Fruto de una iniciativa basada en lo dispuesto en la Ley 20/2022, de 19 de Octubre, de Memoria Democrática, llevada a cabo desde septiembre de 2022 por la Asociación por la Memoria Militar Democrática (AMMD), se ha conseguido que ayer, 3 de agosto de 2024, se hayan sacado del Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando los restos del almirante franquista Salvador Moreno Fernández y trasladados a un panteón familiar privado.
La iniciativa, que contó con el apoyo de más de 1000 firmas de civiles, se inició con un proceso administrativo ante el Mº de Defensa que, ante su silencio administrativo, derivó en un recurso interpuesto ante la Audiencia Nacional. A estas acciones le siguió una pregunta parlamentaria de Izquierda Unida en el Congreso.
La iniciativa incluye también la exhumación de otros dos almirantes franquistas, a saber Juan Cervera Valderrama y Francisco Moreno Fernández, esperamos que, bien de forma voluntaria o bien por orden de la Audiencia Nacional, los restos de los citados salgan para siempre del Panteón.
Desde el inicio de la sublevación militar de 1936, durante toda la guerra civil y durante el régimen franquista, los tres almirantes fueron una pieza clave. Francisco Moreno Fernández y Salvador Moreno Fernández se implicaron directamente en el golpe del general Mola, dirigiendo la rebelión en la Base Naval y Arsenal de Ferrol, y posterior represión en toda la zona. El almirante Juan Cervera Valderrama, en julio de 1936, comandó las fuerzas rebeldes que tomaron Puerto Real (Cádiz) y participó de forma inequívoca en la rebelión de la Base Naval y Arsenal de Cádiz.
En lo que a la marina de guerra franquista se refiere, estos tres almirantes estaban estrechamente vinculados entre si, ocupando cada uno de ellos los más altos cargos en la Armada franquista, a saber: Juan Cervera Valderrama Jefe del Estado Mayor de la Armada; Francisco Moreno Fernández Jefe de la Flota Nacional y Vocal de la Junta de Defensa; Salvador Moreno Fernández Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada.
Dejo a continuación un resumen de la actividad del almirante franquista durante la guerra de España y la dictadura franquista, cuyos restos mortales han sido ayer exhumados del lugar de honor donde estaban depositados.
SALVADOR MORENO FERNÁNDEZ (Ferrol 1886 – Madrid 1966)
Se incorporó inmediatamente a la sublevación militar de julio de 1936 en Ferrol, consiguiendo apoderarse del crucero ligero ‘Almirante Cervera’, que se encontraba fondeado en el Arsenal ferrolano, controlado por oficiales, marinería y civiles leales a la República. Subió con tropas sublevadas al crucero, acompañado por el capitán de Artillería Martínez Lorenzo, y tomó por las armas el control del mismo. Por este hecho se le concedería en 1939 la Cruz Laureada de San Fernando. Salió a la mar con el crucero el 23 de julio siendo ascendido a capitán de navío. Una de sus primeras misiones de guerra fue cañonear la ciudad de Gijón, donde los militares sublevados resistían sitiados en los cuarteles. Los reiterados cañoneos fueron "mérito" para que, durante muchos años, una calle de la ciudad de Gijón llevase su nombre.
"...Lo que quiero contaros es lo que yo mismo vi en esta marcha forzada, la más grande, la más horrible evacuación de una ciudad que hayan visto nuestros tiempos...."
