martes, 28 de febrero de 2023

EL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA Y LA ESCUELA NAVAL POPULAR

 



Rafael Llobregat, de “Frente Rojo” diario del Partido Comunista de España, editado desde el 21/2/1937 hasta el 20/1/1939, publica el 25 de septiembre de 1937 el siguiente artículo en el diario “Venceremos”, Órgano del Comité Comarcal del Partido Comunista en Cartagena.



LA ESCUELA NAVAL POPULAR


En el último Consejo de Ministros se aprobó un Decreto creando la Escuela Naval Popular.

Ya “Frente Rojo” resaltó con breve comentarlo la trascendental importancia del acuerdo, sobre todo teniendo en cuenta -entre otra muchas razones- la impaciencia con que las clases populares de nuestra Marina aguardaban la aprobación de tal decreto por el cual conseguirán, al igual que lo han conquistado los soldados y clases del Ejercito Popular y de nuestra gloriosa Aviación, aprender lo más indispensable de la técnica militar, que unida a su entusiasmo y valor, a su fidelidad a la causa de ganar la guerra y consolidar y desarrollar la revolución, puedan contribuir con su esfuerzo desde los cuadros de mando  a dotar a la República de una Marina potente y popular.

Aunque no conocemos aún el texto del Decreto, creemos que la ponencia que lo haya redactado no habrá echado en olvido la rica experiencia del año largo de guerra que sufre nuestro país, ni las enseñanzas que en materia de escuelas de guerra tenemos, con el funcionamiento de las del Ejército y Aviación.

Aparte de la importancia que juegan los programas de estudios, que según nuestra opinión y de momento deben ser lo más sencillos posible, con el solo objeto de enseñar lo necesario para conseguir un buen Oficial en campaña prescindiendo de todos aquellos conocimientos útiles a los que en tiempo de paz podríamos dedicarles un espacio con el fin de crear buenos y cultos Oficiales en toda la extensión de la palabra, en la Marina debe tenderse a crear oficiales con una sola especialidad (oficiales de derrota, directores de tiro, torpedistas, radiotelegrafistas, intendentes, etc.), huyendo momentáneamente de la pretensión de conseguir oficiales que reúnan conocimientos de todas las especialidades, pues serla robar un tiempo precioso a las necesidades inmediatas de la guerra, tres son las medidas más importantes que deben tenerse en cuenta para la eficacia inmediata de la Escuela Naval Popular: loa profesores, el reclutamiento de los alumnos y los cursillos de preparación.



Cuando se ha realizado una buena política en la selección y acoplamiento de profesores, teniendo en cuenta la capacidad técnica, pero también su entusiasmo y fe antifascistas, y el reclutamiento de alumnos sea dirigido, no con el criterio de que «todo el que quiera, libremente puede solicitarlo» con tal de tener la edad, un aval, etc., sino que esto se haya hecho sobre los campos mismos de operaciones proponiendo los jefes y comisarlos a aquellos que más se distinguieron por su valer, por su capacidad, por sus dotes de mando e iniciativa en el combate, precisamente entonces es cuando estos nuevos Oficiales de las Escuelas Populares de Guerra han entrado más en consonancia con la calidad de nuestro actual y potente Ejército Popular.

Por eso creemos que en la Escuela Naval Popular se debe tener en cuenta esta experiencia de las Escuelas Populares de Guerra, tanto en lo que se refiere a los profesores como en el reclutamiento de alumnos que a nuestro juicio, deben reclutarse entre el personal de la Marina, especialmente entre los que más tiempo lleven embarcados y  hayan demostrado la capacidad y entusiasmo, así como su garantía antifascista, sin poner, desde luego, muchas trabas, puesto que la mayoría de las clases y marinos se enrolaron voluntariamente durante el curso mismo de la guerra.

Pero es preciso también crear, bien en los barcos o en la base naval más importante, cursillos de preparación para ingreso en la Escuela Naval, organizados con la ayuda de los jefes y comisarios. Porque una cosa es cierta: que por su condición de obreros, que no han podido cursar estudios, los que heroicamente rescataron los buques de nuestra Escuadra para la República; los que participaron en combates contra los piratas del Mediterráneo, muchas veces en inferioridad de condiciones; los que durante el año de guerra diariamente se juegan la vida con un heroísmo silencioso tiemblan como chiquillos ante la perspectiva de un examen. Y es preciso que se les ayude a conseguir reunir esta serie de conocimientos previos para su ingreso como alumnos de la Escuela Naval Popular, y que consigan dominar la técnica, con la misma facilidad con que han sabido dominar sus nervios y armarse de coraje y de valor frente al enemigo.

El ministro de Defensa Nacional y el Gobierno han tenido un gran acierto en no retrasar más la creación de la Escuela Naval Popular, que nos va a permitir en pocos meses enriquecer los cuadros de mando de nuestra Marina, que, al igual que nuestro potente Ejército Popular y nuestra heroica aviación sabrá hacer tragar el acíbar amargo de la derrota al fascismo nacional y extranjero en las profundidades de nuestro mar.

Rafael Llobregat

De «Frente Rojo». 






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