Acorazado "Admiral Graf Spee" Presente en el Mediterráneo durante la Guerra de España.(4) (Imagen: www.eurasia1945) |
(1) De acuerdo con el planteamiento expuesto por el general italiano Ettore Grasseti (2), recogido por Dominguez Benavides, Francia e Inglaterra entregaron el Mediterráneo occidental a Franco y sus aliados. Perdido el dominio de ese mar por la República, la guerra estaba perdida, al quedar los combatientes sin el suministro de material de guerra y la retaguardia sin artículos de primera necesidad. La opinión de Manuel Chaves Nogales en 1938 es elocuentemente ilustrativa al respecto:
"Después de dos años y medio de guerra, es evidente que Franco ya no tiene ninguna esperanza de triunfar por las armas y no le queda sino una posibilidad para la victoria: rendir al adversario mediante el hambre. El hambre en la España republicana es, de hecho, una realidad innegable. La zona leal se encuentra sometida desde hace ya largos meses a un régimen de subalimentación que ha empezado a producir terribles consecuencias en las masas populares: la tuberculosis y el raquitismo infantil están haciendo estragos...La táctica consistente en matar de hambre a la España republicana, es la consecuencia lógica del nuevo giro que Mussolini y Hitler le han dado a su política de intervención en España teniendo en cuenta, por un lado el fracaso militar del Caudillo, y por otro, los excelentes frutos cosechados en la conferencia de Munich" (3)Las aguas cercanas a los puertos de Levante se convertirían en tumbas de numerosos buques cargados de armas, alimentos y medicinas.
Lo peor de todo era que tanto la armada británica como la francesa estaban bien presentes en el Mediterráneo. Tan asiduas eran sus visitas a los puertos peninsulares, que fueron incluso testigos de ataques a los buques de la Armada republicana. La presencia en el Mediterráneo de buques de guerra alemanes e italianos, especialmente submarinos, apoyando claramente a los sublevados, es de sobra conocida por franceses y británicos sin que hagan nada por evitarlo. Finalizada la guerra el propio Mussolini no tendrá empacho en reconocerlo.
En un documento del Duce dado a la prensa italiana para su publicación finalizada la guerra, el líder fascista llegará a afirmar:
"Nuestra Marina contribuyó silenciosa, pero eficazmente a la victoria de Franco. El transporte de tropas y material de guerra pudo hacerse gracias a una perfecta organización de nuestras bases y medios, dedicándose a el noventa y dos barcos que llegarían a realizar doscientos veinte viajes. El número de unidades de superficie que tomaron parte en acciones de guerra y escolta fue de noventa y una. Se verificaron ochocientos setenta servicios de vigilancia y escolta. Las acciones de guerra ejecutadas por nuestras unidades fueron noventa y una, hundiendo en pocos días dieciocho mercantes con un total de setenta y dos mil ochocientas toneladas"
El trabajo de Laureano Rodriguez, anteriormente reproducido, son apenas dos páginas, de un total de 50, dedicadas en parte al papel que la Armada de la República desempeñó en la Guerra de España, desde el golpe militar de 1936 hasta el cinco de marzo de 1939, fecha en la que la Flota Republicana parte de Cartagena para poner a salvo los buques a causa de la sublevación de la ciudad promovida por el último traidor a la República, por el coronel Casado. (Ver: Coronel Casado, cronología y consecuencias de una traición)
En el texto anteriormente reproducido se pone de manifiesto, y documenta por medio de las declaraciones de Mussolini, la impunidad con la que fascistas y nazis actuaron en contra de la República en apoyo sin limitaciones a un general sublevado. Los buques alemanes e italianos actuaron como auténticos piratas, navegando a sus anchas por las costas españolas y el Mediterráneo Occidental, incumpliendo el Pacto de No Intervención, firmado en Londres en agosto de 1936, con el que se buscaba evitar la intervención extranjera en la Guerra Civil Española y la internacionalización del conflicto. Alemania, Italia y Portugal nunca cumplieron con lo firmado en Londres. La Flota republicana no podía atacar a estos buques de guerra extranjeros. Las patrullas de Francia e Inglaterra miraron para otro lado ante los constantes y evidentes incumplimientos. Portugal proporcionó al bando sublevado importantes apoyos de todo tipo, entre otros, permitir el paso por su territorio de los ejércitos sublevados, el desembarco en sus puertos de las ayudas de todo tipo proporcionadas por fascistas y nazis a los ejércitos de Franco, y un enclave perfecto para el espionaje franquista, alemán e italiano. De nada sirvieron las constantes quejas diplomáticas del Gobierno de la República ante el Comité de No Intervención.