Deber que satisface y honor que enaltece es para la Patria venerar la memoria de sus hijos insignes. Gloria es, asimismo, para la Armada incrementar con justicia el elenco de sus marinos preclaros. Deber, honor y gloria, alcanza a la Patria y a la Armada el venerar la memoria de don Salvador Moreno Fernández y el señalarle un puesto singular entre los escogidos.Fue don Salvador Moreno Fernández jefe ejemplar y marino destacado a lo largo de dilatada carrera. Brilló como español y como profesional en los azarosos y difíciles tiempos que precedieron a nuestra Guerra de Liberación.Sobresalieron entre sus ya cimentadas virtudes castrenses, y con motivo de la iniciación del glorioso Movimiento Nacional en El Ferrol, el valor que se tradujo en heroísmo y la serenidad que trajo consigo la eficacia de inclinar del lado de la razón una situación incierta: virtudes que orientaron hacia el éxito una acción recompensada con la Cruz Laureada de San Fernando.La guerra forjó definitivamente al jefe. Mandos de mar trascendentes, combatesvictoriosos y presas valiosas fueron su contribución decisiva a la victoria en la mar, que hizo posible el abastecimiento en la zona nacional y la continuidad de la lucha en tierra y en el aire, que culminó con la victoria.La paz probó con creces su lealtad a la Armada y su amor a la Patria. Reorganizador de la Marina de la postguerra y forjador de la Fuerza Naval de hoy día durante su difícil y reiterada gestión frente al Departamento ministerial de Marina, el Almirante don Salvador Moreno Fernández se hizo acreedor al amor de sus subordinados, al afecto y respeto de sus iguales y a la gratitud de su superior y de la Patria.Por todo ello, merece y goza del general reconocimiento de la nación y le corresponde el honor de que su memoria sea ejemplo venerado por la Marina.En su virtud, a propuesta del Ministro de Marina y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veintisiete de mayo de mil novecientos sesenta y seis,DISPONGO:Artículo primero.-Los restos mortales del Almirante don Salvador Moreno Fernández serán trasladados al Panteón de Marinos Ilustres tan pronto se hayan cumplido los requisitos que al efecto exigen las disposiciones vigentes.Artículo segundo.-Se le rendirán los honores reglamentarios que correspondan a Capitán General de la Armada con mando de Flota que muere a bordo de su buque insignia, correspondiendo al Ministerio de Marina adoptar cuantas disposiciones convengan para honrar debidamente la memoria del difunto Almirante y para que su recuerdo perdure como ejemplo y estímulo de generaciones actuales y futuras de la Armada.
Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a dos de junio de mil novecientos sesenta y seis.
El traslado al Panteón de Marinos Ilustres
(Boletín del Departamento de Personal del Mº de Marina Nº 10 Abril-Julio 1973)
Los restos mortales del Almirante D. Salvador Moreno Fernández, Caballero Laureado de San Fernando y Ministro de Marina que fue en dos etapas, fueron inhumados el día 7 de junio en el Panteón de Marinos Ilustres, junto a los más destacados héroes de la Armada española.Presidió los actos el Ministro de Marina, Almirante Baturone, acompañado de los hijos del finado, sus nietos y otros familiares; del Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, Capitanes Generales de la 2.ª Región Militar, de la '2.ª Región Aérea y los de las Zonas Marítimas del Cantábrico, del Estrecho y del Mediterráneo; Almirante Jefe de la Flota, Almirante Jefe de la Jurisdicción Central y otras representaciones militares de los tres Ejércitos, así como el Presidente de la Diputación de Cádiz al frente de su corporación y el Ayuntamiento de San Fernando con la corporación municipal bajo mazas.El féretro con los restos mortales del Almirante Moreno Fernández fue trasladado desde el portahelicópteros "Dédalo", que lo transportó desde El Ferrol del Caudillo, donde reposaban desde que falleció, hasta el Cuartel de Instrucción de Marinería de San Fernando. Una sección de Marinería depositó el féretro sobre un armón de artillería y en el patio de armas del Cuartel fueron rendidos los honores de ordenanza y a continuación fue rezado un responso, poniéndose seguidamente en marcha el cortejo hasta el Panteón de Marinos Ilustres, donde le fue oficiado un solemne funeral, al final del cual el Ministro de Marina, don Adolfo Baturone Colombo, pronunció unas palabras en las que dijo que" para la Marina de Guerra española era un deber especialmente honroso y grato enaltecer la figura de uno de sus Oficiales más brillantes y abnegados"; continuó el Ministro recordando las acciones heroicas del Almirante Moreno, que le valieron la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando. Después de las palabras del Ministro de Marina, fueron inhumados los restos mortales del Almirante D. Salvador Moreno Fernández en el Panteón de Marinos Ilustres.
