viernes, 25 de junio de 2021

EL OFICIAL 2º NAVAL RAMÓN PRADOS PITA Y EL CRUCERO "MÉNDEZ NÚÑEZ"

 

Artículo publicado en "Nueva Tribuna" el 16 de junio de 2021. Autor: Benito Sacaluga.


La historia de Ramón Prados Pita corre paralela a la de tantos miles de marinos leales a la República aún hoy injustamente ignorados. Marinos que, si bien no pertenecían a la “élite” de la Armada, fueron imprescindibles, tanto en los primeros momentos, evitando que la Flota cayera en manos de los sublevados, como durante la guerra, sirviendo con lealtad y entrega a los intereses de la Republica. Como otros tantos miles de ellos, Prados tuvo que marchar al exilio para escapar a la muerte o a largos años de prisión. No obstante, su marcha al exilio, el aparato represivo del franquismo le siguió persiguiendo al menos hasta 1960.

Ramón Prados Pita en 1923

Ramón Prados nace en La Graña (Ferrol) el 23 de mayo de 1900, en el seno de una familia humilde, es hijo de Manuel Prados Serantes, Fogonero de la Armada y de Agustina Pita Castelo, jornalera.

Con poco más de 15 años ingresa en la Armada (1/10/1915) como Aprendiz Marinero, prestando servicio embarcado en la corbeta “Villa de Bilbao”, la “Nautilus” y el acorazado “Alfonso XIII”. Dos años más tarde, el 12 de diciembre de 1917, es ascendido a Marinero Especialista y destinado al cañonero torpedero “Marqués de Molins”, un buque salvado de milagro del desguace, que prestaba servicio como guardacostas y guardapescas en el Cantábrico.

A base de dedicación y estudio va escalando puestos en la Armada, Cabo de Marinería, Maestre de Marinería, Segundo Contramaestre, Submarinista, Auxiliar 1º Naval y Oficial 2º Naval, este último grado alcanzado en septiembre de 1937.

A lo largo de su trayectoria en la Armada (1915-1939) presta servicio en los siguientes buques y destinos en tierra:

Corbeta “Villa de Bilbao”

Corbeta “Nautilus”

Acorazado “Alfonso XIII”

Cañonero “Marqués de Molins”

Crucero “Cataluña”

Barcaza “K-9”

Acorazado “Jaime I”

Crucero “Blas de Lezo”

Arsenal de Cartagena

Base Naval de Mahón

Base Naval de Ferrol

Destructor “Proserpina”

Submarino “B-3”

Destructor “Alcalá Galiano”

Crucero “Méndez Núñez”

Dpto. General de la Armada

Buque aljibe “África”

Destructor “Jorge Juan”

Crucero “Libertad”

En Shanghái a bordo del “Blas de Lezo” (1927)


Embarcado en buques de la Armada participa en numerosas acciones de guerra, entre ellas las más importantes:

  • Desembarco de Alhucemas (1925)
  • Numerosas misiones de vigilancia y patrulla durante la Guerra de España (1936-1939)
  • Combate Naval de Cabo de Palos (1937)
  • A bordo del crucero “Méndez Núñez”

El 5 de junio de 1936, el gobernador general de la colonia española de Guinea, Luis Sánchez-Guerra Sainz, declaró el estado de excepción, como respuesta a los rumores sobre una sublevación popular de los nativos. Inmediatamente el gobernador solicita al Gobierno de España en Madrid el envío de un buque de guerra, el Gobierno envía al crucero “Méndez Núñez”, llegando éste a Santa Isabel el 24 de junio de 1936, al mando está el capitán de capitán de fragata Trinidad Matres García, entre la dotación  está el Auxiliar 1º Naval Ramón Prados, también el Tercer Maquinista Eugenio Rodríguez Sierra, miembro clave de la Unión Militar Republicana Antifascista (UMRA).



Según se publica en el Semanario La Armada (23/07/1938 y 30/07/1938), en una entrevista a los miembros de la dotación del “Méndez Núñez”, desde el triunfo electoral del 16 de febrero, existía a bordo una relación estrecha entre un pequeño grupo de gente de izquierda, siendo elementos significados de dicho grupo democrático los Auxiliares Juan Bautista Morales y Ramón Prados Pita, todos los cuales tenían algunas reuniones en el pañol bajo de contramaestres, lejos de la vigilancia de los oficiales, en su gran mayoría derechistas. Este grupo, inmediatamente de ser conocida la sedición militar, estableció contacto con el Frente Popular de la isla, al que dieron cuenta de la situación de a bordo.

El día 18 de julio de 1936 se recibe en el crucero un mensaje desde Madrid, radiado por  Benjamín Balboa, Oficial Tercero del Cuerpo de Auxiliares Radiotelegrafistas, alertando de que sus oficiales podían estar a punto de sublevarse contra el Gobierno, y les indica que para evitarlo tomasen el mando del buque si fuese necesario.