Antonio de Oliveira Salazar y Francisco Franco |
Tres dictadores, Hitler, Mussolini y Oliveira Salazar fueron los artífices de la victoria de Franco, a la postre otro dictador más. En España la guerra acabó en 1939, pero el destino quiso que ese mismo año comenzara en Europa la II Guerra Mundial, provocada y orquestada por los mismos que ayudaron Franco, por los mismos a los que Francia e Inglaterra no supieron parar los pies en España. Desde luego pagaron muy cara su indiferencia ante la destrucción de las libertades que supuso el resultado de la Guerra de España, durante cinco largos años (1939-1945) tuvieron que sentir en sus propias carnes el horror de nazis y fascistas. Sin embargo, curiosidades del destino, fueron miles los republicanos españoles, aquellos mismos a los que Francia abandonó, los que colaboraron con Francia en la lucha contra la invasión nazi, buena parte de ellos, integrados en la División Leclerc, fueron los primeros en entrar en agosto de 1944 en un París liberado.
Benito Sacaluga.
(1) Laureano Rodriguez."La Armada Española durante la guerra de los tres años (1936-1939)".Congreso homenaje al ingeniero y general D. Salvador Padilla Escabí.
(2) Pedro Mª Egea Bruno, "La represión al término de la guerra civil. El modelo de Cartagena". Anales de Historia Contemporánea, nº 7 (1989), págs: 156-157.
"La línea costera de Sardinia y Sicilia, constituye, con las Islas Baleares, una vez colocadas bajo nuestro control, un sistema que neutraliza la arteria inglesa Gibraltar-Malta. Con la influencia italiana en Palma de Mallorca y la influencia alemana en Ceuta y Melilla, el Eje Roma-Berlín se prolonga dentro del Mediterráneo Occidental (Mallorca, Cagliari y Trapani), corta la gran arteria británica por su cabeza en Gibraltar y continua su influencia hasta el Este con la isla de Pantelaria. En relación a Francia, Casablanca-Orán, en el Oeste, de Algeciras Y Philipville en el Centro, y de Suez a Túnez en el Oeste. De esta manera, el sistema arterial de la metrópoli francesa al norte de África gala, base de la movilización general francesa, puede ser cortado". Manuel Dominguez Benavides.
"La línea costera de Sardinia y Sicilia, constituye, con las Islas Baleares, una vez colocadas bajo nuestro control, un sistema que neutraliza la arteria inglesa Gibraltar-Malta. Con la influencia italiana en Palma de Mallorca y la influencia alemana en Ceuta y Melilla, el Eje Roma-Berlín se prolonga dentro del Mediterráneo Occidental (Mallorca, Cagliari y Trapani), corta la gran arteria británica por su cabeza en Gibraltar y continua su influencia hasta el Este con la isla de Pantelaria. En relación a Francia, Casablanca-Orán, en el Oeste, de Algeciras Y Philipville en el Centro, y de Suez a Túnez en el Oeste. De esta manera, el sistema arterial de la metrópoli francesa al norte de África gala, base de la movilización general francesa, puede ser cortado". Manuel Dominguez Benavides.
(3) Manuel Chaves Nogales. "La España de Franco" Córdoba, 2012.
(4) Acorazado de 186 metros de longitud, 21’6 metros de manga, 7’4 metros de calado y 12.100 toneladas de desplazamiento. Impulsado por ocho motores diésel Man de potencia total 52.771 C.V. Velocidad máxima 28,50 nudos. Nueve cañones de 280 mm en tres torretas triples, ocho piezas de 150 mm en los costados (4+4), seis baterías L/45 de 88 mm. sobre pedestales abiertos, ocho antiaéreos de 37 mm, diez ametralladoras de 20 mm y ocho tubos lanzatorpedos de 530 mm.
El "Graf Spee" entró a servir en la Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine) el 9 de Abril de 1936 al mando del capitán Conrad Patzig. Al cabo de tres meses, en Agosto, formó parte del Comité de No Intervención durante la Guerra Civil Española, realizando una navegación en torno a las Islas Canarias y el África Occidental Francesa, antes de llevar a cabo hasta un total de cuatro patrullas alrededor de España. (Fuente: Eurasia 1945).
(4) Acorazado de 186 metros de longitud, 21’6 metros de manga, 7’4 metros de calado y 12.100 toneladas de desplazamiento. Impulsado por ocho motores diésel Man de potencia total 52.771 C.V. Velocidad máxima 28,50 nudos. Nueve cañones de 280 mm en tres torretas triples, ocho piezas de 150 mm en los costados (4+4), seis baterías L/45 de 88 mm. sobre pedestales abiertos, ocho antiaéreos de 37 mm, diez ametralladoras de 20 mm y ocho tubos lanzatorpedos de 530 mm.
El "Graf Spee" entró a servir en la Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine) el 9 de Abril de 1936 al mando del capitán Conrad Patzig. Al cabo de tres meses, en Agosto, formó parte del Comité de No Intervención durante la Guerra Civil Española, realizando una navegación en torno a las Islas Canarias y el África Occidental Francesa, antes de llevar a cabo hasta un total de cuatro patrullas alrededor de España. (Fuente: Eurasia 1945).
Estupendo trabajo, como siempre.
ResponderEliminarGracias
EliminarDe nuevo la rabia y la impotencia se adueñan de mí, por la oportunidad arrebatada y lo duro que les supuso a estos canallas acabar con una República aislada.
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