No hay duda alguna y si abundantes pruebas objetivas y documentales de que estos tres almirantes formaron parte de la cúpula militar del general Francisco Franco, y de haber sido notables y directos impulsores y ejecutores del levantamiento militar contra el Gobierno de la II República llevado a cabo en julio de 1936.Con sus actos de julio de 1936 pusieron a disposición de los rebeldes las Bases y Arsenales Navales de Cádiz y Ferrol, junto con todos los buques de guerra que en esos momentos se encontraban allí atracados o fondeados. Después de tomadas estas posiciones organizaron una inaudita represión, no solo entre los militares de esas zonas, sino también entre la población civil.Los tres marinos conformaban la máxima autoridad naval, a saber: Jefe del Estado Mayor de la Armada, Jefe de la Flota y 2º Jefe del Estado Mayor de la Armada, por tanto responsables máximos de todos los desmanes cometidos por la Armada sublevada durante la guerra.Acabada la guerra, y desde su cargos continuaron al mando de las labores represivas contra todos aquellos marinos que permanecieron leales a la República.Francisco Moreno Fernández y Salvador Moreno Fernández figuran en la lista de altos cargos del franquismo imputados en su día por los delitos de detención ilegal y crímenes contra la Humanidad cometidos durante la Guerra Civil española y en los primeros años del régimen. (Audiencia Nacional. Juzgado Central de Instrucción Nº 005. Diligencias Previas Proc. Abreviado 399/2006 V. de fecha dieciséis de octubre de dos mil ocho.
Según lo explicada el juez Garzón en las Diligencias Previas. Procedimiento abreviado 399 /2006 v, de 16 de octubre de 2008, citando lo dicho en el proceso de Nuremberg:
"Líderes, organizadores, instigadores y cómplices que participen en la formulación o ejecución de un plan general o conspiración, para cometer cualquiera de los crímenes antes citados [asesinato, exterminación, esclavitud, deportación y otros actos inhumanos cometidos contra la población civil antes o durante la guerra o persecuciones por razones políticas, raciales o religiosas...], son responsables de todos los actos realizados por cualquier persona que ejecute dicho plan…".En consecuencia, las carreras profesionales de estos militares parten de un comportamiento desleal e ilícito, es decir, parten de la máxima vergüenza que puede perpetrar un militar: quebrantar su promesa o juramento de acatar las leyes, en este caso promesa de fidelidad a la República para defenderla y servirla bien: "Prometo por mi honor servir bien y fielmente a la República, obedecer sus leyes y defenderla con las armas".Todos prometieron defender la República, no a una esotérica Patria diseñada ad hoc para justificar cualquier acto de rebeldía. Posiblemente no hay mayor deshonor para un militar que levantar sus armas contra sus propios compañeros y contra los ciudadanos que le otorgaron su confianza.La inteligencia artificial que opera en el ChatGTP también dice cosas coherentes y bien hilvanadas. Por ejemplo, dice que "aunque la Ley de Memoria Democrática no menciona específicamente el Panteón de Marinos Ilustres, sí establece la obligación de retirar cualquier símbolo o monumento que exalte la dictadura o atente contra la dignidad de las víctimas del régimen franquista...".
Como sabemos, esta ley establece un marco legal para solucionar la presencia de militares franquistas entre la pléyade de marinos españoles realmente ilustres y merecedores de la mayor de las honras. Ya se han exhumado de lugares públicos a Franco, Queipo de Llano, José Antonio y otros. Ahora queda por ver si nuestros representantes políticos —que también son nuestros garantes de la legalidad— tienen la suficiente valentía y determinación como para aplicar la ley a los marinos franquistas.
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Ni perdon ni olvido
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