domingo, 30 de junio de 2013

LOS PIRATAS ITALIANOS


Desde el inicio de la guerra civil la Italia fascista de Mussolini se posicionó al lado de los militares españoles sublevados, en lo relativo a su marina de guerra, su constante actuación en el Mediterráneo atacando buques españoles, tanto de guerra como mercantes, fue notable. Poco o nada supuso para el gobierno italiano su compromiso de no intervención en el conflicto español, firmado por 27 países en 1936. Los buques y submarinos italianos no podían ser atacados por la armada republicana si eran avistados, en teoría pertenencian a una flota neutral integrada en un  pacto internacional, que prohibía el apoyo militar y el suministro de material de guerra a los ejércitos que combatían en la guerra española. En el caso de que la armada republicana atacase a buques nazis o italianos habría supuesto una excelente excusa para que los ejércitos de Hitler y Mussolini se uniesen a Franco de forma total y declarada, por tierra, mar y aire, lo que se consideraba como un desastre para la España republicana, aunque también es lógico pensar que esto habría supuesto la internacionalización del conflicto, y con toda seguridad un adelanto de tres años en el comienzo de la II Guerra Mundial, con unas consecuencias para España que hoy no pasarían de ser meras conjeturas sin sentido. Indalecio Prieto propuso al Gobierno que la Flota española atacase a los buques alemanes que bombardearon Almería el 31 de mayo de 1937, pero no fue atendido, la propuesta fue rechazada unánimemente.

Nada decía este pacto sobre el suministro de vivieres y avituallamiento para la población. Los despachos de los políticos europeos tenían que enfrentarse a una situación muy delicada a causa del creciente temor hacia Alemania, y por añadidura a su segura alianza con Italia. Al final todos miraron para otro lado. Un pacto de no intervención que fracasó, como fracasó su derivada constituida por el establecimiento de un control naval internacional que impidiera los suministros bélicos a España. A petición de Franco, los italianos desplegaron su flota de submarinos por el Mediterráneo, siempre había seis o siete unidades de submarinos piratas navegando y preparados para actuar, incluso traspasando los limites de las aguas jurisdiccionales españolas. Los mercantes rusos que se dirigían a España eran torpedeados sin miramientos. A finales de 1937, y a causa de las continuas quejas de la república española, se firmó en Nyon (Suiza) un nuevo pacto, que si bien sobre el papel restringía y controlaba las agresiones italianas y alemanas, los submarinos italianos ya no podrían navegar sumergidos, los incidentes se siguieron produciendo. Las aviaciones italiana y alemana con base en Mallorca comenzaron a volar con las insignias de la aviación franquista.

El amplio contenido del Comité de No Intervención en la guerra española, mediante el apoyo militar o el suministro de material de guerra, no pasó de ser un pacto diplomático, supeditado al creciente temor a Alemania. Tampoco la democracia era un valor del que presumir en la Europa de 1936, tal y como se deduce del siguiente mapa relativo a los años 30, solo  Francia, Reino Unido, Austria y los países nórdicos disfrutaban de un sistema de gobierno democrático, el autor del mapa olvidó que España era en 1936 una democracia constitucional perfectamente democrática, quizás alude a la situación anterior a 1931, aunque si así fuera de nuevo estaríamos ante un error ya que dicha situación era la correspondiente a una dictadura o en el mejor de los casos dictablanda, tal y como se dio en llamar después de la salida de Primo de Rivera y la llegada de Berenguer, o quizás no sabia como encuadrar su estado a causa de la guerra, lo evidente es que califica a su forma de estado como "Régimen Autoritario" cometiendo un magnifico error. Error que motiva mi inclusión del mapa, y poder así humildemente corregirlo, y al mismo tiempo poner de manifiesto cierto negacionismo que aún perdura en nuestra sociedad.


www.guerracivil1936.com

Algunas conclusiones sobre el Pacto :