El 21 de julio, el capitán Matres, comandante del Méndez Núñez, pidió permiso a Madrid para efectuar, junto con el gobernador, un recorrido por las islas, petición que es denegada desde el Ministerio de Marina, ordenándole que zarpe de Fernando Poo inmediatamente y ponga rumbo a Málaga. El 23 de julio, el crucero ya navega hacia la península, la dotación envía un mensaje a Madrid: “U.M.R.A. vigilante. ¡Viva la República!”.

Rumbo a Málaga se reciben a bordo varios mensajes radiados desde Canarias por los sublevados, instando al comandante del crucero a que no siguiera su ruta y pusiera rumbo a las Islas Canarias para unirse allí a los sublevados, al mismo tiempo se le ordena que detenga a los radiotelegrafistas para evitar que la dotación reciba nuevas órdenes de Balboa desde Madrid, transmisiones, las de Canarias, que son también captadas por Balboa, quién radia instrucciones al buque para que vuelva a Fernando Poo. El comandante obedece haciendo escala en Dakar. Al salir de este puerto ya en alta mar y a la medianoche, se presentan en el puente de mando miembros de la dotación capitaneados por el Auxiliar 1º Naval Ramón Prados y el Segundo Maquinista Eugenio Martínez Sierra, grupo integrado, entre otros, por el practicante Moreno Mesa, el condestable Lafuente y el buzo García. Ramón Prados le comunica al comandante que los presentes formaban parte de una comisión elegida por la dotación del buque, al objeto de pedirle que enviase un radio a Madrid garantizando la adhesión a Azaña y al Gobierno en nombre de toda la dotación del crucero, a lo que el comandante y su segundo se niegan, alegando que la toma de dicha decisión le corresponde exclusivamente a él como comandante del buque y no considera oportuno hacerlo.

El “Méndez Núñez” llega nuevamente a Fernando Poo el 14 de agosto. El 28 de agosto sube a bordo el Gobernador General y le comunica al comandante que desde el Gobierno había recibido órdenes de comunicarle su cese inmediato. Así se hace. Para la comandancia del barco, siguiendo órdenes del Gobierno, se procede a elegir entre los Jefes y Oficiales del crucero quien debía ocupar dicho puesto, elección que quedaba condicionada al visto bueno de la dotación. Se elige al teniente de navío Ángel Bono, en esos momentos no se sospechaba que el teniente de navío Bono era partidario de la sublevación militar.

Todos los oficiales, menos tres que aceptaron seguir a las órdenes del gobierno, fueron desembarcados y confinados en San Carlos, la segunda localidad en importancia de Fernando Poo. Sin embargo, y al poco tiempo, todos ellos logran escapar​ y llegar al entonces Camerún Británico, desde donde viajaron a territorio ya ocupado por los sublevados y unirse a ellos.

El 30 de agosto, el “Méndez Núñez” partió definitivamente rumbo a la península. A la altura de Dakar el nuevo comandante Ángel Bono y el oficial Manuel Guarch desertaron y a nado ganaron la costa. Al mando quedó el maquinista Eugenio Rodríguez Sierra, con el Auxiliar 2º Naval D. Juan Montiel Cerda como Oficial de Derrota. Llega a Málaga el 21 de septiembre, donde permanece fondeado hasta zarpar para Cartagena, puerto al que arriba el 23 de septiembre, permaneciendo toda la guerra con bandera republicana.


La ideología de Ramón Prados Pita

Perteneciente a la masonería desde 1934, Logia Atlántida nº 5 de Cartagena, con el nombre clave de Gori. En enero de 1938 tenía el grado 3º.

Perteneció al PCE. Fue Tesorero Adjunto de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética. Se dio de baja del PCE de forma voluntaria en julio de 1937. La solicitud de baja es entregada en mano al Auxiliar de Artillería del “Méndez Núñez” Bernardo Díaz. Solicitud de baja que no es bien recibida por la dirección del PCE en Cartagena, y que, a pesar de la voluntariedad de la baja, procede a la expulsión de Prados del partido acusándole de traidor. Esta conducta del PCE es denunciada por Ramón Prados en la prensa cartagenera; Victoriano Barroso, Comisario Político del destructor “Jorge Juan” apoya explicita y públicamente a Ramón Prados, el 7 de agosto de 1937 firma un artículo en el diario Cartagena Nueva, en uno de sus párrafos se dirige al PCE en estos términos:

…Todo el mundo se ha quedado absorto ante esta estupidez impremeditada {la expulsión} y ante la calculada maldad de enlodar un limpio historial antifascista. Puyes bien, camaradas comunistas, vosotros habéis hecho el sucio juego de expulsar de vuestras filas a un hombre que voluntariamente se ha dado de baja en ellas; y nosotros que, sin ser de ningún partido, militamos en la gran organización antifascista, damos cabida en nuestro seno a aquel que siempre ha luchado desinteresadamente por la causa del pueblo, al camarada Ramón Prados Pita, como un hombre leal y un auténtico y noble antifascista. A bordo del “Jorge Juan”. Cartagena 6 de agosto de 1937.

