En anteriores publicaciones he puesto de manifiesto los "enfrentamientos" profesionales que el Cuerpo de Maquinistas y el Cuerpo General de la Armada mantenían, principalmente a causa de la negativa de los integrantes del Cuerpo General, a que los Maquinistas gozaran de la misma consideración que ellos dentro de la Armada.
A pesar de la vital importancia que su cometido representa para la existencia misma de la marina moderna fue considerado siempre un Cuerpo de segunda clase, inferior. Los intentos llevados a cabo por los políticos para la equiparación de los dos Cuerpos, fueron sistemáticamente boicoteados por los marinos del Cuerpo General . Esta situación propició el nacimiento de una estructura organizativa dentro de los Maquinistas de clara tendencia republicana y, dentro de ella, encuadrada en las corrientes de la izquierda española de la época. Esta circunstancia trajo consigo que durante los primeros compases de la guerra civil, la práctica totalidad de los maquinistas navales se mantuviesen leales al Gobierno, participando activamente en la conservación para la República de la mayor parte de la Flota, al impedir que los mandos de los buques pusieran estos a disposición de las fuerzas sublevadas. Su actuación, decisiva, supuso que prácticamente el grueso de la Flota, tanto por su capacidad de combate, como por el número de las unidades, permaneciese del lado gubernamental.
La resolución de la contienda a favor del ejercito sublevado, supuso un nuevo desastre para las legítimas aspiraciones de los maquinistas navales.
El Gobierno franquista procedió , durante el periodo que va desde 1940, recién acabada la guerra, hasta el año 1944 a desmantelar el antiguo Cuerpo, incluyendo la depuración por motivos políticos de los maquinistas que se mantuvieron al lado de la República, depuración que se llevó a cabo de forma extrema, mediante fusilamientos, prisión y en el mejor de los casos siendo apartados del cuerpo. Por otro lado debemos sumar a esta trituración literal del cuerpo , las bajas causadas en combate y el exilio de muchos maquinistas. La ruptura con el pasado de esta profesión se consumó.
El nuevo cuerpo se formó sobre lo que quedaba del escalafón de la Primera Sección del anterior en lo que atañía a Jefes y Oficiales, y parte de los restos de la Segunda Sección previo "reciclaje" mediante cursos en la Escuela Naval Militar y la Escuela de Suboficiales. A otros componentes de la Segunda Sección se les "ofreció" la posibilidad de integrarse en el recién creado Cuerpo de Suboficiales.
Si tenemos en cuenta que los primeros maquinistas navales españoles hicieron su aparición en 1817, nos haremos una idea de lo que para estos profesionales llegó a significar la lucha por su reconocimiento dentro de la Armada, una batalla que al comienzo de la guerra civil ya cumplía casi 130 años, una batalla borrada de los mapas de la historia,como tantas otras cosas, por la dictadura franquista.
En la actualidad no existe en el seno de la Armada Española ninguna escuela con la denominación de Escuela de Maquinistas, o de Maquinistas Navales que suceda a la primera Escuela de Maquinistas creada en Ferrol a principios del siglo XIX. Los maquinistas se forman, junto con otras ramas, en la Escuela de Especialistas, Departamento de Energía y Propulsión, se consigue el acceso al Cuerpo de Especialistas y dentro de este a Marinería, Escala de Suboficiales y Escala de Oficiales, al menos algo de dignidad y reconocimiento para casi 200 años de lucha. No obstante a mi me gustaría que existiese un centro para la formación exclusiva de estos profesionales y que se denominase Escuela de Maquinistas Navales, pero al parecer esta acepción, la de Maquinista Naval, sigue en el exilio.
Benito Sacaluga
(*) Fuentes consultadas :El Maquinista de la Armada.Jose Antonio Ocampo Aneiros.Coronel del Cuerpo de Máquinas
Benito Sacaluga
(*) Fuentes consultadas :El Maquinista de la Armada.Jose Antonio Ocampo Aneiros.Coronel del Cuerpo de Máquinas
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