(1) La idea de que los principales países europeos firmaran un "Acuerdo de No Intervención en España" partió del gobierno francés de León Blum, dos días después de descubrir el 30 de julio que los fascistas italianos estaban ayudando a los sublevados cuando dos de los aviones enviados por Mussolini al general Franco aterrizaron por error en la colonia francesa de Argelia.
A finales de agosto de 1936, los 27 estados europeos (todos menos Andorra, Liechtenstein, Mónaco, Suiza, y el Vaticano) que suscribieron el "Acuerdo de No Intervención en España" decidieron "abstenerse rigurosamente de toda injerencia, directa o indirecta, en los asuntos internos de ese país" y prohibían "la exportación... reexportación y el tránsito a España, posesiones españolas o zona española de Marruecos, de toda clase de armas, municiones y material de guerra". Para el cumplimiento del acuerdo se creó en Londres el 9 de septiembre un Comité de No Intervención bajo la presidencia del conservador Ivor Windsor-Clive, en el que estaban representados todos las principales potencias europeas, incluidas Alemania, Italia y la Unión Soviética.
Pero en la práctica la política de "no intervención" se convirtió en una "farsa", como la calificaron algunos contemporáneos, porque Alemania, Italia y Portugal no suspendieron en absoluto sus envíos de armas y municiones a los sublevados. El 28 de agosto, casi el mismo día en que se alcanzaba el acuerdo de "no intervención", se reunían en Roma los jefes de los servicios secretos militares de Alemania, el almirante Wilhelm Canaris, y de Italia, el general Mario Roatta para "proseguir (a pesar del embargo de armas) los suministros de material bélico y las entregas de municiones, según las peticiones del general Franco".
Los 27 países europeos que se adhirieron al pacto fueron: Albania, Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Checoslovaquia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, el Reino Unido, Rumania, Suecia, Turquía, la Unión Soviética y Yugoslavia.
El gobierno republicano, a través de Julio Álvarez del Vayo, Ministro de Estado, después de haberse quejado en varias ocasiones de los incumplimientos del Pacto de No Intervención por parte de Italia y de Alemania que suministraban material bélico y ayuda militar al bando sublevado, buscó la protección internacional y el 25 de septiembre de 1936 solicitó el amparo de la Sociedad de Naciones, pero el organismo internacional se desentendió e hizo caso omiso de las quejas del Gobierno de la República. Ésta, por su parte, comenzó a recibir material de guerra de la Unión Soviética a partir del mes siguiente.

En la memoria de todos permanece de forma imborrable el bombardeo de Guernica a manos de la Legión Cóndor alemana, en otras entradas se han puesto de manifiesto los numerosos ataques a barcos de guerra españoles por cuenta de los submarinos piratas italianos, los denominados "legionarios", intervenciones que tanto Alemania como Italia siempre negaban, al igual que lo hacían los sublevados franquistas. No tan conocidos, o publicitados a nivel general, fueron los numerosos ataques llevados a cabo por italianos y alemanes a los buques mercantes españoles.

Entre las dos últimas semanas de agosto de 1937 y los primeros días de septiembre siguiente, se produjeron al menos 20 ataques de los submarinos piratas italianos, tanto contra unidades de la Armada Republicana como contra buques mercantes desarmados.

(2) El 19 de agosto de 1937 el Ministerio de Defensa emite una Nota de Prensa en la que hace notar
.....la actuación alevosa y descarada de la marina de guerra italiana que ha hundido a otro barco español el "Conde de Abásolo, torpedeándolo en condiciones parecidas a como lo hizo con el "Campeador". Han llegado a Argel 23 supervivientes y según el relato del capitán del "Abásolo" sobre este buque volaron el día 12 por la tarde dos hidroaviones italianos, tipo "Savoia".
Al día siguiente, a la altura de Cabo Born vieron a seis buques de guerra italianos. Ya de noche uno se acerca al "Conde de Abásolo" y después de enfocarle con los reflectores, apagó las luces y lanzó un  torpedo. El "Abasolo" se hundió. La tripulación tuvo tiempo de echarse al mar con los botes salvavidas. El buque italiano era un torpedero de tipo nuevo con dos chimeneas y dos puentes.
La nota agrega que el barco español "Aldecoa" se ha visto obligado a refugiarse en el puerto de Argel perseguido por un destroyer italiano.
Termina dando cuenta de la declaración prestada por el capitán del “Ciudad de Cádiz” , que dice que el submarino que hundió a dicho buque en las proximidades de Tenedos es de construcción moderna y lleva dos cañones gruesos a popa e iba provisto además de un antiaéreo y un aparato radiogoniométrico. Él submarino disparó contra el buque de línea "Ciudad de Cadiz" a 300 metros de distancia, ocho cañonazos y un torpedo, haciendo blanco todos los proyectiles.


Benito Sacaluga



(1) Michael Alpert, Julian Casanova, Julio Arostegui. Licencia Creative Commons.
(2) Cartagena Nueva

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