas se encontraba escorado, siendo impulsado a la deriva por la corriente hasta frente a la entrada de la ria de Muros. El “Sánchez Barcáiztegui” acudió rápidamente en su auxilio sin conseguir nada hasta la llegada del “Churruca” y el remolcador “Argos” de la Sociedad de Salvamentos Marítimos de Coruña, conduciendo lentamente al crucero hasta Corcubión. La tripulación fue trasladada a otros buques de la Escuadra.
A las 8:40 , el “Blas de Lezo” se hundía sin poder llegar a ser varado en la playa a la que le conducía el remolcador “Argos”. El buque chocó con una peña y se le abrió otra gran vía de agua. Se intentó seguir remolcándole, pero después de muchos esfuerzos se procedió a romper amarras y el crucero se hundió cerca de la playa.
Alvaro Guitián Delgado Imagen:Faro de Vigo |
En la sentencia, de fecha 4 de marzo de 1933, (reproducida parcialmente en la web Vida Marítima) se puede leer en su primer Considerando que “...el paso por el “Centolo” no debe considerarse como un acto temerario, sino de navegación normal, puesto que los derroteros lo dan por limpio, las cartas de navegación oficiales lo representan limpio y hondable,…”. En cuanto a las medidas de orden interior, “…fueron rápidas y adecuadas, debiendo hacer resaltar el izado inmediato del gallardete J, que evitó un gran accidente al “Méndez Núñez” y…”, según recogía el segundo Considerando. En el tercer Considerando, relacionado con las medidas exteriores, se justificaba que “…éstas se verificaron con cierto número de operaciones encaminadas y adecuadas al salvamento del “Blas de Lezo”, y que es innecesario entrar en consideraciones sobre si pudieron hacerse otras con mayor eficacia, puesto que para que su omisión constituyera delito era necesario la presunción razonable de que si hubieran realizado tales maniobras se habría salvado, seguramente el buque, siendo así que no existe en la causa el menor indicio de que el “Blas de Lezo” hubiera podido ser salvado con los medios que existían en el lugar del accidente”.
Según la web “Bucea en la Historia”, el pecio del crucero se encuentra de una pieza a cinco millas de la costa de Finisterre, a 76 metros de profundidad.
(1) Hemeroteca ABC
(2) En 1933 el Ministerio de Marina publicó un trabajo de J. Villanueva, titulado “Sobre el hundimiento del crucero Blas de Lezo. Procesamiento, acusación fiscal y defensa del Almirante de la Escuadra Española Excmo Sr. D. Álvaro Guitián Delgado, con la sentencia absolutoria".