 

El Exilio

Tras la victoria franquista en la Guerra de España, embarca con destino Orán, comienza su exilio. Es internado en el campo de concentración de Relizane, situado a 200 Kms. de Orán, un campo improvisado. En él al igual que en los de Camp Morand o Suzzoni, las condiciones de vida eran lamentables. Cuando empezó la II Guerra Mundial, los españoles fueron encuadrados en Compañías de Trabajadores Extranjeros y mandados a hacer carreteras, a trabajar en las minas o en la construcción del Transahariano en pleno desierto, en condiciones infrahumanas.  

El aspecto que presentan en la foto inferior los internados en el campo de Relizane, aseados y bien vestidos, incluso algunos con corbata, parece entrar en controversia con las lamentables condiciones que soportaban, además de ser tratados como indeseables, esclavos y pordioseros. Según Victoria Fernández Díaz, historiadora experta en el exilio en el Norte de África, la foto está tomada al poco de llegar al Campo, cuando aún conservaban su ropa de paisano en buenas condiciones... Los internados en los campos se empeñaron en mantener una imagen de pundonor, sobre todo en fotos como ésta, destinadas a sus familiares en España, una puesta escena. Del Campo de Kasserine existen fotos en las que se pueden comprobar que de una foto a otra los exiliados se intercambiaban su ropa.

Junto a unos compañeros en el campo de Relizane (Argelia). En el círculo Ramón Prados. 15 de septiembre de 1939

Según relata en sus memorias uno de los internados en Relizane, el marinero Ángel Landa:

“Nos alojaron en barracas recién construidas con adobes. En cada una éramos 20 personas. […] Este lugar estaba fuera del Fortín, junto a sus murallas, las fuerzas del cuartel eran del cuerpo de Zuavos, todos ellos de raza árabe. Posteriormente trajeron una compañía de senegaleses, los cuales nos hacían la vigilancia. El campamento estaba cercado con malla metálica de tres metros de altura e interiormente una alambrada de púas de la misma altura. Entre las dos estaba el corredor para la vigilancia. […] El fortín nos tapaba la vista hacia [el pueblo de] Relizane. Desde nuestro campo ni una sola casa vimos nunca. Todo estaba planeado perfectamente para nuestra incomunicación visual con la ciudad… La comida diaria consistía en un cuarto de café aguado por la mañana, dos cuartos de zanahorias o nabos cocidos a mediodía con una rodaja de pan y para la cena lo mismo”

Desconocemos sus vivencias y recorrido exacto en esos tiempos, pero suponemos que siguió las vicisitudes de sus compañeros. A partir de aquí se desconoce la trayectoria de Ramón Prados. Solo sabemos que llegó a Argelia, donde trató de reconstruir su vida, siempre con la esperanza de poder regresar a España. Perteneció a las Secciones del PSOE y de la UGT de Orán.

La justicia franquista lo reclamó mediante varios edictos para que procediese a presentarse a las autoridades. En 1940 procede a darlo de baja en la Armada. En 1942 es nuevamente requerido para presentarse ante la justicia militar por su presunta pertenencia al SIM, bajo apercibimiento de ser declarado en rebeldía si no se presentaba. Juzgado en rebeldía y según sentencia del 27 de mayo de 1943 fue condenado a la pena de doce años y un día de reclusión menor. El Tribunal Especial para Represión de la Masonería y el Comunismo lo estuvo buscando desde la fecha de su creación (1940), situación que se mantuvo al menos hasta 1960 según los datos de que disponemos, no obstante, parece adecuado suponer que dicho Tribunal lo mantuviese en búsqueda hasta la fecha de extinción del mismo, dos de diciembre de 1963.



Los cinco hijos de Ramón quedaron en Cartagena, fueron ingresados en junio de 1939 en el orfanato Casa de la Misericordia de esta ciudad, en la época más dura de la posguerra. Tenían 13, 12, 10, 7 y 6 años. Jamás volvieron a ver a su padre.

Ramón Prados Pita falleció en 1954, con 54 años de edad, atropellado en las calles de Orán, cuando se dirigía a pie a una consulta médica. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Tamashouet (Orán) en el cuadrado 76, línea 6, tumba 7.


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Fuentes utilizadas:

  • Documentación oficial y fotografías aportados por su nieto. Francisco Prados
  • Consejo de Guerra contra Trinidad Matres García, comandante del crucero “Méndez Núñez en julio de 1936. Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán.
  • El Eco de Cartagena
  • D.O. 1923/03/06
  • R.O. 29/1/1925
  • Cartagena Nueva
  • La Masonería en la Región de Murcia. José A. Ayala
  • Venceremos
  • Semanario “La Armada” 23/07/1938 y 30/07/1938
  • El Exilio de los Marinos Republicanos. Victoria Fernández Díaz.


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